Mensaje del 22 de Febrero de 2005

Habla Artemio:

Normalmente el Señor quiere que me siente ahí pero por algunos motivos hoy no lo voy a hacer, no es por sino porque..., bueno. Calmamos nuestro ánimo porque cuando a veces razonamos cosas que son importantes, nuestra mente anda un poco a los saltos, por una razón muy simple, uno va como seleccionando las ideas para ver con cual me quedo ¿mmm? pero siempre quédense con las ideas de ustedes, no con las ideas de otros ¿eh?.

Señor, este día debe ser muy querido por vos Señor, sí, debe ser muy querido porque hoy han pasado montones de cosas Señor, algunas se pueden contar, otras no, muchas veces si uno cuenta todos los milagros que ve durante el día y todas las gracias no le alcanzaría el tiempo.

Este día Señor y todos los días a que alcance nuestra vida y pensando que vos
dijiste que “cuando dos o más están reunidos en tu nombre vos estás en medio de ellos”, por eso Jesús..., bueno, por ver lo que estoy viendo me he quedado sin voz, yo tenía pensado decir algunas palabras para la sanación que el Señor nos otorga pero tengo que callarme porque el Señor en persona está con nosotros, queríamos hacer la sanación y vino el Sanador, Jesús como el Señor de la Misericordia está allí dominando la escena y sus rayos llegan hasta las personas que están debajo, al lado derecho del Señor está San José, vestido con una túnica marrón, un poco desteñida y algunas partes verdes tiene arriba, sabe estar siempre triste San José pero hoy no, a la izquierda de Jesús está la Virgen, con el vestido amarillo que ustedes conocen, el manto celeste, con la diferencia que el manto de ella es más liviano que el que se ve en la imagen, porque es lo que según tengo entendido las mujeres llaman: tela de gasa ¿no? porque se ve a través y el manto de ella es tan amplio siempre que prácticamente cubre a todo el mundo con el manto. Al lado de la Virgen María está Santa Teresita, me refiero a Santa Teresita de Lissieux, al lado está la Madre Teresa de Calcuta, para nosotros ya Santa Teresa de Calcuta, aunque es Beata ¿no es cierto?, quien no le va a decir Santa estando ahí al lado ¿eh?, siguiendo a Teresa está San Pío de Pietralcina, al lado San Martín de Porres, siguiendo al lado San Benito Abad y siguiendo está mi hermana y mi mamá, ellas son infaltables siempre, vienen a trabajar en equipo conmigo siempre. Al lado de San José está San Artemio, un Santo romano del siglo III, era un general del ejército romano, al lado de él está Emiliano Tardiff, después sigue el Padre..., Emiliano Tardiff es un Sacerdote que murió en San Antonio de Arredondo, después está el Padre Gabriel Guillén, un Sacerdote que murió de treinta años en Teodelina, cerca, al lado está el Cardenal Eduardo Pironio, el que tiene una tumba ahí en la Catedral de Luján, la Basílica de Luján, bueno y siguen otros Santos también ¿mmm?, están un poco desdibujados, cuando los vea más claro les voy a decir, y por supuesto debe ser algún familiar de ustedes también porque hay tanta gente y por supuesto están los Ángeles; ustedes dirán: ¿cómo se nota que son nuestros Ángeles de la Guarda?, por una razón muy simple, como el Señor crea a los Ángeles un Espíritu puro ¿verdad? entonces son casi transparentes, mientras que los niños que fallecen y van a ser angelitos después ¿verdad?, incluso los abortados ¿no? tienen más consistencia su cuerpo porque tiene la parte humana, ahora los tres Arcángeles: Rafael, Miguel y Gabriel, están ahí cerca de San José. Es cierto lo que se dice de San José ¿no? que en el Cielo él no pide, ordena y es el Padre Adoptivo de Jesús ¿no?, así como la Madre, la Virgen es Mediadora de todas las Gracias, San José es Patrono de tantas cosas y el Señor dijo que todos los que visitan este lugar, por el solo hecho de visitar este lugar Él les pone de Protector a su Papá Adoptivo, San José, asi que ya lo saben ¿eh?, bueno.

