Mensaje del 24 de Marzo de 2003

Continuo con las cosas que estabas diciendo antes, el cristiano debe ser lo suficientemente desestructurado y lo suficientemente abierto para decirlo más fácil como para estar siempre disponible para que el Espíritu Santo les comunique las verdades esenciales.

Mensaje del 24 de Marzo de 2003

Habla Artemio:

Hoy es 23, 24, 24 si hoy es el cumpleaños de la Rosa. El Señor… Jesús, la Virgen, los Santos, están todos acá, Jesús dice siempre: aquellos que no creen, no hay ningún problema, en estas cosas o lo tomas o lo dejas, no hay ningún problema, es decir no hay obligación de creer porque son Revelaciones Privadas. Bien dice Jesús entonces…

Dice Jesús:

"Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien me sigue no anda en tinieblas".

Continuo con las cosas que estabas diciendo antes, el cristiano debe ser lo suficientemente desestructurado y lo suficientemente abierto para decirlo más fácil como para estar siempre disponible para que el Espíritu Santo les comunique las verdades esenciales, por supuesto que en los dos mil años de cristianismo hubo épocas, tiempos, influencias de todo tipo, filosóficas, culturales, étnicas, montones de influencias, entonces los hombres hablaron a veces totalmente inspirados por el Espíritu Santo, pero a veces también no animándose a decir las cosas tal cual el Espíritu se las decía sino con la mentalidad de no herir susceptibilidades y de esa forma no provocar ninguna situación que podría resultar escandalosa.

Es decir, los hombres todas las épocas si quisieron estar con la verdad pudieron, pero muchas veces estaban con la verdad y las situaciones que tenían que vivir les hacían decir las cosas más suavizadas, más… como un poco más arregladas para no provocar en los demás ciertas situaciones que podrían haber traído conflictos como por supuesto los trajeron, de ahí que haya a lo largo de los dos mil años de cristianismo un montón de herejías, es decir se llama así a los pensamientos que se aparataban totalmente del pensamiento Mío y de la Santa Madre Iglesia, y también se convocaron a Concilios, que es una reunión de Obispos y Cardenales para a veces discutir y sentar doctrinas sobre las diversas herejías que iban apareciendo, tal vez algunas veces no eran totalmente herejías pero en el tiempo en que estaban es posible que lo tomaran así, pero la Santa Madre Iglesia siempre celosa de sus verdades, a través de sus representantes los reunían para sentar doctrinas ante ciertas desviaciones que había, esto es referido a los primeros tiempos ¿no?, bueno a lo largo de toda la historia del cristianismo porque incluso vieron ustedes que en el caso de la reforma protestante se citó un Concilio especialmente para ver como se iniciaba la contra reforma ¿no?

Por eso pero un consejo muy oportuno me gustaría darles el día de hoy es que… traten siempre de estar como en un estado especial de gracia para que el Espíritu, el Gran Comunicador pueda decirles las cosas siempre y avanzar en la verdad, es cierto la verdad está contenida en todos los libros y en los documentos de la Iglesia, pero también es cierto que esa verdad tiene que ser dicha con palabras de la época en que a cada uno le toca vivir, eso no contradice a la verdad en todo caso la hace más evidente. Ustedes, ya esto lo he dicho otra vez, pero ustedes ven por ejemplo que la Parábola del buen Samaritano, parecería que en cada época puede tener connotaciones distintas, no distinta en cuanto a la verdad sino distintas en su aplicación práctica y concreta, es por eso que esto no solo vale para las verdades fundamentales de la Santa Madre Iglesia sino vale también para nuestra conducta cotidiana, estar siempre desprovisto de ciertas cosas que perturban el orgullo, la soberbia, los sentimientos, el amor propio herido y tantas cosas por el estilo porque es obvio, el Espíritu Santo no puede decir cosas cuando el amor propio está herido, o hay bronca, o hay resentimiento, o hay orgullo, o hay soberbia, es decir la madre de todas las virtudes es la humildad y en consecuencia uno tendrá que nutrirse de ella, pero nutrirse totalmente.

Entonces habrá que pensar que las cosas que oyen su conciencia y que el Gran Comunicador les trasmite, que es el Espíritu Santo, puede tomarlas como ciertas o verdaderas. Es decir no dejarse engañar por las circunstancias, el Espíritu Santo no puede hablar en alguien que no le da pie para hablar, es cierto que la conciencia es la voz de Dios que habla en cada uno claro, pero esa conciencia puede estar muy perturbada a veces, sumamente perturbada, entonces con la conciencia perturbada no se ve nada claro, absolutamente y voy a usar un proverbio que tienen en la pampa ¿no?: hay que muchas veces desensillar hasta que aclare, es decir esperar el tiempo suficiente como para que las cosas maduren y caigan por su propio peso, repetidamente lo dije: nadie le gusta sacar a una fruta de la planta cuando está verde para hacerla madurar por los propios medios, hay que esperar que la naturaleza que es muy sabia le de todos los elementos necesarios a esa fruta para que se ponga lo suficientemente madura y entonces además de no violentar nada tendrá un sabor diferente, todo el sabor que le dio la madre naturaleza, que es decir en todo caso la Providencia ¿no? para que tenga el sabor justo y necesario, oportuno, adecuado, entiendan estas cosas porque detrás de ellas hay mucha sabiduría que el hombre necesita ¿mmm?

Este ejemplo tan simple de la fruta es tan ilustrativo, o acaso cuando ustedes frecuentan lugares donde venden frutas no dicen: esta fruta no ha sido madurada en la planta, y ya al adquirirla piensen: no tendrá el sabor de la fruta madura, porque se han apresurado los tiempos y las cosas no han tenido su proceso natural, ese proceso que normalmente está ligado a la Providencia, si ustedes dicen: el Señor hace las cosas siempre bien, pues bien oigamos la voz del Señor a través de los diversos signos y como dijo Mi hijo Artemio antes: los signos deben ser interpretados porque de esa forma vamos a vivir con sabiduría.

Sepan que los amo, estoy siempre con ustedes, directamente y a través de símbolos y signos tratando de decirles todo lo que ustedes necesiten para hacer Mi voluntad, y ¿cuál es Mi voluntad Mis queridos?, que ustedes sean felices.

Amén.