Mensaje del 22 de Enero de 1998 (1º)

Es posible que sea reiterativo en las cosas que digo, pero ni una sola de las personas que Yo hice, desde que comencé a manifestarme entre ustedes, ninguna de las cosas que prometí dejé de cumplirlas, algunas por supuesto eran a corto plazo y otras son a largo plazo, entonces las de corto plazo son Mensajes, a largo plazo son Profecías.

Mensaje del 22 de Enero de 1998

Habla Artemio:


Ven Señor Jesús, ven Espíritu Santo, Nuestra Señora en la invocación del Sagrado Corazón de María y los que ustedes dispongan pueden venir también. Antes Señor éramos algunas personas que esperábamos tus Mensajes, éramos unos poquitos, cuando se agrandó mucho alguien lo hizo callar pero nosotros seguimos poquitos esperando tu Mensaje Señor y el Mensaje de tu Madre, siempre, siempre, ahora no somos poquitos Señor, hay miles y miles y miles de personas que están esperando estas palabras que tú nos vas a decir Señor a través de mi voz, son tantos los que están esperando, que algunos hasta viajarían horas y horas en avión para estar un ratito acá, oyendo la voz del Señor, esa voz que Yo pronuncio pero no siento, porque para saber que dijo tengo que pasar de nuevo el cassette, porque yo no oigo lo que Él dice, ni su Madre, ni nadie, no oigo absolutamente nada, a veces alguna cosa pero nada.

Ven Señor Jesús, ven, ven Señor Jesús, ven Nuestra Señora, ven, estamos esperando Señor que vengas, no solo nosotros Señor, miles y miles y miles que preguntan: ¿dejó algún Mensaje Jesús anoche?, ¿algún Mensaje dejó la Virgen anoche?, ven Señor Jesús, ven. Jesús está con nosotros, cuando Él me pide el almohadoncito es porque se ha cumplido en algún lugar una resurrección, es decir, alguien que estaba gravísimo ya casi del otro lado digamos, por obra y gracia de las oraciones y de los pedidos hacia su Misericordia, ha resucitado. No me preguntes, dijo Él, qué es, Yo te voy a dar la señal arrodillándome y poniendo Mis manos sobre tus rodillas.

Jesús está arrodillado delante de mí, detrás está la Virgen María, la Madre Teresa como siempre, hay otra personas, varias personas más que todavía no alcanzo a ver bien y no conozco, varias personas hay, varias, Santo algunos, otros no, sí, algunos ya conozco. Habla Señor que tu siervo escucha, puedes hacerlo a través de mi voz o a través de cualquiera de mis hermanos, para los que están viendo también, los que tienen el carisma de la visión, para que coincidamos Jesús está vestido con la túnica amarilla de siempre pero mostrando su Sagrado Corazón, María tiene la vestidura de Nuestra Señora, muestra su Corazón y sobre su Corazón la paloma y la Madre Teresa siempre igual, con su hábito y sus franciscanas, de los demás ya hablaremos después, si es que es posible.

Habla Señor que tu siervo escucha, habla.

Dice Jesús:

Es posible que sea reiterativo en las cosas que digo, pero ni una sola de las personas que Yo hice, desde que comencé a manifestarme entre ustedes, ninguna de las cosas que prometí dejé de cumplirlas, algunas por supuesto eran a corto plazo y otras son a largo plazo, entonces las de corto plazo son Mensajes, a largo plazo son Profecías.

Todo lo que se habló es realmente así, hay cientos de miles de personas que han ubicado en poco tiempo en este extremo de la Tierra la Argentina y dentro de la Argentina este pueblito que se llama Justiniano Posse porque allí la Virgen, con el nombre de Nuestra Señora inicia su Cruzada del Espíritu Santo para o como preparación del Jubileo del Año 2000 para entrar en el Tercer Milenio con una forma de vida, una manera de vivir diferente de la que estamos acostumbrados a ver todos los días, por supuesto que siempre habrá muchos que se negarán a ver y seguirán militando en las tinieblas pero todos, absolutamente todos tendrán la posibilidad de tomar conciencia de que en el Tercer Milenio se inicia una nueva era para los hermanos cristianos del mundo y no cristianos. Lentamente verán que todo va a ser diferente, ahora nadie quiere despreciar nuestros rezos, ni por casualidad, pero piensen que no dependen de ustedes todo lo que va a pasar, es decir, no depende de los hombres por la cantidad de actos que dependan hacer a favor del Señor, no; es decir, Mi Padre es bueno y porque es bueno enviará al Espíritu Santo para que llegue hasta los lugares más recónditos de la Tierra, dándoles a todos la posibilidad de vivir de otra manera, de otra forma.

