• CAPILLA ABIERTA TODOS LOS DÍAS

Oración del 08 de Marzo de 2009

El Señor pasa sanando todo, todo, todo, tóquense las partes que están mal, tóquense, no todos los días hacemos este tipo de sanación, hoy el Señor quiso, andá a saber por qué, yo hago lo que Él me dice.

Oración del 08 de Marzo de 2009

Habla Artemio:


Como todo empezamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Buscamos en el librito de las canciones, para todos aquellos que están preocupados y tristes por sus problemas, enfermedades y cosas buscamos 5 para decir: sonríe que Jesús te ama…. Nos vamos ahora 10, tenemos que pensar que nuestra vida es como un barco y el capitán es el Señor, todo lo que decimos y hacemos se sobreentiende que ustedes están aquí porque vienen a verlo al Señor y a su Mamá, por eso con 10 decimos: yo tengo un barco que navega por el mar…. Ahora pasamos a el número…, hice un poco de silencio y veo como están todos atentos y no hay nadie que se distraiga hablando, que hermoso ofrecimiento que es al Señor el estar en silencio, porque a veces nuestras mejores oraciones se hacen en silencio, como decía San Juan María Vianney: yo me siento delante del Santísimo, yo le miro, Él me mira y ninguno dice nada pero nos entendemos y estamos tan comunicados, por eso delante del Sagrario es tan importante estar allí como haciéndole compañía al Señor, que en última instancia es la compañía que Él nos hace a nosotros ¿no?, uno cree que va a hacerle compañía pero es Él el que nos hace la compañía a nosotros y ahí adelante del Sagrario vemos con 30 y decimos así suavemente ¿no?, como si estuviéramos allí con el Señor: mirarte solo a ti Señor….

Pensar en eso: mirarte, seguir tu caminar, seguir sin desmayar, amarte solo a ti, seguirte solo a ti, confiar solo en ti, esas palabras tiene que ser o dejar una huella dentro de nosotros ¿eh?, mirarte Señor, se pone primero aquello de mirarte porque en la Sagrada Escritura, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento hay siempre una expresión por ahí uno encuentra ¿no?: la mirada del Señor, que el Señor nos siga con su mirada, o tuve en este momento el Señor que me miró, esa es una de las expresiones que no podemos dejar de tener siempre en cuenta y cuando nos parece que estamos en un momento difícil: mirame Señor, mirame, le estamos diciendo: teneme en cuenta, mirá que no estoy bien, mirá que estoy enfermo o mirá que tengo problemas o mirá esto o mirá lo otro. Y otra expresión que está siempre presente tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento es la mano fuerte de Dios, ser tocado por la mano de Dios. Algunos quieren resumir y dicen: me tocó el dedo de Dios ¿eh?, pero la expresión que se usa en las Escrituras es: mano ¿eh?, ser tocado por la mano y cuántas veces decimos: Señor mirá, yo no sé cómo estará mi corazón para que vos entrés en él pero hacé un hueco en tu mano y poneme allí, voy a estar tan tranquilo Señor, tan tranquilo voy a estar si puedo estar en tu mano, ¿quién me puede hacer daño?, ¿quién me puede hacer daño?, ¿quién, quién me puede tocar?, quién me puede ofender si el que me importa Señor sos vos, el que me interesa sos vos y ustedes se preguntarán: ¿y mi familia, mis cosas, todo?, se desprende como una consecuencia de eso ¿o acaso no decimos: amar a Dios sobre todos las cosas y al prójimo como a uno mismo?, pero sobre todas las cosas.

Y vos dirás: ¿por qué ese amor así tan grande al Señor?, por una razón muy simple, porque Él jamás nos va a traicionar, los amores humanos siempre son relativos, a veces duran, a veces duran mucho tiempo, otras veces no tanto, a veces los amores humanos parten antes que nosotros. Solamente hay un amor que dura a través del tiempo y el espacio, desde antes que naciéramos ya en la mente del Señor éramos una idea, tomamos forma en la panza de mamá y después pasó el tiempo, el Señor nos acompaña y nos espera al final del camino ¿por un día o dos, para saludarnos?, no, no, no, por toda una eternidad.

