Oración del 26 de Enero de 2005 (2º)

Mirá todos mis dramas personales, mirá toda mi precariedad, toda mi insuficiencia, mirá todo lo poco que tengo o lo nada que tengo, mirá todo Jesús, para que lo sanes Señor.

Oración del 26 de Enero de 2005

Habla Artemio:

... que tenemos para revisar nuestro propios actos, nuestra vida y la vida de todos aquellos que dependen de uno, de alguna manera, nos hace deponer toda actitud difícil o a veces medio incomprensiva y busquemos en nuestro corazón lo mejor de nosotros en la humildad, la sencillez, el ser auténticos, el no tener miedos de ninguna clase, porque el miedo es lo único que nos hace esclavos, nadie puede hacernos nada si nosotros no tenemos miedo, miedo de nadie y mucho menos de Dios porque Él nos ama dijimos, es nuestro Padre, nuestro amigo, nuestro hermano, nuestro compañero, Él antes, Él durante y Él después, Él en la hora del nacimiento y el día que partamos, Él siempre con nosotros, a veces nosotros no lo tenemos en cuenta pero Él siempre nos ama.

En este día de Enero de 2005, habiendo venido de distintos lugares y también teniendo en cuenta todos aquellos que hablaron por teléfono, o envían correos electrónicos o están de paso y teniendo en cuenta también todos aquellos que amamos y todos aquellos que en estos diez años han pasado por este lugar, que son miles, miles y miles y miles, todos en nuestro corazón para hacer la oración de todos los días, como dijimos: saquémonos todo lo que tenemos y dejemos solamente nuestra humildad, nuestra frescura de niños, nuestra ternura ante cada cosa que se nos presenta.

Hoy Señor se ve que lo dije demasiado porque el coro de Ángeles no se hace oír, me refiero a todos los pájaros que cuando estamos acá hacen un ruido tremendo, se oyen pero poco, ellos forman parte también del coro de alabanzas que elevamos al Señor, por supuesto.

Señor Jesús, como siempre te decimos Señor, en este día y todos los días a que alcance nuestra vida queremos estar con vos Señor, no tenemos nada mejor Señor, cuánto amamos a todos los que nos rodean, nuestros hijos, nuestros padres, nuestra esposa, nuestro esposo, todos, pero el amor por vos Señor es diferente, es distinto Señor, es el amor de un Padre y mucho más, es el amor de una Madre, porque vos Señor desde siempre fuiste Padre y Madre para nosotros, aunque a algunos no les gusta esta forma de expresión pero nosotros sentimos también Señor que siempre has sido Padre y Madre, si nos diste la vida Señor, soplaste en nosotros un alma inmortal, nos diste siempre todo lo mejor y el día que partamos iremos de nuevo a tu seno Señor, quién mas Madre que vos también Señor.

Además Señor, ya los antiguos muchas veces al referirse a vos hablaban de tu rostro materno, por qué yo no tendría que llamarte así también Señor. En la vida Jesús me fue de una manera, nací en un hogar, en un tiempo, tuve los padres que tuve y todos mis familiares que me rodearon, es decir no pudimos elegir, nacimos en un lugar y de acuerdo al lugar donde nacimos así fue nuestra vida, ¿y cómo fue?, y algo nos acordamos, del resto no. Entonces Jesús, pasá sanando el momento en que papá y mamá decidieron o no tenerme y pasá sanando mis antepasados para que no tenga que recibir de ellos nada malo y ya que estamos Señor mi descendencia para que nadie tenga que cargar con cosas que no hizo.

Señor Jesús, estoy pensando cuando vos andabas por todos esos pueblos gastando las plantas de tus pies y haciendo que hasta te doliera el brazo de tanto bendecir Señor, te veo Jesús llegando a todos los lugares diciendo en primer lugar: “¿dónde están los enfermos que quiero sanarlos?”, sí Señor, todos estos seres humanos que están aquí que son mis hermanos y todos los que ellos aman y todos los que recomiendan son aquellos que quieren sanarse Jesús, quieren sanarse, ¿de qué?, de todo. Vos ves Señor su alma llena de moretones, ves su alma llena de dramas y además su cuerpo con las enfermedades más diversas, ten compasión de nosotros Jesús, ten compasión de nosotros Señor de la Misericordia, si tu Misericordia Señor que lo es, es tan enorme, es tan grande que todo lo sana, todo lo compone, todo lo perdona, todo lo arregla Señor, entonces confiamos plenamente Señor en vos que vendrás hasta nosotros y nos darás todo lo mejor, pero no lo que nos parece a nosotros Jesús porque a veces lo mejor no sabemos lo que es, vos sí lo sabés Señor.

Y así Señor en esta tarde y siempre quiero decirte al oído: mirá todos mis dramas personales, mirá toda mi precariedad, toda mi insuficiencia, mirá todo lo poco que tengo o lo nada que tengo, mirá todo Jesús, para que lo sanes Señor, estoy cansado Señor ya de tantos golpes, de tantas piedras en el camino, de tantas cosas, no porque vos me lo hayas puesto Señor sino porque los demás que no me aman las ponen, ese es el gran drama de los seres humanos, de tus hijos Señor, no nos amamos, no aprendemos a amarnos, creemos que amamos pero muchas veces nuestro amor destruye porque somos metidos, somos intolerantes, somos despreciativos, somos rencorosos, somos egoístas, somos vanidosos, nos creemos Señor que vos estás con nosotros y nada más, sin embargo vos estás con todos y muchas veces mucho más estás con aquellos que tal vez como aquél que estaba en el fondo del templo y decía: ten piedad de mí Señor, ten compasión de mí Jesús.

Sabés Señor yo quiero irme de acá de una forma diferente de la que vine, vine porque estoy enfermo, vine porque soy curioso para ver que ocurre, vine por montones de motivos Señor pero quiero irme de acá renovado Señor porque vos prometiste eso: todo el que viene a este lugar no se va como vino... (se hace una pausa) ... .

Este silencio Señor es para decirte todo lo que estoy pensando, todo lo que estoy sintiendo Jesús, presentarte toda mi realidad, todos mis dramas, todas mis cosas, pasá sanando Señor y haceme ver de todas las cosas que yo he originado, no que soy culpable, que he originado Señor, con mi falta de comprensión, mi falta de amor, mi orgullo, mi ignorancia, mi torpeza, no, no quiero tener culpa de eso Señor, solamente pedirte que lo mires y lo santifiques. En tu nombre Señor, con toda tu fuerza y poder confiamos plenamente Jesús, plenamente Señor de que estás en nuestra alma y estás produciendo en ella y en nuestro cuerpo todo tipo de milagros, por eso simplemente decimos: el Maestro de Galilea va pasando ya, el Maestro de Galilea va...

Se corta la grabación............