Mensaje del 21 de Mayo de 2006

Si no se nutren del Espíritu no entenderán la Misericordia.

Mensaje del 21 de Mayo de 2006

Habla Artemio:

21 de Mayo de 2006.

Dice la Virgen:

Cuando les hablé la última vez ayer, les cité a San Juan de la Cruz y Santa Juana de Arco, pero mañana tienen la celebración de Santa Rita de Casia, pobre Santa Rita, cuánto tuvo que padecer por tantas incomprensiones.

Por qué cuando se tiene delante alguien que uno, de alguna manera, se da cuenta que está más cerca del Señor, al menos en apariencia, ¿por qué no se le toma de otra manera?, y sobre todo en las opiniones, es preferible guardar silencio y no pontificar sobre todas las cosas como si uno fuera el sabio entre los sabios.
Mis hijos queridos de todas las latitudes, entiendan aquellos que miran las cosas tan subjetivamente y desde un agujerito muy fino, ¿hace falta que les diga que tengan en cuenta que a lo largo y a lo ancho del mundo hay mucha Santidad?, mucha Santidad en los hombres que se dedican al Señor consagrados y en aquellos que sin consagrarse también se dedican al Señor, a llevar la Buena Nueva, la Buena Noticia de la palabra.

Les pido Mis queridos, que antes de decir otra vez un Ave María piensen en estas palabras que les estoy acá diciendo en este día, porque si ustedes siguen en la tesitura de ver las cosas como quieren es preferible que no me recen porque el Ave María tiene presente aquella expresión Mía: “he aquí la esclava del Señor, hágase en Mi según tu palabra”, y también: “Mi alma alaba al Señor y se alegra Mi Espíritu en Dios Mi Salvador”, pues bien, no creen que antes de seguir habrá que pensar un poquito hasta que punto todos aquellos que miran desde lo alto, porque nunca han bajado, no me recen Ave Marías sin antes pensar que hay detrás de todo eso y además digan que la Misericordia de Mi Hijo es muy grande pero hay seres que al decir algunas oraciones las están ensuciando, es como si me obligaran a Mi y a Mi Hijo a convivir en un estercolero.

No estoy cansada porque también a Mi me nutre la Misericordia pero muchos hombres sí están cansados, ¿saben?, ellos piensan: mi tatarabuelo padeció esto, mi abuelo también, mi padre por supuesto y yo lo sigo padeciendo y el futuro de mi hijo, de mis nietos o bisnietos también lo van a seguir padeciendo, ¿por culpa de quién?, de aquellos que no escuchan el Espíritu del Señor.

Si no se nutren del Espíritu no entenderán la Misericordia.

¿Qué vine a hacer Yo aquí hace once años?, con Mi Hijo acampamos para quedarnos y darle al mundo estas palabras y hacerles entender que solamente con la Misericordia, es decir el amor obrando podrán salvarse y salvar el mundo, incluso de cosas horribles como muchas de las que estamos viendo, ¿o ustedes qué creen?, por cada ser que cierra sus ojos que esperó una redención que no le llegó de ninguna parte, cada hombre que cierra los ojos en esas condiciones es un clamor que sube y baja y va a derecha e izquierda, es decir llena todos los ámbitos y tienen eco nada más en aquellos que comprenden, que entienden, que están llenos del Espíritu del Señor, el resto juega con la cifra de muertos, juega con los acontecimientos y los da a conocer hasta mostrando a veces una morbosidad que francamente nos da miedo.

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos