Mensaje del 05 de Noviembre de 1998

Si les sirve para algo todo el amor que les tengo, voy a pasar en cada uno de ustedes y los voy a abrazar, como una forma de decirles: sientan Mi Corazón latir, sientan todo el fuego que sale de Mi Corazón y también abran vuestro corazón porque lo voy a llenar de gracias, que pasarán los días y los días y van a decir: estoy tan repleto de gracias que hasta me parece que me están sobrando.

 

Mensaje del 05 de Noviembre de 1998

Habla Artemio:

Desde la mitad del tema musical Jesús ya está sentado aquí a mi derecha, más allá está la Madre Teresa y la Virgen pero está todo lleno, hay Ángeles, Arcángeles, Querubines, hay Santos de todos los colores, me refiero con hábitos diferentes.

Señor, no es fácil hablar delante tuyo Señor y no todos los días el Espíritu Santo hace decir lo mismo, porque ayer Señor realmente todo lo que hizo decir el Espíritu Santo fue una maravilla Señor, pero como no hay un día igual a otro. Señor, humildemente te digo que mires a cada uno de los que estamos aquí presentes, míralos Señor, míralos, vos nos ves con tal vez una cara sonriente o casi sonriente pero todos tenemos nuestro drama personal, todos tenemos un montón de preocupaciones personales, todos tenemos como un legajo donde está todo nuestro pasado y nuestro presente Señor.

Yo te diría que tenés que ser considerado con nosotros, no hay ningún reproche Señor en lo que yo pueda decirte, yo hablo en primera persona pero estoy hablando para cada uno de ustedes también, no, no hay ningún reproche Señor, ni por casualidad, solamente te digo Señor que para algunos la cruz es muy pesada Señor, uno disimula, muestra un rostro siempre triunfante porque no hay derecho a pedir pido Señor en el juego de la vida, pero vos sabés muy bien todo lo que pasa en cada uno de nosotros, vos sabés perfectamente que todos los presentes sin excepción tienen una cruz muy pesada sobre sus hombros, yo no sé cuál será tu perspectiva Señor, no sé, tampoco sé que esperás de nosotros para el futuro, no. Yo solo te digo Señor, esto corre por mi cuenta, que a veces me siento un poco cansado Señor, es posible que cuando uno se acuesta muy tarde y se levanta muy temprano no ve las cosas tan objetivamente y tan, tan bien, eso se descuenta pero también es cierto que a veces cuando uno no ha descansado lo suficiente parecería que se agudizan más los planteos que uno puede hacerte. Sabemos Señor que la cruz la tenemos que llevar sí o sí, pero también vos nos enseñaste que la hiciéramos lo más liviana posible. Ahora, la cruz que estamos llevando no, no la recargaste vos Señor, no la construiste vos Señor, de eso no hay ninguna duda, pero si uno te ofreció nuestra libertad, cada uno, si uno te dijo: mirá Señor, conducí mi vida, si uno te dijo Señor con toda honestidad: esto es muy pesado Señor, yo te pido que la hagas más liviana, entonces el problema aquí ya no corre en cuanto a que vos te metés o no te metés en nuestra libertad, porque uno te dio permiso para que te metas Señor en nuestra libertad y entonces si uno te dio permiso de que te metas en nuestra libertad quiere decir que podemos preguntarte Señor: ¿nunca va a ser un poquito más liviana la cruz que estamos llevando?.

Que uno se haya acostumbrado a llevarla Señor, que quien tiene mas juicio tiene que mostrarlo y en todo caso callarse ante una ofensa o lo que sea, está bien, que si uno tiene más entendimiento entonces tiene que comprender más y tolerar más, está bien, pero ¿sabés que pasa Señor?, es que a veces uno tiene que pensar necesariamente que las cargas no están tan bien repartidas Señor, Yo no quiero hacerles las cuentas a nadie, porque el día que me muera y abra los ojos del otro lado tendré que dar cuenta de mi vida y no la de los otros, ya lo sé, pero la preocupación no es de ahora, porque la mayoría de los Salmos Señor se titulan por ejemplo: por qué triunfan los malos, por qué los malos llevan siempre las de ganar; vos me dirás: sí pero después..., Señor seamos concretos y prácticos, si yo me siento bien en mi interior porque mi cruz es más o menos liviana y soportable entonces yo te podré alabar mejor, te podré rezar mejor y todo lo que pueda hacerte lo voy a hacer mejor, incluso a mis hermanos los voy a querer más y mejor, no es reproche Señor, solamente es decirte: no te demores Señor, porque la vida no es una eternidad Señor donde tenemos tiempo para cincuenta millones de cosas, la vida es apenas un soplo Señor, apenas un soplo y entonces..., entonces Señor uno comprueba que pasó la mayor parte del tiempo lidiando con un madero muy pesado.

