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Mensaje del 30 de Diciembre de 2003

Sigamos, es lógico que, estés un poco intrigado respecto a qué es lo puedo decir Yo en este día, si esperé hoy por algo es, siempre es mejor decir las cosas cuando uno la entiende.

Mensaje del 30 de Diciembre de 2003

Habla Artemio:


Hoy es 30 de Diciembre de 2003.

Me estaba refiriendo a que no puedo, no sé que hacer con los zapatos que tienen barro y tierra de el lugar donde hubo veinticinco mil muertos, más que lo que dicen en televisión por supuesto, ahora subieron a veintidós y…, incluso la camisa misma y estos pantalones, el domingo a la mañana tenían un olor a sangre que no se aguantaba, por eso les dije que le iba a contar algo tal vez feo para ustedes pero yo tengo la obligación porque el Señor me pidió, que esta sea como una oración de este día, porque del terremoto de Irán la mayoría no conoce una papa ¿no?, ninguno conocemos nada porque los Diarios traen tan poco, le dan tan poca importancia a ese país ¿no?, bueno.

Como fue la cosa, lo voy a abreviar un poco porque yo no tengo ningún derecho en hacer sufrir a los demás ¿eh?.

Bueno, de repente llegué a esa ciudad que era siempre visitada por los turistas, porque es una de las ciudades más antiguas del mundo ¿mmm?, y…, es decir, no estaba en un solo lugar sino que estaba en varios lugares al mismo tiempo ¿verdad?. Yo tengo grabado así en mi mente los ojos de los muertos ¿verdad?, normalmente nosotros cuando vemos un muerto le cerramos los ojos pero ahí hay tantos, quien les va a cerrar los ojos y cuando los muertos tienen los ojos abiertos son enormes y los ojos de los árabes son enormes y negros oscuros ¿mmm?. Bueno, entonces al principio me puse a cerrar ojos pero me sentí tan ridículo, porque era lo mismo que…, ustedes vieron cuando entran en un maizal, o en un sojal que ven todo, bueno, así, muertos todos, porque ya habían como apilado allí.

Ahora, a mi el olor a podrido no me hizo nada, sinceramente, nada, nada, nada, porque aunque allá hace frío pero la carne se pudre ¿no?. Bueno, había cosas realmente como ridículas ¿no?, por ejemplo entre los muertos alguna gallina paseando y comiendo lo que podía comer de entre los muertos, vos dirás: pero ¿cómo?, sí, alguna cabra también ¿mmm?, alguno que otro burro por ahí ¿no?, para hacerles ver hasta que punto saltaba de muerto en muerto los animales que buscaban un poco de comida y las cabras algún poquitito de hierba, por supuesto que amarilla y seca la hierba ¿no?, porque en Irán no hay prácticamente agua, no hay prácticamente agua y volví a ver, volví a ver lo que había visto en Irak ¿no? como la gente se pincha la punta de los dedos y chupan agua de los dedos, se chupan la sangre.

Una cosa es contarlo chicos y otra cosa es vivirlo ¿mmm?, vos dirás: cuando este se levantó…, ojo ¿eh? no sueño ¿eh?, no es sueño, es con los ojos abiertos, ojo ¿eh?, porque el soñar es una cosa, el ver es otra, no nos confundamos. Bueno, incluso ¿uno como está?, está presente tal cual como está así, y va y viene, tanto es así que los zapatos se me ensuciaron todo ¿verdad?, iba y venía entre los muertos y lo que realmente me…, me conmovía era que los que quedaron vivos, normalmente cada diez muertos había uno o dos vivos ¿no?, no dejaban a los muertos, no los dejaban, incluso aunque les parezca a ustedes estaban sentados sobre los muertos ¿no?; esas mujeres con ese rostro tan delgado, esos rostros desorbitados, con ese gesto de la boca abierta como: ahhh…, como si estuvieran del otro lado ¿no?.

