Mensaje del 20 de Febrero de 2001

Pero que quede sentado de hoy para siempre que los Mensajes de Mi Madre, Mío, de los Santos tienen que ser analizados con el auxilio total del Espíritu Santo, una profunda humildad y mucho amor, quien no lo hace de esa manera más vale ni empiece siquiera porque se perderá lo mejor, porque lo mejor de todo esto, si bien está dicho, pero tal vez lo mejor sea lo que se lee entre líneas. Mensaje del 20 de Febrero de 2001

Habla Artemio:

Hoy es 20 de Febrero del 2001.

Señor, habla que tu siervo escucha, habla que tu siervo escucha.

Dice Jesús:

Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien me sigue a Mí no anda en tinieblas.

Cuando todos estos Mensajes sean considerados por doctos señores y no tan doctos, cuando espíritus amigables lean todas estas cosas y otros no tan amigables, tal vez como sabuesos encuentren alguna pequeña contradicción, pero en todo caso Yo los invito a que sin faltar a la verdad esencial se interpreten todas las cosas porque hay que dar por sentado que las Locuciones Íntimas a veces pueden tener una pequeña desviación sin ser error y por otra parte puede tener algo que como sobresale de un contexto pueda ser sino mal interpretada, por lo menos motivo de discusión o algo por el estilo.

Pero que quede sentado de hoy para siempre que los Mensajes de Mi Madre, Mío, de los Santos tienen que ser analizados con el auxilio total del Espíritu Santo, una profunda humildad y mucho amor, quien no lo hace de esa manera más vale ni empiece siquiera porque se perderá lo mejor, porque lo mejor de todo esto, si bien está dicho, pero tal vez lo mejor sea lo que se lee entre líneas, tampoco quiero decir que puedo ser oscuro, no, creo que soy suficientemente claro, pero dentro de la claridad…, pero dentro de la claridad, esa claridad cae en diversas mentes y puede ser interpretado de muchas formas, pero Yo creo que todo está bastante o digámoslo bien, muy claro para no buscarle tantas vueltas al asunto pero como me muevo siempre en un ambiente sumamente quisquilloso entonces han visto que a lo largo de estos años he vivido aclarando muchas cosas o haciendo resaltar otras, porque nunca estuvo en Mí crear ideas que pueden perturbar a alguien, por eso hasta puedo ser parco o demasiado conciso en las cosas que digo.

Además, tienen que entenderlo bien, si se siguiera a pie juntillas los santos Evangelios no tendría necesidad Yo de andar repitiendo cosas, si se leyera con toda el alma las distintas Parábolas no habría necesidad de que Yo aclarara otras en Apariciones ni tampoco Mi Madre, pero como se tiene en cuenta nada más que lo que se quiere tener en cuenta y se le presta atención solo a aquello que se le quiere prestar atención, entonces digo y vuelvo a decir y vuelvo a decir y vuelvo a decir, de ahí que algunos dirían que muchas veces se repiten cosas pero tengan cuidado, cuando Yo digo que repito aclaro que repito sino, si a ustedes les parece que estoy repitiendo algo y no dije que repito algo búsquenle la vuelta y traten de sacar de allí dentro un mensaje, porque por algo lo digo de nuevo.

Ahora, si bien ustedes lo pensaron y algunos lo dijeron, Yo les pregunto a todos sin excepción: ¿quién podría durante tanto tiempo escuchando las Revelaciones en Locuciones Íntimas, quién podría repito, guardar una coherencia desde la primer palabra hasta la palabra de hoy?, ¿ustedes creen que alguna mente humana podría no salirse algún momento, para decirlo de alguna forma, de la ortodoxia?, Yo no conozco ni conocí ni conoceré ninguna mente humana que pueda hablar durante tanto tiempo sin contradecirse nunca.

Ahora, para todos aquellos que ponen en tela de juicio o lo que sea todo esto sepan bien claramente, sepan bien claramente que está bien claro que ninguna mente humana podría haber guardado una coherencia así si no fuera el Espíritu Santo que está siempre hablando, que soy Yo y que es Mi Padre, trino y uno.

Entonces el mejor argumento que muestra la evidencia de todo es la coherencia de todas las palabras en tantos años porque si ustedes son memoriosos verán que los Mensajes, en general, en todos lados, son muy cortitos y no es mucha la doctrina que hay dentro de ellos, si bien es cierto que hay muchas indicaciones valiosísimas pero no hay un cuerpo de doctrina. Si un teólogo de primer agua tuviera éstas Locuciones Íntimas entonces podría pensarse que no hay errores porque un teólogo sería cuidadoso, pero quien está diciendo todo esto a través es un modesto profesor de filosofía y de otras ciencias del espíritu, que si bien son un soporte muy importante para todo nunca es tanto como alguien que pasó largos años en los campos de la teología, quede esto bien claro.

Además, cuando Yo les hablo en todos los Mensajes, si bien puedo expresarme con modismos o formas sintácticas de la persona que lo dice, Yo siempre estuve diciendo cosas que no apelan a los conocimientos de quien utilizo como vehículo, por supuesto que es más fácil, me es más fácil hablar a través de Artemio, pero fíjense ustedes, no es por su sabiduría, que es mucha, sino es por su corazón, que es enorme. Si en todo caso quieren decir algo digan eso, no apelo a su sabiduría, apelo a su corazón.

