Oración del 20 de Enero de 2005

Padre Nuestro, quiero que sanes mis enfermedades, entra en mi interior, recorre mis arterias, mis venas, hasta los capilares más pequeñitos, para que lleves la sanación a todos mis problemas físicos, psíquicos, espirituales, culturales, raciales, entra Señor en mi cuerpo, invádelo Señor, recorre todo Señor.

Oración del 20 de Enero de 2005

Habla Artemio:

...años, muy bien, eso tenemos que arreglarlo, pero nosotros solos no podemos, cuando Jesús viene en nuestro auxilio con su Misericordia entonces allana todos los caminos ¿mmm?, allana todos los caminos.

El otro día se acercó hasta aquí un muchacho que se había cortado las venas y yo le dije: ¿por qué querido hiciste eso?, y don Artemio me dice: estoy cansado de perder todo en mi vida, a ver, explicame, ¿cómo es esto?, y sí, tengo los años que tengo y nunca pude tener nada para mí, por eso ahora que tenía este afecto cerca para que no se vaya me corté las venas para que me tuviera lástima y se quedara, le digo: pero esa no es la forma, sí, pero vi que era lo único que podía hacer, entonces, entonces yo pensaba: cuántas personas están en las mismas condiciones que este muchachito ¿eh?, siempre viví perdiendo, lo perdí siempre todo ¿mmm?, es propio de un mundo donde el Señor no existe porque sino todas las cosas pueden cambiar, incluso el sufrimiento se lo puede asumir desde otro ángulo, desde otro punto de vista, pase lo que pase, estemos como estemos, vivamos como vivamos, además hay algo que es importante tener en cuenta, si el Señor nos ha creado a su imagen y semejanza, Él no hace porquerías y en consecuencia ¿verdad? uno tiene que luchar por su vida, tiene que imponer su imagen, su figura, uno tiene que amarse a sí mismo también, porque eso no es malo, no es orgullo ni nada, es el Señor que nos dice: caramba, si Él nos ha creado, Él nos ama y por qué nosotros no nos vamos a amar. Cuando sufrimos injusticias, con buenos modos: bueno, hasta aquí nomás, basta de injusticias, yo no quiero vivir con injusticias, porqué tienen que maltratarme, por qué esto, por qué lo otro, por qué de aquí, uno tiene que exigir derechos, pedir sus derechos ¿verdad?, porque antes que nada tenemos que hacer frente al Señor con nuestra propia vida, Él como les dije recién no hace porquerías y entonces nosotros tenemos que pedir nuestros derechos, entre esposos, entre padres e hijos, entre parientes, entre suegra y nuera, nuera y suegra, suegro, etc. ¿no?, porque hay verdaderas historias familiares que parecen historias policiales de difíciles ¿no?, de injusticias tremendas, bueno, no hablemos de los otros casos, de las violaciones y uno parece que está lejos pero todos los días veo algo así ¿no?, de padres que abusan de sus hijos, pobres ¿no?, yo los miro y me da una pena tan grande, porque antes que otra cosa son enfermos pero a una madre no le es fácil pensar que su marido está enfermo porque toquetea a la criatura ¿no es cierto?, no la toquetea bien sino con doble intención, bien.

Señor Jesús, hoy en este día quiero dejar en este lugar mi bolsa llena de problemas, mis enfermedades, mis cosas y si algo me queda Señor por dejar lo voy a anotar en un cuaderno y lo voy a poner ahí como para decir: también esto te lo ofrezco Jesús, estoy cansado Señor ya de llevar la bolsa llena de cosas, basta Señor, yo te entrego todo aquí, quiero que se quede con vos para que lo quemes con tu amor. Sí, es exactamente eso, hay algunas personas que están pensando aquí adentro sobre ciertas cosas como origen de enfermedades y es eso, tienen razón, entonces déjenselo aquí al Señor. Esto es una Iglesia como cualquiera, con la diferencia, en todos lados está Jesús, con la diferencia que aquí en Marzo va a ser diez años que aparece Él y su Madre, porque Él dijo que acamparon en la pampa gringa y quien acampa no está de visita, lo hace para quedarse, pues bien, para eso peregrinamos a este lugar y tampoco uno quiere despertar celos de nadie, en absoluto, solamente decir: si el Señor aparece en este lugar todos los días, varias veces en el día, en consecuencia este lugar algo tiene que pasar, seguramente como Jesús dice: uno viene aquí pero ya no se va como vino, no porque aquí haya una persona o la otra sino porque aquí está Él, que se manifiesta todos los días y da Mensajes, no solo para los que están presentes sino para todos los hombres del mundo, que pueden conocerse a través de la página de Internet.