Yo sé que vos tendrás todos los argumentos para explicar por qué tantas cosas, sí, ya sé, yo observo a lo largo del día Señor una gran parte de la gente que viene no tiene todo como debe tener un ser humano, le falta mucho Señor, pero no roce, no, no me refiero a esas cosas que se pueden adquirir estando en contacto con los otros, hay muchos que les falta una buena cantidad de sustancia gris Señor y uno ve que crían los chicos como la mona y uno ve que, que a ellos no se les puede pedir el cien por cien, porque apenas si pueden dar el setenta y cinco o el cincuenta por ciento, entonces de eso no te hablo Señor, incluso muchos dicen cuánto que tengo que sufrir, pero también habría que ver y esa persona tendría que entender que muchas de las cosas tiene que sufrir porque no es completo. Ahora vos dirás: y Yo que culpa tengo, no, ya sé Señor, seguramente habrá que ver en su padre, abuelo o muchas generaciones atrás en que las cosas no se hicieron bien, su libertad se usó mal y entonces quedaron las secuelas para que ese ser humano sea así ¿verdad?, pero tampoco Yo te quiero decir que nosotros somos completos, ¡no!, ¡no!, en absoluto, solamente voy a esto, si vos comprendés que nosotros te estamos sirviendo con todo nuestro corazón, toda nuestra alma y dejamos nuestra vida, dejamos nuestra vida Señor porque amamos a nuestros hermanos entonces facilitanos un poco la tarea Señor, facilitanos un poco la tarea Señor.

Es decir, uno quisiera algún momento estar alegre, simplemente alegre, alegrarse con cualquier pavada, pero alegrarse Señor o compartir una palabra con alguien Señor, ¿qué es lo que pasa Señor en este mundo?, ya sé que vos sos un espectador como somos todos, pero hay un denominador común Señor y ese denominador común Señor es que triunfan los malos ¿eh?, por ejemplo, vamos a razonar un poco, desde que yo me acuerdo, desde que llegué a este lugar o lo que sea siempre hubo rodeando, vamos al tema religioso que en este momento parecería que nos preocupa más, yo te pregunto: yo sigo creyendo en que el Sacerdote tiene el orden sagrado y que por él existe la consagración, etc., muy bien, todo está bien, pero Señor vos creés que yo me puedo olvidar, aunque lo perdoné cincuenta millones de veces pero me puedo olvidar de cuando en un primer año el Padre J. me hizo pasar a leer un libro de religión y yo tenía debajo del labio una especie de costra, bastante grande, de esas costras que son infecciones a veces que..., bueno y entonces Señor él dijo algo como: ¿querés que te de un remedio para eso?, pero miró a todos los otros y se reía Señor, se reía burlonamente Señor. Entonces, yo te pregunto: si a veces se me cruza un mal pensamiento respecto a un hábito que cruza delante de mí ¿soy culpable yo de ese mal pensamiento? o de eso sabiendo que allá en los orígenes, no me puedo borrar de mi mente la cara burlona de un Sacerdote porque yo tenía esa especie de herida debajo del labio, te digo un ejemplo nomás Señor para decirte algo ¿verdad?. Sí, puedo decirte que después cuando yo terminé, él vino a mi casa y me dijo: quiero tenerte en el plantel de los primeros profesores del San José por todos tus valores, ¿pero allí que había Señor?, un reconocimiento a que uno se peló la cola para progresar, pero ¿quién me saca a mi esa risa burlona?, porque yo tenía una simple herida debajo de los labios, del labio.