Que esto sirva para todos los años de Revelaciones y lo que continuará, que ni Yo sé hasta cuándo será.

He hilado muy fino en todo lo que he dicho hasta ahora, es cierto, y podría seguir haciéndolo, hubo una expresión muy, muy feliz de H., cuando dijo que vos estabas en el medio del mar y no podías ver la orilla, es por eso que los que están afuera en la playa pueden ver mejor las cosas, es cierto, estás en medio del mar y por lo tanto todo lo que puedo decir te parece importante, por un lado porque lo está diciendo el Hijo de Dios, segunda persona de la Santísima Trinidad entonces no hay una palabra que pueda parecer despreciable como para sacarla.

De una cosa debés tomar conciencia, salvo excepciones, nadie te entiende, salvo excepciones nadie te toma en serio, salvo excepciones aquellos que dicen comprender mucho sobre los Mensajes entienden bastante poco porque, y a esto tenés que acostumbrarte, son contadas las personas que están o estarán cerca de vos, que verán tu real dimensión, para el resto serás exactamente el hombre de siempre, sujeto a las estructuras en las que te fueron ubicando a través de los tiempos pero entiéndanlo de una vez por todas, el Artemio que ustedes conocieron sigue siéndolo pero cuando Artemio presta su voz a la Divinidad para darle forma tienen que hacer abstracción de todo lo demás y una abstracción casi total porque sino están en el riesgo constante de mal interpretar muchas cosas.

Artemio al que deberían conocer, es aquél que cuando pone las manos sobre la cabeza de alguien y me está pidiendo la sanación de esa persona ese es el hombre que ustedes debieran conocer y que Yo solamente veo, el derroche de amor se da allí y no en lo que se puede contar después, allí está el derroche de amor, digo derroche en un sentido figurado, tampoco en este momento estoy haciendo una apología de vos, solamente quiero decir una cosa, aclarar cosas de quien me presta su voz para dar estos Mensajes que prevalecerán en todos los tiempos por venir, además del presente, les guste o no, lo quieran o no, les parezca bien o no, todo esto ya es historia, forma parte de la historia del Cristianismo, habrá algunos que lo creen, otros que lo creen a medias y otros que directamente no lo creen, pero ese es un problema totalmente aparte de estos Mensajes, que quedarán allí para siempre, cada uno se servirá de ellos de acuerdo a sus intereses y a sus conveniencias, no son tantos los que se servirán de ellos para edificar en base a lo que Yo les pido, el resto los hará para sus intereses, para llevar agua a su propio molino, pero esto está allí como un edificio hecho de piedra para simbolizar, al decir piedra algo que nadie lo destruirá jamás, estén a favor o estén en contra.

Y tal vez cuando pase el tiempo muchos ni les interesará de quién se valió el Señor para decir estas cosas, directamente se interesarán por las cosas y cada uno agregará las palabras que su mayor o menor afecto esté diciendo, simbolizando, es como poner a alguien sobre un lugar muy alto donde todos lo ven y en consecuencia todos pueden arrojar cualquier tipo de cosas, desde flores, hasta piedras, desde oraciones hasta misiles.

Y aquellos que podrían pensar en que todo esto es un edificio armado tienen tan poco alcance que no se dan cuenta que nadie arma un edificio para exponerse a todo tipo de cosas, buenas y malas, a todo tipo de ataques o alabanzas, que Yo sepa todo hombre quiere su gotita de felicidad para vivir en paz en medio de sus hermanos, no conozco héroes que busquen estar muy arriba para ser el blanco de todas las cosas, buenas y malas.

Tal vez dirán que digo cosas obvias, no son tan obvias, no son obvias, necesito decirlas, y aquellos que piensan que puedo estar haciendo una apología, piensen: en todo caso el Señor está haciendo una apología de alguien que sufre en carne propia Mis propias heridas, alguien que lleva como Yo una cruz muy pesada y nadie haría un paso en la vida si Yo no lo hubiera establecido para saber que tiene que sufrir tanto para lograr que todo esto llegue a una humanidad doliente. Si sufrir diariamente horrores, por diversos motivos, creen que es una posición tan cómoda me parece que no están razonando adecuadamente, es por eso que muchos hombres de la Iglesia, aunque no digan una sola palabra, pero tienen un corazón santo, están viendo detrás de todo esto un jardín de maravillas pero al mismo tiempo compadecen al jardinero, que no le va nada bien para tener el jardín de maravillas.

En muchas de Mis expresiones puede parecerles que soy un poco cortante o demasiado… (se dio vuelta la cinta)…, puede parecerles que soy cortante, demasiado seguro o hasta duro en Mis expresiones pero no es así, se supone que Yo, Jesús, segunda persona de la Trinidad y Dios mismo no podría tener otra forma de expresarme, donde las cosas son blancas o negras pero después en lo más profundo de los corazones humanos cada uno entiende que todo eso blanco o negro tiene un montón de matices grises según así lo necesite cada hombre y lo entienda cada uno que lo trata con amor.

Alégrense todos, canten loas al Señor, alégrense, alégrense, alégrense.

Amén, Amén, Amén.