Así como había olor de parte de los muertos también se sentía un olor terrible en el aliento de las personas que me acercaba, por una razón muy simple: cuántos días hacía que no comían ¿mmm?, ahora, en un momento determinado me detuve a mirar que comía una mujer ¿no? y sacaba algo de un muerto y comía pero yo no sé que es lo que sacaba, no les puedo decir, parecían como migas de pan pero no, no, no les puedo decir porque no sé.

Bueno, ¿había alguien que cuidaba?, alguien…, no, no, no, no, por ahí a lo lejos se veía alguna luz, así tipo…, no reflector sino linterna grande pero sino era una penumbra, es decir posiblemente era una hora del día, yo diría seis de la tarde ¿no?, pero ¿por qué las luces?, porque todavía está la tierra ¿no?, el polvo en el aire, es decir el Cielo se tapó por…, al caerse los edificios dan como un…, como eso que se ve en la ciudad ¿vieron? pero esto es espesísimo ¿mmm?, incluso hay ráfagas de viento que levantan las piedritas y te golpean en la cara y yo a la mañana cuando me fui a ver en el espejo tenía toda así la cabeza ¿no? y con todas manchitas rojas y eran las piedritas que me habían golpeado; entonces, ustedes dirán: esto no es un sueño, es real, pero no me pregunten cómo, no me pidan que les explique, porque yo no lo sé explicar, en todo caso si quieren creerlo creánlo sino déjenlo pasar ¿no?.

Vos decís: ¿algún poquito de agua en algún lugar?, no, solamente ¿no?, a lo mejor a algunos les hace mal lo que yo cuento, ustedes saben que cuando una persona muere ¿no? los esfínteres se aflojan ¿verdad?, bueno he visto a algunas personas vivas todavía acercarse a las partes donde podían sacar un poquito agua, de agua, de orín se supone ¿no? bueno, y los cuerpos congelados ya hacían agujeros pero sangre no salía más, no congelados, fríos, hacían agujeros para ver si sale poco de sangre, a veces salía de estas partes así pero de las piernas y de los brazos no, para tomar un poquito de líquido, de agua ¿mmm?.

He visto por ejemplo, yo no sé por qué había más hombres muertos que mujeres ¿no?, ¿les hace mucho daño?, bueno el que no puede aguantar, el Señor me pide que lo cuente, el que no puede aguantar salga afuera, pero esta es la oración de hoy. Bueno, me daba la impresión que en algunos casos ponían las bocas de las personas junto a la boca de los muertos para absorber lo poco de húmedo que había en la boca del muerto todavía ¿verdad?; incluso por ejemplo, si alguno ya de los muertos había orinado y quedó un poquito la tierra húmeda, se ponían la tierra en la boca para poder tomar un poquito de agua ¿verdad?.

Bueno, el olor a sangre era, no inaguantable porque a mi no me hace nada, pero el olor a sangre se confundía con el olor a podrido ya ¿no?, porque si hay un olor horrible es la carne humana podrida ¿no? y los que habían muerto antes tenían la panza levantada, hinchada ¿no es cierto?, muy hinchada, antes que otra cosa se hincha la panza ¿mmm?, entonces eso parecían montículos así por todos lados, por supuesto es…, cosas, yo caminaba, iba, venía, no entendía un pito de lo que hablaban por supuesto, pero sí entendés que el llanto está diciendo algo doloroso, lógico, qué querés que diga una persona llorando ¿no?.

Pero, algo que me llamó la atención, las mujeres normalmente en Irán, ahora todavía tienen cubierta la cara ¿no es cierto?, pero allí no, no he visto casi ninguna cara cubierta, sí todo, pero el pedacito este descubierto, la que estaba vestida, vestida de negro u oscuro, es decir un color de negro de, con tierra, así ¿no?, o negro gastado, negro viejo pero tierra sobre todo. Las caras tiznadas porque además había partecitas ¿no? donde había fuego ¿mmm?, algo se quemaba, pero no se quemaba porque…, es decir anda a saber por qué, no sé, si había alguna pérdida de algo, porque dentro de todo esa ciudad que quedó en escombros, si recibía turistas quiere decir que tenía lugares donde había algunos elementos modernos ¿no?.

