Mensaje del 05 de Marzo de 2007

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Hoy en este día has visto con claridad cuántos hay que peregrinan sin saberlo hacia la Jerusalén Celestial, llevando la pesada carga de las cosas cotidianas. Mensaje del 05 de Marzo de 2007

Habla Artemio:

05 de Marzo.

Dice Jesús:

Que desprovisto está el mundo, nadie quiere poner el oído y otros tampoco saben poner el oído a los problemas y a los dramas de los demás, por una razón tan simple, porque no se los ama, porque podemos ser los seres humanos enérgicos, firmes, decididos, podemos a veces ser hasta un poco duros pero no por eso dejar de poner el oído a aquél que tiene un drama para contarnos.

Hoy en este día has visto con claridad cuántos hay que peregrinan sin saberlo hacia la Jerusalén Celestial, llevando la pesada carga de las cosas cotidianas, de una salud mala, de las incomprensiones, de una vida chata y sin sentido, arrastran cruces que vienen de los antepasados, muchos hay que no tienen una inteligencia que les llega a la normalidad.

Para usar términos concretos y para usar palabras que vos usaste, ya desde hace tantos años, una forma de medir la inteligencia se daba en un puntaje de noventa, es una forma entre tantas, entre tantas, pero muchos de los que llegan a Mi Casa, acá, están dentro de los fronterizos pero no llegan a noventa, es decir, tomemos noventa como un número de referencia, pero hay distintos, distintas graduaciones respecto a los diversos aspectos de la personalidad, en algunas cosas sí noventa o menos, pero en otras muy poca. En cuanto a la madurez afectiva, bueno, allí sí que estamos mal porque aunque muchos piensen otra cosa, una gran mayoría no supera los cincuenta o los cuarenta o tal vez menos, muchos por herencia, otros por la cultura que los sustenta, otros por los hogares en donde nacieron, otros por el ambiente en que los rodeó, en los que estuvieron inmersos, por tantas cosas.

Entonces, cuando vos decís por ejemplo que hay que encontrarle un sentido a la vida sino no es fácil derrotar las enfermedades, cuando vos decís por ejemplo que las cosas diarias tienen que tener sentido, motivaciones, intereses y ganas en todos los órdenes, pero a todos aquellos que en esta escala que conjeturamos ¿cómo es posible en todos ellos? ¿eh?, o en la mayoría de ellos.

Tal vez uno está delante de un profesional y un profesional tal vez con fama de hacer bien, bien las cosas y nos encontramos con que ese profesional afectivamente no supera los diez años de edad cronológica y mucho menos afectiva o mental, mental sí pero no afectiva ¿mmm?.

Entonces, cómo es posible establecer ciertos códigos o ciertos parámetros en alguien que a lo mejor realiza una operación, digo sobre un cuerpo humano con conocimientos profundos y éxitos indiscutibles, pero ¿qué ocurre?, ese mismo hombre cuando va a tratar la intervención o cuando va a cobrar sus honorarios está procediendo como un vampiro o casi porque toda la salud que le dio con la intervención quirúrgica se la está quitando pidiéndole que le retribuya con mucho más de lo que la persona puede darle, es como si se le estuviera pidiendo hasta la propia sangre.

Ustedes dirán: pero ¿y esto por qué?, el Señor hace razonamientos así hasta casi crueles, ¿es que es otro el mundo en que viven?, ¿es otro el mundo?. Entonces, a ese mundo es que Yo dirijo Mis palabras, a ese mundo tan difícil y tremendo, por eso Artemio padece todo lo que padece, por eso Artemio tantas veces está tentado de decir basta, por eso Artemio le es tan pesada la carga que Mi Mamá y Yo le hemos puesto sobre los hombros, tan pesada que a veces lo aplasta.

Pero hombres de todas las latitudes, porqué no le vienen a ayudar a este ser que, que si lo elegimos es porque entendió, comprendió, supo discernir y está en esto, no sea cosa que se nos diluya, no sea cosa que nos pierda la razón, no sea cosa que quede tirado a la vera de cualquier camino porque ya no puede vivir entre los hombres, ahora estoy hablando de él pero podría hablar de otras personas también y todo siempre en referencia a cómo enfrentar un mundo tan hostil, tan cruel para humanizarlo. Justamente cuando se tiene el ataque cotidiano, sistemático, profundo, torpe o sutil de aquellos que dicen tener la exclusividad del amor, la exclusividad de Dios, la exclusividad de todas las cosas buenas.

Cuántas veces conversamos con Mi Padre y este amor que nos sustenta, que es el Espíritu Santo, que es también Dios, y tratamos estos largos temas, por supuesto, convencidos con una total esperanza en todas las posibilidades que tienen los hombres. Atendiendo a lo que dijimos antes ustedes dirán: pero hay que tener en ese bendito cuadro de noventa, hay que tener eso para, no, no estoy diciendo eso, porque muchas veces tantos que están debajo, en un número muy bajo dentro de esa escala tal vez tengan criterios o formas de manejarse en la vida que son mucho mejor que aquellos de noventa o que han sobrepasado largamente los noventa, pero el Señor nos libre de aquellos sobre dotados que están deshumanizados aquellos que hasta llegan a ciento cuarenta o más, para usar números nada más, no es definitivo esto, pobre si están deshumanizados porque realmente son lobos del hombre, si están humanizados son verdaderos hombres maravillosamente provistos para todo lo mejor, pero no son tantos ¿eh?, no.

Padres, madres, hombres de todas las latitudes, personas que dirigen, personas que tienen influencias sobre los demás, los hombres tienen que formarse totalmente, es importante conocer las cosas del mundo, pero más importante que todo eso es educar su corazón, para que estén siempre a la altura de las circunstancias, eso es lo que falla en el mundo, muchas veces inteligencias muy lúcidas y corazones egoístas, opacos, duros como piedra, sí, entiendan este problema. Los niños deben ser educados desde muy pequeños en el respeto y el amor por la vida, en todos los órdenes.

Por todo eso Mi querido, cuánto te has desvivido vos a lo largo de los años y mucho quedó por supuesto, pero tantas piedras en el camino como alguien dijo una vez, creo que Yo tomé de alguien esas palabras: tantas piedras que se podría construir otra muralla china, dicho en sentido figurado por supuesto.

Los amo tremendamente, los amo mucho, estén como estén, sean como sean, hagan lo que hagan y estén ubicados en cualquier lugar de esa escala de la que hablamos, porque fue nada más una forma de decir para poder explicar mejor.

Amén.