Mensaje del 14 de Abril de 2004

No estoy exagerando, estoy diciendo que en la medida que se va creciendo espiritualmente, en la medida que se crece se entra en una dimensión donde todos los seres y objetos creados tienen su propio vocabulario, depende de la sensibilidad y el crecimiento espiritual para entender ese vocabulario y por otra parte, querer entenderlo.

Mensaje del 14 de Abril de 2004

Habla Artemio:


14 de Abril de 2004, bueno Señor, estamos.

Dice Jesús:

Está bien todo lo que dijiste, sí, y les digo a los presentes que todo lo que dijiste lo creés realmente y lo sentís así, pero también les digo a los presentes que vos corres con ventaja, corres con ventaja porque cuando uno está todo el día compartiendo su tiempo con el Señor es fácil creerle, pero los que no comparten el tiempo así físicamente no le es tan fácil. Por eso, si vos no hicieras así me daría que pensar pero no hay dudas que al correr con ventaja es más fácil ¿no?, esto no quiere decir que esté disminuyendo todo lo que pasa, no, solamente es una forma velada de decirle a todos: hagan un esfuerzo para ver porque se camina más fácil por el mundo cuando uno diariamente en cualquier lugar de la casa o en el patio se encuentra con el Señor que anda por ahí, y sí, el hombre siempre está predispuesto a creer mucho más en lo que ve.

Ahora, hoy se habló en el Novenario sobre los niños y una cosa que siempre dijiste a lo largo de toda tu vida: es que los niños son una cosa antes de entrar a la Escuela y empiezan a volverse otra después, y sí, porque los niños, te consta, ven los Ángeles, ven a Mi Mamá, me ven a Mi, ven a sus familiares que se fueron antes, entonces el niño cuando va entrando en el mundo de los adultos se da cuenta que no era lo que parecían y empiezan a transformarse, Yo diría a retorcerse como los que están más crecidos y entonces pierden la ingenuidad, pierden el ser genuinos, pierden espontaneidad, pierden todas esas cosas que son esenciales a un niño, que pena, y sin embargo siempre hubo espíritus lúcidos que pensaron que los niños tenían que vivir en otro tipo de mundo.

Entonces la conclusión sería: que un hombre es en la medida en que Yo le proteja para que la sociedad ni nadie los destruya o sino los destruye los mete dentro de un montón de cosas que no son las mejores y entonces, los padres creen que los hijos se les han ido de las manos, no se le han ido de las manos, se los sacaron de las manos los demás, no siempre por supuesto, hablo en general.

Hoy les llamaba la atención ese pequeño ser que miraba a Mi Mamá y todos miran eso como si fuera algo extraño o fuera de lo común, ¡noo!, todo aquél que es puro, que es auténtico tiene una visión directa de todas las cosas, y por supuesto que entre los hombres están aquellos que vos leíste esta tarde en la palabra: están los que no son Tomás y los que son Tomás, que tienen que ver para creer; ustedes dirán: el Señor está mezclando las cosas, no, no estoy mezclando las cosas, estoy diciendo que como dice el Novenario de hoy de la Misericordia: humildad, sencillez, hacerse como niño ¿mmm?, nadie ignora que la humildad es la madre de todas las virtudes, ¿y entonces?.

Vos antes cuando explicabas unas cosas dijiste que: el que tenía mucha fe o le parecía por lo menos que tenía mucha fe, a veces podía ser, tener apariencias de soberbio, orgulloso, bueno… siempre se corre el albur de, de que los demás piensen lo que se les ocurre. En cada situación de la vida pasa lo mismo, pero el hombre también dentro de su autenticidad tiene que darse cuenta que si los otros piensan mal pues bien, los otros son de palo, no son de palo para amarlos pero sí son de palo para no hacerles caso, porque nadie escucha a un palo que habla, bueno eso también es relativo, porque quien sabe escuchar todas las cosas están continuamente hablando y no es cuestión de locos ni nada por el estilo, todas las cosas y los seres tienen un vocabulario ¿mmm?, a Mi no me extraña si alguien me dice: Señor, estuve hablando con la cacerola, bueno muy bien si te entendés con ella seguí nomás hablando.

No estoy exagerando, estoy diciendo que en la medida que se va creciendo espiritualmente, en la medida que se crece se entra en una dimensión donde todos los seres y objetos creados tienen su propio vocabulario, depende de la sensibilidad y el crecimiento espiritual para entender ese vocabulario y por otra parte, querer entenderlo, porque si uno toda la vida ¿no es cierto?, tuvo el prejuicio de que una botella no habla es muy difícil que la botella le hable ¿mmm?. Es lo mismo Mis queridos que si se ponen a mirar una mano, está bien que la mano es humana y ustedes la manejan, sí, pero ustedes ¿podrían decirme cuántas cosas puede hacer una mano? ¿mmm?.