Bueno, y ustedes saben que el fuego asaba la carne de algunos y se sentía ese olor a…, carne quemada, si algunas vez estuvieron en algún Instituto del quemado, ese olor ¿no? pero con toda la intensidad. Cada cien muertos, diez o doce personas, más no, por ejemplo un hombre, alto, ya muy arriba de los sesenta ¿no?, buscaba algún familiar, entonces para cada muerto que había, la agarraba de los pelos y lo levantaba, le miraba la cara, lo volvía a largar y así desesperado, los levantaba y los volvía a largar ¿mmm? y seguía así repasando muertos, yo no sé porque no había tantos con la cara para arriba sino hacia abajo ¿no?.

Bueno, ¿había algún signo de vida, vos decís plantas, algo?, mirá, yo no lo vi, no lo vi, algo de comida en algún lugar, tampoco, algo donde tomar un poco de agua o que se yo, nada, salvo que quisieras tomar el agua que salía de algún órgano de persona ¿no?, muerta o no, ya eso lo había visto yo en Pakistán, pero aquí mucho más. Y la única alternativa ¿no es cierto? era pincharse con algo ¿eh? y ahí la vegetación es un poco espinosa, semidesértico es eso ¿no?, entonces con las espinas se podía pinchar uno los dedos para chuparse sangre ¿mmm?.

A veces me caía porque tropezaba con los escombros como cada vez se hacía más oscuro ¿no?, y así a lo lejos se sentía, a lo lejos y no tan lejos, como una especie de lamento: ohhh, ohhh, ohhh. Los árabes cuando están así con una pena tan grande, el llanto, no es el llanto como el nuestro, aunque les parezca mentira, es un sonido gutural ¿no? que le sale de adentro, parecería como si vos sintieras en ese momento todo el dolor de una raza, de una población, porque imaginate vos, veinticinco mil muertos, pensá: Posse tiene ocho mil habitantes ¿eh?, veinticinco mil, pero todo esto agregá animales muertos, agregá algún coche destrozado con gente muerta adentro, agregale todos esos ingredientes, y de vez en cuando, mirá me resultó tan chocante, esos pobres animales que circulaban entre los muertos por ejemplo alguna cabra y alguna gallina ¿no?, incluso medias desplumadas pobres bestias, buscando alguna macanita que comer entre todo eso, algunos se entretenían en picar acá la sangre que salía de la nariz, le picaba ahí ¿no? la sangre que salía de la nariz, otro por ejemplo alguna gallina, los que tenían la boca abierta le picaban los dientes, como los veían blancos ¿no?. ¿Estoy mucho?, pero el Señor quiere que esta sea la oración de hoy.

Bueno, y yo iba y venía, iba y venía, por ahí veo una figura alta, más alta que de costumbre, mucho más alta y parecía, yo no puedo decir con seguridad, parecía que era Jesús que también estaba por ahí, seguramente era Él pero como si no se hubiera querido dejar reconocer. Ahora, cuando Él pasaba quedaba como silencio, quedaba como, como si hubiera pacificado el lugar ¿no es cierto?, pero se notaba que se llevaba las manos así a los ojos como quien llora y llora y llora ¿no?, evidentemente yo no les puedo asegurar si era Jesús o no, pero me pareció. No me parecía del todo porque tenía la barba más larga ¿viste?, asi que no sé, pero era alto, alto así como prácticamente Jesús, lo único que no tenía como Jesús es la barba más larga, lo único, no sé.

