• CAPILLA ABIERTA TODOS LOS DÍAS

Oración del 11 de Enero de 2006 (2º)

Señor, te damos gracias por todos aquellos que a través del teléfono o de los correos electrónicos o personalmente vienen a agradecer la salud recuperada Jesús y te pedimos por todos los que aún están en el momento de recuperar su salud Señor.

Oración del 11 de Enero de 2005

Habla Artemio:

Sí Jesús, en este día y todos los días a que alcance nuestra vida te vamos a ir diciendo Señor siempre, porque mi relación con vos no quiero que sea como la de antes, lejana, distante, difícil de llegar a vos Señor, no, vos sos nuestro hermano, nuestro Padre, nuestro amigo, nuestro compañero, que está en todos los momentos y a toda hora, que se complace tremendamente en ayudarnos cuando necesitamos y que a veces ves con dolor Señor cuando uno se entrega y dice: ah, ya no puedo más yo, noo, incluso cuando uno dice así los que están cerca tienen que acompañarle para que uno nunca pierda la esperanza de que lo malo termina y empieza lo bueno.

Jesús, en la vida nos fue de una manera Señor, uno tiene tantos recuerdos feos Jesús, tantos, uno tiene tantos recuerdos Señor de la niñez y después también Señor, uno sabe todo el dolor que produjeron en nosotros aquellos que se fueron antes a tu presencia Señor, nos dolió tanto Señor separarnos de los que amábamos y seguimos amando, nos dolió tanto Señor pero yo te ofrezco todo Jesús en este día para que vos pases sanando Señor, pases sanando Jesús, porque yo también quiero sanarme Señor, yo no le voy a hacer caso a aquellos que me dicen pronósticos feos sobre mi vida, yo Señor te creo a vos nomás, tengo completa confianza en tu promesa Señor, soy tu hijo, sé cuánto me amaste y me amás, en consecuencia no tengo miedo para nada ni de nadie, no tengo miedo Señor porque vos decís una sola palabra y mi dolores desaparecen, vos mirás mi rostro Señor y mi enfermedad se esfuma.

Señor, te damos gracias por todos aquellos que a través del teléfono o de los correos electrónicos o personalmente vienen a agradecer la salud recuperada Jesús y te pedimos por todos los que aún están en el momento de recuperar su salud Señor, volver a ser feliz con su familia y con todos los que le rodean, pero no solamente..., no solamente los problemas de salud sino el trabajo, las relaciones familiares, Dios por testigo, alguien me dijo a las 16:30, 16:15, me dijo lo siguiente: hoy pensé en la Capilla y pensé en este lugar y hace quince días que no tenía trabajo, sonó el teléfono y alguien me proponía que fuera a su casa a trabajar ¿mmm?, me gusta mucho esa fe, él no lo pensó, solamente así nomás y la respuesta fue inmediata, el teléfono diciendo: tengo trabajo para usted. Eso que les digo podría citarle montones de ejemplos diarios, porque Jesús prometió para este lugar: “por lo menos tres milagros diarios, eso no quita que haga cien, por lo menos tres y todas las gracias necesarias”, porque hay cosas que no son tan grandes y no tienen la característica de milagro, son gracias ¿mmm? y mientras no la podemos entender le llamamos prodigios, ¿como esto ocurre? ¿mmm?.

Por eso Señor, estamos aquí esta tarde y siempre pidiéndote lo que necesitamos para ser feliz Señor, vos querés Jesús que seamos felices, que podamos seguir viviendo juntos familiares o pareja, etc., sacá Señor de mí esas ideas raras que hacen que no confíe y yo me esté auto programando para hacerme daño y terminar con mi vida, no, no puede ser, si yo confío en vos Señor sé que vos me vas a sanar, me vas a sanar, lo sé Señor porque vos no prometés en vano, vos nunca hacés que uno se ilusione y después le cortás por la mitad la ilusión, yo no lo he visto nunca e históricamente también se puede comprobar, quien se aferra al Señor nunca Él lo va a defraudar ni lo va a estafar en su confianza, el que se estafa a veces es uno mismo, el que no confía es uno mismo tantas veces ¿mmm?.
¿Y todo esto por qué Señor?, porque yo te amo y nunca te lo dije tal vez porque yo a veces me hago el fuerte, me hago el que tengo que tener todas las cosas entre manos, tengo que controlar todo pero siempre Señor yo supe que te amo y ahora te lo digo con mucha fuerza Señor, te lo digo para mí Jesús y te lo digo también por todos aquellos que dejé en la casa o internados en los Hospitales, Sanatorios, lugares de sanación y por mi mente pasan también personas de todo el mundo, no solamente de la Argentina, de Córdoba o los pueblos que están aquí presentes o ciudades, no, porque son también nuestros hermanos. Y en este momento así como pienso en cada uno de ustedes tengo que pensar en un niñito que está en una ciudad de Alemania y tiene un problema en los intestinos muy serio y los médicos no le dan vida pero el Señor sí le da vida y pienso en una señora de México que dice que está tan sola y enferma por su soledad y pienso en ese minero boliviano que a pesar de su cáncer que lo carcome tiene que seguir bajándose a la mina de mil metros porque nadie lleva plata a la casa para comprar comida, y estoy pensando también en ese hombre que vive en Escalante o en Laborde o en Córdoba o en Buenos Aires o en Entre Ríos o donde sea ¿mmm?, todos pasan por mi mente, porque todos están esperando la gracia del Señor y no solo por enfermedad sino por cualquier problema y también aquellos problemas donde a veces está la aparición muy clara del demonio ¿no?.