Pensar en estas cosas sobre todo ahora que estamos preparándonos en Cuaresma para poder recibir al Señor con todo su esplendor y su Gloria, porque nosotros vamos hacia la Semana Santa pero recuérdense, estamos conmemorando, es decir recordando esos momentos de nuestra religión, pero el Señor una vez resucitó después de su muerte y sigue triunfante en medio de nosotros, estamos conmemorando, es decir acordándonos, así como si festejáramos o recordáramos un cumpleaños ¿eh?, Jesús murió una sola vez y resucitó para siempre, entonces todo lo que hacemos son ceremonias para recordar eso y tenemos todos estos días de Cuaresma para prepararnos así lentamente, suavemente hablando con el Señor, ¿qué te parezco Señor?, ¿qué persona soy para vos?, ¿soy buena gente?, ¿soy un buen tipo?, enseñame Señor porque yo no estoy seguro, necesito una guía Señor, dale, vení, vení a mí Señor, enseñame y si hay cosas que no te gustan Señor, si hay cosas que te parecen que no están apropiadas para nosotros convendría que te dijéramos Señor, que te dijéramos así con toda nuestra alma, con todo nuestro corazón, número 25, Él nos hizo pero en el Bautismo recibimos toda la gracia del Señor y todas sus virtudes pero la vida, el tiempo, las cosas, la familia, el lugar no dejó que todo se desarrollara, entonces hay montones de cosas que no están bien en nuestra vida ¿eh?, y si no están bien habrá que corregirla pero no tenemos ni tanta fuerza ni somos tan lúcidos para darnos cuenta, por eso le decimos: tu eres el alfarero que con tus manos me has transformado….

Por supuesto que algunos dirán: pero yo tengo muchos años ya, cómo voy a romper mi vida, va a romper el Señor mi vida para hacerla de nuevo, eso también está en el Evangelio, en la Sagrada Escritura cuando Nicodemo va a visitar a Jesús y Él le dice: ¿por qué venís de noche?, ¿no te gustan que te vean que venís a hablar conmigo?, Nicodemo tenía prejuicios y tenía miedo que vieran hablar con el Señor y Jesús le habla de muchas cosas pero sobre todo de una: si el hombre no nace de nuevo, no puede ver el rostro del Señor ¿eh?, y Nicodemo le dice: pero ¿cómo, ya grande, nacer de nuevo?, y sí, pero no se refiere a un nacimiento físico, aunque a veces si uno está enfermo hay un nacimiento físico pero se refiere a un nacimiento interior, por eso le decimos: rompe mi cántaro, rompe mi copa y hazla de nuevo ¿eh?, porque todos los días delante del Señor tenemos que como empezar de nuevo, ¿tanto?, y sí, si queremos hacer las cosas bien, sí, por eso decíamos tantas veces: no podemos hablar del odio de ayer sino del amor que sentimos hoy. Si la vida de los seres humanos fuera posible hacerla así: no cuánto me odiabas o cuánto te odiaba ayer sino cuánto me amás o te amo hoy ¿mmm?.

Es decir, el ayer ya fue, el mañana todavía no es, estamos viviendo este momento, siguiendo también el Evangelio decimos: hay que vivir el hoy y dejar el mañana a Dios, o con palabras también del Evangelio: a cada día le basta su propio afán, su propio esfuerzo, el mañana es del Señor, podemos pensar en ese mañana siempre y cuando en lo profundo nos demos cuenta que en primera y última instancia si estamos ofrecidos el Señor hace lo que le parece a Él, porque nosotros se lo permitimos pero sino Él no entra en nosotros porque nos ha creado libres y no nos invade por la fuerza, nos pide en todo caso que le digamos: vení Señor, vení a mi corazón. Aquí cantamos que hay que romper el cántaro, romper la copa y la vida y hacerla de nuevo, bueno yo no sé como se hace todo eso ¿eh?, por qué no lo hacés vos con mi vida Señor.

