Mensaje del 01 de Enero de 2001

¿Pueden negarse ustedes a escuchar Mis palabras?, que Yo use un vehículo aquí en este lugar remoto de la pampa gringa, vehículo que he pensado muy bien antes de elegir y que ya estaba en el Corazón de Mi Padre en el comienzo de los tiempos. No se ensañen con él por las palabras que Yo estoy diciendo, Yo las estoy diciendo, él solamente me presta su voz.
Mensaje del 01 de Enero de 2001

Habla Artemio:


Hoy es 01 del 01 del 01, Enero, primer día del Tercer Milenio.

Porque me viniste diciendo Señor, desde hace tres horas ya: esto debe ser un diálogo hoy y como todo diálogo se supone que hay preguntas y respuestas ¿no?, bueno.

Dice Jesús:

Creo que estás expectante, lo mismo que Mi Madre y todos los Santos pero no vamos a hablar cosas que ya no se sepan.

Habla Artemio:

Señor, yo te digo que no encuentro la forma entre atender a la gente que viene en busca de tu palabra, de sanación y que si estuviera con vos, vos estarías también muy contento, lo veo cuando voy a hacerte la visita al Santísimo.

Dice Jesús:


Tratá de armonizar, atendé los que puedas y el resto dedicalo a Mi Madre, a Mí y a los Santos porque hay muchos que quieren decir cosas y no saben cuándo, tendrás que encontrar la forma de atender menos personas por tu salud y para que queden grabadas muchas cosas.

Habla Artemio:

Señor, desde hace un tiempo, bueno en realidad siempre ¿no?, yo no tengo un parámetro para ver si lo que hago lo hago bien.

Dice Jesús:

Acordate que ya en varias oportunidades te dije que todo está bien entonces…

Habla Artemio:

Pero Señor sabés que cada día me siento más ingenuo o diciéndolo de otra
manera: más niño para entender muchas cosas que los demás entienden de
repente.

Dice Jesús:

Está bien, me gusta que seas así y Yo lo provoco para que vivas espontáneamente, genuinamente, sin tomar conciencia de todo lo que estoy haciendo a través tuyo.

Ahora, en el fondo sos un poquito Tomás, te gusta que las cosas te las diga, te las vuelva a decir, te las repita, ya está dentro de vos ser así pero no hay dudas que tenés siempre la tendencia a, dicho con todas las palabras: a ser el que menos cree en todo esto.

Habla Artemio:


No te entiendo Señor.

Dice Jesús:

Sí, mientras para los demás todo es muy simple y lo dan por sentado pero vos siempre le buscás la vuelta como para no racionalizar las cosas sino por tu formación vos buscás certezas y en todo esto las certezas no se ven tan fácilmente.

Habla Artemio:

Es cierto Señor que a veces me siento como afuera de la cuestión, como un convidado de piedra.

Dice Jesús:

Mientras que sos el centro de los Mensajes, de la recepción de los Mensajes, de las Locuciones Íntimas y hay incluso una tendencia en vos, no a que Yo no venga tanto sino a como si tuvieras un santo temor de molestarme.

Habla Artemio:

Puede ser Señor, no te puedo negar a vos lo que vos ves.

Dice Jesús:


Ahora, hay una expresión en Revelaciones donde dice que Yo hice mucho pero corregí poco, no soy Yo el que tiene que corregir, son los hombres, de qué valdría la imposición desde afuera de muchas cosas, de verdades que son evidentes por sí mismas, pero Yo tengo que esperar que el hombre llegue él a esas conclusiones.

Habla Artemio:

Sí Señor, pero ¿no se demora la historia?.

Dice Jesús:

El demorarse o atrasarse de la historia es una cosa que ni vos ni nadie puede entender, qué es demorarse y qué es atrasarse y no es porque estando de este lado no existe el tiempo sino porque para la mente humana es muy confuso entender todos los acontecimientos que pasan, desde un volcán que entra en erupción hasta el oleaje del mar o qué comerá el hombre dentro de mil años. Acepten que están dentro de una cultura, no sé si decir paganizada pero materialista, inmediatista y entonces razonan en base a esto, a lo que manejan, a lo que tienen entre manos.

Es necesario llegar a la conclusión de que ni Mi Padre, ni Yo ni el Espíritu Santo están administrando así como haciendo todas las cosas, es cierto que estamos en todo pero a las cosas las dejamos hacerse. Además hay que tener en cuenta que muchos sacerdotes y religiosas por temor, por creer que se salen de la ortodoxia y por muchas cosas más dicen, opinan por su propia cuenta, de acuerdo a su punto de vista pero en eso no hay mucha, Yo diría casi nada de inspiración del Espíritu Santo.

Habla Artemio:

Señor, yo comprendo que vos pretendés de nosotros una fe ciega y una confianza total y completa en el Espíritu Santo.

