Mensaje del 17 de Febrero de 2004

No olviden nunca que todos los días pidan la presencia del Espíritu Santo en ustedes para que les diga en vuestra conciencia todas las cosas que deben hacer, de esa manera seguramente será más fácil verme en cada uno de los hermanos que necesitan para darle no lo que nos sobra sino lo que a los demás les hace falta.

Mensaje del 17 de Febrero de 2004

Habla Artemio:

Hoy es tanto como 17 de Febrero.

Dice Jesús:

“Bienaventurados todos aquellos que ven y creen y bienaventurados también aquellos que no ven y creen”.

Es cierto todo lo que pasó en el camino de Emaus, Yo también me pregunté: “qué le pasaba a los Discípulos que no me conocían”, y ahora les pregunto a ustedes: cómo es que…, que es lo que pasa en ustedes que no me conocen si me ven en la calle, en el campo, en el poblado, en el despoblado, en el camino, en el Templo, en el negocio, en todos los lugares ¿qué es lo que pasa en ustedes?, ¿qué es lo que ocurre?, cómo es que no me ven en los enfermos, en las personas de grandes de edad, adultos-adultos, en los niños, en los jóvenes, en las mujeres, en los hombres, en todos, ¿cómo es que no me ven?, ¿qué es lo que pasa en el corazón del hombre que no me ve?.

Es necesario cada día tener en cuenta que uno es en la medida que es para los demás, eso no quiere decir que deje de ser uno, pero uno es en la medida que es para los demás, es decir y uno es importante para los demás cuando uno los ama, ¿y qué pasa con los enemigos?, y bueno, mientras no se puede de otra forma hay que amigarse en el corazón hasta que uno pueda amigarse directamente, pero mientras tanto amarle tiernamente porque tal vez el enemigo esté necesitando mucho de nuestro afecto, de nuestras oraciones, de nuestros recuerdos. ¿Qué pasa en los hombres, que creen que Yo… (se dio vuelta la cinta) … .

No olviden nunca que todos los días pidan la presencia del Espíritu Santo en ustedes para que les diga en vuestra conciencia todas las cosas que deben hacer, de esa manera seguramente será más fácil verme en cada uno de los hermanos que necesitan para darle no lo que nos sobra sino lo que a los demás les hace falta y cuando uno dice así normalmente se cree que lo que hace falta son cosas materiales, también, sí, pero…, pero lo que más le hace falta al hombre es sentirse amado por los demás, por sus hermanos.

No puede uno decir: soy de Jesús si no ama a su hermano, si lo desprecia, no puede decir soy de Jesús, entonces no se llamen a engaño, están conmigo en la medida en que vuestro hermano cuenta para ustedes sino tendrán que seguir
aprendiendo hasta lograr ver en cada uno de los hombres Mi rostro.

Les amo tiernamente, les deseo todo lo mejor y que vuestros pedidos tengan en cuenta que serán escuchados, porque Yo fui que les dije: “golpeen y se les abrirá, llamen y Yo le contestaré”.

Amén.

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