Entonces, el día de hoy vamos a pedirle al Señor eso, a ver cómo es posible que todas aquellas cosas que no hacemos bien hoy empecemos a cambiar, confiando en la promesa que Él diga que sí cuando decimos: rompe mi cántaro, rompe mi copa, rompe mi vida y hazla de nuevo, bueno. Pensar en eso, cómo puedo hacer Jesús para que vengas a mi corazón y lo renueves totalmente, si yo estoy cansado, si estoy herido, si estoy enfermo, bueno, pero todos los que tengo a mi alrededor, mi familia, yo o la comunidad tiene que pensar en mí que no estoy en condiciones muy óptimas para pedirte Señor, entonces como en los primeros tiempos del Cristianismo que cada comunidad tenía sus propias costumbres, sus propios carismas, sus propias formas de hacer las cosas y cada uno era una bendición para el otro, porque todos se ayudaban, eso es entre tenerse, tenerse entre varios, entre tenerse. Nosotros dimos una expresión distinta a esa palabra ¿eh?, creemos que entretenerse es hacer tonterías para pasar el tiempo, nada que ver, tenernos unos a otros que distinta es la vida cuando nos podemos tener unos a otros, cuando los que van a nuestra casa nos están diciendo: cómo te sentís, como te va, o buen día o adiós, cada palabra tiene que tener un sentido, el decir adiós: significa te estoy deseando que vayas al Señor ¿eh?, buen día: que tengas un buen día. Es decir, llenar las palabras que decimos con contenido, porque nosotros ni siquiera la señal de la cruz la hacemos con contenido, decimos basta que sea todo ¿no?, bueno.

Ahora vamos a leer la palabra pero antes le pedimos al Señor que nos ayude a entender lo que vamos a hacer, el Evangelio de hoy no es tan simple, es el primer Evangelio donde el Señor nos da a conocer algo de nuestra vida futura, en el Evangelio de hoy está la transfiguración del Señor, donde por primera vez; ustedes dicen: ¿cómo por primera vez?, claro, porque hasta la llegada del Cristianismo en todas las culturas que había se creía en la reencarnación, bueno algunos lo creen todavía ahora, montones, es decir que la persona se reencarnaba en alguien para purgar sus cosas malas pero no es eso así, cuando uno muere tiene una sola vida, no hay reencarnación, tiene toda una vida para poner las cosas en orden, para vivir la plenitud, etc., entonces las culturas antiguas creían eso y también por supuesto los discípulos piensen que muchos eran analfabetos, pasan a hablar en lenguas y a saberlo todo cuando el Espíritu Santo los llena en Pentecostés, sino eran analfabetos, bueno.

Entonces, para entender este Evangelio de hoy que no es tan simple vamos a pedir la presencia del Espíritu Santo diciendo: ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí…. Hoy es el segundo domingo de Cuaresma, los Santos del día son varios, el principal es San Juan de Dios y además es el día internacional de la mujer.

Bueno, como he visto por ejemplo que en los negocios regalan flores, algunos
felicitan a su esposa o a su madre, otros le dicen dos palabritas o un regalito, bueno, todos los días habría que hacerlo ¿no?, pero hoy les propongo, les propongo que pensemos en la mujer, nuestras hijas, nuestras esposas, pero sobre todo nuestra madre, si la tenemos viva, Gloria a Dios, y si la tenemos muerta pensemos especialmente en ella ¿eh?, cuánto hemos olvidado nosotros de nuestros padres, cómo es posible que hayamos pasado nueve meses en la panza de mamá y no nos acordemos de bendecirla especialmente en cualquier día y en este día, a veces pienso, por mi profesión lo he visto, que tantos males se solucionan y problemas se terminan cuando el hombre o la mujer se reencuentra con su mamá ¿eh?, muerta o vida, pero eso de estar, aunque sea con el pensamiento nuevamente en su panza para vivir ese tiempo tan hermoso, en general, porque a veces mamá sufrió castigos y golpes y de todo ¿no?, pero pensemos bien. ¿Qué podemos hacer para vivir en este día otra vez en la panza de mamá?, al menos pensar, tener en nuestra mente la idea de ella para recostarnos en su regazo, para recostarnos sobre su pecho para decirle: te quiero mucho mamá, pero más: te amo un montón mamá, te amo un montón. A ver, todos, todos, dentro de vuestro corazón, más allá de lo que fueron los padres para ustedes, abandonen toda otra idea y hoy recapaciten y vuelvan a mamá en este día de la muer, puede ser cualquier día pero en este día de la mujer piensen en aquél ser que nos llevó nueve meses en su panza, nos alimentamos con su sangre, con sus afectos, con su vida y tenemos en nosotros el sello para siempre de lo que fue la vida en la panza de mamá. Cada uno recuerde en su interior a su madre, recuérdelo pero en serio ¿eh?, y si nunca fueron capaces de agradecerle la vida que les dio ¿verdad? háganlo hoy y si por casualidad las tienen internadas en un geriátrico acérquense a su mamá y díganle muchas cosas y además si podés no la dejés allí, está tan sola, ella que lo dio todo y vivió tanto por vos, ¿merece pasar sus últimos días en un geriátrico?, donde hay siete u ocho en una pieza, donde hay una simple mesita de luz con una foto y las enfermeras pueden ser santas pero treinta personas, a treinta personas no es fácil darle afecto, que lindo si pudiera sacarla y llevarla a su casa y decirle: mamá, quiero que pases tus años felices dentro de lo que fue tu casa, adonde cada objeto te recuerda aquello que amaste ¿eh?, las pequeñas cosas, el costurero que dejó allí y ya no pudo enhebrar la aguja por la vista, las pequeñas cositas que vienen de los hijos, el diente del nene cuando lo perdió, los cabellitos del rulo del primer hijo, pasó todo una vida, pero para ellos, para las madres es como un bálsamo para su alma. Ya sé que hay personas enfermas y que tienen que estar en un geriátricos porque no hay otra pero no son todos los casos ¿eh?.

