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Mensaje del 05 de Mayo de 2001

Digo esto ¿por qué?, por la importancia de la alabanza y de la adoración, claro, esto tenemos que hablarlo ahora porque estamos en la etapa del para qué ¿no es cierto?, por eso lo hablamos ahora.
Mensaje del 05 de Mayo de 2001

Habla Artemio:

Bueno, después de este diálogo, es decir, fue monólogo no un diálogo, un poco diálogo nomás, hoy es 05 de Mayo, Santa Irene.

Habla Señor que tu siervo escucha, estoy tentado de tocarte pero no me animo, habla Señor que tu siervo escucha.

Dice Jesús:


Y en el principio era el Verbo y el Verbo era Dios y el Verbo estaba en Dios, el Verbo vino a los hombres y los hombres no lo reconocen.

¿Por qué digo esto?, porque vos hablaste tanto de Mis manos y es cierto, es cierto, estas manos de otra forma las tiene Mi Padre pero hicieron el mundo y todas las cosas, por eso te emocionan tanto Mis manos y también Mis pies, que lindo es todo esto, en síntesis lo que hiciste fue una manera de adoración y eso me halaga, me hace bien, porque como segunda persona de la Santísima Trinidad, Dios también, la alabanza es una compensación a todo lo realizado como se ve en el Génesis, que cuando Mi Padre descansa, que es una forma de decir, vio que todo lo había hecho bien.

Ahora, quiero que me entiendan una cosa, hombres de todas las latitudes y ustedes por supuesto, el ponerse a pensar en la Creación, el pensar en el orden que le imprimió Mi Padre a las cosas y a los hombres, por supuesto, es un acto de adoración y de decirle al Padre: nadie tan perfecto como vos para hacer todo tan perfecto, es así, las cosas más hermosas que a Mí me dicen o a Mi Padre o al Espíritu Santo son las que me dicen en silencio, eso de quedarte así en la noche como te quedás vos y a veces sin hablar ni rezar, nada, me llena de gozo y ni te cuento a Mi Papá y por supuesto que hay montones que lo hacen pero hay que tener cuidado porque cuando se está conmigo el corazón tiene que estar conmigo, no la imposición de un reglamento ni porque alguien lo hace yo también lo hago ni porque así debe hacerse porque alguien lo dijo, no, en ese momento si ustedes ponen vuestro corazón a decir cosas, esas cosas que dicen son las oraciones más perfectas que la Trinidad puede escuchar.

Hubo tres o cuatro veces cuando vos mirabas Mis manos que pasó por vos interiormente un temblor, ese temblor es un acto supremo de adoración, por cierto a veces las palabras llevan al hacer eso pero en general en los mejores actos de adoración no entran las palabras o al menos entran solamente palabras mentales porque el mover los labios o la lengua es como si distrajera.

Vos enseñabas que el exceso de palabra es un síntoma que exige sanación, es
cierto, díganme todo lo que quieran, por supuesto, Yo lo acepto, pero prueben hablando poco o nada y mirándome con vuestro corazón, entonces Yo y la Trinidad por supuesto, recibimos todas las alabanzas posibles y piensen en una cosa, si diez personas de todos los millones que hay en el mundo en algún momento del día me adoran realmente, eso produce un equilibrio entre todo lo malo que puede haber en el mundo, mirá querido que digo diez ¿eh?, digo poco, pero ponen en equilibrio el mundo, diez hombres adorando, por supuesto que hay más pero al Padre, a Mí y al Espíritu Santo nos conforman diez.

Digo esto ¿por qué?, por la importancia de la alabanza y de la adoración, claro, esto tenemos que hablarlo ahora porque estamos en la etapa del para qué ¿no es cierto?, por eso lo hablamos ahora.

Alguna vez te preguntaste cuánto durará este para qué , sinceramente la Trinidad todavía no lo tiene previsto porque influye mucho la libertad de los hombres entonces en base a lo que vaya sucediendo esto se prolongará.

Que hermoso Mis queridos el estado que está reinando en este momento en ustedes, en íntima comunión conmigo, que a su vez es con el Padre y con el Espíritu Santo, esa íntima comunión, qué extraordinario Mis queridos, que extraordinario, en otros momentos no pasa y ahora estamos hablando de este momento.

A todos les encanta que le repitan, aunque ya lo saben, pero les encanta que le repitan: los amo, los amo, los amo, los amo, los amo, de estas palabras nadie se cansa, aunque sean humanas, aunque sean divinas, nadie se cansa nunca cuando un hombre le dice que los ama ¿verdad?.

Dice Nuestra Señora:

¿Cómo es eso de que no tenés confianza conmigo?, noo, si tenés, es posible que al ser mujer me tratás de otra manera, cuando Yo cuando me siento en la cama que está al lado de la tuya, no me siento en la tuya como hace Mi Hijo, vos dirás: qué importancia tiene, no sé, pero tendrá importancia, ahora cuando te entregué Mi Corazón sí estaba sentada en tu cama, ¿te acordás?.