Bueno, es una pavada Señor, ya sé, pero empezá a sumar pavadas, empezá a sumar y una vida se vuelve casi intolerable, yo di un ejemplo personal, pero en este momento, los que están presentes estarán pensando en sus propias cosas personales. Señor, vos no castigás, ya lo dijimos, Señor vos estás siempre para darnos una mano Señor, bueno pues bien Señor, danos una mano caramba ¿eh?, danos una mano caramba, no puede ser que aquél que anda en un camino torcido lleno de olor a podrido pueda resolver sus problemas con toda facilidad mientras que uno tiene que andar midiendo las cositas. Si uno trabajara para uno o si uno directamente estuviera apilando para los descendientes Señor pero uno lo hace para vos Señor, entonces yo creo que es legítimo el pedido de cada uno de decirte: Señor, hacé mi cruz más liviana que así no la aguanto Señor, yo no la puedo llevar Señor, no hace falta que yo te enumere Señor como ninguno de los presentes hace falta que te enumeren las cosas ¿verdad?, entonces vos a pesar de todo comprobás también que uno es tozudo y porfiado ¿verdad? y a pesar de todo cada día tiene más fuerza para luchar, para extender tus principios, tu forma de vida y todas las cosas, pero también danos una mano Señor o las dos Señor. Yo estoy sintiendo en este momento la rodilla derecha caliente porque tengo tu mano apoyada, Señor yo soy un ignorante total porque tal vez no entienda que esa mano apoyada en mi rodilla derecha tendría que ser para dar gritos de alegría, pero Señor así como vos lloraste con la muerte de Lázaro, así yo también soy un hombre como es cada uno de los presentes Señor, somos seres humanos que vivimos sufriendo demasiado Señor y vos sabés que el sufrir demasiado gasta, lo gasta a uno Señor ¿mmm?, y uno quiere darte lo mejor Señor.

Yo no me quejo, mi corazón está muy deteriorado, tu Mamá me lo sacó, se lo llevó para restaurarlo y me puso el suyo, de eso no me quejo Señor, al contrario, te lo agradezco y te lo agradezco mucho, mucho más de lo que vos te podes imaginar porque vos te lo imaginás todo pero..., si alguien Señor, en este caso nosotros, ponemos toda nuestra fuerza Señor para servirte, para hacer que tu palabra llegue más, para hacer que el hombre pueda ser más feliz de una forma, entonces y si uno te dio la libertad para que vos manejes la cosa, perdoname Señor pero, me parece que sos un poco lerdo en darnos cosas; tampoco Señor podemos opinar que gozaremos de una eternidad, vayamos por parte, si yo estoy bien de salud y tengo al menos una alegría en mi corazón, mi trabajo, delante de un ser humano será mucho más efectivo Señor que si yo tengo un dolor terrible en mi corazón.

Yo no entiendo por ejemplo Señor como en el año 80, 81, 82, 83, 84, 85 tuve que tener la espada de Damocles sobre la cabeza, que me haga pinchar para destruirme y vos me pedías en esos años que yo perfeccionara a docentes, que fueron dos mil setecientos de todo el departamento unión ¿verdad?, si yo hubiera estado sin esa espada de Damocles sobre la cabeza creo que hubiera hecho un trabajo mejor, así fue óptimo Señor, pero ¿qué te parece, se trabaja cómodo Señor cuando uno sabe que tiene que darle a esa gente todo lo que puede porque se ha hecho, algunos hacían más de ciento cincuenta, doscientos kilómetros para venir a escuchar una palabra?, ¿de quién Señor?, de quien tenía una espada de Damocles sobre la cabeza y eso vos lo sabes, entonces dame Luces Señor para entender si eso es justo o no Señor, ya sé que vos decís: te voy a premiar del otro lado y vas a ver, pero no, no, no, vayamos por parte, en todo el Evangelio se ve clarito, acá primero, acá, acá tienen que, uno resolver las cosas, acá, acá; vos dirás: si tenías esa espada de Damocles seguramente te la buscaste, vos sabés Señor que no. Además Señor, no solamente en los que se perfeccionaban, sino que además tuve que fingir delante de mi madre una alegría que no tenía y una felicidad que ni por casualidad tenía y solamente otra persona lo sabía, nada más ¿mmm?.

