Oración del 03 de Enero de 2009

Jesús vine de lejos porque esto me está pasando Señor, tené compasión de mí, hacé que esta oración, cuando escuche tu palabra realmente sienta dentro de mí lo que siempre prometiste, cuando me pedís algo con fe dice el Señor ya te lo concedí, ya, no mañana ni cuando me cumplas esto, ni cuando vayas de rodillas tres cuadras, no.

Oración del 03 de Enero de 2009

Habla Artemio:

Buenas tardes, como todas las cosas empezamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Bueno, buscamos en el cancionero, venimos desde lejos, no tan lejos y cerca a alabar al Señor ¿eh?, entonces toda otra palabra que no sea esto la callamos, no comentamos más nada, yo veo que la mayoría son nuevos hoy ¿eh?, estamos en un Templo, en un lugar Sagrado, tenemos aquí a mi derecha el Sagrario, donde está el Señor, la Madre y Jesús ahí representados, estamos en un Templo, así que cualquier palabra que esté demás evítenla ¿eh?, cualquier cosa que no sea que la pueda ver la Madre y el Señor no la hagan, porque no les va a ir bien, las cosas malas traen sus consecuencias, lo digo porque me da mucho dolor por la mañana muy temprano, la Virgen, porque no sé si, hay muchos que no lo saben, pero en Marzo va a hacer catorce años que todos los días, todos, Jesús y María vienen a dar sus Mensajes.

Les decía entonces que, por las mañanas la Virgen pasa mirando las plantas y le pone el dedito donde ve los troncos, tronquitos que han sacado gajos y otras cosas ¿eh?, y ahí en un palo donde había una orquídea grande, que el domingo pasado se la llevaron ¿no?, la miraba con dolor ¿no?. Ahora, yo les pregunto a aquellos que sacan plantas y otras cosas, silencio por favor ¿eh?, ¿se sienten felices robándole a la Madre?, ¿hay algún tipo de felicidad que puede ser llevarse una planta robándosela a la Madre?, aquí nada es mío mis queridos, yo soy simplemente un administrador de las cosas de Mamá y de Papá, es decir de Mamá María y de Papá Jesús ¿eh?, así que si ustedes quieren disgustar a la Madre sigan haciendo lo que muchos están haciendo, esta planta me gusta me la llevo, aquí semanalmente vienen miles de personas, si todos se llevan un pedazo qué va a pasar.

Comento esto al iniciar para aquél que tiene en su conciencia algún gajito robado o alguna planta sacada pida perdón sabe, porque la Madre estaba mal, estaba disgustada ¿eh?, pida perdón sabe, porque a la Madre no se le puede hacer nada malo ¿eh?, ni a Jesús tampoco. Que quede bien claro todo eso ¿eh?, estamos pisando un suelo Sagrado ¿eh?, todo aquí es Sagrado, esta es la Casa del Señor y de la Madre, cuidémosla, no ofendamos nada, hagamos las cosas bien, no andemos luchando por los turnos si pasa uno antes u otros después ¿eh?, esas cosas no se pueden hacer, al contrario, sean humildes para pedir: necesito Señor, necesito Madre que me des esto que no tengo ¿eh?, hasta para pedir hay que usar un vocabulario que esté de acuerdo a la Madre y al Señor ¿eh?, acompañen todo esto ¿eh?, el Señor los trajo como invitados a su Casa, entonces ¿ustedes cuando van de visita a algún tiran los floreros al suelo, rompen las cosas?, no, quedan mal ¿no es cierto?, y si se lo hacemos a la Madre. Esta mañana mismo temprano la vi que pasaba entre las plantas, para nosotros es habitual eso ¿no?, pasaba entre las plantas mirando las cosas que se habían llevado y las otras que habían estropeado o las macetas que se habían roto o las macetas que habían desaparecido, así no Mis queridos ¿eh?.

