Mensaje del 31 de Marzo de 2002

¿Sabes una cosa?, antes te llamaba Mi gusanito querido pero me parece que también te voy a llamar Mi loco querido.

Mensaje del 31 de Marzo de 2002

Habla Artemio:

Hoy es Pascua de Resurrección, que numéricamente es 31 de Marzo del 2002.

No se Señor, vos dirás que es lo que nos venís a traer en este día. La verdad es que no tenes pinta de haber, con la ropa que tenes, de haber resucitado porque cuando uno resucita se pone de punta en blanco y vos Señor estás bastante sucio, no sucio pero más o menos.

Dice Jesús:

¿Sabes una cosa?, antes te llamaba Mi gusanito querido pero me parece que también te voy a llamar Mi loco querido.

Habla Artemio:

Señor pero a mi me gustaría que también a los demás les dijeras lo mismo.

Dice Jesús:

Bueno, "Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien me sigue a Mi no anda en tinieblas". Yo soy la Luz del mundo, Yo soy la Misericordia.

Yo repito lo que vos dijiste recién, de nada vale todo esto si dentro de un rato cuando salimos afuera seguimos con los mismo hábitos y con las mismas caras largas de siempre. Porque sino no demostrarían ninguna alegría por Mi Resurrección, claro ya sé, ya sé, Yo resucité hace dos mil años, ya sé, pero y como se festeja hoy ¿no?, y viste como hoy todos se sientan a la mesa y comen y esto y lo otro y lo más allá y entonces festejan ¿no?, entonces habrá que mostrar en la práctica los festejos esos ¿eh?.

Hablen de Mi Misericordia a los demás, díganle a quien se les ponga a tiro: usted o vos, ¿conocés la Misericordia del Señor, lo grande que es?, y entonces la otra parte les va a decir: no, no me importa que sé yo qué es eso de la Misericordia. Entonces vos deciles: mira, Jesús le dijo a una mujer por allá en la década del 30 que estamos en la Era de la Misericordia eso lo viene a decir aquí también en la casa de este que hoy empecé a llamar Mi loco querido, Mi gusanito también pero loco querido también, también, cosa que si alguno te dice loco de afuera ¿viste?, sepan que Yo te digo le agrego querido.

Entonces hay que decirles a los demás que Yo le dije a Santa Faustina y te dije a vos que estamos en la era de la Misericordia y que Yo estaba dispuesto a salvarlo todo, comprenderlo todo, perdonarlo todo, amarlo todo y que desperdiciar todo esto sería una lástima porque para ello no hay que pagar nada, solamente hay que hacer una pequeña cosita, abrir el corazón y dejarme entrar. Que poco les pido ¿no?, abrir el corazón y dejarme entrar y que es lo que pasa cuando abra una persona el corazón y me deje entrar Jesús prometió que El entrará y sanarán juntos, sanarán juntos. Es decir, empezarán a compartir todas las cosas, los dolores y la alegrías y ya los problemas serán diferentes porque van a ser compartidos, es decir partidos por la mitad, mitad para vos mitad para Mi.

Hablen a los demás de la Misericordia del Señor que es una forma de manifestar todo el amor que Yo les siento y que si no entienden mucho de la Misericordia que le pidan a Mi Mamá, que Mi Mamá trae ella su gran cruzada del Espíritu Santo, es decir, para que se pueda entender toda lo que es la Misericordia mía. Que nadie piense en el fin de mundo, en el fin de nada, estamos comenzando muchachos todavía, qué vamos a pensar en el fin. Y estamos comenzando con todo el amor que el Señor nos quiere dar, que es tanto; y si alguno te dice: mira esas cosas.... ; proba, deciles vos, total probar no cuesta nada, proba, proba, dejá entrar. ¿Y que hay que hacer para dejar entrar a Jesús en el corazón?, lo primero no ser puente roto, es decir tener humildad. Que pasa con los puentes rotos no se pueden pasar, uno no los pasa a los puentes rotos.

