Mensaje del 30 de Marzo de 2001

Yo creo firmemente que el cristiano más que hablar de Mí tiene que mostrarme a Mí en él, haga lo que haga, se mueva como se mueva, tenga la actitud que tenga, no es cuestión de hablar de Mí, la cuestión es que me vean a Mí en aquellos que quisieran de alguna forma darles algo. Mensaje del 30 de Marzo de 2001

Habla Artemio:

Está vestido simplemente con una habito blanco, se ve bien claro el Corazón, salen rayos de Él, su mirada como siempre fija, parpadea muy poco, las manos lánguidas cuelgan ahí, en el habito que tiene blanco se ven en la parte de la rodillas manchados con sangre, linfa parece, sangre, sobre el hombro derecho tiene pegada la tela al hombro, ahora se la despegó, parecería como si no le doliera nada, además está todo lleno acá dentro de gente.

Me había olvidado de decirle que hoy es 30 de Marzo del 2001.

Habla Señor que te escuchamos ¿eh?.

Dice Jesús:


Es necesario que responda a los interrogantes que vos hiciste antes, vos no lo hiciste para que Yo te respondiera pero Yo respondo.

Vos me hablaste de los hombres que transitan por el patio de tu casa trabajando, cada uno en su mundo, con sus intereses, sus cosas, por ahí se vislumbra algún ideal, pero en su mundo, en general Yo no estoy, para ellos Yo estoy igual, pero conscientemente no estoy, eso no quita que en un momento de dolor, de incertidumbre, de pena se acuerden de Mí, para bien o para mal, ahora una cosa es los que trabajan aquí y otra los que están trabajando en otro lado, vos me decías qué podías hacer por ellos, todo lo que emana de vos incide sobre ellos y los santifica, incide notablemente sobre cada uno porque ni vos lo ves ni ellos lo ven pero la Luz que sale de vos llega hasta ellos y los envuelve entonces allí tenés una explicación respecto a ese temor o cierto temor que tienen cuando te hablan, pero las cosas están dadas así, más no podrías hacer porque de otra forma hasta sería torpe hablarles de algo.

Yo creo firmemente que el cristiano más que hablar de Mí tiene que mostrarme a Mí en él, haga lo que haga, se mueva como se mueva, tenga la actitud que tenga, no es cuestión de hablar de Mí, la cuestión es que me vean a Mí en aquellos que quisieran de alguna forma darles algo. Aquí podríamos aplicar aquello del Evangelio: no salgan a evangelizar, háganse de amigos para que le reciban, que es distinto a lo que hacen todos, el salir a hablar de Mí por ahí a muchos les eriza la piel, los pone en una actitud de defensiva porque si el hombre sin saberlo valora su libertad pero sobre todo el hombre no quiere que le toquen lo que tiene allá en lo profundo de su alma respecto a lo que siente por Mí, eso es como una tierra de nadie, pero allá en el fondo estoy porque en cada hombre habita la Trinidad, es Templo de la Santísima Trinidad. Cada hombre al nacer ya en el primer momento en el seno de su madre, ya está en Mi pensamiento, en forma concreta, antes estaba en Mi pensamiento la forma abstracta y entre los millones de espermatozoides uno engendró a la persona que está moviéndose delante tuyo y con toda la libertad que eso tiene y con lo que se realiza ya hay una elección del Señor, porque todo ser es creado a imagen y semejanza.

No me digas que levanto demasiado vuelo en el tema, si querés lo concreto diciendo que es posible que aquél que no oyó hablar de Mí pero naturalmente tiene en el fondo de su ser una pequeña lucecita que Dios a nadie niega, es posible, digo, que esté en mejores condiciones que aquél que ha oído todo un discurso desde un púlpito o de esos que van por la calle predicando o lo que sea.
Todos los métodos que siempre se usaron para evangelizar ni fueron psicológicos ni fueron criteriosos, ni fueron adecuados, nadie quiere que le refrieguen en su cara la idea de Dios, aunque sea de un Dios amoroso que le ama, nadie quiere. En todo caso que ese ser te pregunte por dónde va esto, tal vez no hablen directamente de Mí pero hablan de alguna forma de todo un mundo que me pertenece y de toda una escala de valores en la cual Yo me muevo.