Dice Jesús:

Es que no les puedo pedir menos, en absoluto, si todo lo que no anda bien en el mundo es porque el hombre confía nada más que en sus propias fuerzas, y en cuanto a eso de la fe, si Mi Padre, Yo y el Espíritu Santo quisiéramos esa fe… (se sentía el ladrido de los perros)…, quisiéramos esa fe todo sería fácilmente solucionable pero ¿quienes viven cristianamente con una fe profunda y continua?, me parece que ni un cinco por ciento de las personas y con momentos de fe fuerte y después no un diez por ciento.

Ahora, todas estas Apariciones, todas estas Locuciones Íntimas, en las que Yo, Mi Mamá, los Santos toman tu voz para expresarse, es posible que de esta voz quieran oír más cosas, es decir, monopolizar más cosas, no como amenazas, no como reprimendas, no como castigos inminentes ni lejanos.

Habla Artemio:


Señor, pero cuando vos hablas da la impresión que tus expresiones son
imperativas: hay que hacerlo.

Dice Jesús:


No lo es tanto, no, no es así, Yo solamente acentúo las cosas y puedo decir por
ejemplo que el que tiene hambre no tiene tiempo para esperar, puedo decir que la corrupción está instalada en todos los grupos de poder, incluso religiosos, porque hay corrupciones gruesas y hay corrupciones sutiles pero corrupciones al fin. Yo puedo decir por ejemplo: me preocupa el escándalo que hay en la asamblea por todo lo que sufren aquellos que se equivocaron en la elección de su pareja y ya para todos son reos a los que explícita e implícita hay que castigar de alguna forma y sino se hace todo lo posible para que tengan conciencia de culpa.

Yo no les voy a decir nada qué es lo que deben hacer, pero hago una pregunta: ¿condice vuestra fe profunda en la palabra si desprecian al hermano que está en búsqueda del amor que todavía no encontró?, Yo no quiero gente mutilada, Yo quiero gente que se desarrolle, entonces, dentro de la Economía Divina las cosas están planteadas de otra forma, en vez de citar a este o al otro padre de la Iglesia, santos y doctores por supuesto, por qué no piden el auxilio del Espíritu Santo en forma tremenda para que les ilumine para ver qué lugar dar a aquellos que parece ser se han salido de las reglas normales, mientras Yo me canso de decir: estamos en la era de la Misericordia, todos aquellos que tienen capacidad de decisión se muestran duros e inflexibles con todos los problemas, todos los problemas y cada sociedad tiene sus propios problemas que las jerarquías locales deben buscar una solución, Yo les pregunto Mis queridos, que dicen amarme tanto y llevarme en vuestro corazón: ¿pueden dormir en paz cuando el hermano, que le fue así, está sufriendo horrores?, es fácil dejar que sufra pero la conciencia, la conciencia de cada uno ¿puede estar en paz?, en general se pone todo en la misma bolsa, se hace esto o esto otro, bolsa para un lado y bolsa por el otro y cada ser humano es único, inédito e irrepetible, obra del Señor, creado por el Señor.

Habla Artemio:

Jesús estás hablando me parece hoy de una forma como no te había oído antes.

Dice Jesús:

Sí, me oíste antes y se puede leer entre líneas todo y directamente pero hoy he querido, entrando a este Tercer Milenio, era de la Misericordia y vigencia total del Espíritu Santo, hay que dejar de pensar en las cosas ya resueltas para afinarlas más y empezar a pensar en las cosas no resueltas. Por qué a un sacerdote que hizo sus votos, pero llegó un momento en la vida que por situaciones psicológicas, afectivas, ancestrales, en su patrón genético, llega un momento en que no puede más conservar la vida que le hicieron prometer conservar, hay que buscar una solución para ese sacerdote y hay que buscarla con urgencia, Mi Padre, Yo y el Espíritu Santo no queremos mutilados, queremos personas que se realicen en plenitud.

Repito, por qué se demora tanto los tribunales eclesiásticos para expedirse sobre las más diversas situaciones en todos estos temas, valga para la anulación de los matrimonios eclesiásticos, valga para los votos hechos por los religiosos, los sacerdotes, religiosas, esta inmensa comunidad humana, Cuerpo Místico, no puede aceptar así como si nada pasara que el hermano esté sufriendo horrores por su situación que no puede resolver, ahora, está comprometiendo ese ser humano su fututo pero Yo creo que…, Yo creo que lo compromete más el que está a su lado y no hace nada para solucionar su problema. Por supuesto, que dentro de todo esto siempre está el que se aprovecha de las situaciones, pero para eso está el discernimiento, para saber quién se aprovecha de las situaciones y sacar partido siempre.

Habla Artemio:

Señor, se ve entre líneas que debería haber más cosas permitidas.