Es decir, parecería que está clarísimamente planteado todo lo que dije a Santa Faustina cuando lo expresé y Yo le digo tantas veces cuando le expresé: que entre Mi Padre que es la ley y el hombres, estoy Yo que soy la Misericordia. Mi Madre dice que se dejen ahogar por la llama que sale del Corazón Inmaculado, porque es lo único que puede realmente cambiar al mundo. ¿Eso significa que después de todo sean buenitos, Santos y sabios?, no, el hombre sigue siendo libre y con su libertad elegirá que es lo que quiere hacer. Yo seguiré siempre esperando al hombre que se interese por vivir de una manera diferente, pero jamás ejerceré presión sobre nadie, para que viva de una manera digna como corresponde a la persona humana. La libertad será respetada hasta la última consecuencia, nadie va a obligar a ser Santo a nadie si no quiere serlo por sus propios medios, pero se tendrán a su disposición toda una inmensa y fabulosa cantidad de Espíritu Santo para lograr las cosas más extraordinarias que pueden ustedes imaginarse y para todo esto falta muy poco, mucho menos de lo que ustedes creen y sin embargo al mirar los diarios, ver los informativos o enterarse de las cosas que pasan parecería que todo está muy lejos, ocurre que diarios, medios de comunicación en general explotan las pequeñas noticias malas, pero nadie dice de todas las cosas buenas que están pasando. Es cierto que hay violaciones pero en una ciudad como Buenos Aires de más de 10.000.000 de habitantes una violación no es nada en comparación con la cantidad de personas que existen y que viven, pero los medios masivos de comunicación empeñan en recalcar esas cosas que no están bien por cierto pero que no son, que no son mayoría sino que es una ínfima, ni siquiera minoría lo malo que puede estar pasando.

Pero les puedo asegurar que como un torrente que arrasa todo para bien el Espíritu Santo está invadiendo la Tierra desde el 30 de Noviembre cuando comenzó a festejarse su año. Es un torrente incontenible que arrasa todo y vos lo podés comprobar muy bien a través de la gente que llega a su casa, a la gente que vas a ver cerca o lejos lo podés comprobar muy bien y a través de los llamados telefónicos o cartas o lo que sea; es decir, que los prodigios del Señor están a la orden del día, más allá de toda esa prensa amarilla que quiere impactar con el caos, son nada más que profetas de la decadencia, nada más y lo hacen para engrosar sus arcas para de alguna forma lucrar con la buena fe de todos los demás.

Cuando estén en silencio por la noche en vuestro aposento, tengan conciencia de que el Señor derrama sobre ustedes fabulosas cantidades de Espíritu Santo, que es el amor entre el Padre y Yo y también Dios, y si observan bien van a notar que hasta las flores tienen un color diferente, el aire sopla de otra manera, van a ver que hasta en los lugares que nunca caía agua ahora se está prácticamente inundando y si agudizan los oídos verán que ya los pájaros están anunciando la aurora de un nuevo día y los colores de las plantas y de las flores, las nubes peregrinas, el sol que cada mañana vuelve a hacer nuevas las cosas, el viento que ya no es viento de antes sino que es un viento lleno de Mensajes, todo eso está indicando que el reinado del Señor se avecina, se avecina y la propuesta es para el hombre, para que como dice Mi Madre ocurra un nuevo Pentecostés en la Tierra, una nueva venida del Espíritu Santo para renovar todas las cosas, todas las estructuras y darle al hombre la posibilidad de gozar de la Misericordia del Señor.

Estamos en la era de la Misericordia, es decir la era donde el amor prevalece, estamos muy lejos aún de los tiempos en que vendré, sobre todo con gran poder y Gloria para decirles a los buenos: vengan al Reino del Padre y decirles a los otros: no podrán entrar jamás de esa forma porque su vida, vuestras vidas dejaron y dejan mucho que desear. Pero por eso tienen el llamado así compulsivo y tremendo en los Mensajes que le di a Santa Faustina, los Mensajes tremendos de la grandeza de Mi Misericordia que es enorme y es también gratuita; es decir, no hace falta méritos para conseguirla, es cuestión de abrir el corazón y tratar de recibir en la hora más serena de nuestra noche la llegada del Señor y a la mañana siguiente, al día siguiente lo más hermoso que pueden decir, lo más hermoso que pueden decir es: el Señor me ama ¿qué me puede faltar?, si Jesús me ama ¿a quién puedo temer?, si Jesús me ama ¿qué puede importarme la salud?, porque Él hará de mi salud lo que Él quiera y si Él me ama ¿qué puede llegar a preocuparme?, la muerte en todo caso sería una tontería grande porque en todo caso morir es una gran bendición a condición de que no se busque morir, morir sería una gran bendición porque en ese mismo instante abren los ojos delante de Mí y Yo les diré: entren Hijos de la Luz al Reino de Mi Padre a gozar eternamente de la Bienaventuranza del Señor, ¿por un día, dos, tres, cinco, un año o más?, no, por toda una eternidad y no se olviden que la eternidad es la eternidad. Ustedes no tienen conciencia para nada, en absoluto, la eternidad decía Santa Teresa de Jesús, o mejor dicho la vida presente comparada con la eternidad, decía Santa Teresa de Jesús, es como pasar la noche en un hotel de corta en comparación con todo el tiempo que nos espera, entonces bien vale la pena que acepten Mi invitación de recibirme en vuestra alma, abrirme vuestro corazón para que Yo pueda entrar en él y hacer allí Mi morada y no abandonarlos nunca más.

