Oración del 04 de Febrero de 2005

Pero Señor todas las broncas viejas que hay en nuestra vida, todos los resentimientos, todos los odios, todas las cosas que hemos tenido a lo largo de los años pasá sanando Señor porque no solamente le hicieron daño a los demás sino que nos atormentan nuestra propia vida.

Oración del 04 de Febrero de 2005

Habla Artemio:

Cerramos los ojos si los tenemos abiertos porque no nos importa, mejor, no nos importa porque podemos concentrarnos igual, pero estamos delante del Señor, tenemos en medio de nosotros al Señor porque Él dice: cuando dos o más se reúnen en Mi nombre Yo estaré en medio de todos ¿mmm?, pues bien, eso es lo que está pasando. Lo veo a Jesús caminar por los campos y las ciudades, llegar a los pueblos, entrar en contacto con la gente y decir en voz alta: “¿dónde están los enfermos que quiero sanarlos?”, y yo le digo al Señor: acá están los enfermos, todos estamos enfermos Señor, vení a sanarnos, algunos venimos desde muy lejos, otros no tanto y otros de cerca, aquí están los enfermos Señor. Por otra parte cuando estamos enfermos Señor estamos como medio asustados, para eso están los familiares que tienen confianza por nosotros, eso es justamente un familiar, un hermano que está confiando en el Señor por nosotros cuando nuestra confianza es medio relativa nomás, porque el dolor nos atormenta o el problema no nos deja pensar entonces ahí está justamente todo lo que deben hacer aquellos que nos acompañan en la enfermedad para sacarnos del pozo.

Señor Jesús, mirá toda nuestra vida, ahora nos preocupa esta enfermedad que tenemos entre manos pero la verdad Señor es que en la vida no me fue tan bien, a veces si me pongo a pensar creería que entré al mundo por la puerta de atrás, sin embargo Señor vos me creaste a tu imagen y semejanza, soy un hijo tuyo, heredero de tu Gloria pero la vida me golpeó fuerte Señor, ya golpeó a mi papá y a mi mamá, ya golpeó la vida mucho a mis antepasados, por eso Señor hoy he peregrinado de lejos para decirte con confianza: pasá sanando Jesús todas las cosas que no están bien en mi vida, ¿son muchas?, y que te parece que son muchas.

Señor, Jesús de la Misericordia, mirá mi pasado antes de mi nacimiento, hacia atrás todo lo que sea necesario y también hacia delante Señor porque yo quiero que te conozcan los de mi descendencia, entonces todo lo que está antes de mí y lo que está después, porque hoy no solamente quiero sanarme de este problema terrible que tengo dentro de mi cuerpo o dentro de mi alma sino también todos los problemas que ocasionaron este problema. Yo quiero sanarme Señor, por eso Jesús tengo que mirar lo que decían antes: lo que decíamos antes, primero: ¿conocemos al Señor?, porque si lo conocemos queremos que los demás también lo conozcan y después, confiamos realmente en el Señor, la respuesta normalmente es sí, pero hay que ver si es sí totalmente o si es sí a media, porque dicen los que saben que si uno el sí lo dijera total no dura mas que un segundo la enfermedad en el cuerpo de uno o en el alma, pero ¿por qué duran las enfermedades?, porque uno no tiene confianza y a veces ni siquiera al médico le tenemos confianza ni aquellos que nos dan los remedios porque cuando estamos mal desconfiamos de los remedios, desconfiamos de todo.

Entonces, ¿cómo es nuestro sí?, partan de la base, si yo tengo confianza total en el Señor que todo lo puede ¿verdad?, aunque Él tenga sus tiempos pero uno diría: Señor, saname y en un instante el Señor nos sana pero no nos pasa, ¿por qué?, porque no confiamos totalmente en él, como decía el que estaba colgado: ¿no hay alguno por ahí que me de una mano?.