Dice Jesús:

No sé si muchas o pocas, pero hay montones de situaciones que se deben solucionar, que tal vez demore el proceso...

Habla Artemio:

¿Qué proceso?.

Dice Jesús:

De aceptación dentro de las comunidades de las soluciones pero cuando las jerarquías hablan lentamente se inicia un proceso donde la gente va entendiendo.

Habla Artemio:


Es cierto Señor, a veces uno ve como procede la gente, en todos los niveles y
parecería que están libres de todo pecado y ellos no tienen tentaciones ni nada.

Dice Jesús:


Claro, las cosas vistas desde afuera parecen de una manera pero vistas desde adentro todo es diferente y entonces Mi Misericordia alcanza para todo… (se dio vuelta la cinta)…, aquellos casos que están totalmente fuera de la normalidad pero se cubren, se tapan.

Habla Artemio:

¿Sabés qué me preocupa Señor?, todo el problema de las distintas razas, me preocupa el problema de los patrones en que se mide la normalidad de una persona, me preocupa todo tipo de discriminaciones Señor, ¿qué discriminaciones Señor?, dije: raciales, religiosas, sexuales, todos están como esperando una respuesta Señor.

Dice Jesús:

Es cierto, tienen razón en esperar una respuesta, claro que sí, debería partirse de la base que el sol sale para todos, palabra o frase muy repetida, muy poco aplicada, se avanza en la ciencia enormemente pero el pensamiento no alcanza a entender que este hombre concreto, de piel y hueso que tengo delante de mí, que diariamente uno puede encontrarse con ellos tiene una realidad, tiene un patrón genético, sus ancestros, toda su vida intrauterina, los años de su niñez y la resolución de todos los problemas que se fueron apareciendo en la medida que se apilaron los años.

Y lo peor es que muchos que hacen las cosas elementales, porque se portan bien, creen que ya está solucionado el problema y la mente no les da para pensar más.

Habla Artemio:


Bueno, pero tenés que entender Señor que hay ciertos principios básicos que no
pueden alterarse Señor, nunca, vos lo has dicho también, podría legalizarse la eutanasia, vos lo has dicho, la muerte en todos sus ordenes, todos sus aspectos es la muerte.

Dice Jesús:

Sí, totalmente de acuerdo pero ¿y la muerte psicológica de las personas?, que muchos ocasionan en nombre de Dios, no a la eutanasia, pero Yo me refiero no solamente a esa eutanasia corriente de quitar la vida para que el ser no sufra más, digo no a la eutanasia psicológica y espiritual, a la que muchísimas personas se ven sometidas y muchas veces en nombre del Señor cometen esa eutanasia, entonces quiere decir que, porque este ser humano nació con una naturaleza infradotada o porque se demoró el parto o porque sus genes están mal aspectados, sutilmente se hace con ellos una eutanasia psicológica y espiritual, así como la otra eutanasia se los termina, de esta otra forma también se los liquida y se los liquida para siempre, ¿o todas las personas que viven sobre el planeta tienen las mismas posibilidades de realización siendo criaturas de Dios?, ¿se han puesto a pensar en las eutanasias espirituales que diariamente están cometiendo montones de personas y lamentablemente la mayoría en nombre del Señor.

Habla Artemio:

Que te parece Señor, ya que estamos dialogando, como avanza la ciencia ¿satisface tus expectativas Jesús?.

Dice Jesús:


Yo veo que dentro de la ciencia hay santos varones que queman su vida para encontrar soluciones para el ser humano, pero lamentablemente como están organizadas las cosas no tienen ni los medios ni los alcances suficientes como para que sus grandes descubrimientos y aportes para beneficiar al hombre lleguen a destino.

Habla Artemio:


Cuando vos recién Señor hablaste de eutanasia espiritual, te referías también a aquellas personas que por pensar de una manera, tal vez demasiado adelantada, o que se adelantan a su tiempo, son silenciadas, es decir no pueden publicar sus obras y no pueden decir lo que piensan.

Dice Jesús:

Sí Mi querido, cuando hablé de eutanasia espiritual me referí también a ellos.

Habla Artemio:

Señor, le temen al hombre que haga mal uso de su libertad.

Dice Jesús:

Claro que le temen, están por un lado diciendo que Yo los he provisto de lo más maravilloso que es la libertad y por el otro lado le están privando que se expresen plenamente, ¿de qué tienen miedo?, por un lado dicen que Yo manejo todas las cosas y por el otro silencian a aquellos que dicen verdades pero que todavía falta mucho tiempo para entenderlas.