Yo te di dos ejemplos, cada uno de los presentes tendrá en su mente ejemplos para darte, ya sé, ya sé, cada uno tendrá sus ejemplos para darte, Señor pero yo no te reprocho nada, solamente te digo enseñame Señor a encontrarle la vuelta a estas cosas porque yo no se la encuentro. Sí, algún Sacerdote u otro Ministro de la palabra podría darme alguna respuesta, pero ¿qué respuesta?, respuestas que sacan de los manuales que ni ellos creen por casualidad ¿mmm?; ahora, yo te pregunto Señor, ya que hablamos del Padre J., el hizo votos de castidad ¿no es cierto?, sin embargo él no se privó en toda su vida de tener al lado a la niña Amalia, Señor sabemos perfectamente una cosa, que el Sacerdote elige castidad, pobreza y obediencia y en todo caso puede tener alguien que le ayude o le haga las cosas pero una cosa Señor es tener alguien que le ayude y otra cosa es tener alguien que esté sentada en la falda y le cebe mate Señor, entonces Señor eso yo no lo entiendo, por más que vos quieras explicármelo o decirme que..., no, no, no, no lo voy a entender y no es que sea porfiado Señor. Ahora, y si te hablo así Señor es porque siempre te dije las cosas de frente, tenés todo el derecho de reprocharme y enseñarme como nos dijiste esta noche en la Epístola a los Hebreos, perfecto, tenés todo el derecho de enseñarnos, pero yo te pregunto, esa pedagogía usada conmigo o con cualquiera de los presentes ¿está bien?, ¿está bien?, no sé Señor, no sé. Sabés, ocurre que una sierra cuando corta un árbol Señor y corta y corta y corta y corta llega un momento en que los dientes se embotan con los pedacitos de madera y ya no corta tan bien, así pasa Señor con las penas y con todas las cosas terribles que uno tiene que soportar. Señor vos nos pedis que seamos felices Señor, pues bien si uno te entregó todo, te dio todo, te ofreció todo, Señor y sin ser un reproche danos un cachito de felicidad Señor, que al menos al final del día sintamos un poquitito de satisfacción porque alguien encontró dentro de la casa de uno ¿verdad?, una palabra que aunque la haya dicho el Espíritu Santo pero uno se prestó para decirla y cada uno te presentará sus cosas igual que yo Señor, porque yo creo que hay una cosa que hay que tener en cuenta, nunca fui hipócrita, de decirte una por delante y otra por atrás... (se dio vuelta la cinta)... . Todo bien encadenado Señor, con lo que leíamos en la Epístola, lo que dijimos, todo lo que dije yo, lo que no dijeron mis hermanos pero lo pensaron y el tema esta noche no hay ninguna duda, gira entorno a la corrección, bueno, perfecto, ¿qué hay que corregir Señor?. Hablá Señor, si vos sos el que nos enseña, si vos sos como un Padre amoroso que vive para enseñarnos porque nos amás Señor, pues bien adelante Señor, adelante.

Dice Jesús:

Asi como vos hablaste a calzón quitado, también lo voy a hacer Yo y que esto sirva para vos, para tus hermanos y para todos los hombres que quieren sacar de aquí alguna enseñanza, ahora si vos hiciste todo lo que hiciste por Mí es porque sentías hacerlo y no te parece que hay doble mérito o mucho más cuando alguien tiene una espina clavada en el alma y lo disimula muy bien para seguir su trabajo, ¿no creés que eso es muy meritorio?. Ocurre que los hombres, vos como los demás tienen la costumbre de mirar humanamente, claro, no pueden hacerlo de otra forma, pero aquí podemos aplicar lo que decía Teilhard de Chardin: que Dios más que hacer las cosas las hace hacerse. Cada uno cuenta de su vida muchas cosas y Yo no he encontrado a nadie que no me hable de penas y penas y penas y penas, nunca he encontrado a nadie y aquellos que simulan no tenerlas las tienen más grandes que los otros.

Ahora bien, la Economía Divina en el manejo de todas las cosas tiene que mirarse a la luz de lo que el mismo Dios hace, porque si no se está fallando en la base. Pensar por ejemplo: Dios ama tanto al hombre que envía a su propio Hijo a morir una muerte de cruz para redimirlo, entonces la palabra redención en todos los órdenes está fuertemente unida a la palabra cruz, ¿entonces quiere decir que Yo soy un padre maldito que hago cargar cruces pesadas?, no, dijimos antes que en la vida va de una manera y algunos les toca tener cerca a alguien que usa bien su libertad y a otros les toca tener cerca a alguien que usa muy mal su libertad, además quien elige estar en el escenario no puede estar en la platea al mismo tiempo, entonces a medida que el hombre hace opciones en la vida va programando, incluso hasta su propia cruz, ya que vos estás hablando, pensá: si vos decís que treinta y ocho años de trabajo en un Colegio religioso fue una cruz demasiado pesada de llevar, el que eligió llevar esa cruz fuiste vos porque no toleraste que esas religiosas vivieran de una forma mediocre y le acercaste otro tipo de principios que vos creías que eran los adecuados para el cristiano, ¿acaso no leíste recién en la Epístola que cuando uno hace una corrección el que la recibe en un primer momento no le gusta?, pues bien, vos elegiste llevar palabras distintas a esas mujeres, en consecuencia eso llevaba involucrado una cruz pesada, muy bien podías haber hecho como algunas potras personas que ves en tu mente en este momento y Yo no voy a nombrar que la pasaron muy bien, pero ¿han corregido algo?, ¿han mejorado de alguna manera la vida íntima de esas religiosas?, ¿o vos acaso no te acordas que montones de los escritos que hiciste fueron a parar en el reglamento de la vida interna de esas mujeres?, entonces si vos creíste que el camino iba por ahí y optaste por él en consecuencia también optabas por las consecuencias que eso traía, valga la redundancia.