Padre Nuestro, quiero que sanes mis enfermedades, entra en mi interior, recorre mis arterias, mis venas, hasta los capilares más pequeñitos, para que lleves la sanación a todos mis problemas físicos, psíquicos, espirituales, culturales, raciales, entra Señor en mi cuerpo, invádelo Señor, recorre todo Señor, recorre todas mis arterias y mis venas para llevar a cada lugar tu Gracia, tu milagro para transformar todas las cosas. Señor, vos nos creaste a tu imagen y semejanza, somos hijos tuyos, nosotros sabemos Señor cuánto nos amás, por eso nos atrevemos a decirte: Jesús, ten compasión de nosotros, Jesús de la Misericordia, con toda tu fuerza y poder ten compasión de nosotros Señor, somos precarios, somos simples, somos defectuosos, somos tan pequeñitos, pero Señor con toda tu grandeza nada de lo nuestro nos preocupa porque sabemos que vos nos vas a dar todo lo que nosotros necesitamos, vos Señor querés que nosotros seamos felices y entonces estamos confiados en vos Señor.

Por eso, todas las noches y todas las mañanas te diré Señor confiado: Jesús de la Misericordia ten compasión de nosotros, la Misericordia tuya es amor obrando y si yo estoy dentro del influjo de ese amor tuyo todas las cosas mías se pasarán, tal vez un día, dos, cinco, no sé, vos Señor dirás cuando y además de los sufrimientos que tuve Señor utilizalos para bien, ofrecelos Señor por algo, yo quiero que todos los sufrimientos que padecí en mi vida completen lo que le falta a tu pasión Señor como nos pide San Pablo, sí Señor, que se complete con nuestros dolores la pasión que vos sufriste en la cruz, porque tantas veces nuestras lágrimas no son lágrimas sino son gotas de sangre que salen de nosotros por todas las cosas que hemos pasado o estamos pasando, Señor, ten compasión de nosotros Señor, ten compasión Jesús y por intercesión de tu Santísima Madre estamos ansiosos esperando Señor que entres a nuestro corazón y todo lo transformes Señor, ¿a cambio de qué?, a cambio de nada, porque ese es el verdadero amor, aquél que se da a cambio de nada, el Señor no quiere nada en retribución, pero nosotros sí sabemos que tenemos que confiar en Él, así como confiamos de todos aquellos que nos aman, quién viviría un instante si no se sintiera amado por alguien, uno se muere necesariamente ¿verdad? y es así, si uno no se siente amado se empieza a morir por dentro. Descubramos todo el amor que nos tiene el Señor, descubrámoslo si todavía conocemos muy poco de Él y con ese amor edifiquemos todo lo mejor para nosotros.

Hoy sabemos que toda la herencia que había corriendo por nuestra sangre estando en la base de nuestro sistema nervioso el Señor lo pasó sanando y no solamente la herencia sino también en nuestra descendencia, para que ninguno de nosotros tenga que ver las mismas enfermedades en los hijos, o los nietos o más. Pidámosle al Señor la gracia de morirnos de viejos, que eso es lo que Él quiere, porque así como Él lucha por todo, lucha también para poner orden y la enfermedad es un desorden en nuestro cuerpo, pidámosle la gracia al Señor de morirnos de viejo. Jesús siempre pone de Patrono de todas las personas que vienen a este lugar a San José, porque según la tradición de la Santa Madre Iglesia, San José es Patrono de una Buena Muerte, pues bien, yo lo hederé desde muy pequeño cuando mi mamá me lo decía que había que confiar en San José ¿verdad?, además de otros Patronazgos tiene eso de ser el Patrono de una Buena Muerte. Pues bien, pidámosle al Señor por intercesión de San José, desde ahora Patrono de ustedes también, Padre Adoptivo de Jesús, pidámosle morirnos de viejo, pero sanos, no sin la memoria, sin la movilidad en los miembros, pensando mal, no, sanos.

Señor Jesús, como alguien dijo: “fatigaré tu oído de preces, rezos y sollozos, lamiendo lebrel tímido los bordes de tu manto, no pueden oírme tus ojos amorosos..., no pueden huirme Señor tus ojos amorosos ni esquivar tu pie el riego caliente de mi llanto”, dime Señor en lo más profundo de mi corazón: estás sano hijo Mío, quiero oír tu vos en mi corazón en la hora más serena de mi día: estás sano hijo Mío, no sufras más, sufrirás las cosas que la vida trae pero si estás conmigo nunca más. Además Jesús líbranos de los imprevistos, porque es muy doloroso no saber qué nos va a pasar mañana, queremos que el mañana esté en tus manos Señor, el ayer ya no es, mañana todavía no es, tampoco es, solamente tenemos entre nosotros este momento, bueno, a cada día le basta su propio afán decía el Señor, entonces el mañana queda en tus manos Señor y si está en tus manos yo sé que está todo bien, este momento lo estoy aprovechando al máximo y el mañana está en tus manos Jesús, en tus manos Señor. Quiero vivir de esta forma Señor, tratando de que este momento sea pleno, el ayer todo lo que tiene de malo podamos olvidarlo confiando en que el mañana es realmente la obra de tus manos Señor, quiero vivir de esta manera Jesús, quiero vivir Señor, quiero vivir Señor sano, bien, en paz, con alegría, ser feliz.

Ven Señor, ten compasión de mí Jesús, ten compasión de mí Señor de la Misericordia.

Ahora le decimos al Señor: el Maestro de Galilea va pasando ya...

Se corta la grabación.................

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