Bueno, no, no habló conmigo ¿eh? Pero…, en un momento vi que cuando yo me acerco para tomar las manos Él desaparece, y entonces yo dije: no, no debo estar bien yo, me está pasando algo, porque en estas cosas yo les aviso esto, yo sufro el desgaste físico ¿eh? como si estuviera caminando realmente haciendo las cosas en la mente ¿eh?, incluso yo sentía que tenía el estómago tan, pero tan vacío ¿no? que, es decir se ve que hacía muchas horas que caminaba ¿no?, pero tampoco pensaba en comer ni mucho menos, ni tampoco se quien me mantenía en pie, se que a veces tropezaba, me caía, cuando caía en tierra el olor era peor ¿no es cierto? por la sangre, por la…, toda la resaca de las casas, por ahí parecía como si hubiera encontrado una cañería rota de una cloaca, no sé.

Pero tanta gente, tanta gente y yo notaba que en vez de tomarme la parte del cuerpo de arriba, me agarraban de las piernas, ¿saben que tenía estos pantalones? y todavía se nota que tienen un montón de manchas ¿eh? pero me lo quise dejar porque tiene olor a sangre todavía ¿eh?, perdonen que sea tan fúnebre pero el Señor esto lo considera una oración, asi que perdónenme, esta es mi realidad, no tengo otra para mostrarle ¿no?, estos pantalones yo no sé si guardarlos o dejarlos, pero voy a tener que guardar toda la ropa entonces ¿mmm?.

Bueno, la cuestión es que fueron horas y horas y horas de pasar de aquí y de allá, por ahí alguna paresita levantada y digamos cobijándose al lado de la paresita alguna persona pero todas miradas esquivas, otros que estaban en el suelo quebrados, o destruidos o lo que sea, se tomaban de los pantalones y me tiraban, me tiraban, me tiraban ¿no? y yo iba caminando y prácticamente los llevaba como a la rastra ¿no?. Bueno, yo no sé cuánto duró eso, supongo que toda la noche porque cuando me desperté estaba, desperté en el sentido de que tomé conciencia que estaba otra vez en Posse ¿no?, a eso le digo desperté. Yo sentía que había arrastrado…, pensá un peso un millón de veces superior a tu capacidad de llevarlo ¿no? y no es que a mi me parece, no, porque incluso en ese día tomé una antiflamatorio y todo, sin embargo todavía tengo las piernas cortadas adentro del esfuerzo, tengo cortadas las piernas adentro, que queres ¿mmm?.

Bueno, ahora yo no sentía hambre, no sentía sed, pero veía por todos lados esa forma de mendigar un poquito no de agua, de humedad ¿verdad? ¿eh?, por ejemplo si alguien se ponía a orinar, no eran dos o tres que querían tomar, eran siete u ocho y entonces al último se pechaban uno con el otro pero no tomaba ninguno prácticamente ¿verdad?.

Bueno, yo no sé que decirles otra cosa, ¿si vi algún objeto de valor como para poder empezar de nuevo?, les diría que no, en general por ejemplo elementos como botellas de vidrio así, no, no, botellas de plásticos, como esas que tienen aquí las gaseosas ¿no?, por supuesto que abolladas totalmente. Había diarios que volaban también un poquito, según el lugar porque yo estuve en varios lugares, y también humo, el humo era…, yo no sé, tenía olor a carne quemada ¿verdad?, yo pensaba en ese momento: ¿no estaré transitando por lo que humanamente llamamos infierno?, no sé, pero me parecía que era peor todavía porque por más que allá hace frío ¿no? pero se levantaban como oleadas de calor, de olor a podrido ¿mmm?, y…, si te digo que vi algún insecto te estoy mintiendo que no sé, no vi insectos, pienso que por el frío ¿no?.

Ahora, yo tenía esta cruz, todo, todo esto igual que así ¿no?, por ahí una señora, digo señora, ya una mujer grande me manoteó esto y me tiraba y yo le decía que no servía para nada esto, para ella, qué le servía a un árabe esto ¿no?, después tuve que mirar porque estaba todo medio cortado esto ¿eh? y está medio falseado.