Vamos a buscar en el cántico, número 25, tenemos que pensar que durante un mes, el tiempo de Adviento, nos hemos preparado para recibir a Jesús Niño ¿eh?, Adviento quiere decir preparación, bien, entonces se supone que ya todos conocíamos a Jesús, a la Madre, pero tenía que renacer, tenía que renacer de nuevo en nosotros ¿no es cierto?, entonces para eso le pedimos al Señor que rompa nuestra alma y si es necesario la haga de nuevo, lo cantamos entonces esto: tu eres el alfarero…. Pensemos entonces, porque al mirarlos me he dado cuenta que muchos no han pisado nunca una Iglesia ni un Santuario, para eso los miro al rostro para darme cuenta, entonces como si fuéramos niños pequeños ¿eh?, hagamos bien las cosas mirando lo que hacen los otros y por otra parte, busquemos en nuestro corazón el mejor sentimiento que tengamos para estar esta hora de meditación cerca del Señor.

Ya sé que han venido a buscar la sanación de un cáncer, de una leucemia, han venido a buscar todos los dolores de tu cuerpo que te tienen tan mal, pero mis queridos con el Señor no se puede hacer trueques: te doy tres Ave Marías por un dolor de rodillas, no, eso no se puede ¿eh?, eso lo vamos a hacer en el kiosco de la esquina, compramos algo, pagamos y nos retiramos ¿eh?, no. Para tener el coraje de pedirle algo al Señor hay que pensar: yo soy una creatura del Señor, Él me ha creado a su imagen y semejanza, soy hijo de Él y heredero de su Gloria, soy su hijo, entonces si fuera mi papá o a mi papá ¿cómo le hablo?, y al Señor que es mi Papá también ¿cómo le hablo, a los gritos?, no, la boca tiene lo que reboza el corazón y si estamos apesadumbrados por lo que nos preocupa tanto para nosotros o para algún miembro de la familia pongamos a ese corazoncito a latir en serio con todo el afecto que podamos, para que todo ese ruego sea una expresión muy grande, enorme: Señor, tené compasión de nosotros, Señor tené compasión de mí que estoy enfermo y no sé qué hacer, tengo mis hijos chicos, mi vida está como destruida Señor, tené compasión de mí Señor, compasión quiere decir con junto, pasión sentir, sentir junto ¿eh?, estamos diciendo entonces a Jesús: quiero que sientas junto a mí lo que me está pasando ¿eh?.

Esa es la forma de hablarle al Señor, necesito Señor esto, necesito tanto Señor para mí, para mi familia, para este tío mío, para mi suegra, para mi mamá, necesito Señor ¿eh?. Cuando vamos a pedir algo, sea lo que sea, siempre usamos nuestras mejores palabras para aquél que está delante de nosotros nunca se sienta ofendido porque no solamente el tono sino la forma en que decimos las cosas revela nuestro estado interior, ¿vos te negarías a alguien cuando te dice: necesito un pedazo de pan para comer porque hoy aún todavía no comí?, vos no te negás seguro, pero si se lo decís de otra forma: eh, deme pan, vos decís: andá a lavarte aquél lugar donde la espalda pierde su nombre decente ¿no?, en vez si le decís: necesito algo, ¿quien te lo puede negar?, y mucho más quien te creó, te alimenta y te sustenta que es el Señor.

Por eso, esto es para ilustrar lo que dije recién, con el Señor nunca puede haber un trueque: te doy, me das, me das, te doy, te doy, me das, si me das tal cosa voy caminando hasta el Santuario, no mis queridos, eso es algo que no se debe hacer, por eso las promesas no hay que hacerlas porque uno no sabe si las puede cumplir, además una promesa de ese tipo revela que uno no conoce nada, nada ¿de qué?, nada, porque cuando uno pide algo ya tiene que estar convencido que el Señor se lo dio, esa es la forma de pedir. Señor me duele esto, o vine acá a tu Santuario por esto, en ese momento el Señor empezó a darte lo que vos le pedís, mientras si hacemos una promesa: bueno, si me das tal cosa hago esto, no, esas promesas no sirven porque revelan que no conocemos nada ¿eh?, y no se olviden que más conocemos a alguien más le amamos, más conocemos al Señor mucho más va a ser nuestro afecto.