Estamos en el tiempo de la Misericordia, estamos en el tiempo del amor, no lo desaprovechen, no lo desaprovechen porque nada es tan grande como el amor que Yo pueda darles porque nada hay tan grande dije una vez, como dar la vida por los amigos. Yo por ustedes derramé Mi sangre, gota a gota en el huerto de los Olivos, en el camino del calvario y en la cruz, toda Mi sangre derramada por ustedes, una sola gota bastaba para la redención de todos los hombres pero Mi generosidad fue tanta que derramé prácticamente toda Mi sangre y hace dos mil años que Mis heridas siguen aún derramando sangre, esa sangre significan para ustedes la redención, es decir, que todas las deudas que ustedes puedan tener con el Señor, con esa sangre quedan plenamente saldadas.

Dice Nuestra Señora, la Virgen María:

Lo que Yo voy a decir es corroborar todo lo que ha pronunciando Mi Hijo, es Mi papel de Co Redentora dentro de la causa del hombre, Yo corroboro todo eso pero también quiero agregar, ustedes deben hacerse celosos custodios de todos estos principios y hacer que la llama tan enorme que sale de Mi Corazón llegue así en forma compulsiva a todos los hombres, los abrace y los cambie y los convierta.

No tengan temor ni vergüenza de trasmitir o propagar todo lo inmenso que cabe dentro de la expresión: Inmaculado Corazón de María y la llama tremenda, terrible que sale de Mi Corazón pueda abrazar a los hombres, tal vez esté allí todo el secreto de la redención del hombre porque Mi función es ser Mediadora de todas las Gracias con Mi Hijo.

Pónganse una mano en el corazón y piensen en no tanto tiempo atrás, ustedes creían que eran un granito de arena en el medio del desierto, pero hoy pueden comprobar que son una inmensa roca, tan alta que ya se está viendo desde los cuatro puntos cardinales y Yo elegí en forma concreta este lugar para lanzar de aquí la Cruzada del Espíritu Santo, es decir la posibilidad de que el hombre viva de otra forma y muera de otra forma, como le dije en tantas oportunidades y lo repito porque hay tantos sordos que no quieren oír, digo de América y digo del mundo, pueblos diseminados a lo largo y a lo ancho, irredentos; es decir, donde no llegó la palabra del Señor y aquellos, los que debieron llevarla por obligación a su conciencia no lo hicieron, al contrario, muchas veces tomaron o se pusieron debajo del ala del poder para gozar de sus beneficios y así de esa forma no participar en la redención del hombre. Es decir, los intereses mezquinos de los hombres y de muchísimos Ministros de la palabra, fue un mirar al costado para no ver la realidad tremenda de todos los pueblos del mundo irredentos y ya que ustedes viven acá, los pueblos irredentos de América, lo dije el otro día y lo vuelvo a decir: no les da vergüenza caminar sobre la tierra que cubren los huesos de tantos hombres que murieron con hambre y sed de justicia, pasean en medio de las flores que nacen de la boca de esos muertos y a veces hasta arrancar y sentir su perfume.

Que tremenda impostura, que tremenda injusticia, que tremendo es cuando el hombre no quiere ver la realidad de sus hermanos, por eso que todo esto apunta a enarbolar, aunque sea una frase hecha, a enarbolar la bandera de la justicia, en todos los órdenes; es decir, desde los simples microbios hasta los más altos y encumbrados señores que manejan el poder. Todos, todos se han confabulado con la injusticia y todos esos pecados hay que pagarlos, pero sepan que tienen la suerte inmensa de que el Padre se ha compadecido de tantos y Él sigue pagando con su sangre y de todas aquellas cosas hermanos que tendrán que arrepentirse mientras tengan aliento en vuestros pulmones.