Después llegue a una parte más alta de la ciudad ¿no? donde habían quedado algunos edificios, pedacitos de edificios ¿no?, eran unas paredes, por ahí se veía alguna estatua rota, algún mueble roto, pero el terremoto cuando ocurre es como si zarandea todo ¿no? y al zarandear lo rompe y se abren grietas, se abren grietas, se abren grietas y esas grietas no permanecen mucho tiempo abierta, vuelven a cerrarse y se abren otras ¿se dan cuenta?, es como si por dentro el fuego jugara con la tierra ¿mmm?. Entonces no era raro ver personas sepultadas hasta acá dentro de una grieta ¿no? y se notaba por ejemplo que había sido sepultada viva porque estaban con los brazos así ¿no es cierto? bueno.

Una cosa es decirlo y otra cosa es imaginarse las grietas, otras grietas no estaban cerradas, eran tan profundas, de tres o cuatro metros y como la gente prácticamente sin comida, débil y todo, caía ahí adentro ¿no? y no entendía una palabra de lo que decían, de los gritos que daban y todo, no, nada, no entendía nada, nada, absolutamente ¿no?.

Bueno, yo creo que más no conviene que les diga, ya tienen una idea, no me pidan que les explique por qué hay tierra en mis zapatos, ni hay manchas en mis pantalones, no me pidan que les explique porque no lo sé, porque si se supone que uno espiritualmente va hasta allá y vuelve porque los zapatos están llenos de tierra o barro y yo he comparado, he mirado, no es la tierra como la nuestra, es tierra casi media coloradita ¿mmm?; es decir, donde hay piedritas chiquitas de tierra casi árida ¿mmm?.

Bueno, si alguno quiere hacer alguna pregunta, si no fui explícito, pero piensen en un campo así, un sojal, o un trigal o no se qué ¿no?, lleno con todos pedazos de material subiendo y gente muerta y gente muerta y gente muerta y gente muerta y gente muerta. Esa ciudad posiblemente tenía sesenta mil habitantes, es el lugar donde estuve yo, de esos sesenta mil veinticinco mil habían muerto ya y seguramente había más muertos ¿no?.

¿Algún enfermero, algún médico, alguien de la cruz roja?, nada, absolutamente, ¿alguien que repartiera comida, o que se yo, o alguna cosa?, nada, nada, el hombre o mujer, casi no vi niños, parecería como si todos se hubieran muertos ¿no?, el hombre…, sí algunos jovencitos pero, el hombre ante la realidad de no tener nada, no hablemos de comida ni de agua, nada, nada, no entienden lo que es nada ¿eh? y su familia sí encontraban algunos ¿eh?, cuando encontraban algunos se aferraban y se ponían ahí, se ponían ahí, parecería como si querían absorberlo incluso hasta me parece hasta que le sacaban cosas del cuerpo para comer. Es terrible ver ¿no es cierto?, se supone que si un muchacho abrazaba a una mujer de edad era la madre, se supone, porque yo no entendía nada y le sacaba cosas del cuerpo y se la ponía en la boca ¿no?.

Me llamó la atención las manos flacas, largas, las uñas largas, sucias, así ¿no?, todo el mundo tiznado, así alrededor de la boca, como una especie de círculo ¿no? de tierra.

Bueno, yo diría que aquí tenemos parece una forma muy especial de hacer oración, aquí todo es diferente, todo, pero si esto les sirve para algo como oración piensen: ¿quién está más muerto, el que está muerto o el que está con vida todavía?, un poquito de vida en medio de todo eso ¿eh?, miles y miles ¿mmm?, miles y miles.

Ahora, ustedes dirán: tal vez había una tendencia a comerse entre ellos, en general los árabes no, les cuesta mucho comer algo así ¿no? puede que comer los excrementos pero no la carne ¿mmm?. En este momento piensen: antes de ayer yo volví ¿no? en este momento debe seguir todo igual, más muertos todavía, con más hambre los que están vivos y con más sed ¿mmm?, y vos crees por ventura que alguien llegará, algunos han decidido colaborar con Irán viste, ahora cuándo llega eso no sabemos, quince días, diez y al último no sabemos para qué llega porque la mayoría ¿mmm?.