Todo es una armonía muy grande, una belleza muy grande, los Santos y sobre todo Jesús y la Madre tienen Luz propia, sobre el pecho de la Virgen, digo todo esto porque sé que les gusta que les diga, a ustedes y a ellos, es decir lo que ustedes ven aquí como una paloma, la Madre sobre el Corazón tiene todos ases de luz que parecen una paloma pero son ases de luz y nosotros le damos figura humana como si fuera una paloma ¿no?, siempre hacemos lo mismo, aunque por ejemplo San José tiene en el brazo derecho esas flores que son como una azucenas blancas ¿no es cierto? ¿mmm?, aunque Santa Teresita por ejemplo no tiene como la vemos en las estampitas el crucifijo, tiene flores nomás, una mano está detrás de la Virgen y en la otra tiene flores, rosas, rosas amarillas ¿mmm?, a veces son un poco más claras, hoy son amarillas, ¿qué amarillo?, no hay ningún amarillo aquí de ese color..., bueno. Los colores que tienen todos los que están en la otra dimensión son tan, tan especiales, que no se puede comparar con los colores que nosotros usamos, tenemos o vemos, todo es tan hermoso; ustedes dirán: ¿y si esto es una alucinación suya?, te puedo asegurar que no, porque cuando me he muerto en el mes de junio reconozco las mismas cosas, por eso le preguntaba al Señor: cuándo había empezado la muerte porque como esto lo veía yo ya ¿mmm?, pero fueron entre quince y veinte minutos nada más, tuve que volver, bien.

La Virgen sugiere que cantemos algo y a mi se me ocurre: cantemos al amor de los amores, cantemos al Señor, Dios está aquí, venid adoradores adoremos al Cristo Redentor. Gloria a Cristo Jesús, Cielos y Tierra, bendecid al Señor. Honor y Gloria a ti Rey de la Gloria, amor por siempre a ti, Dios del amor.

Nuestra Madre quiere hablar primero...

Dice Nuestra Madre:

Paz y bien para todos.

Teniendo en cuenta la fecha de este día seguramente ustedes creían que Mi Hijo iba a empezar primero a hablarles pero no, Él quiere que Yo les diga algo.

Primero, todas las cosas que dijiste hoy por supuesto que fueron dictadas por el Espíritu Santo, cruzó por tu mente: ¿hasta la palabra fuerte?, sí, si ustedes hubieran estado junto a Jesús hubieran oído tantas palabras de esa naturaleza, pero es hora que se entienda que las palabras tienen una carga, un contenido y según como se diga y en qué momento valen, también en eso hay que pensar un poco mejor. Yo soy la Madre de ustedes, la Madre de todos y tengan en cuenta que todo el amor que les tengo es tanto, todas las gracias que tengo para repartir, que Artemio está viendo que todos esos canastos llenos que tienen los Ángeles de piedras preciosas son gracias para dar, pero los hombres no creen tanto en que se puedan dar gracias, por eso que las piden mal o no las piden o como decía Santa Teresa: son..., es más el llanto derramado por las gracias concedidas que por las no concedidas, porque a veces los hombres quieren y al tiempo ya no quieren lo mismo.

Tengo que decirles que siempre cuando vine en estos diez años, que se prolongarán indefinidamente hasta que el Padre diga lo contrario, a veces Mis palabras fueron un poco ásperas pero ¿saben Mis queridos?, vuelvo a decir lo que dije hace diez años: “Mi Hijo y Yo estamos cansados de caminar entre las flores que nacen de la boca de los muertos que esperaron una justicia que no les llegó de ninguna parte”. Todos siguen andando su camino y muchas veces ese camino lo viven haciendo, pisando a sus hermanos y eso no está bien. Hay cosas bastante difíciles de entender, tal vez para los hombres, tantos me invocan, tengo tantos nombres en esta América irredenta y sin embargo parecería como si la mayoría me invocara en vano, tantas veces me usan para obtener beneficios de Mí o de Mis Mensajes. Mi hijo y Yo queremos un mundo justo para todos y falta tanto para eso en esta América irredenta, que como les dije tantas veces fue hecha con la cruz y con la espada pero son dos espadas, la cruz tomada al revés también es una espada, hay excepciones por supuesto, pero esas excepciones maravillosas en América fueron acalladas muy rápidamente, porque iba en contra de los intereses de las personas.

Por cada Ave María que digan piensen: cuánto puedo ser justo para un hermano, ¿hay necesidad de que se vayan tan lejos para llevar Mi palabra?, no, Mi Hijo les dijo muy claramente que necesitan estar disponibles nada más porque la Misericordia los lleva adonde Él quiere para hacer las cosas, entonces pueden estar sentados en su casa y estar evangelizando a miles de kilómetros, siempre que estén disponibles, pero tengan la actitud constante, tengan la actitud constante de que la presencia de un cristiano tiene que ser la presencia de la justicia y es preferible a veces hasta que pierdan un lugar de trabajo, la posición social o lo que sea antes de consentir una injusticia.
Aquí se dijo hoy que el Padre pensó de Abraham que era el justo, sí, entonces todas las devociones que ustedes quieran téngalas, son muy gratas para Mí, siempre y cuando esas devociones estén llenas de Mis hijos, sino no me gustan, las Avemarías vacías no me gustan, me gustan las Avemarías llenas de hermanos, las oraciones vacías no hacen nada, quiero que estén llenas de hermanos y si esos hermanos están lejos también.
Tengan a mano siempre un mapa con todos los países del mundo y vayan pasando con vuestro dedito país por país y el mejor regalo que me pueden hacer es poner el dedo sobre un país y decir un Ave María, por ejemplo nombran el país y como si abrazaran a todos los habitantes de ese país dicen el Ave María y otras de las devociones que Yo les dije desde el primer día aquí hace diez años fue la devoción por las almas que están en la oscuridad porque los presentes, todos los presentes tienen algún ser en la oscuridad todavía y como ya lo saben muy bien el que está en la oscuridad no es porque vaya castigado por nadie allí, va allí porque directamente no amó a Dios y no le interesó el Señor, por eso ¿cómo puede ir alguien a un lugar donde no le interesa ir?, no es porque Mi Hijo les castigue, noo, a la oscuridad van las personas porque su vida no condice con el amor.
Entonces, piensen, tienen que preocuparse y ocuparse especialmente por las almas que están en la oscuridad, todos los días, cualquier sacrificio, cualquier cosa o cualquier satisfacción que tengan aplíquenlas por las almas que no amaron a Dios lo suficiente, que por ese motivo están allí, directamente porque como no amaron al Señor, no es que el Señor las castigue sino que no pueden ir, como dije, ante un lugar que no quisieron ir.

Tengan devoción por los Santos, ¿y saben qué me gustaría?, hay una costumbre en la Santa Madre Iglesia, después de muchos años de muerto, cuando ya casi nadie se acuerda, cuando ya no puede ser casi ejemplo veneran a algunas personas, me gustaría más como hacen en otros países que hay personas consideradas Santas y desparraman y derraman tanto amor que cuando están por ahí caminan o se bañan en un río las personas se ponen cerca para recibir el polvo que levantan o el agua que pasa por ellos, aquellos que tienen en sus manos estas cosas recojan esta idea porque es mucho más importante estar cerca de alguien con Santidad porque de esa forma uno se contagia, ustedes dirían: un virus les ataca, sí, el virus del amor. Los Santos no lo son después de muchos años de muerto, como Juana de Arco, quinientos, bueno, también tienen excepciones, Santa Teresa pero, todavía no se le dio el lugar que debería tener, piensen en estas cosas, ¿por qué tuvo que pasar quinientos años para que Juana de Arco fuera venerada como Santa?, es una pena, cuando digo pena estoy diciendo que es una pena la estupidez humana. Esta palabra es un poco áspera pero Yo dije que en este continente irredento muchas de Mis palabras iban a ser ásperas.

Mis queridos, cuánto les amo, entiéndalo, tanto al levantarse como al acostarse, a medio día o a media tarde, a mitad de mañana, cuando se pone el sol, en la media noche o en la madrugada estoy siempre con ustedes, siempre y solamente diciendo Inmaculado Corazón de María como les dije hace tantos años y les repito: “los Cielos y la Tierra cantan himnos de alabanza”, porque con Mi Inmaculada Concepción empieza la historia de la salvación del hombre, Inmaculado Corazón de María, dicho con todo el amor y con todo el fervor pueden sacar una o cientos de almas de la oscuridad porque depende de vuestra actitud, no es difícil acortar las penas de los que allí sufren, sufren por no poder ver al Padre, ustedes saben que hermoso trabajo es contribuir para que vean al Padre, Artemio cuando estuvo de este lado vio montones, montones... (se dio vuelta la cinta) ..., invocando Mi intercesión para que salieran y a todos les pasará igual cuando eso ocurra.

Les amo Mis queridos, lo que puedo decirles es que no hace falta que Artemio hoy de la bendición porque ya se las estoy dando Yo y se las dará Mi Hijo, piensen en ese momento cuando Mi Hijo les da la bendición, en todos las personas que ustedes aman, que no aman tanto, que están muertas, que están lejos, porque todo dolor terminará, toda penuria pasará, solamente con decir: Inmaculado Corazón de María alguien que es temible desaparece con una rapidez pasmosa, Inmaculado Corazón de María, por todo el significado que tiene esa expresión.

Nada mejor que dar esas medallas Mías como Inmaculada Concepción de la Medalla Milagrosa, pero en todo caso Inmaculada Concepción como estoy en este Santuario, esa es Mi mejor imagen, todas son Mis imágenes pero esa es la mejor porque está revelando la historia de la salvación del hombre, allí comienza cuando Yo digo: “he aquí la esclava del Señor, hágase en Mí según tu palabra”, que lindo Mis queridos si pudieran decir todas las mañanas y todas las noches: he aquí la esclava o el esclavo del Señor, hágase en mí según tu palabra y no tengan ningún miedo a nada ni a nadie, no tengan ningún tipo de miedo, porque todo peligro desaparece ante la imagen de la Inmaculada Concepción, todo, acuérdense siempre, Inmaculada Concepción, Inmaculada Concepción de María, solamente al decirlo los Ángeles entonan himnos de alabanzas y toda la creación está hirviendo de amor.

Ahora Mi Hijo quiere decir algunas palabras para todos los hombres del mundo, porque todas las apariciones Mías en todos los lugares que dicen en este momento son apariciones personales, muy loables pero personales, las palabras de Mensajes para todos los hombres del mundo están dadas en Medjugorje y en este lugar, no en otro, por más que digan otra cosa, son cosas muy personales y muy normales por otra parte, porque lo lógico sería que escucharan Mi voz y vieran Mi presencia en todos lados, todos los días, me parece muy natural y maravilloso. Después les canto.

Dice Jesús:

Le dije a Mi Mamá que dijera unas palabras pero dijo unas cuantas.

Paz y bien Mis queridos, paz y bien.

Es un día muy especial este porque los hombres recuerdan apariciones sobre o referente a Mi Misericordia y entiéndanlo bien, todo lo que se pueda decir, todo lo que se pueda decir importante nada hay tanto como hablar de Mi Misericordia y acostúmbrense a hablar de la Misericordia de Mi Papá, la Misericordia Mía y la del Espíritu Santo, que es lo mismo pero no es lo mismo porque somos distintos siendo uno mismo.

No se ofendan si les digo que los hombres todavía no entienden Mi Misericordia porque sino ya vivirían de otra forma, no, por eso en este lugar Mi Mamá viene como Mensajera del Espíritu Santo para que ustedes invoquen al Espíritu Creador y así poder entender cada día un poquito más lo referente a Mi Misericordia.
Ya pasaron dos mil años de Cristianismo y tantos del Antiguo Testamento y de la Misericordia se sabe muy poco todavía y es lo principal, todo gira alrededor de esto, nada hay importante que no sea el amor del Señor, ese amor que les tengo desde siempre y para siempre como Mi Papá, el Espíritu Santo el amor entre ambos que es Dios también.

Repasen por ahí en sus escritos cuáles son las obras de la Misericordia, repasen las Bienaventuranzas, repasen otra vez la Parábola del Buen Samaritano, lean con mucha atención y con el corazón la resurrección de Lázaro, traten de entender el diálogo nuevo que inicia el padre con el hijo pródigo, deberían conocer de memoria el Magnificat de Mi Mamá porque prácticamente todo el Cristianismo se resume en eso. Insisto con las Bienaventuranzas, insisto con las obras de Misericordia, insisto tanto con el Evangelio de este hijo Mío querido, San Juan Evangelista, todos son preciosos pero ustedes saben cuánto amo Yo a Mi Mamá y si San Juan no hubiera dicho que está Mi Mamá al pie de la cruz ¿ustedes qué pensarían de Mi Mamá?, ¿qué pensarían Mis queridos?, una Madre que no está al pie de la cruz de su Hijo cuando muere, pero no nos pongamos a revisar por qué los demás no lo dicen, valórenlo a San Juan por decir sin ningún problema todo lo referente a Mi Mamá y además fíjense muy bien cuando en las Bodas de Caná de Galilea Mi Mamá me ordena que realice el milagro y ese milagro de las Bodas es la Boda Mía con los hombres, Mi Boda con los hombres, Mi unión eterna con los hombres y Mi Mamá la está ordenando cuando todavía Yo creía que no había llegado Mi hora.

Esta expresión de Mi Mamá en las Bodas de Caná tendrían que servir para millones de hombres que no la quieren tanto a ella o no la quieren directamente, tendría que servirles para empezar de nuevo en todo, porque quien no entendió el amor de Mi Mamá, quien no entendió a Mi Mamá tan poco entendió de Mí, quien venera Mi sangre y adora Mi sangre y no se acuerda de Mi Mamá ¿qué está haciendo, si la mitad de Mi sangre es de ella?, ¿quieren que se lo repita?, la mitad de Mi sangre es de Mi Mamá , quien adora Mi sangre y no la quiere a Mi Mamá tampoco me quiere a Mí y son tantos Mis queridos.

Como antes le hacía decir al Espíritu Santo: tienen que tener una fe adulta porque en estos dos mil años no se creció tanto, la conversión es muy poca, siempre nos estamos quedando con las apariencias y no con el jugo total de las cosas, como ustedes dicen en la pampa: el meollo, el meollo ¿mmm?, o como ustedes dicen en la pampa cuando algo no se hizo bien, ustedes dicen: no se puso toda la carne sobre el asador, quien no conoce y no ama a Mi Mamá así es, no puso toda la carne en el asador. Si estuviera en algún lugar lejano de Oriente usaría expresiones de allá pero acampado aquí en la pampa gringa junto a ella tengo que usar expresiones nuestras y digo nuestras porque aquí vine y aquí me he quedado, aunque estoy en todo el mundo pero aquí me he quedado, porque dije desde el primer día: aquí estoy acampando con Mi Mamá y como cincuenta veces le dijeron: acampar no es ir de visita es quedarse.

Por eso, si les resulta grato díganle a aquellos que quieren oírlo y a quien no quiere oírlo: estuve allá en el lugar donde el Señor acampó, donde me está enseñando a poner toda la carne sobre el asador, donde me está enseñando que no es pa’ todo la bota de potro como dicen en la pampa, queriendo significar por eso que un amor comprometido conmigo tiene que ser transformador sino no es amor, un amor comprometido conmigo tiene que ser justicia hacia todos lados pero especialmente en cada uno sino no, seamos honestos, directos y concretos. Mis queridos, les dije: ahí está Mi Mamá, para que ella les ayude inspirándoles con el Espíritu Santo para conocer Mi Misericordia, así como en las Bodas de Caná ella dice: “hagan lo que Él les diga”, bueno, ahora les estoy diciendo: pídanle a Mi Mamá que les nutra del Espíritu Santo para entender Mi Misericordia.
Recién he citado algunos pasajes del Evangelio y algunas otras lecturas, hoy he dicho eso, no quiere decir que otro día no pueda decir otras como otras veces lo hice. He recalcado sí el Buen Samaritano, el diálogo nuevo del padre y el hijo que volvió, estas cosas piénsalas después a solas, piénselas y detrás de cada una de ellas hay un mundo, así como detrás de aquello: “Mi alma engrandece al Señor y se alegra Mi Espíritu en Dios Mi Salvador porque fijó los ojos en la pequeñez de su esclava”, hagan carne de ustedes esto, hagan carne en ustedes las palabras de Mi Mamá: “he aquí la esclava del Señor, hágase en Mi según tu palabra”, el resto..., el resto se dará por añadidura, busquen la Misericordia del Señor, el resto se les dará por añadidura.

Quién podría sospechar que ya pasé sanando todo lo de ustedes, de los que ustedes aman, de todos, han respirado el mismo aire que Yo respiro, el de Mi Mamá y el de los Santos, de los Ángeles y de vuestros familiares que están también acá, ¿quién puede dudar?, y sé que Artemio ni se atreve ni por casualidad a dar bendiciones después que la doy Yo, por eso Mis queridos, lleven a los cuatro vientos esta noticia, el Hijo de Dios y Dios mismo nos ha bendecido y nos ha sanado, no solo a nosotros sino a siete generaciones más, es decir siempre y además pongo sobre vuestras espaldas que sean Mis discípulos y lleven Mi palabra, poquito o mucho, enorme o chiquito pero lleven Mi palabra y ahora sí, con toda la fuerza y poder del Hijo de Dios y Dios mismo les digo a todos, reciban la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Mi Mamá quiere decirles como les dice todas las noches cuando ustedes se van a acostar y que lo tiene por costumbre aquí...

Dice la Virgen:

Arrorró mi niño, arrorró mi sol, arrorró pedazo de mi corazón.

Sí Mis queridos, los tengo en Mis brazos, son chiquitos, todos son pequeñitos, los tengo en Mis brazos Mis queridos, escuchen Mi voz, hoy y siempre: arrorró mi niño, arrorró mi sol, arrorró pedazo de mi corazón.

Amén.
Habla Artemio:
Cantemos al amor de los amores, cantemos al Señor, Dios está aquí...