Este tema lo traté en Junio, Agosto del 97, no como hoy pero en síntesis quería decir lo mismo.

No te obsesiones, no te impacientes, no te preocupes demasiado, quien tiene a Dios dentro de sí es como una flor que da su perfume al que pasa a su lado, la flor no sabe que da su perfume, hagan ustedes lo mismo, pero que se vea.

Yo creo que esto está así claro, no es tan fácil decir que Mi redención, Mi Sangre derramada fracasa porque el hombre tiene parámetros distintos a los que tengo Yo, además, aunque de Mí ni se acuerden algunos Yo los sigo cuidando siempre a todos, respetándole totalmente pero cuidándoles, aquellos en los que hay una correlación entonces son objetos … (se dio vuelta la cinta)….

Más vale a los demás no tocar lo que Yo amo, más vale.

Este tema no está ni comenzado por toda la profundidad que tiene, pero con lo que acabo de decir tienen elementos como para elaborar muchas ideas.

Dice Nuestra Señora:

Te agradezco que te quedes conmigo en la noche, no hay ninguna obligación que lo hagas pero si lo hacés me gusta.

Sigo con las palabras de Mi Hijo, no sé cuánto tiempo tendrá que pasar para que el hombre pueda comprender que las medidas con que se miden las cosas que hacen los seres humanos nada tiene que ver con la medida que hacen otros hombres de esos seres humanos. Es por eso Mis queridos que cuando lleguen a este lado se van a dar cuenta que verdaderamente los últimos serán los primeros, no quiere decir que tal vez el que esté primero le vaya mal, no, pero todo se mide de otra forma, estuve con pena y me consolaste, no tenía techo y me lo procuraste, necesitaba un consejo y me lo diste, no tenía pañuelo para secar las lágrimas y lo ofreciste, pusiste pan en las manos de los que no tenían, entonces observando esto entramos en una dimensión totalmente distinta en todo, si digo techo no necesariamente me refiero a un techo material sino a una protección que puede ser simplemente de palabras o teniendo un recuerdo sobre alguien.

No interpreten esas obras de Misericordia tan al pie de la letra sino tienen un alcance muy profundo, creo que hay tan pocas cosas que hacen entender tan bien esto que estamos diciendo como lo que dije sobre: no tenía dónde reclinar la cabeza y me diste lugar en tu casa, que podría traducirse también: nadie pensaba bien de mí y vos sí lo hacés, lo otro es tomar algo al pie de la letra pero también hay que tomarlo de la otra forma, con todos los alcances que puede tener, esto es realmente lo que está contenido en esos Mensajes que saldrán la semana que viene, que estarán listos ya, pero vos no busques aprobaciones ni que den la razón ni nada, hay que arrojar las semillas y luego quedarse tranquilo, el Señor hace el resto, porque vos podés sembrar pero el que hace nacer es el Señor, vos podés mirar pero el que hace ver es el Señor.

Todo esto está claro y cuando llega la noche, como en este momento, todos los hombres van a enfrentar la noche cerca de aquellos que aman, de aquellos que quieren, por eso piensen en los hombres durante el día pero piénsenlo más en la noche, quién no es bueno cuando duerme, observen al hombre cuando duerme, realmente está allí a imagen y semejanza con Dios, torturado, en paz, feliz o desgraciado, pero durante el sueño el hombre vuelve a encontrarse en el seno de su madre y está en un estado de pureza que realmente lo hace semejante al Señor, miren los hombres cuando duermen y si no lo pueden ver piensen en ellos cuando duermen, parecería que nadie es malo.