No quiero ser reiterativa pero muchas veces las cosas deben ser repetidas para ser aprendidas. Cuánta injusticia, cuánta injusticia padeció esta América, desde el tiempo de la Conquista hasta hoy, cuánta injusticia, todo fue una impostura y cuántas maldades y atrocidades y atropellos a la dignidad del hombre se hicieron en el nombre del Señor. Podría decirse que eso es un pecado contra el Espíritu Santo y en consecuencia la Sagrada Escritura lo dice claramente: “los pecados contra el Espíritu Santo no pueden perdonarse”, además piensen que no solamente hay pecados a nivel individual de los hombres, hay pecado a nivel de naciones. Hay naciones que tendrán que pagar por todos los pecados cometidos a través de los siglos, digan que el Padre es generoso y pagará con la sangre de su Hijo tantas deudas pero no se llamen a engaño, no dejen que llegue la tarde, es decir el final de vuestra vida sin haber remediado siquiera algo de todos los atropellos que se hizo contra el hombre a lo largo y a lo ancho de la Tierra, pero dije de América porque ustedes están en ella pero si pongo a hablar del África, de la Indochina, si me pongo a hablar de todos esos países tan lejanos entonces sería motivos para llorar a gritos.

Piensen un momento en como fue la evangelización en África y desde que tiempos fue la evangelización en África, Yo me pregunto, me pregunto a diario: tantos sabios que hay en el mundo y tantos teólogos deslumbrantes que pisaron la Tierra, ¿es posible que no hayan levantado nunca su voz para salir en defensa de todos aquellos que murieron con hambre y sed de justicia?, ustedes dirán: el Señor los habrá recompensado en el Cielo, claro que sí, el Señor los recompensará en el Cielo, pero el problema va por otro lado, es decir los hombres no debieron haber hecho todo lo que hicieron en contra de los hombres, nunca debieron haberlo hecho y lo peor es que muchas veces lo hicieron en nombre del Señor. Esas cosas claman al Cielo, venganza, justicia, puede que por fin el hombre escuche de una vez y para siempre que la vida que han elevado y las formas que han tenido de estructurar el mundo, no dieron ningún resultado, al contrario, sirvió para engrandecer la justicia y hacer que el hombre tuviera su dignidad de persona pisoteada como si fuera una cosa.

No quiero ser tan áspera en Mis palabras pero quien tiene oídos para oír que oiga y ojos para ver que vea.

Dice la Madre Teresa:

Para comenzar diré: que eso de Madre Teresa de Calcuta me cae bastante mal, porque yo soy la Madre Teresa universal y no de Calcuta solamente, así que a ahorrar ese aditivo o calificativo porque no me cae bien, ¡yo soy la Madre Teresa de todos los hombres y no solamente de Calcuta!, que esto quede bien claro y no haya lugar a dudas.

Ahora bien, cuando ustedes hablan se sobreentiende que tienen en cuenta a todos los pueblos de la Tierra, pero ocurre que a veces nombran poco a la India y ustedes saben que ella forma parte de mis grandes amores. Yo he cerrado cientos y cientos y cientos de párpados de hombres que murieron de hambre en la India, ese es un clamor terrible que se levanta hasta el Cielo y a los hombres les parecería hasta imposible que el Señor pudiere perdonar semejante atropello a la dignidad de la persona humana, ¡pero es evidente que la Misericordia de Dios es enorme, enorme!, pero todo aquello que puedan remediar a nivel personal, a nivel grupal y a nivel comunidad y más también, traten de remediarlo o de aportar siquiera algo para calmar de alguna forma la conciencia, que cuando empieza a parpadear ya no deja de hacerlo nunca.

No hablo para ustedes en especial, digo aquí mi Mensaje porque esto será leído por miles y millones de personas, no quiere decir que el reproche esté dirigido a ustedes sino a miles y miles de personas que van a leer estos Mensajes. Pero el Señor sigue respetando vuestra libertad y no tomará represalias por eso, Él sigue insistiendo como aquél que golpea la puerta y no le abren, golpea la ventana y no le abren, finalmente entra por un agujerito del techo. Así el Señor los vive esperando para darles su amor y de esa forma remediar tanto dolor como el que existió a través de los tiempos, pero sobre todo en estos últimos en los que el hombre tuvo medios para ver que había otras cosas, otras posibilidades y otras formas de organizar la vida.

