Mensaje del 31 de Enero de 1998 (1º)

Entonces la mejor manera de pedir obreros para la cosecha es presentar una vida que sea vista por los otros y sea una vida donde lo que la distingue sea el amor.

Mensaje del 31 de Enero de 1998

Habla Artemio:


31 de Enero, día de San Juan Bosco. Decir San Juan Bosco es decir un Santo que tenía todas las virtudes y todos los carismas del Espíritu Santo porque sanaba a los enfermos y porque estaba en todos los lugares al mismo tiempo. San Juan Bosco recogía a todos los de la calle y los llevaba al oratorio y de ahí salían hombres, en una Italia convulsionada a fin de siglo donde los huérfanos abundaban por todos lados, él se encargaba de educarlos, ¿cómo alimentaba a tantos?, por momentos había 800 en los oratorios, él decía: la Divina Providencia, con el correr de los días alguien aparecía a traer los alimentos. San Juan Bosco representa en mi vida alguien muy especial porque los métodos que él usó muchos de ellos los he usado en la Escuela, a veces no me fue tan bien por la envidia, celos de compañeros, directivos.

Pensando en que hoy es su día él está aquí presente, ha llegado María, la Madre Teresa, pero primero va a hablar Jesús, habla Señor que tus siervos escuchan, continúa Señor con todo esto que es una preparación para el Jubileo del Tercer Milenio, para vivir de otra manera, faltan 3 años nada más o 2 si quieres, habla Señor.

Dice Jesús:


Las palabras que oyeron hoy en la Sagrada Escritura sobre la oveja sin pastor es algo que quisiera recalcar porque se multiplicarían los pastores, es decir, según la palabra allí expresada se multiplicarían los obreros para la cosecha, tuvieron cerca alguien que les mostró una vida dónde uno se podría espejar. Entonces la mejor manera de pedir obreros para la cosecha es presentar una vida que sea vista por los otros y sea una vida donde lo que la distingue sea el amor.

También se habló hoy, lo referente a los ciegos, ¡se han conmocionado por lo que pasó!, la verdad no es tan fácil, dijeron recién que los ciegos venían y parecía como condición esencial para que se obre en nosotros un milagro, tener fe, ¡sí!, es cierto, a veces sin fe se producen igual las cosas porque el que los ama es Mi Padre, soy Yo, el Espíritu Santo, es importante pero quien obra y hace todo es la bondad de Mi Padre, eso quiero dejar en claro hoy.

Las cosas suceden, pueden ser pequeñas, complejas, grandes, pero en todo caso siempre dependen de la bondad del Señor porque el hombre siempre está con un pie en el pecado y en consecuencia rara vez es digno de decir: yo hice mérito para esto, en todo caso el Señor hizo que pasara esto en mí. Luego, está lo de las persecuciones, pero felizmente para ustedes las persecuciones serán muy útiles porque se ha hecho tanto ruido con las Profecías y Mensajes que muchos que tienen el poder serían tontos si se opusieran a muchas cosas, porque sería un bumerán para ellos. Cuando la conciencia de la gente empieza a parpadear es como un montón de combustible que se prende fuego y arde hasta que se termina. Luego lo de los obreros para la cosecha, es cierto que los hombres deciden hacer pero también que el Señor nos motiva para hacer, de esta forma piensen en este año, serán tantas las bendiciones que el Padre derramará sobre la Tierra, que se multiplicarán con los obreros para la cosecha, habrá muchas menos ovejas sin pastor.

Mi Madre terminará lo referente a Mi Mensaje.

