Mensaje del 07 de Febrero de 2004

Dice Jesús:

“Bienaventurados todos los presentes y todos aquellos a quienes los presentes aman, porque desde hoy vuestra vida será distinta, no cambiarán las cosas buenas pero se agrandarán y aparecerán en vuestra vida un montón de condiciones, un montón de signos que vayan donde vayan indicará que el Señor está con ustedes”.

Mis queridos, ya no piensen más en vuestras enfermedades, eso es historia y si alguno tuviera algo será una simple molestia nada más pero eso no interrumpirá ni su vida ni su acción en el mundo.

Bienaventurados todos porque, en cada uno de ustedes veo una enorme Santidad, son realmente hijos amados, entonces me siento tan complacido de estar con ustedes, tan complacido me siento, además les quiero agradecer vuestra presencia, denme permiso para estrecharlos contra Mi corazón, por supuesto que ya estoy dentro de ustedes pero también quiero estrecharlos, denme permiso para agradecerles vuestra presencia porque los amo, pero no por un día o dos sino por toda una eternidad.

Además Mi Mamá les promete, les promete ofrecer en el altar del Padre Mi pasión, muerte y resurrección, tantas veces como sea necesario, a cada instante y no por un día o dos sino por toda una eternidad, para que los méritos que de ellos se desprende, que son enormes, les de a ustedes el signo de ser cristianos, para que en todos lados donde vayan los reconozcan porque se aman y porque están disponibles para dar todos los dones y carismas con que la Trinidad hoy los premia, todo para mayor Gloria del Padre y mayor felicidad de ustedes.

Mi Mamá no habla hoy pero sí quiere decirles lo que le dice una madre a sus hijos y a ustedes se los dice todas las noches cuando ustedes son pequeñitos y ella les dice…

Dice la Virgen María:

Arrorró mi niño, arrorró mi sol, arrorró pedazo de mi corazón, arrorró mi niño….

Se terminó la cinta...........................