Por eso Mis queridos, que cuando están de este lado hasta que no tengan vuestro cuerpo, el que dejaron en un nicho en el cementerio van a tener nostalgia de vuestras cosas que fueron de ustedes, ¿cómo?, ¿ustedes creen por ventura que no tienen nostalgia de aquello que les ayudó en todo en la vida, o un simple pie que los mantuvo derechos y los hizo comunicar con toda la naturaleza?. Todo tiene un sentido, todo tiene voces, todo tiene mensajes, es cuestión de, de querer entender y descifrar el mensaje de cada cosa; tal vez diría: el Señor está hablando tonterías, si Yo hablara de un hierro mal quistado por los golpes, pero sin embargo los entendidos hablan de que cuando alguna pieza de un motor se rompe hablan de un cansancio del metal, pero quieren decir que…, bueno que el tiempo pasó y…, pero no, tienen razón, usan bien la expresión pero no el sentido, pero ustedes dirán: ¿cómo es esto que estamos oyendo?, un metal mal quistado por los golpes, y sí, pero de eso nadie se ocupa pero tampoco se ocupan de un ser mal quistado por los golpes, ni de los dolores terribles que puede sufrir un ser humano en las más difíciles circunstancias de la vida.

Si Yo estoy hablando de esto Mis queridos es porque quiero llamarles la atención, para que vean que nada es porque sí, todo tiene un sentido, o acaso ustedes no aman tanto a ese pensador que llevaba un pedazo de materia en el bolsillo porque él veía a la materia como algo sagrado, no hace falta que les diga quién ¿no?, sobre todo porque hay un señor Sacerdote que le disgusta si Yo pronuncio sus nombres, porque de alguna forma dice que me estoy embanderando ¿eh? y por supuesto siempre hay de todo, hay de todo viste, hay de todo y hay que tener paciencia y esperar a esa gente porque, en sí nadie es malo, esos no son malos, ignoran, ignoran y no hay peor cosa que ignorar, sobre todo cuando uno no debería ignorar ¿mmm?. Por ejemplo…, ¿a qué me refiero?, si Yo le hablo a un padre del amor por su hijo se supone que un padre debe tener todo el amor por su hijo, no se justifica ni se explica que ese hombre no entienda hasta donde puede llegar el amor como para transformar a su hijo ¿mmm?.

Quien les dice todo esto Mis queridos es el Hijo de Dios y Dios mismo y la semana pasada ustedes vieron todas las cosas que ustedes conmemoraron y en consecuencia vieron que el dolor hasta el amor tiene que llegar a sus últimos extremos, que duela tremendamente para que todo se entienda y todo se comprenda. Cuando alguien me dice que no tiene éxitos sobre su hijo, o sus hijos o sobre alguien, ¿le amó lo suficiente?, ¿le amó hasta que duela?, entonces Mis queridos empecemos por todo esto que es el abc de todo lo demás, de todo lo demás. Yo no tengo pretensiones que las personas crean plenamente que Yo estoy sentado en esta mecedora y están todos los Santos aquí y Mi Mamá por supuesto, pero como voy a pretender que alguien entienda esto si a lo mejor es un hijo que ni se acuerda de su padre ni de su madre, o un padre que ni tiene en cuenta a sus hijos o cree que es nada más fruto de un acto biológico, nada más, entonces cómo voy a pretender que me vean a Mi si hay cosas tan elementales como saber hasta cuánto puede amarse a un hijo y no pasa ¿mmm?.

Como ven Mis queridos, seguramente no solamente dirán de vos que a veces tenés una mente afiebrada, esta noche tal vez, como otras veces lo dirán de Mi: el Señor habló del suplicio del hierro martillado, ¡ahhh!, y sí Mis queridos, pero no solamente del hierro sino de todos los órdenes, en todos los órdenes; cualquiera diría: y como va a cerrar el Señor esto que dijo esta noche, porque no parecería sencillo ¿no?, primero amen hasta que duela, tengan una confianza total en que Yo no prometo las cosas porque sí, una esperanza, una confianza total. Ustedes hablaron de Abraham, bueno podríamos hablar de tantos, además hay otra cosa importante Mis queridos, el que tiene una confianza muy grande en Mi hace que Mi corazón se conmueva mucho más, aquellos que confían así tan ciegamente en el amor del Señor parecería que corren con ventaja como decíamos antes, y claro, claro, y lo digo en estos días que están haciendo la Novena a la Misericordia, que como dijiste antes es el mayor atributo que se puede decir del Señor, la Misericordia. Cuando todos los hombres, o al menos una mayoría vayan entendiendo todo esto que digo, todo esto de la Misericordia van a ver qué fácil será todo.

Conviene recordar: amar hasta que duela, una confianza ciega y total, el saber con claridad que Yo nunca prometo en vano, que siempre cumplo y tengo una especial predisposición para ver muy bien a aquellos que hasta se dejarían destruir por Mi, Yo no lo permitiría, pero me resulta muy agradable ese acto de confianza total y definitivo.

Repasen en silencio todo lo que les he dicho en este día porque tendrán, tendrán por supuesto la llave maestra para todo ¿eh?, háganme caso, nunca duden de todo lo que les prometí y les prometo.

Amén.

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