Señor, no es cuestión de poner a analizar las cosas que hice mal a lo largo de mi vida, en última instancia es lo que menos importancia tiene porque vos ya lo perdonaste, pero sí Señor tengo que revisar todo lo posible, todo lo referente a como he sido criado, que pasó con papá y mamá, como fue mi vida, como fueron mis cosas, porque es posible que me haya faltado de todo en el tiempo, sobre todo en los primeros años, entonces Señor si yo no he tenido lo que debía tener, entonces cuando yo digo que confío estoy confiando a medias, cuando yo digo que creo estoy creyendo a medias, sí, por supuesto, creo, pero cuando las papas queman ahí todo se transforma y empezamos con los reproches: ¿por qué Señor esto me tiene que pasar a mi justamente?, ¿por qué Señor tiene que pasarme esto a mí?, y ¿quien es uno para que no le pase? pero tenemos que empezar a buscar no culpables sino las causas de nuestros problemas y tratar de remediarlas pero para buscar las causas hay que ser humilde, hay que ser simple, hay que dejar de lado todo egoísmo, toda soberbia, todo orgullo, porque hay formas y formas, hay orgullos que son torpes, groseros y orgullos que son muy sutiles... (se escucha el balbuceo de un bebé) ..., además de los orgullos sutiles también somos soberbios, nos creemos centro de la situación, nos creemos que siempre: sí, pues bien Señor hacé las cosas pero, no hay otro por ahí que me de una mano ¿mmm?. A veces es lógico que pidamos la mano de otro porque el Señor mas que hacer las cosas las hace hacerse pero pedir la mano de otro en una enfermedad o en lo que sea no quiere decir que uno no confíe en Él plenamente... (se sigue escuchando el balbuceo del bebé) ..., los niños no pueden soportar tanto tiempo acá dentro por eso que háganlos pasear un poquito porque a veces un niño distrae a cincuenta ¿no es cierto?, yo no hecho a nadie, solamente les digo, a mí no me molestan los niños porque di mi vida con los niños pero a otros sí, a veces no se pueden concentrar ¿eh?, por eso, uno contra cincuenta, uno tiene que elegir la mayoría ¿no?, dicho con buenas formas y buenas maneras, no digan que los reto, por favor, porque esa no es mi modalidad ni mi objetivo pero las cosas en su debido lugar ¿eh?, seamos honestos, siempre, en todo y empezando por casa.

En tu nombre Señor, en tu nombre, todo en tu nombre, ayudanos Jesús a ser pacientes, ordenados, ayudanos a ser humildes, responsables, que sepamos ver en nosotros, en nuestros hijos y en los demás sin por eso caer en ser un metido, ver en los demás lo que uno podría hacer por ellos para ayudarles, de ver en nosotros y en nuestros hijos los problemas que hay porque si uno no enfrenta los problemas por pequeños que sean el día de mañana los problemas pasan por arriba de nosotros.

Sí Señor, quiero tener con voz una actitud sincera Señor, quiero decirte todo lo que me pasó en la vida y te lo estoy diciendo Jesús, quiero que pases sanando Señor todos los tiempos de mi vida, cuando estaba en la panza de mamá, el nacimiento y después hasta este día y en adelante, pasa sanando Jesús, pasa sanando, pasa sanando Señor.

Ven Señor Jesús, ven a mi alma, como te decía antes: yo sé que las cosas que no hice bien ya las has perdonado pero me queda por ahí el problema Señor que las cosas que no hice bien si era para mi nomás y bueno, pero cuando perjudiqué a otros voy atener que pedir disculpas porque no se puede hacer daño a los demás y que todo siga igual, valga para los padres, para los hijos, los hermanos y todas las personas, cuando las cosas que hacemos mal son para nosotros, bueno, nosotros nos hacemos cargo pero cuando hacemos daños a los demás habrá que revisar un poco eso, y ustedes dirán qué por ejemplo, y por ejemplo las injusticias, ¿somos justos con nuestro esposa, con nuestro esposo, con nuestros hijos?, somos justos con las personas que nos rodean?, ¿sabemos distribuir bien los afectos para los que tenemos más cerca y más lejos?, porque vos dijiste Señor que no te gustan los faroles que alumbran lejos y no alumbran cerca, algunos van a hacer mucho bien por ahí y en su casa las cosas quedan sin hacer.

Señor cuando me detengo un momento es para dar tiempo a cada uno que reflexione un poquito las cosas que estamos diciendo, vos estás aquí entre nosotros Jesús, con toda tu bondad, toda tu mansedumbre y todo tu amor, pero también llamándonos un poco la atención no porque vos lo hagas sino tu sola presencia Señor, si vos dijiste que nos amáramos unos a otros como vos nos habías amado y nosotros no lo hacemos entonces estamos en falta y Jesús, Él sigue mirando, no nos dice nada, el problema es que tenemos que mirarnos nosotros a nosotros mismos eso que nos está pasando.

No vamos a hablar hoy sobre todas las consecuencias que trae el no amar a los demás y mucho más si uno los odia ¿verdad?, pero Señor todas las broncas viejas que hay en nuestra vida, todos los resentimientos, todos los odios, todas las cosas que hemos tenido a lo largo de los años pasá sanando Señor porque no solamente le hicieron daño a los demás sino que nos atormentan nuestra propia vida y muchas veces por las noches no podemos dormir porque esos son fantasmas que nos están siempre, siempre a la expectativa de atormentarnos, la falta de afecto hacia los otros nos atormenta Señor, por eso busquémoslo y digámosle: me equivoqué, de hoy en adelante espero ser mejor con vos.