Es decir, uno puede muy bien hacer muy poco o nada, no complicarse la vida de ninguna forma y todo le resulta muy sencillo y Yo diría que hasta placentero, pero quien eligió algo riesgoso entonces tiene que bancarlo después y en esto el Señor Padre, Yo, el Hijo o el Espíritu Santo también comparten esa hermosa aventura de hacer marchar hacia adelante la humanidad. Es decir, lo que se planteó hace un tiempo, si alguien se acercara a vos y te dijera: te cambio la cruz ¿vos se la cambiarías?, evidentemente que no, porque todas esas llagas que aún no cicatrizaron, que están presente en tu cuerpo y en tu alma por haber vivido de una manera son un tesoro enorme, que en esta noche me la tiraste todo en cara pero vos sabés que todo eso para vos tiene un tremendo valor y podes decir: confieso que he vivido y no he vivido así nomás sino por donde pasé todos sintieron la influencia de mi presencia, que eso cuesta caro..., ¿me lo preguntás a Mí que para redimirte tuve que tener una muerte de cruz?, entonces ¿vamos entendiendo en esta corrección qué hacemos, por dónde van las cosas?. Todos aquellos que se adelantan en la vida en algo, pagan las consecuencia de adelantarse, eso no puede ser quitado y no quiero personalizar solamente con vos, cada uno de los presentes vivió de una manera, fue haciendo opciones y esas opciones fueron trayendo consecuencias, pero nadie puede decir que no vuelven a presentarse montones de oportunidades nuevamente para empezar de nuevo.

Ahora bien, alguien argumentará: ¿y todo el tiempo perdido?, no hay tiempo perdido, es cuestión de cómo se miren las cosas Mi querido, hay seres humanos que se darían por satisfechos con vivir solamente una hora de felicidad antes de morir, pues bien, en esas oportunidades que se le vuelve a presentar a cada uno no hay solamente una hora de felicidad, hay montones de horas o de días o años, ya sé que esto es muy general lo que Yo estoy diciendo pero ¿no tengo razón acaso?, pueden hablarme a Mi de dolor diciéndome: no sabés lo que es el dolor, si desde que llegue a la Tierra viví sufriendo, padecí todo tipo de cosas y tuve una muerte de cruz, siendo el Hijo de Dios he muerto entre dos ladrones, como una humillación total; es decir, como el antihéroe total.

Entonces, cuándo van a entender Mis queridos que Cristianismo es cruz, pero no una cruz porque sí, sino una cruz que se va haciendo más pesada o más liviana de acuerdo a las opciones que cada uno va haciendo, Yo no cargo pesos y cuántas veces Mis queridos me acerco a ustedes y les ayudo a llevar la cruz para que no sea tan pesada, entonces que todos no sean reproches sino que haya también una gran cuota de agradecimiento, porque de todos los presentes y de todos los hombres muchos más grandes hubiesen sido sus pesares si no hubiese estado Yo, Mi Madre, los Santos, los Santos Ángeles de la Guarda que les hubieran ayudado a llevar la cruz para que no fuera tan trágicamente pesada.