Dice Nuestra Señora:

A lo largo y a lo ancho del universo la gracia del Señor se está derramando en forma abundante y como dije hace tiempo en los desiertos florecerán rosas, en los lugares más inhóspitos se verán praderas en flor, ¡esto ya ha empezado a ocurrir!, no por mérito de los hombres sino porque aquí podría repetir nuevamente las palabras de San Juan cuando dice: “amó Dios tanto a los hombres que mandó a su Hijo a la muerte para que derramara su sangre por todos”, por eso grande es la voluntad del Padre y para preparar todo esto que se avecina, el Padre haciendo uso de la Misericordia de su Hijo que se derrama sobre todo, sin hacer méritos está llenando los cinco continentes, llenando el alma de los hombres y vos lo podés comprobar diariamente cuando ves que las conversiones son masivas, algunas profundas, otras menos pero el hombre está perdiendo en gran parte su orgullo, su soberbia, empieza a doblar sus rodillas delante de todas las cosas.

La Gran Cruzada del Espíritu Santo, aunque no visiblemente está llenando la faz de la Tierra, el Padre en una actitud más que generosa se muestra una vez más con los hombres como el Creador de todo bien, el que hace florecer hasta una piedra y los prodigios son tantos que ya se ven, pero serán incontables. En todo ese movimiento de prodigios quedarán muchos al margen, no porque el Señor no quiera, sino porque ellos quieren elegir otra cosa. El Padre les da todo, pero jamás se atrevería a vulnerar nuestra libertad; ahora necesita de vuestras manos como dije tantas veces, de vuestros corazones, mente, pies, piernas, para que vayan mostrando por el mundo una forma de vivir diferente, una forma de vivir que le haga bien a los demás, es el camino que el hombre tiene para salvarse, cuidado, hablo así de la salvación eterna pero hablo ya de la salvación aquí en la Tierra.

Han visto el tenor de todos los Mensajes y Profecías y en más de una oportunidad me referí a que el Cielo debe comenzar aquí en la Tierra, en el sentido de que el llamado de la justicia a los que tienen el poder de los demás en los cuatro puntos cardinales tiene que ser visto y oído por todos como dije antes pero por una gran mayoría, la justicia será lo que deba prevalecer entre los hombres y es una definición sencilla, la justicia es: dar a cada uno lo que le corresponde.

Llegó el tiempo de pensar qué es lo que le corresponde a cada uno, de acuerdo a su dignidad esencial de persona humana, ¿qué es lo que le corresponde a cada uno?, la pregunta va dirigida así a todos, acompañada de la Misericordia del Señor. Hay cosas que pueden ser justas, pero son más completas cuando el amor las habita, las rodea, podemos darle a alguien lo que le corresponde pero de una forma torpe, ruin y hasta cínica pero también podemos hacerlo como corresponde con todo el amor que sale de nuestras entrañas, todo el amor que nos dejemos inspirar por el Espíritu Santo, por todo ese conjunto de verdades que brotan como flores de las páginas de los Evangelios, las Epístolas y de los Documentos de la Iglesia, de los Documentos dados en diversas partes del mundo.

Les dejo estas preguntas hombres que detentan el poder y a todos en general, vuelvan sobre sus conciencias, piensen y repiensen las cosas para poder responder: ¿qué debo darle a mi hermano?, cercano o lejano, chico o grande y eso involucra una desestructuración de todo lo que está vigente, por supuesto que dentro de lo vigente hay estructuras que son aceptables pero será conveniente revisarlas y ponerlas al día en cuanto a la Luz que nos de el Espíritu Santo. Será una bandera que deberá flamear muy alto, recordándoles: llegó el momento en que debo pensar en mi hermano, así lo leyeron en la palabra de hoy cuando dice: “que los distinguirá porque ustedes se aman”, y que esto no se vea lejano, ya tienen que empezar, ya empezó en ustedes hace mucho.

Dice San Juan Bosco:

A lo largo de los años fuimos siempre compañeros porque comimos pan tantas veces, ese pan nos resultó amargo, otras hasta nos hizo vomitar pero más allá de todas las cosas, la semilla sembrada germinó y germinará. Es muy difícil cuando uno prepara la tierra muy bien y arroja la semilla, que esa no nazca, tal vez no todas, algunas pueden estar picadas, deterioradas o les falta humedad, agua, calor, pero en general nace.