Por ahí me pareció que veía, y sigo contando ya no puedo aguantar, y por ahí me parecía que había como ¿vieron? esas…, como palas con uñas que tienen pero no como las de acá, distinta, que hacían como pozos, aprovechaban las grietas que dejó el terremoto ¿no es cierto? como formas de cargar muertos y tirarlos adentro ¿mmm? y al mismo tiempo algunos que agarraban a sus muertos, porque no es tomar es agarrar a los muertos y salían disparando para que no se los enterraran como lo único que tenían. ¿Vos sabés lo que es ver ir un padre, una madre, o un hijo o lo que sea, con un muerto y a veces una parte del muerto, no toda ¿no es cierto?, oliendo a podrido pero podrido, podrido y huyendo porque era lo único que había, que les quedaba en la vida?.

Yo no quiero amargarles la vida con esto, solamente piensen que por cada uno de esas personas Jesús también murió en la cruz, aunque sean árabes, chiítas, sunitas, o lo que se te cante ¿no? pero por cada uno de ellos también Jesús muere en la cruz; vos dirás: ¿pero y el Señor permite eso?, al Señor le duele tanto como a nosotros y diez millones de veces más, es decir desde que el hombre está sobre la Tierra siempre tuvo que vivir entre terremotos, vendavales, aluviones, tifones, de todo, es propio de la naturaleza hacer todo eso. Vos dirás: en estos tiempos es peor, nooo, en todos los tiempos fue igual ¿verdad?, lo que pasa que en algunos países donde saben que puede haber terremotos, construyen las casas sobre una especie de cilindros que al moverse corren ¿no es cierto? y las casas no se caen, pero allí, esa ciudad, que yo les digo que estuve el sábado a la madrugada, es totalmente de adobe todavía, salvo algunos edificios que posiblemente era para los turistas ¿no?, pero el resto, todo, todo de adobe, ¿saben lo que es adobe?, de tierra ¿mmm?, bueno tierra total no, tierra con piedritas ¿no? bueno.

Que todo este relato, que pueden creerlo o no, es cosa de ustedes, sirva como una oración para meternos así, zambullirnos dentro del dolor humano ¿mmm?; hoy me decía una señora cuánto le dolía una uña encarnada, ay sí, señora, claro, para ella la uña encarnada era un dolor terrible y me venían flashes de todo lo que había pasado el sábado a la madrugada y digo: ¡Dios mío, Dios mío!. Claro, el dolor de cada uno es el dolor de cada uno, no hay vueltas, a ella le dolía la uña pero….

Ahora, a todo esto agréguenle el condimento ¿no es cierto? de toda una raza postergada donde, es decir algunos son muy, pero muy, pero muy, pero muy ricos ¿verdad? por el petróleo, por otras cosas y otros, la mayoría nada; es decir los tatarabuelos, abuelos, abuelos, abuelos nada y ellos actualmente nada ¿mmm?, ¿y que pasará con los nietos, bisnietos, tataranietos?, nada ¿mmm?, esa es la forma de vivir de muchos. Nosotros aquí estamos muy cómodos sentados, piolas ¿eh?, estamos fresquitos con el ventilador, no tenemos grandes lujos pero estamos sentaditos acá ¿eh?, mientras que no tan lejos de aquí ocurre todo eso lo que les acabo de contar, ¿es para que se pongan a llorar?, no, es para que tomen un poco de conciencia que esa gente que es también nuestra hermana, son nuestros hermanos ¿mmm?.

¿Vamos a pasarnos todo el día pensando en eso?, bueno yo el domingo no pude ¿no? pensar en otra cosa pero dejémoslo, pero un poquito ¿no? para a veces resignar un poco ciertas cosas que son innecesarias en nuestra vida ¿mmm?, o sacarnos ciertas broncas que a lo mejor no son por nada.