Además, hay algo importante en todo esto, que así como vos te quejaste esta noche porque eso de hablar a calzón quitado es una forma elegante de quejarse, pues bien, ¿acaso Yo siendo el Hijo de Dios no me quejé también?, ¿no me quejé en el huerto de los Olivos cuando dije: “Padre, aparta de Mi este cáliz, no quiero morir muerte de cruz”?, ¿acaso no me sentí ridículo lleno de escupitajos y que todos me golpearan?, ¿acaso no padecí terribles dolores antes de morir y derramar Mi sangre por cada uno de ustedes?, Mis queridos, me vienen a hablar a Mí de dolor, ¿podrían reprocharme que Yo no he sufrido?, pero ese sufrimiento, en ese sufrimiento estaba la redención de cada uno de ustedes y en los sufrimientos de ustedes está la redención de cada uno de vuestros hermanos y no busquen otra explicación, el Cristianismo es cruz y como dice San Pablo: “que es escándalo para los judíos y estupidez para los que no creen en él”.

No creo que haga falta mucho más, porque quien tiene oídos para oír que oiga y quien tiene ojos para ver que vea.

Habla Artemio:

Esta noche Nuestra Madre la Virgen dice que no va a hablar, por supuesto tampoco lo hace la Madre Teresa ni San Martín de Porres, pero:

Dice la Virgen María:

Si les sirve para algo todo el amor que les tengo, voy a pasar en cada uno de ustedes y los voy a abrazar, como una forma de decirles: sientan Mi Corazón latir, sientan todo el fuego que sale de Mi Corazón y también abran vuestro corazón porque lo voy a llenar de gracias, que pasarán los días y los días y van a decir: estoy tan repleto de gracias que hasta me parece que me están sobrando.

Habla Artemio:

Se dirige hacia N., la cubre con el manto azul y la abraza. La Madre Teresa observa todo, todos los otros Santos observan todos, todos están observando, todos, hay un silencio en todos ellos, están todos inmóviles. La Madre Teresa tiene una vela en la mano, blanca, larga y San Martín de Porres, no alcanzo a ver bien pero parece que algo así como una pandereta, si no me equivoco, eso que hacen ruiditos, no sé por qué tiene eso en la mano.

Se acerca a P., la cubre con su manto, no se ve que hace detrás pero la abraza seguramente.

Llega hasta de M., la cubre con su manto totalmente, la aprieta, la deja ahora.

Sigue de R., la cubre con su manto, totalmente, le da un abrazo, la Madre Teresa apenas si camina con su vela larga blanca.

Se acerca a P., todo el manto arriba también, la abraza.

Llega hasta de H., se pone de costado porque tiene los pies extendidos, lo cubre con su manto y se demora un momento abrazándolo.

Ahora de N., también la tapa completamente en el manto, le da un abrazo, mira al perro que está ahí acostado, sonríe y viene hacia acá.

Artemio comienza a hablar en lenguas.....

Habla Artemio:

El Espíritu Santo ha puesto en mi boca un himno de acción de gracias, delante de mi está, a mi izquierda San Martín de Porres, en el medio está la Virgen, a la derecha está la Madre Teresa con la vela prendida y Jesús sigue sentado.

El Espíritu Santo me ha hecho decir lo siguiente:

Dice el Espíritu Santo:

Así como cada día tiene un brillo distinto la Luz que aparece en el naciente, así también cada día estas magníficas reuniones tienen un brillo diferente, lo de hoy fue algo muy intimista, donde cada uno en forma total y completa ha desnudado su alma delante del Señor. El Señor les dice que le son perdonados todos los pecados cometidos en la vida y también los pecados cometidos por vuestros padres.

Esto de hoy, este abrazo de la Madre de Dios es el signo evidente... (se dio vuelta la cinta)... que le son perdonados todos los pecados a ustedes y a vuestros padres como una gracia especial del Señor y que al estrecharlos en su corazón la Madre de Dios ha querido ratificar todo el amor que les tiene, más allá de todos los dolores que pudieron, pueden o podrán pasar, la Madre de Dios les ha entregado a cada uno tantas gracias que cuando salgan de aquí y ya aquí mismo cada uno brilla como un sol.

Tengan en cuenta que este privilegio de dar tantas gracias en un momento lo ha hecho muy pocas veces en su vida la Madre de Dios y ustedes en este día han sido los elegidos para recibir todo esto.

El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo les dice con toda la fuerza del cosmos: hijo mío te amo con todas las fuerzas que tiene el Señor.

Habla Artemio:

El Espíritu Santo ha hablado en arameo antiguo y el resto todo en griego y ustedes saben que el hablar en lenguas es lo que más complace al Señor como himno de acción de gracias.

Todo se ha despejado, todos se han retirado.

Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu de amor. Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu de amor. Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor.

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