Por eso, Jesús teniendo en cuenta todos los hombres del mundo que sufren, especialmente los que estamos aquí presentes y los que no están presente pero nosotros amamos mucho, teniendo en cuenta Señor todo te digo simplemente y otra vez: Jesús de la Misericordia ten compasión de mí, Virgen Santa, Mediadora de todas las Gracias intercede delante de tu Hijo... (se dio vuelta la cinta) ..., además te pedimos Virgen Santa que ofrezcas en el altar del Padre la vida, pena, pasión, muerte y resurrección de Jesús, tantas veces como sea necesario, a cada momento y no por un día o dos sino por toda una eternidad, sigue ofreciendo Virgen Santa y que los infinitos méritos que de ello se desprende se aplique sobre la vida de cada uno de nosotros y sobre la vida de cada uno de aquellos que amamos, no por un día o dos, sino para siempre, por toda una eternidad, pensando Señor que los méritos de tu Preciosísima Sangre es lo máximo que puede decir el hombre, por eso, teniendo en cuenta esos méritos Señor, que desciende sobre cada uno de nosotros es que podemos empezar a tener una esperanza total y completa por todo lo que nos pasa y en este lugar Señor todos los problemas que vienen de los antepasados que a lo mejor yo estoy pagando por ellos, todo lo que viene de los antepasados, ya, en este día se corta todo, por obra tuya Señor y nuestra descendencia no tendrá más que tener miedo de los problemas porque ya no heredarán nada de malo, sí Jesús.

Queremos dejarte aquí en esta fuente que tu Madre hizo construir nuestra bolsa llena de todo lo que hemos pasado en la vida y a cada uno Señor nos fue de una manera, a veces bien, montones de veces muy mal o mal, pero Señor, hoy, teniendo en cuenta tu Misericordia, quiero dejar aquí mi bolsa llena de cosas e irme de este lugar como un hombre nuevo para empezar de nuevo y aunque por dentro me queda todavía un poco de duda sobre mi enfermedad, tené en cuenta Señor que es propio del susto que uno tiene a veces, no es porque dude de vos Señor, no, para nada, es porque uno se asusta, siempre, pero yo confío en vos Señor, más allá de mis dudas diarias yo confío en vos Señor, plenamente, plenamente Jesús, por una razón muy simple Señor porque te amo y sé que vos me amás y sé que vos dijiste que no querés tener idea dónde terminás vos y dónde empezamos cada uno de nosotros, porque nos hiciste a tu imagen y semejanza Señor, somos tus hijos, herederos de tu Gloria y en el Padre Nuestro te decimos Señor que se haga tu voluntad y tu voluntad Señor es que seamos felices.

Por eso Jesús, este día y todos los días a que alcance nuestra vida, dirigí todos nuestros actos, quiero que estés Jesús en cada latido de mi corazón, quiero que estés Señor circulando con mi sangre para quitar todas las impurezas de mi cuerpo y vivir realmente tomado de tu amor y para siempre. Pasa sanando Jesús, pasa sanando todo Señor, estoy tan ansioso Señor de poner fin a mis enfermedades y decir: es cuestión de días, es cuestión de un poquito más y todo va a estar bien. Te prometo Señor no desalentarme con la palabra de aquellos que son pesimistas sobre mi salud, Señor vos sos Dios y si vos me prometés algo sos superior a todos, entonces en vos confío Señor, Jesús en vos confío. Confiar Señor quiere decir fiar, tener confianza, con junto, tenemos confianza juntos Señor que todo esto va a terminar bien.

En mi nombre Señor, siguiendo tus palabras y teniendo en cuenta toda tu fuerza humildemente te digo Señor: hacé que las enfermedades de estas personas y de las que estas personas aman y de todos los que se han comunicado con este lugar, a partir de este momento empieza el retroceso de su enfermedad hasta quedar totalmente sanos, sí Jesús, en este momento empieza el retroceso de la enfermedad, porque vos Señor no prometés las cosas porque sí, lo que vos prometés lo cumplís Señor y yo sé que todos los que confían en vos se van a sanar y Señor dales ya el anticipo de la sanación haciendo que desaparezcan los dolores y todas las características esas que revelan la enfermedad, ya Señor que desaparezcan todos los dolores, todas las penas, todas las preocupaciones, ya Señor Jesús, ya, que desaparezca Señor todo, ya Señor, toda tu fuerza y poder puede hacerlo Señor, ya está desapareciendo, el dolor y aquellas cosas que nos preocupan porque has entrado en mi vida Señor, estás circulando por mi sangre y sé que me amas Señor entonces toda mi confianza está en vos, por eso te digo con todo lo que alcanza mi fe y mi confianza: “Padre Nuestro que estás en el Cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad así en la Tierra como en el Cielo, danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas, así como nosotros también perdonamos a quienes nos ofenden y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal, Amén”. Y también nos acordamos de tu Mamá Señor, sabiendo que es Mediadora de todas las Gracias le decimos: “Dios te Salve Maria, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén. Y nos gusta decir: Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos, Amén”.

Ahora los voy a bendecir en nombre del Señor y a cada momento, al levantarse, al acostarse y cuando quieran, una mano a Jesús, la otra mano a la Virgen y no tengan miedo de nada ni de nadie, pase lo que pase no tengan miedo de nada.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)