Claro, el gran drama del hombre es cuando todo se consuma allí en ese límite entre vivir y morir, ahí está el problema ¿mmm?, nosotros pensamos si la muerte por allá a lo lejos viste, no tan lejos que se yo, pero ellos no, ellos nacen conviviendo con la muerte, viven y después cuando mueren, la muerte es una solución para su vida, no es algo tremendo, la están deseando la muerte porque termina con el calvario de vivir sobre la Tierra ¿mmm? y esos son nuestros hermanos ¿eh?, les guste o no, les parezca bien o no, pero son nuestros hermanos y cuando yo mismo miro mis dolores o pienso en los dolores de otros, digo: ¡Dios mío!, qué puede uno decir.

El dolor cuando llega hasta un punto, uno cree que ya no duele más, normalmente psicológicamente explicamos, cuando el dolor llega a un límite la persona se desmaya y punto, esa es una hermosa cosa que uno explica así tan estúpidamente en el mundo Occidental y entre nosotros ¿eh?, sí porque cuando te sacan una muela si no te pusieron ni la anestesia llega un momento en que te desmayas porque los mecanismos de defensa del organismo hacen que te desmayes para que no sufras, las pelotas, las pelotas che. El dolor ahí no tiene límites, ahí la gente no se desmaya cuando le duele todo, o se muere o sigue viviendo, todas esas teorías que usamos aquí hay que pasárselas allá donde la espalda pierde el nombre decente porque no sirven para nada, las cosas en las que vivimos nosotros.

Si nuestros hermanos están en esas condiciones, porque no es una vez, de un lado o del otro, todo el Oriente, desde siempre vive en esas condiciones de guerra, terremotos, de esto y lo otro y lo de más allá ¿mmm?. Cuándo un momento de felicidad, cuándo un momento de alegría, cuándo un momento de decir tengo algo en el estómago para calmar mi hambre, o un poquito de agua para calmar mi sed, cuándo che, cuándo.

En otras ocasiones, por ejemplo una vez en Pakistán el Señor me hizo, me dio en ese momento un montón de tarros grandes de agua, pero aquí no, no me dio absolutamente nada, me hizo ver todo.

Y…, y dejé para el último esto, habrá tenido ocho años nada más, nueve, una criatura, delgadita era, casi desnudo ¿no? y justo yo tropiezo y lo veo así a un metro y el acaba de hacer con una piedra sobre el dedo para que saliera sangre ¿no? y empezó a chupar y cuando me vio a mi ahí cerquita hizo para que chupara yo también, no, fue demasiado para mí, ocho, nueve años nada más, yo digo: ¿es que hay que sufrir tanto para ser solidario, para descubrir al hermano?, ¿quién era yo para él?, nadie, nadie, sin embargo se rompió el dedo con una piedra para que le saliera la sangre y toma un poco y me ofrece. Yo no sé que hice si tomé o no tomé sangre, pero se que le agarré la mano y se la volví a poner en la boca.

Chicos, estas cosas que me pasan yo no tengo la culpa de que me pasen ¿eh?, que nadie se la agarre conmigo por esto, que nadie me tome bronca o lo que sea porque me pasan estas cosas ¿mmm?. No sé a quien le pasará o no le pasará, a mí me pasan, pero no se la tomen conmigo, esto que sirva para todo, no se la tomen conmigo, yo no le hago mal a nadie con esto, en todo caso me hago mal a mí mismo, no se la agarren conmigo che si me pasa todo esto ¿eh?.

Bueno, ahora vamos a leer la palabra…

Dice Jesús:

Aunque por dentro… ¿sería necesario leer la palabra o ya está la palabra dicha?.

Habla Artemio:


Pero yo creo que es necesario ¿eh?... (se corta la grabación)

Hoy es 30 de Diciembre de 2003.

Dice el Señor:


Está Mi barba más larga hoy ¿verdad?, la misma que viste ¿no?, en esos lugares que todos tienen la barba muy crecida uno pasa desapercibido, entonces es una forma de mimetizarse con lo que a uno le rodea, acaso no decimos que hay que hablar el mismo idioma que hablan los demás y hacer todo lo que hacen los demás.

