Mensaje del 14 de Enero de 1998 - Madre Teresa

Déjenme un momento arrodillada acá, porque quiero trasmitirte que estoy muy contenta con vos porque todo lo que hacés lo hacés con menos ruido que cuando crece la hierba y lo hacés con tanta humildad que ni el Padre, ni el Hijo, ni el Espíritu Santo podrían negarse a los pedidos que vos le hacés.

Mensaje del 14 de Enero de 1998

Habla Artemio:


La Madre Teresa de Calcuta se adelanta y se arrodilla, cruza las manos y se pone a mirar el Corazón de la Madre de Dios dentro de mi pecho y dice…

Dice la Madre Teresa:


Yo no quiero hablar porque Jesús y su Madre ya lo han dicho todo. Déjenme un momento arrodillada acá, porque quiero trasmitirte que estoy muy contenta con vos porque todo lo que hacés lo hacés con menos ruido que cuando crece la hierba y lo hacés con tanta humildad que ni el Padre, ni el Hijo, ni el Espíritu Santo podrían negarse a los pedidos que vos le hacés.

¡Déjenme venerar el Corazón de la Madre de Dios, déjenme hacerlo en silencio!.

Amén.

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