Bueno entonces hay que tener humildad. ¿Qué es ser humilde?, es hacerse chiquitito, sencillo, simple, amable, bueno, dejar de ser soberbio, orgulloso y todas esas cosas así ¿no?; ¿y con eso es suficiente?, claro, es suficiente con eso, la humildad es la madre de toda las virtudes y quien decide ser humilde tiene la puerta abierta para todo. Y a vos agregale también que así como la humildad es la madre de todas virtudes, el orgullo es el padre de todos los vicios. Y sino observalo dentro de la sociedad, fijate en aquellas personas que son malos elementos ¿no es cierto?, fijate si en el fondo o en la superficie no son unos orgullosos intragables, soberbios, se creen que el mundo pasa por ellos. No, el mundo no pasa por ellos, pero vos no les digas así, vos tenés que decirles simplemente: abríle el corazón al Señor, total no tenes nada que perder y mucho que ganar, abríselo con humildad, decile: mira Señor aquí esta mi corazón ¿eh?, es como es, sucio, limpio, no importa, así yo te lo ofrezco Señor y vos hacé lo que quieras con él.

Entonces cuando la persona me diga así Yo entraré, entraré y la persona se sentirá de otra forma, ¿por qué?, porque el amor lo ha invadido, porque hay que decirle a todo el mundo que de una u otra forma todos buscamos amor, queremos que nos quieran y también queremos querer a los demás pero cuanto queremos que nos quieran, aunque sea con una sonrisa, con una mirada, todos los seres humanos buscan afecto. Pues bien, yo te estoy presentando a uno ahora que te va a dar todo el afecto que vos quieras, ¿a cambio de que?, a cambio de nada, El te lo da todo gratis, todo gratuito. Y los otros preguntan: pero en estos tiempos ¿alguien da algo en forma gratuita? Vos deciles: si, porque ya te viene dando en forma gratuita un montón de cosas, desde el corazón del Padre ya te viene amando en forma gratuita y cuando estabas en la panza de tu mamá, te señalo con el dedo, te miró a los ojos, te llamo por tu nombre, y te acompañó y te regaló un Ángel para que te cuidara y todas esas cosas. Mira todo gratis ¿eh?, ¿pero eso será en un comienzo nomás o será siempre así gratuito?, y bueno, si vos después querés quererlo, querés amarlo, El se va a poner muy contento, y entonces tendrán un romance que va a durar por toda una eternidad. Porque vos deciles: este que te estoy presentando tiene el amor para siempre, porque El no anda con cosas pequeñas, no, no, El si te dice para siempre, es para siempre, para siempre. ¿Y cómo para siempre?, y si, quiere decir que el día que te mueras El te va a seguir queriendo y te va a llevar a un lugar precioso y te va a dar todas las cosas que necesitas para ser feliz, para siempre. ¿Tanto?, tanto. ¿Pero tanto así gratuitamente?, tanto así gratuitamente.

Por eso hablen Mis queridos, hablen a los hombres de Mi Misericordia, estoy tan ansioso de regalar Misericordia a todos, estoy tan ansioso, tan ansioso, y quiero regalar gracias y quiero regalar milagros y quiero regalar de todo, pero también tienen que pedírmelo porque eso de ir y regalar así nomás, no, tienen que pedirme las cosas, me gusta que me las pidan.

Bueno esta reunión se ha hecho muy larga pero bien vale la pena el día de Pascua ¿no? Se ha hecho un poco larga. Espero que no se hayan cansado.

Yo los quiero mucho, los amo mucho. Los tengo a todos en Mi corazón. No hace falta que les diga que están inscriptos en el Libro de la Vida, es decir, que cuando el día de mañana cierran los ojos, que vas a entrar como tiro a ver la Luz del Padre, pero no por un día o dos, sino para siempre. Para siempre. ¿Vos sabes lo que es para siempre?, pensá un poquito cuando a vos te quieren un ratito o te quieren un día o una semana, vos te sentís en la gloria ¿no es cierto?, bueno perfecto, entonces pensá en el amor para siempre, sin ningún tipo de necesidad, empezar a una hora y terminar a la misma hora y seguir a la misma hora siempre, sintiéndote amado y amando, ¿no es hermoso para un alma lo que te presento?, ¿a cambio de qué?, a cambio de nada, solamente dejame entrar hoy en este día de Resurrección, dejame entrar en tu corazón. Vos dirás: yo ya te dejé entrar, y si, pero todavía tengo mucho más para entrar, vos me abriste mucho ya sé, pero podés abrir mucho más tu corazón, mucho más.

Así que dejame entrar, y deciles a los otros también que me dejen entrar, que no saben las cosas hermosas que van a sentir.

Amén.