(Se interrumpe la grabación…, Simón, Simón)… para Mi no había problemas si se quedaba o no.

Sigamos, es lógico que, estés un poco intrigado respecto a qué es lo puedo decir Yo en este día, si esperé hoy por algo es, siempre es mejor decir las cosas cuando uno la entiende. Además soy selectivo en ver el lugar donde me gusta arrojar las semillas; el niño del dedo sangrante no desaparece más de la mente de cada uno de los presentes y por supuesto de todos aquellos que tengan acceso a esto.

A una altura de las cosas, si es que así puede decirse altura o profundidad… ¿el dedo de ese niño no era acaso un cáliz con Mi sangre?.

Más allá de lo que estas palabras pueden escandalizar a alguien, que me tiene totalmente sin cuidado, porque el amor nunca debe escandalizar a nadie salvo que se tenga dobles intenciones.

Que esto que explicaste antes y esto que digo Yo ahora, tendrán que ir unidos, para darle a todos aquellos que todavía no entienden una visión totalizante, globalizante de todo, quién no entendió que también Mi sangre fue derramada por todos esos seres que te mostré y paseaste entre ellos, quien no entendió eso no entendió nada.

¿Es esto romper todos los esquemas, destruir todas las barreras, sacar todo lo que entorpece en el camino?, para algunos no, para otros sí. Para aquellos que tienen el concepto clarísimo de la fraternidad universal y de que Mi sangre fue derramada para todos y por todos, entonces lo verá como algo natural y lógico, para los otros resulta incomprensible, definitivamente incomprensible.

Como poder pensar que esos seres fueron Bautizados así totalmente si hay reglamentos que dicen que solamente puede darse el Bautismo cuando está el cuerpo de alguien presente, es por eso que parecería que estamos hablando idiomas diferentes y si se acepta es como una forma de decir: y bueno no entiendo o acepto, sino no se acepta, pero Yo voy a esperar para Bautizar a esos hombres, no está la palabra de hoy, lo que dice Pedro: “si ya tenían el Espíritu Santo, por qué no los iba a Bautizar”.

Sí, esto por supuesto mueve a grandes discusiones teológicas, pero Mis queridos, cuando se está delante de la muerte, de la vida y de la muerte, no hay tiempo para discusiones teológicas, ni para saber si algo está reglamentado o no lo está. Mis queridos, Yo siempre me manejé de la misma forma, ¿o acaso no he sanado en el día sábado?, ¿o acaso no dije que dejaba las noventa y nueve para ir a buscar aquella perdida?. Nos movemos dentro de un mundo de paradojas, si lo queremos razonar y ver todo legalmente, por ahí podría decirse: ¿entonces todo vale?, cuando el amor está de por medio todo vale, aunque esta expresión pueda traer un escozor muy grande, no solo en la piel sino en el corazón de tantos.

Diariamente en los sitios más extraños y alejados, cuántos hombres están en la misma condición tuya ante el dedo sangrante del niño ¿mmm? y hacen lo que les dicta su conciencia y hacen bien y Yo lo ratifico sin ningún tipo de temor.

Todo el relato anterior, que fue el uno en un millón de lo que viste y viviste, que sirva para muchos, para poner por fin los pies en la Tierra y contagiarse en forma tremenda de toda la humanidad que debe tener el hombre, realmente para ser un buen discípulo Mío, quién no lo entiende así no lo entiende. Pero Yo sé que allá en lo profundo de los corazones de una gran mayoría, hay un asentimiento total y definitivo por todo lo que se dijo en este día.

¿Y mañana, cómo será mañana?, Mis queridos, todavía no terminó este día y Yo como todos los días cuando llega la noche, sigo buscando un lugar donde reclinar Mi cabeza, creo que aquí nadie me lo niega, pero en otros lugares ¿podré reclinar Mi cabeza después de haber dicho lo que dije?.

No creo que hagan falta más palabras, hoy todo está dicho.

Amén.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)