Día internacional de la mujer, se lo vamos a dedicar especialmente a mamá, esté viva o esté muerta ¿mmm?, y si no la fuimos a ver al cementerio donde está su cuerpo nada más, pero nos recuerda eso su vida, hagámoslo en estos días, digámosle, aunque sea tarde: te amo mucho mamá porque me alimenté con tu sangre y dentro de mi todavía está la sangre que vos me diste, aunque la fui renovando pero la base fue tu sangre mamá, es decir mi vida te la debo, ¿seremos capaces de hacer esto?, nadie lo puede tomar a mal porque estoy hablando de vuestra mamá, ¿seremos capaces?, aunque sea con nuestro pensamiento, decir: gracias mamá por la vida, por todo lo que hiciste por mí, yo no sería si vos antes no hubieras sido, yo no estaría si vos no me hubieras tenido.

Cuidado mis queridos, se pasa el tiempo y a lo mejor nos sorprende la muerte y todavía no nos hemos reconciliado tal vez con nuestra mamá.

Vamos a leer la palabra y decimos sintiéndolo: por la señal se la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. Del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. La señal de la cruz tiene que ser una profesión de fe, bueno, hoy es el Evangelio de San Marcos, 9 del 2 al 10, los versículos: “seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro , hace poco tiempo también lo leímos este Evangelio ¿se acuerdan?, Santiago, a Juan y los llevó a ellos solos a un monte alto. A la vista de ellos su aspecto cambió completamente. Incluso sus ropas se volvieron resplandecientes, tan blancas como nadie en el mundo sería capaz de blanquearlas. Y se le aparecieron Elías y Moisés, que conversaban con Jesús. Elías y Moisés son dos patriarcas y profetas del Antiguo Testamento, Moisés lo ubican muy bien, cuando el pueblo de Israel deja Egipto y lo sigue a Moisés rumbo a la tierra prometida, que pasan durante cuarenta años en el desierto, cuando cruzan en el Mar Rojo, que se abren las guas, bueno ese es Moisés, el de las tablas de la ley, y luego Elías, que vivió trescientos años antes de Jesús, fue el último Profeta del Antiguo Testamento, entonces Jesús conversaba con ellos. Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús: Maestro, qué bueno es que estemos aquí. Levantemos tres chozas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. En realidad no sabía lo que decía, porque estaban asustados, aterrados. En eso se formó una nube que los cubrió con su sombra, y desde la nube llegaron estas palabras: este es Mi Hijo, el amado, escúchenlo. Y de pronto, mirando a su alrededor no vieron ya a nadie; solo Jesús estaba con ellos. Cuando bajaron del cerro les ordenó que no dijeran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos”. Se dice Hijo del hombre para decir que es Hijo de María ¿eh?, hijo del hombre, Dios Hijo del hombre ¿eh?, porque la segunda persona de la Santísima Trinidad que nace de María es Jesús de Dios Padre y el amor entre ambos acuérdense es el Espíritu Santo, bien.