Parecería que el hombre del Siglo XX es más culpable que el hombre de otros Siglos en los que tenían menos de todo, en consecuencia, ahora que tienen todo, incluyendo los medios de comunicación con los que le llegan inmediatamente datos de toda la Tierra, la responsabilidad es mucho mayor que cuando se tenían que esperar meses y meses para enterarse de algo.

¡No quiero seguir insistiendo!, solamente les propongo para esta noche cuando se van a acostar, quédense sentados en la cama, porque si se acuestan se duermen, quédense sentados en la cama y véanme a mí y a mis hermanas bajando los párpados de hombres y sobre todo de niños que han muerto de hambre. Ya les halé una vez de la música que producen los hombres que se quejan porque tienen hambre, es un sonido aterrador que penetra la carne y uno ya no lo puede olvidar nunca más. Y uno ante esos hombres se pregunta: ¿por qué este debe morir de esta forma y tal vez teniendo pocos años, mientras otros son totalmente inconscientes de que todo esto está pasando?, ¡si ustedes dicen que estoy indignada, dicen bien! y si ustedes dicen que la indignación no tiene que caber en un cristiano dicen mal, porque les digo que en este caso la indignación es una virtud, es decir quien no reacciona, quien no se pone de pie, quien no se conmueve con todo su cuerpo cuando ve que no hay ninguna alternativa ni ninguna salida para millones de hombres que pueblan la Tierra, quien puede dormir en paz con todo eso sobre la conciencia ¡yo los envidio!, yo no podría pero ya sé que no está en vuestras manos hacer muchas cosas, ya lo sé, ¡pero tomen conciencia de ello!.

Como ya les dije antes, esta noche siéntanse un ratito en la cama y váyanse rodeados de muchos niños con los ojos abiertos pero niños que están muertos y antes de acostarse bájenles los párpados. Todo esto no es porque ustedes sean malos ni mucho menos, yo los amo mucho pero mis palabras van a ser leídas por tantísimos hombres y en consecuencia yo tengo que hablar para todos los seres humanos, para todos aquellos que tengan la buena voluntad de escuchar y la disponibilidad de hacer algo para remediar todo lo malo que se hizo a través de estos dos milenios.

Habla Artemio:

También está presente aquí en la sala San Benito de Nursia, San Francisco de Asís, Santa Faustina, está también San Antonio de Padua, San Antonio Abad (que hace pocos días fue su fiesta), por ahí atrás se desdibujan varias Virgen María vestidas con los vestidos que usan en distintos países, con distintos nombres, pero siempre es María y también se ven algunos familiares de ustedes, que yo no conozco pero que el Señor me dice que son familiares de ustedes y aunque ustedes no lo crean también está presente, muy feliz y muy contenta, porque puso fin a su vida miserable, a su vida realmente terrible, está nuestra T. M. que ayer enterraron, eso quiere decir que se ha salvado porque está cerca del Señor, está muy joven y se la ve muy vital, muy, muy vital, por supuesto que yo ya he decidido nombrarla Santa Protectora nuestra, no porque a mí me haya querido mucho, ese es un problema aparte, sino simplemente porque fue un ser que vivió toda la vida reventada, marginada, estropeada, sin ninguna posibilidad y eso les indica claramente hasta que punto del otro lado nos vamos a encontrar con lindas sorpresas de quienes ocupan los primeros puestos. Me hace señas de que no puede hablar, ya lo sabemos, porque normalmente las personas al fallecer por 3 o 4 meses no pueden hablar, quieren comunicarse a través de Jesús, de María, pero me da la impresión que está diciendo que toda la Bienaventuranza de la que está gozando es tan grande, que no tiene necesidad de acordarse de ninguna de las penurias que vivió sobre la Tierra, que pasó sobre la Tierra y que los ama mucho a todos, mucho más de lo que creen y sobre todo a aquellos que siempre trataron de alguna forma de aniquilarla y me da la impresión que hay un señor, me parece que es el P. A., quiere decir que está en el Cielo gozando de la Bienaventuranza del Señor y dice que está muy contento de que su Hijo esté acá. Hay otros familiares, pero no sé quienes son.

Bueno, me olvidé de decirles que está Santa Rita de Casia también, al lado de O., Teresita del Niño Jesús también está, también está Santa Librada, que yo repartí estampitas de ella diciendo: ¿quién la conoce?, ¿quién la conoce?. Y ahora está allí, ya Jesús hace rato se había levantado, que estaba de rodillas, todavía siento el calor de sus manos en mis rodillas y pueden sentirlo ustedes también si quieren.

Todos se han ido por el pasillo y hay como un murmullo, había otras personas también que seguramente eran familiares de los presentes, pero que no conozco.
Damos por terminada esta reunión en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

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