Señor, yo sé que vos dijiste, lo diste a entender y lo hiciste con tu vida, que estamos a tu lado en la medida Señor en que nos acordamos de todos aquellos de los cuales no se acuerda nadie, ustedes están aquí presentes pero cuántas personas hablaron hoy y dijeron que no podían venir porque no tenían con qué, yo me acuerdo de ustedes pero me acuerdo más de esos porque no pudieron, ustedes pueden venir hoy por lo menos ¿eh?. Por eso Señor, tengo que pensar que con tu vida, tus obras y tus cosas y tus enseñanzas vos dijiste que nos amáramos, que nos perdonáramos, que hiciéramos el bien a aquellos que nos persiguen, que bendijéramos a aquellos que nos maldicen, Señor, en este día y en este momento que yo estoy enfermo o tenemos enfermo algún familiar parecería que todo recrudece, pues bien Señor, ahora te pido que vengas a mi vida, vengas a nuestras vidas y las llenes de tu amor Señor, quiero conocerte, quiero encontrarte Señor y quiero confiar en vos, por eso te digo: Jesús de la Misericordia hacé que cada día crezca más mi confianza en vos, sí, yo te digo Señor: Jesús en vos confío, pero también te digo: Señor, que todos los días crezca más la confianza en vos, porque sino pasa el tiempo y no ocurre nada.

Todo el amor que el Señor nos da, todo lo que Él nos ama debemos por lo menos reconocer un poco y decirle: Jesús, yo no sé si te amo mucho o no, pero con lo poquito o mucho que te amo vení hasta mi vida para sanarme Señor, vení Señor hasta mi vida para sanarme de todos mis problemas, además Jesús hay otra cosa que me preocupa y es el mañana a veces y no debería preocuparme porque el mañana pertenece a vos, de cualquier forma si yo digo Señor en este día o cualquier día: líbrame Señor de los imprevistos de aquellas cosas que aparecen en la vida de uno así de sorpresa y nos descolocan para siempre, así son las enfermedades y para ese momento Señor danos la fortaleza necesaria para no dudar de que vos estás de nuestra parte.

Pasa sanando Jesús, pasa sanando, pasa sanando Jesús, mirá todo mi cuerpo, toda mi alma, mirá todas las partes de mi cuerpo, especialmente las que están enfermas Señor, cada uno nombra lo que le pasa en silencio y se lo dice al Señor con confianza, creyendo plenamente que el Señor le está escuchando. Díganle al Señor lo que les pasa y no solo los problemas de salud sino todos los demás problemas, sírvanle al Señor como en una bandeja todo lo que les acontece que no es normal en vuestra vida, que les está quitando el aliento y la..., a veces la paciencia porque los problemas se amontonan, preséntenle todo al Señor y háblenle todo lo amablemente que puedan y quieran pero eso no quita que a veces puedan levantar la voz un poco desesperada para decirle: Jesús de la Misericordia, ayudame Señor que caigo y tengo miedo a no levantarme más, Señor no me hagás caer Señor, no me hagás dudar de tu amor Señor, no me hagás pensar que tal vez no me amás tanto o que me tenés un poco olvidado, vos siempre estás conmigo Señor, el problema es que yo no estoy con vos Señor.

Jesús de la Misericordia, que pueda tener confianza en vos, aumenta mi confianza, regalame más fe Señor para creer más en vos, sos todo para mí Señor, la luz de mis ojos, el amor de mis días, mis noches de insomnio, mis mañanas llenas de sol, mis días llenos de esperanzas, poblados de personas que necesitan de tu palabra y tu amor Señor. Señor Jesús, dame una mente tan amplia como para que dentro de mí puedan entrar todos porque hasta este momento no entran todos Señor, algunos yo no los amo, algunos tengo un montón de cosas en contra, que yo ame a alguien no quiere decir que deje de reconocer sus defectos, pero yo tengo que amar a la persona y no golpear a la persona por los defectos que tenga, distinguir muy bien quiero Señor entre la persona y sus problemas, la persona y sus defectos, la persona y los insultos que me dan. Por eso, a la persona no puedo nunca dejar de amarla, puedo sí responder hasta agresivamente a alguien que me ofende como vos Señor lo hiciste, pero no por eso se deja de amar a la persona, por eso Señor que distinga bien entre una cosa y la otra, una cosa es el hombre equivocado y otra cosa es el hombre, el hombre no podemos nunca dejar de amarlo pero la mayoría de nosotros no distingue eso, si odiamos Señor ¿como podés venir a nuestra alma?, si estamos llenos de rencores, estamos llenos de macanitas, que sí, que esto, que lo otro, si hablamos tanto que hasta nos ensordecemos hasta nosotros mismo ¿que vas a venir vos Señor si no te dejamos entrar?, hablamos tanto, tanto y muchas veces para aturdirnos, guardemos un poco mas de silencio para que vos uses ese silencio para entrar en nosotros Señor, como alguien decía: si quieres vivir en paz dale a tu alma una hora de soledad y de silencio cada día, allí uno encuentra los secretos para todo y sobre todo se encuentra con el Señor, pero tan aturdidos estamos que pasamos siempre hablando y vos Señor no podes entrar si estamos tan ocupados en nosotros.

