• CAPILLA ABIERTA TODOS LOS DÍAS

Mensaje del 27 de Febrero de 2003

Cuando van a pedir ustedes por todo lo que han hecho y lo hagan en nombre de la Misericordia, del Señor de la Misericordia, puede pasar un minuto, un día o no sé cuánto, pero la Misericordia no los defraudará nunca por haberla invocado con fe y confianza.

Mensaje del 27 de Febrero de 2003

Habla Artemio:

Alabado seas Maestro Señor, Nuestro Rey, nuestro todo, alabado seas y alabado seas por todo lo que hiciste Señor.

Hoy es el día jueves 27 de Febrero de 2003, bien Señor.

Dice Jesús:

Bienaventurados aquellos que ven desordenes y cosas horribles diseminadas por todos lados e invocan al Altísimo para que establezca el orden; dichosos aquellos y bienaventurados que, se unen para pedir por todos los hombres de los cinco continentes; bienaventurados y dichosos sean aquellos que, diariamente son testigos y guías para llevar delante del Padre a todos los niños que han sido abortados o perdidos. Esto no tiene ningún precio, esto solamente puede ser entendido por la Misericordia del Señor, ustedes no hagan ni el más mínimo esfuerzo por entender porque entenderían nada más que hasta los límites humanos, abandonen todo en las manos del Señor.

Dice Santa Faustina:

Cuando van a pedir ustedes por todo lo que han hecho y lo hagan en nombre de la Misericordia, del Señor de la Misericordia, puede pasar un minuto, un día o no sé cuánto, pero la Misericordia no los defraudará nunca por haberla invocado con fe y confianza.

Dice Santa Teresita:

Sigo pensando en que unos de estos días vamos a hablar sobre la Santidad, ya hemos dicho unas cuantas cosas pero vamos a hacer más explícitas.

Dice Nuestra Madre:

Algunos dirán: cómo la Madre habla después de los Santos, y ¿por qué no?.

Estoy muy agradecida y emocionada por todo, pero ¿saben que es lo que más me emociona?, ver como la Misericordia de Mi Hijo desciende sobre todos los lugares que ustedes lo han pedido, por eso lo de Mi Hijo cuando les dijo: “bienaventurados y dichosos”.

Dice San Benito de Nursia:

Siempre atendiendo a las formas y a los moldes que siempre he usado, he expulsado el maligno de todos los lugares donde ustedes han expresado sus deseos que así ocurriera, por supuesto que háganlo todos los días porque el maligno anda siempre ¿mmm?, siempre a la expectativa, háganlo, siempre.

Dice San Francisco Javier:

Dicen de mi que soy un gran misionero, Patrono de las Misiones, creo que dicen ¿no? junto a Teresita, bueno, y yo tengo el gusto de decirles que en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, los titulo: grandes misioneros a ustedes, sí señor, porque todos los días recorren todo el mundo llevando la palabra, no saben cuánto me alegra todo esto, ténganlo en cuenta.

Tal vez alguien les dijo alguna vez que ustedes eran misioneros, sí, pero hoy yo les digo en nombre de la Trinidad: grandes misioneros, los llamen o no así los hombres, todo el Cielo está de acuerdo en que todo esto es así y punto.

Dice el Padre Pío:

Cuánto es mi amor por vos, cuánto, no sabes el bien que se derrama sobre todos los hombres del universo. Las gracias son incontables, han visto que fácil es llevar la palabra de Dios a todos los rincones del mundo. Cuánto placer, cuánto, cuánto.

Dice San Martín de Porres:

¡Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya, gloria, gloria, aleluya, en el nombre del Señor. Gloria, gloria, aleluya, gloria, gloria, aleluya, gloria, gloria, aleluya, en el nombre del Señor!.

Hace falta decirles algo más de cómo está mi corazón.

Habla Artemio:

Por primera vez, creo, no me acuerdo está aquí el Padre Hurtado.

Dice el Padre Hurtado:

En realidad vos nunca fuiste muy afecto a mi, a pesar de haber ido tantas veces al país hermano, pero a veces es una cuestión de…, bueno, no sé porqué, pero siempre tuviste mucho respeto y reconocimiento por todas las cosas que yo hice y hago, y en la casa, en mi casa creo que viviste y aprendiste muchas cosas, muchas ¿mmm?.

Bueno, acordate Mi querido, ¿sabes para qué vine?, para decirte que he decidido hacerte muchos regalos, muchos, ya vas a empezar a verlos, sí, muchos regalos, de todo tipo, sobre todo de aquellos regalos que llenan tu corazón de felicidad, por el solo hecho de pisar lugares donde yo pisé, ya eso para mi es una forma de decir te amo. Porque hay muchas formas de amar, hay formas así un poco melosas de decir las cosas pero, hay otras que no tanto, pero más allá de eso, pensamos igual, queremos igual, amamos igual y queremos que el futuro sea realmente como quiere que sea el Señor, por eso tanto en común, tanto en común.

Habla Artemio:

San Juan Bautista Vianney, ¡oh!, el Santo cura de Ars, al que amé y amo con tanta devoción.

San Juan Bautista Vianney:

Yo solo quiero decir algo nomás, vos te acordaste de ponerme de Protector de muchos Sacerdotes y también del Obispo y yo te digo que acepto encantado esa protección y que todo será preparado especialmente ¿mmm?.

Te acordas cuando en el primer año yo fui el que dio las normas de cómo debía ser un Sacerdote ¿te acordas?, bueno todo lo que pediste, todo lo que no pediste y que necesitas, todo lo que no te acordaste en pedir, todo lo que necesitas, siempre me refiero a los Ministros de la palabra, todo, dejá todo por mi cuenta, que soy el intercesor permanente delante del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Dice San José:

Ahí en el libro de devociones está una oración que dice: que en el cielo José no pide sino que ordena, bueno, entonces solamente digo esto, todo lo que se está pidiendo, todo lo que estuvieron pidiendo y que seguirán pidiendo yo lo hago una causa personal, porque si bien todos me recuerdan, pero aquí se me recuerda especialmente como Patrono de la Iglesia Universal y se me coloca junto a María, mi esposa, Madre de Dios, todos confíen, confíen, confíen.

Dice la Madre Teresa:

¡El Ángel vino de los Cielos y a María se anunció, el Ángel vino de los Cielos y a María se anunció, Virgen Madre, Señora Nuestra!.

Virgen Madre, Señora Nuestra, Mediadora de todas las Gracias, Co Redentora con Jesús, Reina y Señora de todo lo creado, Reina y Madre, Señora Nuestra, a ella estoy refiriéndome, a cada momento y pidiéndole por todo.

(Hay te digo una cosa entre paréntesis, viste el regalo que te hice con ese pequeño animalito que tiene origen hindú, te sorprendió cuando un día voló y se posó sobre tu hombro y viste que tenía una mansedumbre distinta a los demás, fue algo que yo hice, ¿te gusta?, viste que ese animal tiene una predilección por vos, no por la comida que le llevas, tiene una predilección por vos, es un regalo mío).

Y parece que a mi me toca decir: Amén.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)