Dice Emiliano Tardiff:

No se acuerdan tanto de mí últimamente ni me piden nada pero yo les doy igual.

Fui el primero que dijo sí a los Mensajes que aquí se oían y me resultó todo real, magnífico y cierto, solamente hice una observación, no pongás Reina, poné Esposa, al menos por ahora, Yo me voy a encargar de que esos pequeños libritos lleguen a personas que se van a sentir impactadas con ello, no esperen ver los frutos así en forma inmediata como si se armara no sé qué, no, pero les puedo asegurar cuánto fruto va a dar.

Yo los amo, los amo tiernamente y me preocupo por todos ustedes, no solamente me preocupo también me ocupo.

En este momento le estoy pidiendo al Padre que colme vuestra alma de todas las bendiciones, a ustedes y siete generaciones hacia atrás y siete hacia delante, aunque otros lo hicieron ya pero también lo estoy haciendo yo, ¿por qué este deseo de querer favorecerles tanto?, muy simple, ustedes me abrieron la puerta de vuestro corazón, fueron discípulos atentos de mi palabra, que era la palabra del Señor y hay entre nosotros un afecto especial, de eso no hay ninguna duda, todo está muy bien.

Dice la Madre Teresa:

Hace un tiempo bastante largo que no hablo pero estoy siempre, estoy siempre atendiendo como dije ya una vez el primer día que vine cuando yo estuve el día ya de mi muerte que vine aquí, me presenté y dije que iba a ser secretaria permanente para siempre de todos los nombres, de todas las personas que hablaban por teléfono o se comunicaban o tenían intención de hacerlo, todo, así que quédense tranquilos en cuanto a los nombres, a las personas y a todo porque yo llevo un control muy estricto para presentarle al Señor todas las cosas a través de María, por un lado eso.

Por otro, quiero que hagas llegar a la India algunos de estos libritos, no importa si nadie te contesta, no importa, yo me voy a encargar de que lo lean algunas personas que normalmente no leen estas cosas, tranquilo, quedate tranquilo.

Hay una preocupación en tu alma en este momento, una preocupación de ingratitud, y es cierto, tenés razón en tenerla porque hay ingratitud, pero el Señor les va a hacer ver con mucha claridad hasta dónde han procedido mal, quedate tranquilo y no es mi propósito amargarles la noche esta ni la de mañana a nadie, no es mi propósito pero con mi temperamento que ya todos conocen desde hace mucho tiempo saben perfectamente que me voy a encargar de molestar a algunas personas, porque a mi me encanta sobre todo decir las cosas y hacerlas directamente, parece che que yo no tengo paciencia, ya lo saben muy bien todo eso, así cuando allá en aquella casa del geriátrico tiré las cortinas al suelo y levanté las colchas brillosas y dije: esto no sirve para los ancianos, pongan cosas más cómodas porque allí van a tener que pedirle a los ancianos que cuiden todo esto y quién cuida de ellos, cualquiera diría: que poca caridad cristiana que tiene esta mujer y monja, no, no se confundan, no, no, no, no, no, hay formas y formas de proceder y yo lo hice así directamente, tenía que darles un poquito de lección a esa gente que su nariz no era justamente derecha ¿no? sino para afuera.

Entonces, ustedes tienen que pensar que quédense tranquilos, obren bien que no les digo que soy una vengadora, nada de eso por favor, pero las cosas deben ser de una manera, entonces hay que luchar para que sean de esa manera ¿mmm?, y a vos te vendría muy bien copiar muchas cosas mías, cuando digo muchas cosas mías es no tener miedo que porque te habla Jesús o la Virgen o te hablamos nosotros no podés tener tus berrinches, no podés tener tus enojos y tus palabras bien fuertes, tu Maestro ¿no las tuvo?, ¿por qué vos tenés que privarte de tenerla y reprimirte en montones de oportunidades cuando querés mandar a algunos a lugares olorientos?. Vos seguí haciendo lo que seguís haciendo, como vos quieras pero te viene bien hacer algunas cosas como las hice yo. De algo convencete, yo para las cosas del Señor había perdido totalmente la vergüenza, totalmente, y si eran por cosas del Señor yo pasaba sobre muchas otras cosas que a ojos comunes podrían parecer injustas pero no es así.

