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Mensaje del 24 de Enero de 2006

Toma Mi nombre en este día, 24 de Enero, toma Mi nombre y decí las palabras de Habacuc, y está dirigida a todos los pueblos de la Tierra, a todas las Naciones.
Mensaje del 24 de Enero de 2006

Dice Jesús:

Toma Mi nombre en este día, 24 de Enero, toma Mi nombre y decí las palabras de Habacuc, y está dirigida a todos los pueblos de la Tierra, a todas las Naciones.

“Pobre de quien amontona lo que no es suyo y se lleva prendas empeñadas. Se levantarán quienes te pidan cuentas. Se despertarán quienes te persigan. No escaparás de sus manos por haber despojado a muchos países. Te despojaré a ti todo el resto de los pueblos por haber derramado la sangre, por haber hecho la violencia, contra sus países, sus ciudades y sus habitantes. Pobre de quien gana sin escrúpulos, para poner en alto su hogar y escapar a las desventuras. Al derribar a muchos pueblos, has sentenciado vergüenza para su casa, contra ti mismo has pecado. La piedra de tu muro grita contra ti, y del techo las vigas responden. Pobre de quien construye una ciudad con sangre y funda un pueblo con la injusticia. Así lo ha dispuesto Yahvé, que los pueblos se fatiguen para el fuego, y las gentes se agoten para nada”.

Que estas, Mis palabras, sean oídas por todos los hombres de la Tierra, todos aquellos que construyen siéntanse acogidos por el Señor, todos aquellos que escuchan Mis palabras sientan como el Señor está de vuestro lado, vuestro día será alegre y vuestra noche será placentera.

Pueblos de la Tierra, no se olviden, no se olviden por qué Mi Mamá y Yo hemos acampado en esta pampa gringa y no la dejaremos hasta que todos los pueblos de la Tierra escuchen nuestros Mensajes por la boca de nuestro hijo Artemio.

No dejaremos de repetir las cosas, no dejaremos de pedir justicia. Si observan bien ya ven los signos de los tiempos, lean los signos de los tiempos y todo aquél que ya se da cuenta en su corazón pónganse a disposición del Señor para que le conduzca, invoque al Espíritu Santo que sopla sobre todos, nadie tiene la exclusividad de tener el Espíritu Santo sobre ellos, por eso todos son llamados a la reconstrucción de la Ciudad de Dios , en todos los lugares de la Tierra.

No se olviden Mi queridos, hombres de todas las latitudes, hombres de todos los pueblos, de todas las religiones, de todas las razas, de todos los sexos, no olviden que esta es palabra de Dios, que no les amenaza con nada, sino que les sirve toda su Misericordia, no los asusta con fuego ni con armas, los favorece con su Misericordia, no dejen de oír la palabra del Señor, porque quiéranlo o no después se lamentarán, pero no porque Yo hice algo en contra sino porque la vida misma volverá contra ustedes.

No pueden pueblos de la Tierra edificar sobre la sangre de vuestros hermanos, pueblos de la Tierra no pueden edificar sobre la sangre de sus hermanos ni pueden hacer grandes reuniones pensando en que ayudarán a los menos pudientes cuando todos saben que esas reuniones son para dominarlos mejor.
¿Hasta cuándo vuestros dominios?, observen los grandes imperios, que a pesar de su grandeza cayeron como castillos de naipes, apenas con una ráfaga de viento. La historia les sirve muy bien para ver, no repitan los mismos errores.
Ablanden vuestros corazones, pero vuestros corazones pueblos de toda la Tierra se ablandarán mucho más cuando vean que todos aquellos que levantan su voz para hacer oír Mi voz son hombres justos, humildes, simples y que escuchan Mi palabra, mientras que ahora son muy pocos, contados los que escuchan Mis palabras.

Todo está tan mezclado, tan mezclado, que el pobre hombre común no logra entender por qué tanta barbarie y por qué tanta mezcla de cosas y no puede distinguir el amor del engaño ni la verdad de la mentira.

Amén.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)