Entonces tenemos aquí lo que llamamos la transfiguración, hay otro día del calendario eclesiástico que lo llama el día de la transfiguración del Señor, ¿que quiere decir transfiguración?, quiere decir: trans más allá, figura la figura, más allá de la figura se veía un resplandor de Él, transfiguración ¿eh?, lo que está más allá de la figura y se ve a través ¿eh?, bueno.

Claro, los Discípulos no, no pueden razonar, les faltaba todavía el Espíritu Santo para aclararles todas las cosas ¿verdad?, y entonces no entienden, pero Pedro se sintió muy bien ahí sobre el monte, está muy bien, dice: qué te parece Jesús si hacemos una Carpa para vos, otra para Elías y otra para Moisés, entonces Jesús le dice a Pedro: no entendiste, tenemos que volver de donde salimos, porque ya están los hombres que nos esperan, a los hombres a los que tenemos que ayudar, predicar la palabra, etc., sería muy lindo quedarnos acá pero tenemos que regresar, pero los Apóstoles, incluido Juan también, el Discípulo preferido de Jesús, se van a acordar siempre de este día en que el Señor se lo ve como una nube, como algo transparente, como algo distinto a como lo habían visto siempre, se van a acordar de esto siempre pero no se van a dar cuenta plenamente hasta después de la resurrección, que ocurre en el domingo de Pascua, después del sábado a la noche la vigilia pascual y la Resurrección del Señor ¿eh?. Conmemoración, es decir recordamos eso, conmemorar quiere decir con junto, memorar recordar, recordar juntos la muerte, la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.

Bueno, ahora tenemos que entender estas cosas porque son esenciales para nuestra vida ¿verdad?, yo veo por ejemplo cuando la gente pasa a buscar la bendición muchos lo dicen, otros no lo dicen pero lo sienten, tienen una sensación terrible pensando en que algún día se van a morir ¿no?, es decir, muchos tienen la idea que la muerte, en la muerte se termina todo y se hacen la idea de estar encerrados en una caja con el temor haber sido enterrados vivos o que se yo, dicen: encerrados para siempre allí, pero, pero, no es así. Ni bien nosotros morimos nuestro espíritu se desprende de ese cuerpo y nosotros estamos en compañía de los seres que siempre vivieron, salvo que estemos en la oscuridad, lo que se llama Purgatorio, si estamos en la oscuridad no podemos estar con los humanos, quedamos allí hasta hacer los méritos suficientes para pasar a la Luz del Señor ¿mmm?.

Bueno, hay un chico que está distrayendo, por favor si tiene ganas de pasear esa criatura háganlo pasear pero que no distraigan saben, por una cuestión de respeto a los demás, bueno.

Ahora bien, ¿esto qué nos está indicando?, lo que dice siempre el Señor, que la muerte no es nada más que un cambio de estado, estamos de una manera y pasamos a estar de otra, pasamos a estar de otra pero nada más erróneo y nada más perjudicial para nosotros que pensar que todo se termina cuando cerramos los ojos, nada que ver.

Perdonen que tome agua y ustedes no pueden tomarla ¿eh?, bien.

Ahora, ¿y cómo es esto de la otra vida?, que en el Evangelio de hoy se nota que Jesús nos da a entender del más allá, yo puedo decir tantas veces lo digo ¿no es cierto?, que no les hablo por lo que me contaron, por lo que pude leer sino por lo que uno pudo vivir en dos ocasiones, cuando uno estuvo del otro lado y volvió, es decir, los seres cerramos los ojos ¿verdad?, en la muerte y de repente nos encontramos, todo el mundo dice San Pedro, no, nos encontramos con la Virgen María que está allí como esperándonos, en ese instante también se acerca Jesús y también todos nuestros parientes, cercanos y lejanos, y los Santos de los que fuimos, digamos muy amigos en la Tierra, los que nos protegieron siempre ¿no?, y en ese momento es como si pasara una película de toda nuestra vida, donde vemos las cosas que hemos vivido como la mira el Señor, no nosotros.
Por eso uno descubre muchas cosas que hizo buenas y no sabía que la había hecho y otras que creían que eran buenas y no lo eran tantos ¿eh?.

