Te pido que ofrezcas esto, aunque tomes la medida que tomes, te pido que ofrezcas esto para que hoy se vean muchos milagros en la Capilla, de aquellos que están enfermos y necesitan sanarse.

Mensaje del 17 de Julio de 2006

Habla Artemio:

17 de Julio de 2006.

Señor, quiero decirte que estoy en un tremendo abismo, cómo hacer Señor para perdonar a alguien que sigue haciendo las mismas fechorías de siempre, es muy duro Señor ver cómo muerden la mano que les da de comer y en este momento te digo con sinceridad, que no puedo perdonar, porque vos nos enseñaste que el perdón debía concederse cuando hay el propósito de enmienda, pero en este caso yo no lo veo entonces Señor dame permiso para no perdonar. La estafa en cualquier orden es tremenda y tal vez dentro de una hora o dos uno ya empiece a reflexionar de otra manera pero en el momento duele tanto Señor, ya sé que los dolores de uno comparados con los del resto de la humanidad no son nada y tal vez una consecuencia de dejar hacer y dejar pasar.

Que te voy a decir todo lo que te hicieron a vos sin ninguna culpa, por eso que espero tu Mensaje de este día.

Dice el Señor:

Aquellos que están cansados y agobiados, aquellos que han perdido la alegría, aquellos que se sienten estafados, aquellos que sienten pasar en sus entrañas el cuchillo de la amargura por confiar y ser defraudado y cuando uno les dice algo se ve claramente que incluso quieren hacerle el cargo a uno.

Esto que te digo a vos se lo digo a todos los hombres de la Tierra, cuando padezcan injusticias comparen lo que hicieron con ustedes y lo que hacen con tantos hombres, tantos hombres a lo largo y a lo ancho de la Tierra, eso no quiere decir que duela menos pero. Te pido que ofrezcas esto, aunque tomes la medida que tomes, te pido que ofrezcas esto para que hoy se vean muchos milagros en la Capilla, de aquellos que están enfermos y necesitan sanarse; vos dirás: ¿por qué Señor hay que pagar precios tan altos?, si tu Misericordia alcanza para todo, pero siempre como decía alguien: las injusticias es mejor sufrirlas que cometerlas.

Entonces, en tu nombre Yo ofrezco todo este dolor para colocarlo en el altar del Padre porque no por esto sino por que hay que aprovecharlo, entonces nunca pensar que Yo puedo mandar ciertas cosas para después sacar un beneficio, al ocurrir Yo saco beneficios.

Si, ya sé cómo te sentís, ya lo sé, y ya que estamos en este tema diré algunas palabras de todo el dolor que hay en el mundo, no les voy a decir que ustedes, los hombres, tienen que sufrir como una consecuencia lógica de querer permanecer en la dimensión del Señor. El problema del mal los hombres no lo entienden, los cortajea todo, chupan su sangre y más también de su sangre y hay que seguir, no se puede uno detener. Decía que no es fácil comprender, ¿qué es lo que no es fácil de comprender?, en apariencia muchos encuentran razones, no para justificar sino para explicar, todo el manoseo mundial que hace el país del Norte, es decir quien manda en el país del Norte, no solamente en todo el mundo sino también con las personas que viven dentro o lo que emigran de otros países.

Miremos el mapa de Europa, algunos años o bastante años atrás y lo miramos hoy y está totalmente cambiado, las fronteras ya no son las mismas, los odios ancestrales se pusieron de manifiesto en muchos casos, en otros fácilmente explicables para reorganizarse y seguir viviendo de cualquier forma, los odios entre sí de las distintas etnias son inconmensurables, hasta dentro de los mismo países que creemos muy civilizados, el pertenecer a un lugar o a otro del mismo país tantas veces es motivo de cosas muy graves, pero no solamente esto, miremos todos los países del mundo, sus guerras, sus tiempos de paz, miremos todo, para darnos cuenta que realmente han convertido la Tierra en un valle de lágrimas y muchos se preguntan: ¿qué pasa en el corazón del hombre que no puede distinguir, que no puede discernir y sobre todo que no puede amar?, que es difícil, ya lo sé, que a veces el dolor se vuelve insoportable, ya lo sé, pero sigue siempre vigente Mi expresión de que: “todos los que están cansados, abatidos, desanimados y en apariencia destruidos, vengan a Mí que Yo los aliviaré”.

Tendrá que pasar tiempo aún para ver transformado el corazón del hombre, el hombre de las grandes resoluciones políticas, económicas o de cualquier naturaleza y el hombre común y diario que llora la muerte de su hijo por mala praxis o por ignorancia, todo esto uno se pregunta: ¿sirve para crecer?, sí, es evidente que el dolor es una gran escuela pero no es, no es lo aconsejable ni en uno ni en los demás, ofrezcan todo a Mi Misericordia y confíen ciegamente que aquél que hoy te quitó alegría, confianza, felicidad tal vez se arrepienta y reconozcan, claro que si son personas enfermas que ya tienen su corazón carcomido por las frustraciones, los resentimientos y los dolores de todo tipo, para todos ellos no es fácil, pídanme que les ponga el hombro a las penas, pídanmelo, estoy acostumbrado desde siempre a hacerlo y también antes de morir al llevar el peso de la cruz.