Mensaje del 11 de Enero de 2004

Por eso como vos decías: no todo el que dice: ¡Señor, Señor! está de Mi lado, pobres de aquellos que tienen sumida el alma en la oscuridad, creyendo que están en la Luz, Mi compasión para con ellos es muy grande por todo el daño que le hacen a sus hermanos.

Mensaje del 11 de Enero de 2004

Habla Artemio:

Ya está aquí Jesús con nosotros, también están todos los demás.

Dice Jesús:

Bienaventurados, es decir felices ustedes que creen que Yo todo lo puedo porque es verdad, “Yo soy el camino, la verdad y la vida y quien me sigue a Mí jamás pierde el rumbo”, además “Yo soy la Luz y quien me sigue no anda nunca en tinieblas”.

Por eso como vos decías: no todo el que dice: ¡Señor, Señor! está de Mi lado, pobres de aquellos que tienen sumida el alma en la oscuridad, creyendo que están en la Luz, Mi compasión para con ellos es muy grande por todo el daño que le hacen a sus hermanos.

Cuando me piden algo háganlo con total confianza y además piensen: el Señor ya me concedió que lo yo le pedí y no solamente lo que me pidieron sino mucho más, porque es Mi deseo permanecer siempre, en el corazón de ustedes.

Vigilen vuestra vida y vuestra conducta porque a veces en un instante me desalojan de vuestro corazón y Yo quiero quedarme siempre con ustedes, hasta la consumación de los siglos, siempre.

Sean Santos, como lo es Mi Padre Celestial y enfrenten la vida con valentía, con
sinceridad para que todos puedan vivir con la paz que solamente el Señor puede dar. “Ámense como Yo los he amado” y en esto no, no puede uno decir ya hoy amé, no, cada día hay que tomar nuevamente la actitud de aquel que ve en el rostro de cada persona Mi rostro, quien procede de esa forma está siempre en el buen camino, hacia la Jerusalén Celestial.

Les amo profundamente y derramo sobre ustedes esta bendición para que permanezca para siempre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.