Cuántos años hemos compartido, Artemio, cuántos años, cuántos dolores de cabeza y lágrimas tuviste que derramar en la aplicación de la disciplina con mi método preventivo. Por vos estaba convencido que era el único que podía servir para que los hombres se encaminaran en la vida, es decir, darse cuenta por dónde deben ir las cosas pero Yo te pido que todas esas lágrimas vertidas en silencio y a veces no tan en silencio, Dios la tuvo y las tiene en cuenta, en última instancia el método preventivo no era nada más ni nada menos que aplicar el Evangelio en todas estas cosas.

Te lo repito, cuántas lágrimas te costó, como a mí también, permíteme Artemio que llegue a vos y te diga: ¡muchas gracias! por ser un compañero tan fiel en la lucha para la cosecha de hombres, para llevar el Evangelio, permíteme que me arrodille, no lo hago solamente delante de vos, sino delante del Corazón de la Madre de Dios que late en tu pecho, pongo mi cabeza entre tus rodillas como una forma de entendernos, nos entendimos siempre y nos seguiremos entendiendo.

Dice la Madre Teresa de Calcuta:

Cuando ustedes me escuchan, tienen que pensar que yo estuve criada y trabajé siempre en lugares muy distintos a los de ustedes, aunque yo recorría el mundo viendo todas las comunidades, uno se deja absorber por el lugar en donde está siempre, entonces pasa que a veces tengo que pensar dos veces las cosas que dice algún Santo, por ejemplo San Juan Bosco. No es que no las entienda sino que quiero comprenderlas en base al lugar en donde fueron aplicadas, ¿vieron qué difícil es todo cuando se hablan otras lenguas, se tienen otras costumbres, se tienen heridas culturales y raciales de todo tipo?, parecería que todo es más difícil, pero siempre es posible, sobre todo en esta América en donde siempre las injusticias sociales estuvieron a la orden del día.

Por eso la preocupación de Nuestra Señora Reina del Espíritu Santo, para que por fin florezca la justicia en estos lugares, en todo el mundo, pero sobre todo en estos lugares en los que parecería que todos se hubieran puesto siempre de acuerdo para oprimir, explotar y de alguna forma negarle al hombre los derechos esenciales de ser una persona en todos lados.

¡Hay injusticias terribles, de todo tipo, naturaleza y condición!, ustedes en América, ¿cuántos ojos hicieron cerrar?, ¿cuántas bocas hicieron callar y cuántos seres vieron destruyéndose unos a otros?, ¡y siguen haciéndolo como si fuera lo más natural, se ha hecho tanta carne en ustedes el vivir en las injusticias más terribles!.

Estos temas fueron tratados en discusiones por filósofos y hombres sabios que nunca aclararon nada, porque hacía falta otra cosa, que era justamente el amor, que debe distinguirnos en la medida en que amemos a nuestro hermano y así se sabrá si somos o no cristianos.

¡Ruego al Padre que derrame sobre todo el mundo y especialmente sobre esta América tantas bendiciones, tanto Espíritu Santo, para que por fin pueda ponerse un manto de amor sobre todas las barbaridades que se cometieron!. Ustedes dirán: ¿y aquellos que murieron con el gusto amargo en la boca, sabiendo que ni sus padres, abuelos, hijos ni bisnietos van a tener una vida mejor?, ¡esas son cosas que hay que pagar!, pero las deudas deben ser pagadas a nivel pueblos, regiones, provincias y entre naciones. ¡Las deudas deben ser pagadas!, nos paseamos sin darnos cuenta entre las flores que nacen de la boca de los muertos, pero es hora de que termine todo esto y que dejemos de aspirar el perfume que sale de las flores que han nacido de la boca de los muertos y aunque estas palabras ya la han oído, a mí me gusta repetirlas.

¡Cuánta falta hace repetir las cosas para que queden gravadas en nuestra mente y en nuestros corazones!.

Amén.

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