Mensaje del 23 de Febrero de 2004

Canten todos, no importa vuestra voz, importa vuestro corazón, canten todos, entonen himnos de alabanzas porque el Señor eligió este lugar único en este momento en América, único dije, único, donde Yo me manifiesto junto a Mi Mamá.

Mensaje del 23 de Febrero de 2004

Habla Artemio:

Hoy es 23 de Febrero.

Ayer fue el aniversario de la primera aparición tuya Señor a Sor María Kowalska, ahora Santa Faustina, nuevamente Señor te agradecemos todas tus manifestaciones diarias, tus milagros diarios, tus gracias y tus signos como el sol que ayer en un momento parecía que había enloquecido. Señor y lo oportuno que fuiste cuando esa señora dijo: ¿por qué yo no lo veo a Jesús?, y vos en ese instante le tocaste el brazo, entonces Señor…, es decir parecería que hasta haces como a nosotros se nos ocurre, porque esa mujer dijo como un poco, hasta un poquito disgustada porque por qué ella no y en ese mismo instante vos le tocas el brazo.

Es hermoso Señor y te agradecemos sí, te agradecemos porque todas esas manifestaciones, incluso todas las visiones que tuvo ese hombre ayer, ese militar aeronáutico retirado que dijo tantas maravillas de todo lo que había visto.

Bien Señor, escuchamos tu palabra.

Dice Jesús:

Los testimonios del día de ayer no fueron completos porque muchas personas vieron también muchas cosas pero las personas son un poco tímidas o a veces desvalorizadas y entonces tienen como un temor de decir pero siempre cuando hay manifestaciones Mías, o de Mi Madre o de los Santos, es una forma hermosa de decirlo, es una forma hermosa decirlo porque se está agradeciendo a la Divinidad, el testimonio es eso, no alegrar a nadie por lo que pasó sino, sino… decir: gracias Señor, porque aquello que te pedimos, incluso hasta lo que no te pedimos ocurre normalmente.

Bueno, también tengan en cuenta que Yo estoy siempre disponible para escuchar vuestros petitorios, porque sé que lo hacen de una forma muy honesta, en el sentido que no hacen un trueque para conseguir lo que quieren sino que confían, como vos dijiste antes: protégenos Señor en el hueco de tu mano; en última instancia el hombre es como esa figura que está sobre tu espalda, esas son Mis manos y las criaturitas son ustedes.

Pídanle eso a la Divinidad, que los proteja así siempre en las manos, por supuesto que es una forma de decir porque Yo los tengo a todos en Mi corazón y habito en el corazón de ustedes, pero como la mano siempre es algo que dispensa fuerza, protección y guía, entonces se usa eso por ese motivo.

Yo les anuncié oportunamente: verán grandes prodigios y milagros, prodigios a nivel de la razón de los hombres y milagros a nivel de la fe y es una cosa muy simple que el sol dance si no hace nada más que obedecer al Creador de todo y alegrarse con el Creador, porque para quien quiere ver ve también que el sol tiene vida y también saben que la vida de todos depende del sol, qué otra cosa podría hacer el Señor que tomar el sol, que es el centro de todo en cuanto a la luz, el calor, la vida, tomar el sol y jugar en sus…, jugar con Él en sus manos como si fuera una pequeña bolita como esa que usan los niños en sus juegos.

Canten todos, no importa vuestra voz, importa vuestro corazón, canten todos, entonen himnos de alabanzas porque el Señor eligió este lugar único en este momento en América, único dije, único, donde Yo me manifiesto junto a Mi Mamá; es decir, tengan en cuenta que a veces puedo tener diálogos personales con mucha gente, muchos hijos Míos, pero eso es normal con todos y siempre. Una cosa son los diálogos personales que es una delicadeza que Yo tengo para con las almas y otra cosa son los Mensajes dados por Mi Madre y por Mí para todos los hombres del mundo.