Entonces, tengan confianza conmigo ¿eh?, aunque muchos a la Madre le dicen: usted, pero conmigo no tienen que tener ningún, ningún tipo de idea de que puedo no entender algo ¿eh?, entiendo todo y jamás te lo voy a reprochar nada ni a vos ni a nadie, que quede claro eso, nunca reproches, bueno, el Señor tampoco reprocha nunca, por qué no lo entenderán che.

Yo resumo lo Mío en esto: confianza Mis queridos, confianza, mucha confianza, esa confianza total, definitiva, completa y toda esa confianza Yo se la presento a Mi Hijo, todo queda en familia ¿vieron?, y confianza también en San José, que me lo tienen un poco olvidadito a veces ¿eh?, hablo a todos los hombres, no de ustedes en particular, es Patrono Universal de la Iglesia, es el Padre Adoptivo de Jesús, ¿se pusieron a pensar todo lo que fue José en Mi vida?, piensen.

Entonces, Virgen María, Virgen María pero no me lo olviden al José ¿eh?, bueno vos por herencia sabés que tu mamá lo tenía todos los días en la boca a San José, lo viste tantas veces. Cuando anoche te querías liquidar a sí mismo con tantas cosas que le dijiste y Yo pensaba: con lo que nos esmeramos con éste y éste se quiere tan poco, nos esmeramos con tu mamá porque ella ponía su sangre, ella ponía su panza, ella ponía todos sus órganos y Jesús y Yo ayudábamos y cómo nos esmeramos ¿eh?, y cuando anoche te oía todo lo que decías digo pero no puede ser, qué cosa, pero nos distrajimos con tu mamá hablando de otra cosa hasta que se te pasara.

Confianza, se los digo a ustedes Mis queridos pero se los digo a todos los hombres, ténganme confianza, denme la mano siempre, pasen Mi mano, vuestra mano por Mi rostro ¿eh?, a Mí también me gusta recibir caricias, por qué no pasan una mano sobre Mi cabello, sobre Mi manto, sobre Mis manos ¿o qué creen, que solamente ustedes quieren caricias?, Yo también las quiero. Mi Hijo tuvo y tiene las dos naturalezas, divina y humana pero Mi naturaleza fue humana, nada más y nada menos pero humana entonces Yo también necesito caricias, cuesta poco decir ¿no es cierto?, si lo sienten, claro: te amo María, te amo, o: Madre mía siempre a mi lado, o: Inmaculado Corazón de María y eso cuando ustedes pronuncian eso Mis queridos, Inmaculado Corazón de María, todo se conmueve en la Tierra y en los Cielos porque en ese momento es cuando Yo digo sí al Padre, por eso todo se conmueve, digan Inmaculado Corazón de María, ese momento están recordando el sí Mío al Padre para engendrar a su Hijo lo más grande que pasa, la promesa del Padre ¿eh?.

Acuérdense, la Tierra y los Cielos se conmueven ante esa expresión, ojo, no lo olviden, esas son caricias que me hacen, ¿y qué caricias le darían a José?, los puse en un apuro, no saben, díganle: San José, o José, o Pepe o como se les ocurra, díganle: cómo te esmeraste a criarlo a Jesús pero si quieren antes también, cuánto tuviste que pasar Pepe cuando no sabías que María había recibido el Ángel ¿eh? y te tragaste todo eso en silencio, podría haberme a Mí directamente expulsado de su lado pero no, se acuerdan cuando les conté ese día que veía un puntito en la distancia del desierto y era José que me venia a buscar cuando Yo estaba con Mi prima, Mi Corazón saltaba en Mi pecho porque ya sabía que el Ángel le había hablado, ahora pero a pesar de todo él no pensaba mal de Mí del todo, lo que tenía José es que él no entendía cómo con toda la santidad que había visto en Mí me podía haber hecho esto pero no entendía, pero fueron casi tres meses ¿eh?, que prueba para el Pepe, qué prueba, no les parece, es una forma de decir prueba, es una forma de decir, el Padre Adoptivo del Hijo de Dios tenía todas las agallas para aguantarse eso y muchas cosas más pero todo esto que estamos hablando les indica algo que ustedes tienen que tener en cuenta, las pequeñas cosas del hogar que ustedes viven todos los días también las vivimos con el bebé, las vivimos, ahora ¿por qué Yo me fui de Isabel?, inspiración del Señor, no podía quedarme allí, tenía que esperar que el Ángel hiciera su trabajo pero no saben cómo lo extrañe y cómo me dolía pensar que él pensaba mal de Mí, oh, no saben, por un lado la alegría del niño que venía y por el otro la pena de Mi Esposo, oh.

Mis queridos, acuérdense también de San José, miren a la familia de Nazaret, José, la importancia que tiene José ¿eh?, ¿me prometen Mis queridos que desde hoy todos los días le van a decir algo?, si ¿eh?, todos los días desde hoy, una alabanza a Pepe.

Bueno, por hoy es suficiente porque si bien el Señor te cuida pero tu mente hace un esfuerzo sobrehumano para que Mi Hijo y Yo hablemos a través tuyo, ni te hacés una idea.

Los quiero mucho saben, uf, pero también quiero caricias de ustedes ¿eh?, quiero caricias y no se olviden de las caricias al Pepe.

Amén.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)