No hay vueltas, hay formas diferentes de decir que salió el sol, algunos lo gritan, otros lo dicen en voz baja, pero yo pienso que conviene a veces decirlo en voz baja y otras veces gritarlo y gritarlo fuerte, ¿por qué no?.

Ya les hablé esto en varias oportunidades en los primeros tiempos que yo venía aquí, no se confundan, la santidad no es todo blandura y toda obsecuencia, noo, no, hay que saber decir no, hay que saber decir sí de acuerdo a la inspiración del Espíritu Santo, si el que oye se enoja o no le gusta problema de él pero el no hay que saber usarlo, por supuesto si no querés hacerlo como lo hacía yo que eran irritantes los mi no hacelo en forma más suave pero muchos de mis no fueron irritantes, pero no me arrepiento de ellos porque era una forma hasta de trabajo y en mí hasta lo contaban como anécdotas interesantes sobre mi personalidad, yo no lo hacía para llamar la atención pero lo comentaban como anécdotas interesantes.

En el discurso que les di cuando dije, cuando recibí el premio Nobel, no crean que les hablé suavemente ¿eh?, cualquiera diría: en un momento así lo menos que puede hacer esta mujer es ser agradecida con todos estos señores, los miembros de la academia y la realeza europea que estaba ahí presente, pero no he sido muy amable con ellos, no, les arrojé en la cara con todas las fuerzas que tenía el problema de la vida y la lucha por la vida, les agradecí también porque ese dinero a mi me sirvió para cincuenta mil cosas, por supuesto, y lo del premio no me interesa porque la Madre Teresa iba a ser Madre Teresa con premio o sin premio pero ese dinero sí me interesaba en el sentido de que podía hacer cambiar muchas cosas pero que no se creyeran ellos porque me premiaban iban a tener palabras dulces y suaves de la Madre Teresa, ni por casualidad, fueron palabras muy duras, en países donde hay costumbres muy relajadas y el valor de la vida no es tan importante, entonces yo se los dije por las claras, claro, no me iban a decir nada si me estaban premiando, no me iban a decir nada, en una de esas yo dije: bueno, mejor, como no me van a poder decir nada entonces yo sí les voy a decir.

Ese discurso que yo dije antes, todos esos señores y la realeza tendrían que leerlo porque vale la pena en cuanto a la forma de luchar por la vida, claro había algo importante ¿no es cierto?, yo venía como, no como una flor que caía de la India sino como un eructo mal oliente de un hambriento ¿mmm?, yo era un eructo mal oliente y por supuesto que mi cara nunca me acompañó porque no fui nunca agraciada, nunca fui agraciada de rostro, entonces palabras fuertes en un rostro fuerte y arrugado.

No quiero hablar demás, solamente aconsejarte que, que haya sí con fuerza, no con fuerza y por supuesto los términos medios también con fuerza, no pienses que porque el Señor te visita vos tenés la obligación de siempre responder con suavidad, noo, ¿acaso así lo hizo el Señor?, el mismo que dio las Bienaventuranzas sacó a patadas en el lugar que te dije a los mercaderes del Templo, quien había elogiado tanto la mansedumbre luego se portaba como un violento porque las circunstancias así lo medían, pues bien, aprendé.

Mi forma de decir es fuerte, es dura y a veces hasta cruel pero nadie me puede decir que no tengo buenas intenciones, se los dije tantas veces, yo viví en un mundo que no había tiempo para nada, no hay tiempo, el que tiene hambre no tiene tiempo para esperar.

Y ya termino porque estoy latosa.

Amén.