Mensaje del 22 de Febrero de 2003

Esto que puede parecer nada más que la voz de Artemio, el que quiere puede comprobarlo, porque al escuchar la grabación se escucha detrás Mi voz y más fuerte la voz de él, a esto que llamamos Revelaciones Privadas, todo es comprobable, solamente hay que tener buena voluntad y deseos de hacerlo.

Mensaje del 22 de Febrero de 2003

Habla Artemio:

Hoy es 22 de Febrero de 2003.

Y como hace ya ocho años, casi diariamente Jesús, su Madre, los Santos están con nosotros, salvo contadísimas excepciones que no viene a esta hora pero cuando no viene después me ve cuando yo me voy a acostar ¿mmm?, pero Él se manifiesta siempre ¿eh?.

Bueno…, está sentado allí en la mecedora, con ropas muy, muy rotosas y se ven todas sus lastimaduras y todo su dolor ¿eh?, sin embargo Jesús con todas sus fuerza y poder dice…

Dice Jesús:

“Yo soy la Luz del mundo, quién me sigue a Mí no anda en tinieblas”.

Esto que puede parecer nada más que la voz de Artemio, el que quiere puede comprobarlo, porque al escuchar la grabación se escucha detrás Mi voz y más fuerte la voz de él, a esto que llamamos Revelaciones Privadas, todo es comprobable, solamente hay que tener buena voluntad y deseos de hacerlo.

Me alegro que estén aquí presentes a todos, de tener este niño delante de Mi, que necesita tanto de que se produzca en él un milagro y que cada vez está más cerca y mucho más de los que están presentes que tienen necesidades de las más diversas, de todo tipo, piensen que…, ¿qué padre le da a su hijo piedras cuando su hijo le pide pan? ¿mmm?, ¿qué padre le da una víbora cuando su hijo le ha pedido un pescado?. Entonces, cada uno en su corazón confíe plenamente, confíe plenamente que Yo les he mirado a los ojos y en silencio he dicho vuestros nombres y los nombres de aquellos que ustedes aman.

Me maravilla pensar que mañana, pasado, en cualquier momento, delante de cualquiera van a pensar ustedes: yo soy de Jesús, porque ya Yo estaba en el corazón de ustedes pero el día 22 de Febrero, se decidieron a recibirme de nuevo en vuestro corazón, porque Artemio les dijo que Yo no tenía dónde reclinar Mi cabeza, así que piensen, que estoy en vuestro corazón, así como lo está Mi Padre y el Espíritu Santo, porque ustedes son Templo de la Santísima Trinidad y también Mi Mamá y también Mi Mamá, ella que es Mediadora de todas las Gracias.

Estoy muy alegre que estén aquí, que hayan venido de lejos, les doy gracia por vuestra fe y por vuestra atención, tengo una especial cariño por todos ustedes y tengo una especial preocupación por todos ustedes y ocupación por todos ustedes. Entonces de día o de noche, de mañana o de tarde, cuando sea, piensen: el Señor está en mi corazón, el Señor me ama, el Señor tiene conmigo un proyecto, el Señor no me va a defraudar nunca, por toda una eternidad, nunca me va a defraudar, porque Él es el Hijo de Dios y Dios mismo, van a decir ¿eh?; ustedes pensarán: ¿y qué les voy a pedir Yo por todo esto?, nada, todo se los regalo, a cambio de nada… (se dio vuelta la cinta) … y van a dejarme entrar y como dice el Evangelio: “Yo entraré y cenaré”, es decir empezaré a compartir todas las cosas.

Ustedes dirán: pero yo no lo veo al Señor, ni a su Madre ni a los Santos, pero Yo les digo: ”bienaventurados los que no me ven y creen”, a Artemio les es más fácil porque él me está viendo aquí sentado, ve Mi túnica rotosa y sucia, ve Mis heridas que están brillantes porque están frescas y sangran aún, para pagar todas las deudas, pero no, no se crean, él tiene ese beneficio pero cuánto más le voy a pedir a él que a ustedes que no me ven ¿mmm?. Yo diría que estén contentos de no verme porque millones y millones y millones de veces más le pediré a él que a ustedes ¿mmm?; como a veces conversamos con Mi Papá: este hombre tiene la peor parte siempre porque sí es cierto que mucho se le da, enormidades se le va a pedir y no se le va pedir cuentas solamente de las cosas de él, sino de todos los que estuvieron en su presencia, de todos.

Es decir, Yo no les pediré cuentas sino directamente cada uno ve pasar en su mente todo lo que hizo durante la vida ¿mmm?, tengan en cuenta esto, no así para sentir temor ni nada de Mí, sino ténganlo en cuenta porque es maravilloso que Yo sea vuestro padre, vuestro hermano, vuestro amigo, vuestro compañero, todo, es realmente maravilloso, ¿se han dado cuenta cuánta suerte que tienen?, ¿se han dado cuenta? que no es lo mismo buscar una sanación así nomás, que buscar una sanación cuando uno ha respirado el mismo aire que respiró el Señor y uno ha sentido su calor y uno ha sentido su presencia y uno ha sentido el calor de su amor entrando por los poros, entrando por todos lados.

Bienaventurados Mis queridos por todo esto que les está pasando, bienaventurados, no es nada más ni nada menos que un anticipo de lo que será vuestra eternidad.

Les amo tiernamente y estoy siempre con ustedes.

Amén.