Canten todos himnos de alabanza, canten todos himnos de alabanzas, hombres de todas las latitudes, habitantes de todos los países del mundo sumen todos los glóbulos rojos que hay corriendo en la sangre de cada hombre dentro de la humanidad, seis billones de hombres y vos Artemio, hacé que los glóbulos rojos de esos seis billones de hombres, ante tu pedido no podrán decir que no y todos entonarán un himno de alabanza al Creador, porque ha manifestado su Gloria en este lugar, ha manifestado su Misericordia en este lugar y como en una oportunidad dije: si antes se decía que todos los caminos conducen a Roma, ahora podrán decir: todos los caminos conducen a la pampa gringa, a este lugar.
Yo te agradezco hijo Mío, porque me has dado tu casa, tus cosas, todo, pero sobre todo me has regalado tu vida, me has regalado tu vida para que hiciera con ella todo lo que Yo creía conveniente.

No es fácil entender todo esto Mis queridos, pero Yo no pido que lo entiendan, pido que lo acepten porque las grandes cosas no se pueden entender a veces con la mente humana pero sí se pueden creer por medio de la fe, por eso “bienaventurados todos aquellos que creen porque tendrán su recompensa, aquí en la Tierra y también en la vida eterna”.

Te pido Mi querido que cuando no tengas otra cosa que hacer te sientes y mires el planisferio, porque tus ojos posándose sobre cada uno de los países, se posará sobre cada hombre y le infundirás la vida, lo prioritario es este país, después América, que Mi Madre llama: América irredenta y luego por supuesto todo el mundo y nuevamente lo digo: puede haber visiones particulares, revelaciones sumamente particulares en todo el mundo y en algún lugar revelaciones especiales como en Medjugorje, pero todo lo que dijo Mi Mamá acá, todo lo que me hizo decir el Padre, todo lo que he dicho Yo en todo este tiempo transcurrido es único en los dos mil años de cristianismo. Ustedes tienen toda la libertad para creer o no, pero cuando estén delante de Mí del otro lado, allí van a corroborar que todo lo que les digo es cierto.

Les repito Mis queridos: “bienaventurados, es decir felices, aquellos que han sido tocados por el Espíritu y creen en todo esto, porque son elegidos del Señor y forman Mi pequeño resto, en los que Yo confío totalmente para empezar a edificar este Tercer Milenio”.

Te ruego Mi querido, que no tengas en cuenta ciertos estados tuyos que a veces te parecen que no estás bien, que tu salud no está fuerte, no, no temas, cuando alguien está suspendido entre la Misericordia y seis billones de personas, entonces es lógico que no tenga…, es lógico que no tenga ni tanta tranquilidad, ni tanta paz ni nada de aquello que los hombres valoran especialmente, nunca desfallezcas porque Yo antes, Yo durante y Yo después; cualquiera diría: el Señor está diciendo palabras para despedirse, no, el Señor no dice nunca palabras para despedirse, porque el Señor no tiene despedidas, el Señor vive en un continuo presente, entiéndanlo, entonces no tienen nada porqué despedirse, en todo caso dirá: hasta mañana, hasta más luego, pero el Señor está siempre.

Deben entender que es estar en un continuo presente, de esa manera nada puede asustarles en la vida porque saben que en todo caso hay nada más que cambio de estado y por otra parte, aquél que vio ayer el sol danzar sobre todo el universo, entonces puede tener la certeza de que cada una de las palabras que dice las está diciendo el Señor; ustedes dirán: ¿por qué Artemio?, claro, Yo he leído vuestras mentes y les respondo: porque no había en los seis billones de personas alguien que fuera menos que él.

Aquí Mis queridos la cuestión es no lo más si no lo menos, sobradamente tienen en la Sagrada Escritura revelaciones sobre: “en aquél que se hace nada el Señor lo puede todo”.

Si es posible que estas Revelaciones de este día las escuchen mañana esos seres queridos Míos que vendrán a verte, no es obligación, es simplemente una sugerencia.

Por eso hoy he dado muchas definiciones y si las cosas estuvieron siempre claras pienso que hoy quedan aún más claras, por los siglos de los siglos y para mayor Gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo les digo: Amén.