Jesús vine de lejos porque esto me está pasando Señor, tené compasión de mí, hacé que esta oración, cuando escuche tu palabra realmente sienta dentro de mí lo que siempre prometiste, cuando me pedís algo con fe dice el Señor ya te lo concedí, ya, no mañana ni cuando me cumplas esto, ni cuando vayas de rodillas tres cuadras, no. No tanto ayuno ni sufrimiento dice el Señor sino humildad y bondad ¿eh?, cuántos a lo mejor se desangran en las rodillas para hacer esto, no, no, menos sufrimiento, menos ayunos y más humildad y bondad.

Señor, qué distinto sería tu mundo con humildad, bondad y tolerancia, la tolerancia ¿qué es?, es aceptar al otro tal cual como es, no como nosotros quisiéramos que fuese porque si hacemos así vamos a estar en conflicto con todos, la tolerancia es eso, aceptar al otro tal cual como es y mucho más si es familiar; vos dirás: ¿entonces quiere decir que alguien que tiene defecto no va a cambiar nunca?, bueno allí está el concepto cristiano, yo te amo como sos y si vos me amás te vas a dar cuenta sin que yo te lo diga cómo me gustaría que fueses, nada más tonto que decir: yo quiero que seas así, no, si nos amamos, vos sabés qué es lo que yo quiero de vos, porque sino estarías cumpliendo para darme el gusto y eso no es cristiano cumplir. El cristiano del Antiguo Testamento, cuando se hacía el bien cumpliendo: tengo que hacer esto, tengo que hacer, no, no, no, yo te amo Señor, yo te amo esposa mía o esposo mío, porque veo por tus ojos, siento con tu corazón, toco con tus manos ¿eh?, ese es nuestro camino mis queridos, todo lo demás no sirve, no sirve.

Después de haber pensado todo esto ahora vamos a cantar lo mismo pero de otra forma, desde otro ángulo ¿eh?, cuando decimos: rompe mi cántaro, se lo vamos a decir de otra manera, a ver: tú eres el alfarero…. Tiene otro sentido la letra de este tema ¿no es cierto?, tiene otro sentido, ¿por qué?, con toda confianza rompé Señor mi vida y hacela de nuevo si te parece ¿eh?, no quiere decir que me voy a tirar debajo de algo para que me aplaste, no, no, habla de una transformación espiritual ¿no es cierto?.

Si logramos hacer esto que dijimos recién pasamos a 23, a la página de al lado y vamos a ver que cuando estemos nosotros en comunicación con el Señor todo se vuelve diferente, entonces decimos 23: los que esperan, los que esperan en Jesús…, levantemos las manos como las águilas. Ustedes dirán: ¿para qué levantamos las manos?, es un gesto, en religión la mayoría de las cosas se resuelven con gestos: te doy mi corazón, Señor mío y Dios mío, bajo la cabeza para la bendición, son gestos que revelan lo que nuestro corazón quiere, por eso me parece, no sé, no me parece bien que los hombres tengan vergüenza de levantar las manos, ¿de quién?, delante del Padre, che pero si Él te creó a su imagen y semejanza ¿de qué podés tener vergüenza?, antes que te conocieras vos el pitilin ya te lo conocía el Señor, ¿tenés vergüenza de algo? ¿eh?, por favor, vamos los varones che, no tienen que ser así, tienen que tener más confianza.
Antes que ustedes se conocieran vuestro cuerpo, vuestra alma, vuestra vida el Señor ya los tenía pensado de hace miles de años, eran una idea en la mente del Señor y ya conocía toda nuestra vida, ahora ¿de qué nos vamos a avergonzar chicos?, vamos ¿eh?, entonces seguimos: si tu esperas….

Ustedes dirán: pero esto así ¿por qué?, cuando uno levanta los brazos es un gesto como hacen estas aves maravillosas, que parecería que vuelan cerca del sol, uno identifica siempre lo alto con estar más cerca del Señor, aunque Él está a nuestro lado pero el águila es como un símbolo de los que vuelan muy alto.