Entonces se ve todo, si uno tiene mérito lo suficiente para ir al Padre, a la Luz del Padre es como si tomara el caminito de la derecha y sigue y si todavía uno no está preparado para ver al Señor toman otro caminito y se van para otro lado.
Porque nadie puede desear ver al Señor si todavía no está en condiciones ¿eh?, y pasará allí en la oscuridad, en el Purgatorio todo el tiempo que sea necesario hasta que haga los méritos suficientes para ir a la Luz del Padre, entonces y vos dirás: ¿qué son los méritos?, y todas las cosas que hemos hecho en el mundo, las cosas que a lo mejor no parecen que tengan tanta importancia pero para el Señor sí la tiene y otras que uno creía que tiene tanta importancia no lo tiene, entonces en base a todo eso tendremos la visión del Señor y de acuerdo a grados también. No podemos nosotros creer que vamos a ver tanto del Padre ¿no?, como San Francisco de Asís o la Madre Teresa de Calcuta ¿verdad?. Es decir, vamos a ver al Señor en proporción a cómo vivimos en la Tierra, si hemos sido buena gente, buenos tipos, si hemos hecho las cosas bien, al menos creyendo que las hacíamos bien, eso amontona méritos para estar en la Luz del Padre, pero si las cosas uno las hizo de cualquier forma ¿no?, entonces no podemos esperar tanto y muchas veces no por maldad ni nada sino directamente porque nadie a uno le enseñó, porque todos los directores espirituales tienen que decir estas cosas para decirle a las personas: prepárense, el Reino de Dios está cerca, nadie va a quedar para semilla, se van a morir algún día, bueno. Prepárense, vivan de una manera, exactamente las mismas palabras que hace dos mil años Juan el Bautista les decía a toda la gente: prepárense, porque el Reino del Señor está cerca, vivan bien, vivan como corresponde, sean honestos, no mientan, no jodan a nadie, no sean dañinos, vivan bien.

Ahora, en eso tampoco hay que ser tan exigente porque muchas veces tenemos defectos pero son defectos que hemos heredado de nuestros padres o de nuestros antepasados ¿verdad?, por eso que Jesús dice: a todos los seres humanos hay que hacer para ellos la sanación de la herencia sino no veríamos bebés como éste, que es un gran dolor para su mamá y una paciencia enorme toda la vida ¿eh?… (se dio vuelta la cinta)…, no… (una señora le hace preguntas)…, no, Dios no te puede mandar un chico así, Dios hace las cosas bien… (la señora le pregunta sobre su hijo) …, la vida misma, pero más vale si es un fruto del amor querida… (la señora sigue con preguntas)…, no, no, cuando yo hablo de la herencia es porque uno hereda a veces enfermedades del pasado, a eso me refiero, es un hijo del amor querida… (la señora sigue con preguntas)…, ya lo sé, ya lo sé, por supuesto que sí, pero si estuviera mejor, sería mejor ¿no?… (la señora sigue hablando) …, y me alegro un montón porque sos una buena mamá, porque es un hijo del amor ¿no es cierto?... (la señora sigue hablando)… cuánto me gustaría que las madres dijeron eso también, sos un ejemplo querida, y les digo más, en la otra vida vuelve a ser como todos, cuando vos te reúnas el día de mañana con él, hoy hablamos de eso ¿no es cierto?, en la otra vida, vas a encontrar un ser totalmente que camina, va y viene como el mejor de los chicos.

¿Saben por qué todo eso?, porque todos nosotros en la mente del Señor somos una idea y un proyecto, el Señor quiere para nosotros todo lo mejor, pero a veces la vida, las circunstancias, la herencia, las cosas que vienen del pasado la hacemos no tan bien ¿no es cierto?, bueno, y entonces pero uno sigue siendo proyecto del Señor, sigue siendo, porque como dijiste vos querida, uno es una persona, sos un ejemplo mi vida, sos un ejemplo, si Señor, Dios te va a dar tanto por pensar bien así ¿eh?.

Bueno, por ahí alguien una vez me preguntó: y ¿qué pasará con personajes históricos que fueron tan dañinos como Hitler, Mussolini?, o que se yo o cualquier hijo de vecino que se ha portado muy mal, bueno, gracias a Dios que uno puede ver en la oscuridad quien está, Hitler está en la oscuridad todavía pero no cerca de la salida, muy atrás, como si en el fondo él no se hubiese arrepentido de nada, entonces mientras él o nosotros con nuestras oraciones, que podemos hacer por él ¿eh?, mientras no se cumpla una serie de cosas él no podrá estar en la luz ¿verdad?, porque sino no habría una retribución justa para los seres humanos ¿eh?, bueno.

