Mensaje del 11 de Junio de 2006

Ahora, observando los acontecimientos mundiales muchos esperan que Yo tenga palabras si no para solucionar al menos para explicar las cosas que pasan.

Mensaje del 11 de Junio de 2006

Habla Artemio:

11, 11 de Junio, 2006.

Dice Jesús:

Y así van continuando los Mensajes que les estoy dando a toda la humanidad, por supuesto que son palabras universales, pero siempre tengo presente en el lugar que estoy hablando, con quien estoy hablando y siempre connotaciones referente a esta América en donde estoy hablando, pero repito, estas palabras son para todos los hombres del mundo.

Yo creo que debo hacerles una aclaración, ustedes dirán: cuánto hace que el Señor da Mensajes y, por supuesto los hombres no escuchan tanto, eso es histórico, por lo tanto tener en cuenta que los hombres no han perdido sus costumbres, sus hábitos, sus metodologías, tiene que haber un impacto demasiado grande en un ser humano para que gire muchos grados su vida, ahora ese giro de tantos grados a veces puede ser un poco engañoso porque si sabemos que todo necesita un proceso, solamente borran los procesos los milagros. El milagro altera todo, desencadena todo, es por eso que no todos están en condiciones de apreciar un milagro y lo toman como algo que debió ocurrir, debió ocurrir.

Ahora, observando los acontecimientos mundiales muchos esperan que Yo tenga palabras si no para solucionar al menos para explicar las cosas que pasan, pero están demasiado acostumbrados a una manera de enfocar las cosas que están esperando, los hombres en general, así como un papá llega al hogar y pone orden que Mi palabra ponga orden, la verdad es que si uno piensa así no ha entendido, porque entrar en la dimensión sobrenatural incluye necesariamente mirar las cosas, los hombres, los acontecimientos de una manera muy diferente.

Voy a ser más claro, como el hombre piensa que lo peor que puede ocurrirle es la muerte entonces como en el mundo sobreabundan las muertes en todos los países, entonces están razonando como si les faltara la tierra debajo de los pies y no es así. Los hombres siguen usando su libertad como les gusta y también como les permiten los condicionamientos de todo tipo, pero la Misericordia Mía tiene otros caminos; nadie puede alegrarse por la muerte de un niño, pero las circunstancias naturales, factores hereditarios, congénitos, hacen que muchos niños mueran y además de los factores que dije: el hambre ¿no?, pero ¿qué es lo que hace el Señor ante la muerte de un inocente?, observa como es que esto ocurrió viendo como el hombre usó su libertad o entró dentro del engranaje de la vida y Mi Misericordia le da a ese niño tanto como si hubiese podido lograr su auto proyecto o el proyecto que Yo tengo para todos los hombres, ustedes dirán: es una buena excusa, no, cuando ustedes lloran a un niño o a un adulto o a quien quieran ahí estoy Yo también llorando, conmovido por lo que está pasando, pero a los hombres les falta tener en cuenta que eso no ocurre solamente con la especie humana, ocurre con la especie vegetal y animal.

Ustedes dirán: entonces el pez grande se come al más chico y el más chico si vive, sin que lo agarre el pez grande, se come a otro más chico y así seguimos una cadena, pero deben entender que desde los tiempos más lejanos las cosas se van dando de una manera, no fácil de entender por los hombres, no fácil de entender.

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