Ahora vamos a leer la palabra, la palabra es la que los sana, entonces con todo nuestro fervor vamos a decir: ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí…. Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Hoy es sábado 03 de Enero, estamos en el tiempo de Navidad, por eso mañana es el segundo domingo de Navidad, bueno, además hoy conmemoramos el Santísimo Nombre de Jesús, Santísimo Nombre de Jesús, y el Evangelio del 03 de Enero es de Juan, capítulo 1, 29 al 34:” al día siguiente Juan vio a Jesús que venía a su encuentro y exclamó: ahí viene el Cordero de Dios, el que carga con el pecado del mundo, en la Misa lo decimos: el que quita los pecados del mundo ¿cierto?. De él yo hablaba al decir: detrás de mí viene un hombre que ya está delante de mí, porque era antes que yo , claro, si era Dios ¿no?. Yo no lo conocía, pero mi Bautismo con agua y mi venida eran para Él, para que se diera a conocer a Israel, el pueblo donde Él nació. Y Juan dio este testimonio: he visto al Espíritu bajar del Cielo como una paloma y quedarse sobre Él. Yo no lo conocía, pero Aquél que me envió a bautizar con agua, me dijo también: verás al Espíritu bajar sobre Aquél que ha de bautizar con el Espíritu Santo, y se quedará en Él. Sí, yo lo he visto, y declaro que éste es el Elegido de Dios”. Esta es palabra del Señor, te alabamos Señor y te damos gracias.

Antes de esto había pasado algo, para que nos demos cuenta como andaban las cosas ¿eh?, vos decís: pero ¿cómo, Juan recién en este momento habla de Jesús o con Jesús?, un tiempo antes todavía Juan no conocía, ¿ubican quién es Juan no?, el que nació de Isabel, el Precursor, el que va delante de Jesús. Demoremos un poquito en esto ¿eh?, cuando la Virgen recibe al Arcángel Gabriel le dice: “bendita tu eres entre todas las mujeres, bendito es el fruto de tu vientre…” ¿eh?, se lo dice el Arcángel, María va hasta su prima Santa Isabel que tenía en su seno a Juan el Bautista, el que iba a venir antes que Jesús para anunciar su venida. Por eso, el Juan del que estamos hablando en el Evangelio de hoy es justamente el que nació tres meses antes que Jesús ¿eh?, bueno, cuando María estaba embarazada estuvo en la casa de Isabel sirviéndola ¿eh?, bien.

Entonces, Juan anduvo por el mundo conocido y Jesús también, hasta que hubo
un tiempo en que se rumoreaba ¿no? en el ambiente que Jesús había aparecido pero Juan no lo sabía todavía, no lo conocía, entonces, entonces, manda Juan a uno de los Discípulos para ver si este hombre que andaba recorriendo por allí era Jesús, cuando vuelve el Discípulo le dice a Juan: lo que yo vi es esto, los ciegos ven, los sordos oyen, los tullidos caminan y el Reino de Dios es explicado a los pobres, a los enfermos. Cuando Juan escucha esto del Discípulo, dice: no me quedan dudas, éste es Jesús, el Enviado de Dios, el Mesías.

Les repito, el Discípulo le dice: lo que yo vi es que: los ciegos ven, los sordos oyen, los tullidos caminan y la palabra del Señor es explicada a los pobres, especialmente los enfermos, quién más pobre que un enfermo ¿no?. Entonces Juan dice: sí, efectivamente éste es Jesús, no tengo ninguna duda, ¿por qué?, porque Jesús viene al mundo, enviado por su Papá, Dios Padre, ¿para qué?, para hacer esto que les estoy diciendo: sanar los enfermos, expulsar los demonios y resucitar a los muertos. Por eso cuando un Discípulo pregunta: Señor vos nos mandás a tierras lejanas pero ¿y cómo van a conocer que somos tus Discípulos Señor?, y Él le contesta simplemente: y porque se aman y curan a los enfermos, expulsan a los demonios y resucitan a los muertos y la palabra del Señor es explicada a todos los hombres, especialmente los pobres y los enfermos ¿eh?.

Por eso el Señor vino a la Tierra, Dios Padre manda a su Hijo a través de la Virgen María, lo que festejamos en Navidad ¿no es cierto?, y después de Navidad, treinta y tres años cuando Jesús empieza, a los treinta Jesús empieza a predicar y luego al tiempo muere. Algunos dicen que anduvo ocho meses, otros nueve, pero Juan, el Discípulo amado de Él, dice que Jesús anduvo tres años recorriendo todos los lugares estos de Israel, ¿por qué hay diferencia?, porque los datos históricos siempre son a veces no, no muy justos, no hacen a lo esencial, pero lo que pasa que los tres primeros Evangelios fueron publicados en el año 60 de nuestra era, mientras que el Evangelio de San Juan en el año 98, casi cuarenta años después, porque San Juan vivió, lo comprobado es 115 años pero parece que vivió mucho más.

Bueno, retomamos totalmente el Evangelio de hoy pero teníamos que conocer este dato porque sino se nos perdía esto que es fundamental saber de dónde había aparecido Juan ¿eh?, cuando llega Jesús al Río Jordán, entra al agua y le dice Juan: vení a bautizarme, Juan lo hace y en ese momento ve que se abre el Cielo y se oye una voz y el paso o la bajada de una paloma y se oye la voz como les dije, que decía: “he aquí Mi Hijo en el cúal tengo puestas todas Mis complacencias”, es decir todo mi gusto, mi alegría, todo mi amor ¿eh? decía el Padre, entonces Juan decía: yo lo bautizo con agua pero Él bautizará con agua y fuego, ¿a qué se refería?, el fuego hace referencia al Espíritu Santo, que es Dios también ¿eh?, por eso cuando ustedes llevan a los niñitos para bautizarlos ¿eh?, se los bautiza con agua y fuego, ¿qué quiere decir?, esa criaturita recibe todos los dones, todas las virtudes, todo lo que el Espíritu Santo le da, todo ¿verdad?, eso hay que tener conciencia y los padrinos del Bautismo también y sentirse como si realmente ese día hay una enorme fiesta porque este chiquitín recibió el Espíritu Santo, se vuelve a repetir lo del Río Jordán, pero aquí es con agua y fuego ¿mmm?.

¿Qué pasa con nosotros después?, y lo que la vida permite, la familia, la sociedad que nos rodea, todo lo que la Escuela, todo y después cuando llegamos a grandes nos damos cuenta que de aquello que nos dio el Señor en el Bautismo conservamos algunas cosas, el resto la fuimos perdiendo por el camino por padres que no entendieron, por maestros que cualquier cosa era primero antes que hablar del Señor, por la sociedad que nos rodeó, por los informativos que escuchamos, por todas las cosas que pasan en el mundo y llegamos a grandes con algo nada más, ese algo ¿qué es?, lo que pudimos conservar, todo lo que el mundo nos quitó, porque como dije antes que el Señor nos miraba, nos infundía el alma y nos amaría para siempre ¿eh?, el Señor nos da todas las posibilidades.
Ahora, que esas posibilidades se puedan desarrollar o no hay mucha distancia… (se escucha una interferencia)…, depende de la familia, los padres, todo ¿eh?.
Porque el niño resuelve la mayor parte de las cosas de su vida de la cero hora hasta los seis años, más adelante también pero lo que pasa en esos seis años, en los nueve meses y hasta seis años es definitivo en la vida del ser humano, miren la importancia que tiene un niño como para preocuparse de veras en su educación y en el trato que uno tenga con él ¿eh?, resuelve todo hasta los seis años, es decir, quedan grabadas en él como en un Cd todas las cosas que le puedan pasar… (se sigue escuchando el ruido)…, cosas que va a usar después él ¿mmm?… (sigue el ruido)…, Jesús diría: estos aparatos, no funciona bien hoy, bueno tengamos paciencia ¿no?, pero como alguien decía: yo tengo paciencia pero ya quiero tenerlo, bien.

El Evangelio de hoy entonces nos muestra y nos da a entender todas las maravillas que vive el Señor al ser bautizado por Juan ¿verdad?, no fueron muchas las veces que Jesús conversó con Juan, no, pocas veces, pero los dos vivieron haciendo lo mismo ¿eh?, San Juan como el Precursor, el que se adelanta a Jesús para anunciarlo, dice: hagan penitencia, hagan las cosas bien, pórtense bien muchachos porque va a venir alguien que realmente es el Enviado de Dios, bueno.