Que quede bien claro todo esto, porque a veces se puede dar la impresión de ser santo y prestarse para cometer grandes abusos, la historia está repleta de ejemplos, para qué vamos a hacerlo, para qué vamos a dar ejemplos, aunque un solo nombre podría decir mucho, Pierre Teilhard de Chardin. Además Mis queridos, ustedes han visto algún Santo, que ahora veneran en los altares, que no haya tenido serios problemas con su entorno, con el ambiente religioso que lo rodeó, con todos los que de alguna forma detentan el poder, revisen la vida de los Santos y van a ver que parecería que hubiese estado prohibido ser santo, en un sentido así específico, como aquellos que llegaron a los altares y conocen sus biografías, es tremendo, piden conductas santas y cuando aparece algún santo lo persiguen, quién los entiende.

Habla Artemio:

Señor, todo lo que vos estás diciendo puede provocar muchos desordenes.

Dice Jesús:

No Mi querido, no, perdé cuidado que aquellos que tienen el poder de decisión se las ingenian muy bien como para no darse por enterados pero que nadie olvide que entramos en el Tercer Milenio y sin vulnerar la libertad de nadie la Trinidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo quieren hacer Luz sobre muchas cosas.

Habla Artemio:

Señor, ¿quiere decir que los impacientes vamos a ver mucho?.

Dice Jesús:

Sí, los impacientes y los que no son tanto, los que se hacen los distraídos, los que no miran a su lado porque hay un hermano que sufre, a muchos les ha llegado el momento de la toma de conciencia y más vale que no se nieguen a tomar conciencia, de cualquier forma Mi Misericordia alcanza para todo, nunca para castigar salvo que muchos quieran castigarse solos.

Hoy entramos en el Tercer Milenio, parecería que al pasar el tiempo en las personas y en la historia las cosas van madurando y las soluciones son más propicias.

Todos los poderosos de la Tierra que oyen estas palabras, porque pronto las van a oír o leer, no tengan los oídos duros, no le hagan el juego al malo, al siniestro, nadie está amenazando, al contrario, se les está sirviendo en una bandeja toda la Misericordia, toda la Misericordia, pero se sienten felices cuando a vuestro alrededor están las injusticias a la orden del día y las cosas más atroces tienen vigencia.

Habla Artemio:

Señor, me da la impresión por todas las Revelaciones, que nunca has tomado tan a pecho todos los problemas referente a los afectos, al sexo, porque menos que nadie vos Señor no ignorás que en sí siempre las jerarquías pusieron el acento sobre ese aspecto.

Dice Jesús:

Los grandes problemas en este sentido se solucionan cuando el hombre pueda hacer un buen uso de su libertad, cuando hay una educación adecuada, conveniente, libre de prejuicios y libre de esquemas que vienen de siglos y siglos y siglos. Normalmente todas las personas cuando no quieren tocar algún problema señalan como peores a otros problemas aunque no tengan tanta importancia. En las relaciones afectivas todo es tan simple, tan fácil de solucionar, se ama o no se ama, y en base a ello se procede, quien tiene rectitud de conciencia no obra de otra forma, hay que establecer bien qué es amar y una vez que uno lo estableció obrar en consecuencia, tanto sea a nivel personal como a nivel colectivo, tanto sea a nivel conciencia o bien quien da directivas, además como no hay dos personas iguales no pueden medirse a todas con el mismo metro, es cierto que hay verdades básicas y definitivas pero esa verdad nunca debe perjudicar a nadie, nunca, ese planteo de la ley o el hombre, ¿qué elige uno?.

No quiero demorar demasiado esta Locución, esta Revelación pero hombres de todas las latitudes, al comenzar este Tercer Milenio, Yo, aquí, en este lugar del fin del mundo, he elegido a alguien que siempre se creyó nada y sigue creyéndolo pero a través de su nada estoy diciendo palabras para todos, no dejen de escucharla, no dejen que la historia después recoja las cosas buenas y empiecen a practicarlas, Yo estoy hablando para este momento y ahora, porque tengo apuro, ¿de qué?, el mismo apuro que tienen todas las almas nobles, terminar con las injusticias teniendo en cuenta aquello de que: justicia es darle a cada uno lo que le corresponde.

¿Pueden negarse ustedes a escuchar Mis palabras?, que Yo use un vehículo aquí en este lugar remoto de la pampa gringa, vehículo que he pensado muy bien antes de elegir y que ya estaba en el Corazón de Mi Padre en el comienzo de los tiempos. No se ensañen con él por las palabras que Yo estoy diciendo, Yo las estoy diciendo, él solamente me presta su voz.

Nada ya puede ser igual, este Tercer Milenio debe preocuparse en hacer más feliz al hombre, en todos los ordenes, en todos los aspectos, en todas las condiciones.

No se nieguen a escuchar Mis palabras, no se nieguen, porque se arrepentirán, no porque Yo les haga nada Mis queridos, sino porque ustedes se darán cuenta que no han correspondido como debían al amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Oigan Mi voz, oigan la voz de Mi Madre y la de todos los que aquí vienen, óiganla, oigan Mi voz, hombres de todas las latitudes, oigan Mi voz.

Amén.