Pasa sanando Jesús, mas entramos en consideración más cosas vemos que nos falta Señor pero tu Misericordia es tan grande Jesús que alcanza para todo por eso tengo una confianza plena, total, definitiva en vos Señor, porque yo te amo Señor, te amo con todas las fuerzas de mi corazón Jesús, nada hay tan grande ni tan hermoso, ni tan profundo como vos Señor, y si no te lo dije antes perdoname Señor, te lo digo hoy, y vengo a vos Jesús tomado de la mano de tu Mamá porque sabemos que es la mejor recomendación que podemos tener, el amor de la Virgen Maria para con vos Señor, todo lo que llega a vos llega a través de tu Madre Señor. Por eso, de la mano de Mamá María llegamos hasta tu altar Señor, llegamos hasta donde estés para decirte: ten compasión de nosotros, estamos muy mal Señor, estoy muy mal, fijate todo lo que tengo, dame un respiro Señor, dame una solución a mis problemas.

Señor y además que tenga el convencimiento, el convencimiento Jesús que si te pedí algo ya me lo has concedido Señor, si yo puedo salir de este lugar Jesús convencido de que todo lo que pedí ya me lo has concedido entonces te estoy haciendo caso Señor y voy a ver que necesariamente tu palabra se cumple Señor, si no se cumple es porque nos falta algo pero vos suplí eso que nos falta Señor porque queremos ser buenos hijos tuyos Señor, porque te amamos Jesús, te amamos Señor, este día y todos los días a que alcance nuestra vida Señor, te amamos tanto Señor, te amamos.

Yo creía que gritarte el amor que uno te tiene Señor a veces eran cosas de personas débiles o de mujeres o que se yo, pero toda nuestra fortaleza se eclipsa ante tu fuerza Señor, todo nuestro amor y nuestras cosas es basura ante tu grandeza Señor, que tomemos conciencia hasta que punto mucho de lo que nosotros creemos valioso es basura Señor para poder distinguir que es lo que corresponde, lo que a vos te gusta, lo que nos acerca a vos, lo que realmente nos lleva hasta vos Señor. No hoy solamente que nos apremia la enfermedad que tenemos, no, siempre Señor, porque más que desagradecidos sería si después de darme lo que te pido yo te olvidara y además Jesús, que todo este amor que te tengo Señor, que me di la fortaleza total para creer plenamente en que vos o a través de cualquiera podes darme la solución a todos los problemas, haceme entender Señor que no hay nada mejor que decir que está uno entre tus manos, que estamos al abrigo en la mano ahuecada para protegernos y más aún Señor, si estamos en tu Corazón venimos Señor y te decimos todo esto de la mano de la Santísima Madre porque sabemos que si venimos de su mano vos nada nos vas a negar, así como en las Bodas de Caná de Galilea cuando María dijo: “hagan lo que Él les diga”, pero ya había dicho: “tenés que convertir esta agua en vino, Madre: todavía no llegó mi hora”, ella no le escuchó y dijo: “hagan lo que Él les diga”, por eso Jesús venimos a implorarte nuestra salud, venimos a implorarte para que nos hagas pasar nuestros problemas, nuestros dolores, nuestras angustias de la mano de la Virgen María y tenemos que decirlo también como la Madre quiere que se la llame en este lugar: Nuestra Señora de Justiniano Posse.

Ante vos Señor de la mano de la Mamá María estamos pidiéndote todo para nosotros, estamos esperando de vos todo lo mejor Señor, ten compasión de nosotros, danos lo que necesitamos Señor, danos Señor, hoy y siempre, no queremos mas salir de cerca tuyo Señor porque solamente nuestra confianza es total si vos nos protegés Señor y si tu Madre nos cobija bajo su manto de Luz.

Señor, humildemente vemos que: el Maestro de Galilea va pasando ya, el Maestro de Galilea va pasando ya...

Se corta la grabación..............