Esto es lo que contiene el Evangelio de hoy y nos da a conocer hasta qué punto las cosas que pueden pasar en nosotros cuando recibimos el Espíritu Santo, uno lo recibió en el Bautismo y ya está, si lo recibió en el Bautismo pero uno puede renovar las promesas del Espíritu Santo todos los días, absolutamente todos los días o todas las noches o cuando quieran, por eso es tan bueno tener grabado como se renuevan las promesas y a la noche al acostarse o a la mañana al levantarse escuchar esas palabras de renovación en nosotros de la llegada del Espíritu Santo, que es Dios también y es la voz con que nos habla Jesús ¿eh?, tercera persona de la Trinidad y Dios mismo.

Yo a veces aclaro muchas cosas porque es necesario, el Señor me lo indica. También el Señor me indicó que cuando uno se le seca la boca hay que decir diez veces: tengo la boca llena de saliva, diez veces y vuelve la saliva, fíjense como funciona la mente del ser humano ¿mmm?, tengo la boca llena de saliva, pero no me voy a poner a decirlo acá ¿no es cierto?, entonces tomo agua, pero cuando uno se le seca la boca diez veces lo dice y directamente los mecanismos de la mente hacen que uno tenga saliva en la boca, como ven ustedes Jesús está en todo, no se pierde ningún detalle, bien.

Entonces, hemos venido desde lejos, no tan lejos y cerca, para estar aquí en la Casa de Papá y de Mamá, por todo lo que necesitamos pero ahora que estamos aquí nos damos cuenta que además de eso, con todo lo que tenemos, con todo lo que nos pasa, con todas las cosas que hay latiendo dentro de nosotros, también tenemos tanto para agradecer porque los seres humanos normalmente ¿qué hacemos?, contamos las cosas que nos faltan pero nunca contamos todo aquello que tenemos ¿eh?, uno se lamenta siempre lo que le falta pero no cuenta todo lo que tenemos ¿eh?, entonces, por eso, es cierto que vinimos a pedir pero también a dar gracias al Señor por todo lo que nos pasa, todo lo que tenemos, todo lo que somos, haber sobrevivido a todos estos años, haber podido hacer tantas cosas, es decir, siempre hay motivos para agradecer.

Señor de la Misericordia, vos estás presidiendo esta asamblea de hermanos, estás parado ahí al frente junto con todos los Santos, mientras la Virgen está pasando por cada uno de ustedes dándoles la bendición ¿mmm?, bien. Jesús está rodeado por los Santos San Pío de Pietralcina, la Madre Teresa de Calcuta, Santa Faustina, por supuesto en cada puerta, en la de la izquierda el Arcángel Miguel y en la derecha Rafael, es el Patrono de los enfermos, también está Santa Rita, Santa Teresa de Ávila, un montón de Ángeles, también está el Padre Gabriel, que aquí debe haber alguien de Teodelina, allí vivió el Padre Gabriel, está aquí con nosotros también ¿eh?, ese sacerdote que murió jovencito en un accidente de treinta años, bueno, está lleno de Santos, muchos más, San Agustín, los tres Francisco, de Asís, de Sales y Javier, todo lleno está, no solamente yo lo estoy viendo sino muchos de ustedes también y además lo que digo siempre: estamos respirando el mismo aire que respira el Señor y los Santos, ya eso sería suficiente para no pedir nada más e irnos a casa gustosos por haber sido sanados por el Señor, porque pueden quedarnos dudas, ¿puede quedarnos alguna duda cuando hemos respirado el mismo aire que respira el Señor?, ¿puede quedarnos duda de que eso basta para sanarnos?, porque los milagros mis queridos se da simple y sencillamente por creer en el Señor, totalmente, si alguien dice: no me he sanado o por qué no termino de sanarme, piense: no estoy creyendo lo suficiente, no, porque el que cree recibirá del Señor todo lo que… (se dio vuelta la cinta y se termina la grabación)….