Mensaje del 25 de Julio de 1998 - Madre Teresa

Hermanos, crezcan hermanos, crezcan y que no les haga perder el sueño ni el tiempo esas pequeñas trivialidades humanas, no quiero despreciar nada de lo que ustedes hacen por favor, pero… a veces porque alguien les dice que no en algo ya se achican y apuntan hacia otro lado, ¡nooo!, no se achiquen, sigan insistiendo, porque ustedes no hablan en nombre de ustedes, hablan en nombre del Señor entonces todo el mundo tiene que convencerse de las cosas.

Mensaje del 25 de Julio de 1998

Dice la Madre Teresa:

Todo me parece muy bien, todo está perfecto lo que hacen ustedes, todo está como dicen ustedes: de diez, pero quiero decirles con serenidad, porque justamente tengo que cuidarme para ser serena, quiero decirles entonces que me parece bastante simple o una forma de perder el tiempo al lamentarse por los pequeños defectos de algunas personas que visitan este lugar o se alteran en algún momento del día porque sus nervios no están en orden y quieren de alguna forma oír la palabra del Señor.

Hermanos, crezcan hermanos, crezcan y que no les haga perder el sueño ni el tiempo esas pequeñas trivialidades humanas, no quiero despreciar nada de lo que ustedes hacen por favor, pero… a veces porque alguien les dice que no en algo ya se achican y apuntan hacia otro lado, ¡nooo!, no se achiquen, sigan insistiendo, porque ustedes no hablan en nombre de ustedes, hablan en nombre del Señor entonces todo el mundo tiene que convencerse de las cosas. Sean entradores en todo lo que hacen, sean fuertes, que no los apichone cualquier palabra dicha al azar por ahí, me parece que a veces están un poco predispuestos a perder el tiempo en lamentaciones inútiles, ¡basta de lamentaciones!, cuando ven que algo no funciona traten de arreglarlo y por dentro digan: todo por vos Señor, todo por vos Señor, es la mejor forma.

No se lamenten y vos también: ¡no te lamentes!, no le sigas la corriente a los que se lamentan, ¡no te lamentes!.

¡Caramba!, que flojos me han salido, cualquier cosita los hace temblar como una hoja que mueve el viento, ustedes tienen que obrar y marchar por el mundo con la seguridad que les da el Señor, una seguridad que debe ser tan profunda y tan bien estructurada como para decir: voy a pasar en esta pared con la confianza de que la pared se va a abrir para dejarlos pasar, así me parece que es la forma, porque si ustedes predicaran o si ustedes hablaran de algo del cual no están convencidos del todo o piensan que es otra forma más de engañar entonces podrían temblar un poquito por dentro, pero como tienen la verdad del Señor avancen, sin ser mal educados por supuesto, pero avancen con la fuerza de una locomotora…

Se corta la grabación.................................................................................