Mensaje del 02 de Marzo de 2002

Estos dos canastos llenos de piedras, resplandecientes como el sol son gracias y milagros que quiero regalarles a ustedes. No se olviden cuántas veces estoy por allí paseando con mis canastos llenos de gracias y nadie me las pide. No tengan miedo de pedirme todas las Gracias que necesitan.

Mensaje del 02 de Marzo de 2002

Dice Jesús:

Celebro verlos a todos aquí reunidos y Yo ahora me muestro como un hombre pero estoy siempre con ustedes. He recorrido vuestros cuerpos y vuestras mentes y la de todos vuestros familiares para sanarles de todos vuestros problemas. Sepan mis queridos que siempre estoy con Ustedes. Yo los amo mucho, nunca dejo de estar siempre con ustedes. Díganselo a los demás: Jesús está conmigo, Jesús me ama porque Él me tiene en cuenta desde toda una eternidad. Díganselo a todos: "Soy la persona más rica, más poderosa, más sabia porque Jesús me ama". Siempre tengan eso presente y ¿saben que les recomiendo para cada noche cuando se van a acostar? Que piensen que se recuestan sobre la herida de mi costado, y si quieren escóndanse dentro de ella, así Yo voy a poder quemar todos vuestros dolores, vuestras angustias, vuestras tribulaciones y voy a poder tener presente súplicas por todos vuestros familiares, incluso por aquellos que les dan disgustos y le hacen pasar tantos dolores.

Recuéstense sobre mi herida y hagan que mi sangre se conecte con la de ustedes porque de esa forma tendrán Vida Eterna y una vida hermosa sobre la tierra, llena de sentido y llena de santidad.

Habla Artemio:

Nuestra madre está vestida como en el cuadro: un vestido amarillo, casi amarillo, color crudo claro y el manto. Nuestra madre tiene dos canastos, uno en cada brazo llenos de piedras preciosas, ¡brillan de una manera increíble!

Nuestra Madre dice:

Sí, yo estoy aquí hoy para bendecirlos especialmente, porque así como les dijo mi Hijo, yo también los amo, ¡es tanto el cariño que les tengo!

Estos dos canastos llenos de piedras, resplandecientes como el sol son gracias y milagros que quiero regalarles a ustedes. No se olviden cuántas veces estoy por allí paseando con mis canastos llenos de gracias y nadie me las pide. No tengan miedo de pedirme todas las Gracias que necesitan. Quiero ser útil en vuestras vidas, así como fue útil en la vida de mi Hijo. Quiero participar de todas vuestras cosas. Quiero estar con ustedes cuando hacen la comida, cuando van al trabajo, cuando pelan una papa. Quiero estar con ustedes en todo momento, y acuérdense, acuérdense que por las noches, siempre, así como mi Hijo les dijo que recuesten vuestro ser sobre su costado, acuérdense que yo siempre los estoy acunando, siempre, si aguzan vuestros oídos, si escuchan bien en la noche serena y silenciosa van a oír lo que les digo siempre:

Arrorró mi niño
Arrorró mi sol
Arrorró pedazo
De mi corazón

Siempre estaré acunándolos, porque ustedes tendrán años, muchos años, pero yo sigo viéndolos como si fueran bebés, como si fueran niños sufrientes y entonces una madre ¿qué puede hacer por los niños sufrientes? Ponerlos en sus brazos y acunarlos y a la mañana cuando sale el sol, denme una mano a mí y otra a mi Hijo y salgan a luchar en la vida y aunque las cosas a veces no vayan tan bien, pero piensen ¿quién puede contra mí? Si Jesús y su Madre están conmigo ¿quién puede contra mí? Soy el ser más rico de la tierra, soy el ser más feliz de la tierra porque tengo un Ser que me ama y su Madre que me ama.

Dice Jesús:

Es cierto, yo los amé desde el seno de mi Padre, los amé a través del tiempo. Cuando fueron engendrados los miré a los ojos y los llamé por su nombre. Los amé desde siempre y para siempre. Entonces el pedido hecho será tenido en cuenta en su totalidad.

Lo de ayer no fue nada más que una pequeña muestra de todo el dolor que hay en el mundo, y además ese dolor demuestra con claridad la falta de personas que los escuchen, porque una cosa es ir a arrodillarse delante de mí en el sagrario, que yo los escucho también, pero la gente siempre quiere tener algo de donde tomarse, por eso busca en los hombres la palabra, Mi Palabra ¿para qué decir mucha cosas? Ayer fue la muestra pequeñísima de todo lo que será esto, ¿distinto a todos lados? Sí, totalmente, totalmente distinto. No hace falta que explique por qué, pero todo es diferente.

Ese clamor de tantos hombres que buscan una liberación que no les llega de ninguna parte, por fin son escuchados. En primera y última instancia, los hombres buscan al Señor, pero el Señor tiene que ser presentado a los hombre de una manera accesible, para que ellos puedan creer en el Señor.

Los hombres tienen que tocar, tienen que ser, tienen que sentir. Entonces todo es diferente y no hay ningún ser humano sobre la tierra que sea tonto como para no darse cuenta cuando alguien le habla si les hace el verso o si les está diciendo la verdad. Porque hay una verdad fundamental que es las cosas dichas con Amor y los hombres lo que deben hacer para tener ese Amor es dejar pasar en ellos, como en un prisma, la luz que llega del infinito y que de esa forma se desparrama entre los hombres. No hay otra manera.

Todos aquellos que buscan tantas vueltas al asunto, pierden el tiempo, sus corazones están secos de amor, totalmente secos.

Delante de alguien que sufre, no hay alternativas, no se puede posponer las cosas, delante de alguien que sufre hay que amarlo porque es lo que haría Yo, lo que hago Yo. Convénzanse de eso es una verdad tan simple. Pueden tener todo el mundo a sus pies, pueden tener toda la sabiduría y la riqueza, pueden tener todo, todo, todo, pero si les falta amor no tienen nada, absolutamente nada. Queden en paz, que así como viste en tu mente que Mi misericordia caía como la lluvia sobre ese lugar, así fue en realidad. Yo no te hago imaginar cosas extrañas sino verdaderas, esa lluvia ha caído sobre ellos. Canten y alaben al Señor, porque es Bueno, porque hace maravillas y porque su misericordia no tiene medida.

Amén.