Entonces el Señor en el Evangelio de hoy nos hace ver todo el misterio de la otra vida, que a través del Señor dejar de ser misterio para ser un cambio de estado donde de acuerdo a los méritos que tengamos vamos a gozar de la felicidad del Padre o vamos a esperar el tiempo que sea necesario hasta que lo deseemos realmente para poder ir al Padre ¿eh?, por eso el bautismo de los chicos que han sido abortados, el Señor dice: cada día hay que bautizar los niños, a veces pasan las semanas, dos, cinco, a veces todos los días, son millones, hay que bautizarlos, darles el agua del socorro, que cualquiera de ustedes puede hacer, con la condición de que tengan la intención de hacerlo, cualquiera puede dar el agua de socorro, el Señor quiere que lo sea porque sino esos niños están en la oscuridad ni sufren ni gozan, nada ¿eh?. Así que todos aquellos que tienen hijos en esas condiciones piensen: que están vivientes del otro lado y están esperando el bautismo para ver la Luz del Padre, eso es debido a la Misericordia que tiene el Señor, bueno.

Así entonces estamos reflexionando sobre la vida futura porque hoy el Evangelio nos recuerda la transfiguración del Señor en el monte, es un hermoso Evangelio donde los Apóstoles no entienden qué es lo que pasa, por eso Pedro dice: ¿y si hacemos una carpa y nos quedamos?, esa es la tendencia que tenemos todos los seres humanos, vivir en nuestra casa, entre cuatro o diez paredes, vivir así con nuestro esposo, nuestra esposa, nuestros hijos ¿verdad?, ¿y los de afuera?, otro punto, no, todos están necesitando del amor de Dios.

Entonces ellos como nosotros cuando estamos bien quisiéramos quedarnos con eso, estamos tan bien, no pensemos en el dolor de nadie, en la muerte de nadie, estamos tan piolas acá, en nuestras cuatro paredes, papá, mamá y los chicos, no pensemos en nadie, en nadie, ¿somos así?, pero esto, nosotros que somos así también rezamos el Padrenuestro y decimos: Padrenuestro que estás en los Cielos ¿no es cierto?, decimos Padrenuestro entonces si nosotros rezamos el Padrenuestro quiere decir que los que están en el mundo son nuestros hermanos entonces cómo es posible que nos quedemos en los límites de nuestra casa sin pensar en los demás, si al decir Padrenuestro estamos diciendo el Padre de todos ¿eh?, tener en cuenta estas cosas, no cometamos lo mismo que Pedro y Juan que querían, que Pedro dijo que querían quedarse allí porque estaban muy bien, estamos tan bien que nos vamos a quedar acá, no, el mundo nos necesita, nuestra familia por supuesto y todos los demás.

Bien, este día y todos los días a que alcance nuestra vida humildemente te decimos Señor de la Misericordia: tené compasión de nosotros, hacenos pensar Señor que nuestra vida no es tan larga, a pesar de que el Señor quiere que vivamos 120 años como mínimo, Él cita al Profeta Isaías que dice que morirse de 100 años es una injusticia y estupidez, para vivir mucho tiempo, lo dice Jesús no lo digo yo, ya 742 años con Isaías en el Antiguo Testamento los hombres cumplían 210, 215, 300, 180, etc., ¿por qué no ahora?, si antes no había ni medicamentos ni nada y sin embargo cuánto se vivía, bueno.

Entonces Señor a pesar de que nuestra vida puede ser muy larga pero necesitamos tomar conciencia de que nuestro tiempo algún día se acaba y tenemos que pensar que el Reino del Señor está cerca, está cerca, aunque pase el tiempo está cerca y tan cerca está que tenemos que tener como un pequeño apuro para si odiamos dejar, si tenemos resentimientos terminar con esos resentimientos, si tenemos que perdonar perdonemos, amemos a todos sin distinción ¿eh?. Yo comprendo, hay cosas que no es fácil perdonar, eso estaba en el Evangelio de ayer ¿mmm?, que tenemos que perdonar nuestros enemigos, hacer el bien a quiénes nos persiguen y nos maltratan pero hay que amarlos, no sus errores sino a ellos como personas.

