Mensaje del 16 de octubre de 1996

Dice Jesús:

¿Qué les parece si empezamos a adoptar el Evangelio a nuestro quehacer cotidiano?

Necesito que se estudie y profundice mucho más el Evangelio de San Juan. Y no se olviden de los Salmos. ¡Cuánto amo los Salmos!

Casi nadie sabe lo que es el Apocalipsis y otros lo saben mal, quiero que se descubra la inmensa riqueza que contiene.

No quiero robarles palabras a mi Madre, pero antes les digo que necesito que el Espíritu Santo hable con ustedes y no se olviden nunca que se va al Padre por Mí.

 

Dice la Virgen María:

En esta inmensa Cruzada del Espíritu Santo… vayan pensando en otras formas de oraciones, otros cánticos, otras manifestaciones de júbilo, otra manera de enfocar las cosas donde toda la vida del hombre y su entorno estén involucrados.

Cuánta pena siento cuando los hombres entran a una Iglesia a participar de la Misa y salen vacíos y tristes porque muchos Ministros de la Palabra no han vibrado de amor con la Palabra de mi Hijo y dicen cosas de una manera tan aburrida que no se bosteza por buena educación.

Quiero que los hombres salgan del Santo Sacrificio llenos de amor por sus hermanos, para enfrentar el día con esperanza y llenos de amor e ideales, empiecen la semana del trabajo con un canto a la vida.

Lo diré y seguiré repitiendo, aprendan a orar. Me gusta lo que dijiste a esa anciana analfabeta cuando le diste el Rosario y las estampas y ella dijo que era muy viejita para aprender y vos le respondiste que en cualquier momento apretara eso contra su corazón y para ella eso era hermosa forma de orar.

Así como hablan con su padre y su madre y demuestran alegría, así también vuestro corazón debe estar contento cuando lo dirigen hacia Mí o hacia mi Hijo. ¿Quién les puso en la cabeza que nosotros somos tristes?

¿Por qué desperdician tanto amor… viven pidiendo amor, y lo tienen al alcance de la mano y no lo aprovechan?

Si los rezos son en cantidad, enhorabuena, pero si son pocos, profundos y alegres, también entran en la armonía del universo y cantan loas a su Creador.

Todo esto va dirigido a América y también a los otros continentes, pero insisto que en América mi dolor se multiplica por la tremenda diferencia hacia arriba y hacia abajo del Río Bravo… porque todo el Norte funciona como un cerebro y el Sur como un corazón, pero no como deberían funcionar.

¿Creen que una Madre puede ser feliz con tantas discriminaciones, marginaciones, diferencias sociales, religiosas, raciales, sexuales… acaso no tienen los principios para vivir de otra forma… ¿qué esperan, que los oprimidos se harten y destruyan todo ya que no tienen nada que perder? Sangra mi corazón por las diferencias… conviértanse, conviértanse, conviértanse, conviértanse.

Tienen la oportunidad de ver el desierto en flor y romperse las ramas de los árboles de tantos frutos, pero depende de cómo oigan mi Voz y la de mi Hijo y sobre todo cómo los inspira el Espíritu Santo.

Estamos con mi Hijo en caminos polvorientos, se acerca la noche y no tenemos dónde pasarla… los que escuchan estas palabras, ¿quisieran albergarnos en vuestros corazones?

No quiero irme esta noche sin decirles a todos los presentes que enfrenten todo con plena confianza porque yo estoy al lado de ustedes y hagan lo que hagan triunfarán.

Gracias en mi nombre y en el de Mi Hijo por albergarnos en vuestros corazones. Amén.

 

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos