Mensaje del 16 de Febrero de 2005 (3º)

Cuando Yo expresé que todo iba a ser hecho nuevo en la Tierra y en el Cielo nadie creyó, excepto vos y tantos te mal quistaron que en algún momento se filtró alguna idea contraria, pero también dijiste con otro Profeta: “me has seducido Yavé y me dejé seducir, me has tomado, me has podido”.

Mensaje del 16 de Febrero de 2005

Habla Artemio:

Y como está el Señor con nosotros ya le vamos a escuchar qué es lo que quiere decir.

Hoy es tanto como 16 de Febrero.

Dice Jesús:

Paz y bien a todos.

Me parece muy sugestiva la historia de este hijo Mío, sí, él le creyó a Mi Papá, me creyó a Mí y por eso pasó todo lo que pasó y sigue pasando todo lo que pasa y si bien te hice ver algo hoy, salvando las distancias y las diferencias, aquí en este lugar ya hace diez años, teniendo todo en contra donde no había de dónde tomarse, dónde hacer pie, sin embargo vos me creíste.

Cuando Yo expresé que todo iba a ser hecho nuevo en la Tierra y en el Cielo nadie creyó, excepto vos y tantos te mal quistaron que en algún momento se filtró alguna idea contraria, pero también dijiste con otro Profeta: “me has seducido Yavé y me dejé seducir, me has tomado, me has podido”, y así están las cosas. La historia nunca se repite porque siempre es diferente pero hay puntos de contacto, hay líneas en común, hay cosas similares sobre las cuales apoyarse y les propongo desde hoy que todas las Revelaciones dadas en estos años sean leídas teniendo en cuenta la historia de Abraham y Sara, Agar e Ismael, Isaac y también aquello tan sugestivo de querer contar las estrellas y no era posible, entonces aunque Yo iré diciendo muchas cosas pero el resto tienen que ir deduciéndolo ustedes; es decir, todas las cosas se vieron desde siempre pero parece que diez años son necesarios porque es una distancia prudencial para mirar las cosas y los acontecimientos.

Esto así que parece una historia trasnochada, tiene una vigencia Yo diría, salvando la distancias y las diferencias, como la historia de Abraham, si bien se recogen en el Génesis todas las luchas internas de Abraham, si bien se tienen en cuenta por todas las que tuvo que pasar este hombre, en general se dice muy poco o nada de todas las vicisitudes de su alma en situaciones como las que tenía que afrontar. Saquen ustedes sus propias conclusiones.

Es cierto que para ver como cierran todas las cosas, los círculos habría que leer o enterarse de un tirón de diez años de Mensajes y Profecías, de Revelaciones, pero sin tenerlo eso también es posible. Cada uno de los protagonistas de esta historia tendría que buscar puntos de contactos o con quien identificarse con todo lo que rodea Abraham y Yo confío en que un discernimiento profundo con un corazón muy generoso como el de Abraham va a ser posible sortear todos los obstáculos, ¿entre quienes?, entre la realidad de los Mensajes y Profecías y el poder Religioso que no entiende nada. Estoy hablando del poder Religioso porque muchos en el llano entienden todo y justifican todo pero aquellos que tienen que resolver, porque lo hacen en base a esquemas totalmente caducos les resulta imposible definirse y decidirse, por supuesto también entender, porque no atienden la evidencia de todo el Mensaje.

“Felices aquellos que ocurra lo que ocurra tienen la simplicidad de las cosas humildes y llevan a su corazón toda la verdad y se identifican con ella; no tan felices aquellos cuyo corazón parecería incapaz de ver claro hasta las cosas más evidentes, claras, distintas, pero como Yo soy un Dios rico de tiempo, para usar una frase hecha de alguien que amo mucho, como Yo soy un Dios rico de tiempo no tengo ansiedad porque sé que todo se cumplirá inexorablemente.

Es cierto, que para que exista Abraham tuvo que existir un Creador de Abraham y de todo su entorno, pero también hubo la necesidad de la disponibilidad de Abraham para decir que sí y todo esto no cierran diez años de especulaciones, no, abren muchas más, pero mientras los corazones no funcionen a pleno, mientras muchas mentes estén resecas del amor necesario para entender las cosas esenciales, como consecuencia va haber avances y retrocesos, subidas y bajadas, adentrarse y huir. Por eso, les propongo esta historia, porque van a sacar tantas conclusiones, no así en forma concreto ustedes en particular sino todos aquellos que dicen tener el poder para decidir.

Es por eso que al identificarse cada uno con los personajes tenemos que pensar como fueron, porque tal vez nosotros, es decir los que viven en este momento, algunos sobre todo, tendrán más de una oportunidad para identificarse.
Por hoy es suficiente, ¿hacía falta que pasaran diez años para esto?, sí, por supuesto, aunque Abraham, desde el primer momento dijo que sí.

Amén.

Habla Artemio:

Cantemos al amor de los amores, cantemos al Señor, Dios está aquí, venid adoradores adoremos al Cristo Redentor. Gloria a Cristo Jesús, Cielos y Tierra, bendecid al Señor. Honor y Gloria a ti, Rey de la Gloria, amor por siempre a ti, Dios del amor.

En tu nombre Señor, este día que ya está terminando, uno no puede menos que hacer lo que hicieron los Discípulos que te acompañaron Señor en el camino hasta Emaus, ellos no te conocían Señor durante el viaje por eso cuando llegaron a la entrada del pueblo vos amenazaste con seguir de largo pero ellos te dijeron: “entrá a quedarte con nosotros” y vos entraste a quedarte con ellos. No importa Señor que ellos no te conocían, después cuando estaban en la Cena y vos partiste el pan allí te conocieron, se dieron cuenta, y decían tal vez, tal vez un poco arrepentidos o con cargo pensando que como era posible que habiéndote tenido tan cerca no se hubieran dado cuenta pero cuando se dieron cuenta ya era tarde porque vos habías desaparecido.

Bueno Señor, nosotros somos en esta noche los compañeros, los discípulos que fueron con vos hasta Emaus y nosotros esta noche Señor queremos ser los discípulos que te dicen: entrá Señor a quedarte con nosotros porque ya es tarde y la noche está cargada de peligros, ¿qué te estoy queriendo decir Jesús?, que atiendas todo lo referente a nuestras vidas, cada uno aquí adentro, excepto este niño, tiene su trama personal y queremos tener la valentía de los compañeros de decirte, quedate con nosotros pero nosotros ya sabiendo que sos vos Señor el que está siempre siguiendo nuestros pasos pero parecería que aunque uno hizo tantas veces lo mismo tal vez lo tenga que hacer hoy de nuevo pero en serio, en serio, para poder decir como dijo Abraham: “Dios proveerá”, ¿en qué?, cada uno mire su propia vida, yo también la mía y ante todas las cosas que parecen tal vez insalvables digamos como Abraham: Dios proveerá, Dios proveerá. En la medida en que lo digamos totalmente convencidos, sea como sea nuestra realidad siempre va a tener una salida, nosotros tenemos la ventaja que durante nuestro camino de alguna forma te conocemos Señor, por eso con más fuerza que los compañeros de Emaus te decimos: quedate con nosotros Jesús porque ya es tarde, ¿por qué?, porque sí, porque es necesario, ¿y para qué?, para todo.

Y el hecho que te diga Señor que te quedes con nosotros es porque eso supone y supone bien que te estamos expresando que tenés en tus manos la solución de todos nuestros problemas. Es cuestión que creamos en vos Señor pero con una fe realmente profunda, total, completa, que no de lugar a ninguna duda, si comparamos lo nuestro con lo que decíamos de Abraham, él no tenía las ventajas que tenemos nosotros, él no tenía muchas cosas donde hacer pie, nosotros
tenemos innumerables cantidad de cosas, innumerables cantidad de cosas.

Por eso, Señor siempre haces las cosas bien y veo que esta noche también lo has hecho, sin vulnerar nuestra libertad en nada fuiste armando todo como para que sucediera así, te damos gracias Señor, te alabamos Señor... (comienza a hablar en lenguas) ... . El Espíritu Santo ha puesto en mi boca esta oración en arameo antiguo: El Señor es un Señor de Misericordia, ya que es su principal atributo y felices aquellos que confían plenamente en su Misericordia, porque han empezado a escribir la historia con mayúscula. Bienaventurados, es decir felices aquellos que confían en la Misericordia del Señor. Luego dice: Abba... (se dio vuelta la cinta)... Papá, Papito, las gracias te sean dadas porque se hizo tu voluntad.

Muy bien, y esto cada vez más apasionante y maravilloso, seguirá siempre de la única forma que puede seguir, no hay otro que es en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.