Entonces, pongamos al día nuestros resentimientos, nuestros conflictos, nuestros odios, terminemos con la intolerancia por el color de la raza, o por la cara que tiene, o porque me hizo uno, terminemos con todo eso, sepamos perdonar. A veces, es muy difícil perdonar pero hay que decirle a Jesús: mirá Señor, yo quiero perdonar pero es tanto lo que me hizo que no puedo pero quiero, el Señor ya toma eso como una descarga de nuestro ser porque no podemos vivir cargando la bolsa con tantas cosas en el hombro que a veces nos tienen agobiados por llevar de la vida tantos resentimientos, luchas, las injusticias que pasamos, las cosas que no hicimos bien o las injusticias que nos hicieron pasar los demás, nuestros padres hicieron con nosotros lo mejor, pero a veces lo mejor no era lo que nos convenía. Entonces, si el Reino de Dios está cerca no por miedo ni temor sino porque el Señor nos invita: vivan bien, porque cuando uno está lleno de odios, resentimiento, egoísmo, soberbia y todas esas cosas termina enfermándose, o sino observen ustedes aquellas personas que tienen desgracias muy grandes al tiempo les aparece un cáncer, ¿qué es lo que pasa?, es como si nuestra mente está receptando todo, lo de afuera y lo de adentro ¿eh?, y los conflictos terminan siempre en enfermedades, por eso la buena conciencia hace buena la salud, por supuesto que tiene esto muchas cosas que aclarar ¿no es cierto?, porque uno puede tener un cáncer por herencia, uno puede tener que se yo el dolor de cabeza porque lo tuvieron otros, o el problema de la vista que se pasa de padres a hijos, nietos, bisnietos con una facilidad espantosa, la diabetes siempre se hereda, salvo en algunos casos que puede ser por un shock psicológico sino siempre se hereda.

Bueno, a eso me refiero yo con la herencia ¿no?, pero todo esto puede salvarse haciendo la sanación de la herencia, que Jesús ya en las primeras Revelaciones aquí en el año 95, hace 14 años el día 10, 14 años, toda una vida, ya decía eso de la sanación de la herencia y algunos sacerdotes surcaban el mundo recomendando la sanación de la herencia, estuvo también uno en la Argentina hace unos años pero no le pasaron mucha bolilla, no sé, cada uno sabrá.

Bueno entonces Señor, tené piedad de nosotros, queremos vivir bien, queremos estar en paz, queremos Señor ser buena gente ¿eh?, queremos acostarnos por las noches, hundir la cabeza en la almohada y que nada nos turbe el sueño porque hemos hecho las cosas bien durante el día, si no fuimos a arrodillarnos delante de una persona para decir perdón pero en nuestro corazón lo hemos perdonado si nos hizo daño ¿eh?, si es posible decírselo se lo dirá uno pero no es fácil, pero en el corazón sí hay que perdonar, hay que estar al día en todo, que no haya nada que reprocharse y va a haber uno que necesariamente en la medida que va clarificando todas las cosas que tiene nuestra conciencia, la calma, todas las cosas se van mejorando, nuestra salud se hace cada día más buena y todo así.

Señor tené compasión de nosotros, somos precarios, somos débiles, quejosos por los dolores y las enfermedades, tan quejosos somos, no sabemos asumir el dolor, Señor también en esta Cuaresma tendremos que aprender que vos llevaste la cruz Señor entonces tendremos que pensar: ¿qué pasa con nosotros, qué cruz estamos llevando?, Señor si la llevaste vos cómo no la vamos a llevar nosotros también. Vos dijiste que tenemos que hacerla lo más liviana posible pero no podemos escaparle a la cruz, a veces para algunos su propia cara es una cruz ¿no es cierto?, o su altura o su gordura, cada uno lo vive de una manera, tenemos que llevarla como la llevaste vos Señor, cómo no la vamos a llevar nosotros y entonces ¿qué haremos?, ofreceremos nuestros dolores, te ofreceremos en tu altar nuestro sufrimiento cuando lo padecimos, te ofreceremos cuando a veces no somos entendidos por nuestros hijos, por nuestros nietos, te ofreceremos Señor cuando damos amor y nos dan una patada en el estómago, te ofreceremos Señor cuando amamos a nuestros enemigos y ellos nos siguen clavando.

Sí Jesús, todas estas cosas son necesarias, también enseñarle a los chicos a estar en un Templo, padrecitos míos, los amo tanto pero como

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