Mensaje del 03 de Enero de 2001

Mi Corazón se vuelve muy triste y acongojado por todas las iniquidades que hay sobre la Tierra y que el hombre padece por culpa de otros hombres, entonces queda solamente una actitud digna, volverse hacia atrás y retomar el camino que alguna vez emprendieron en favor de todo esto o bien empezarlo, no porque Yo esté obligando a nada, sino por una razón muy elemental, si alguien está sufriendo yo tengo que ser partícipe de ese dolor. Mensaje del 03 de Enero de 2001

Habla Artemio:


En este día miércoles Señor hacemos nuevamente nuestro ofrecimiento de nuestra vida, de la vida de aquellos que queremos, que amamos y te la ofrecemos Señor, cada uno habla en primera persona.

Yo te ofrezco mi vida Señor, yo te ofrezco todo lo que soy, poquito o mucho Señor pero me ofrezco y me doy a vos, así como me ofrezco y me doy a la Virgen Santísima en este día Señor, hacemos nuevamente donación de nosotros, dación de nosotros hacia vos Señor y hacia vos Virgen Santa. Nosotros te amamos Señor, nosotros te glorificamos, nosotros te damos gracias por todo Señor, Virgen Santa, Madre del Redentor, que sería nuestra vida sin tu amor, qué sería nuestra vida sin tu protección y amparo Madre Santa, por eso contritos y confiados estamos Madre a tus pies, lo mismo que a los pies de tu Hijo para hacer este acto de donación y entrega total de nuestras vidas y de todas las vidas de aquellos que amamos y queremos, para que todos entren dentro del plan del Señor y que el proyecto personal de cada uno sea o esté inscripto dentro del proyecto del Señor.

Madre Santa, nos acercamos a vos en el portal de Belén y compartimos con vos la sonrisa del Niño pero también compartimos con vos Señora que vos tenías conciencia que ese Niño corría peligro, toda su vida corrió peligro porque su fin sería morir en una cruz por los hombres, tanto vos Madre como Jesús, como el Padre y el Espíritu Santo siempre nos tuvieron en cuenta, me tuvieron en cuenta. ¿En quién pensabas Madre esa noche en el Portal de Belén?, pensabas también en mí, ¿en quién pensabas Madre cuando perdiste y encontraste al Niño en el Templo entre los doctores de la ley?, pensabas en mí, cuando criabas a Jesús y era un adolescente y lo veías en la carpintería con José y pensabas en que algún día ese jovencito terminaría en una cruz, ¿en quién pensabas Madre?, pensabas en mí. Y vos también Jesús, en cada uno de los actos de tu vida, en cada cosa que hacías siempre estabas pensando en mí, cuando digo pensaba en mí me refiero a cada uno de los que están presentes y en cada uno de los hombres.

Ya en el seno de Mi Padre Yo te conocía y en el seno de tu madre te llamé por tu nombre, siempre pensando en mí Señor, siempre pensando en mí Madre Santa, ¿y yo qué?, ¿qué hago?, ¿tengo en cuenta todo eso?, devuelvo algún poquito del amor que me tuviste y me tenés Madre y Jesús?, yo quisiera hacerlo pero a veces el tiempo no me alcanza, las circunstancias mías no son tan buenas y tengo miles de problemas que resolver, por eso, a veces, casi nunca o mucho, trato de volver todo el amor que me tuviste a través del tiempo.

Jesús, nosotros te amamos Señor, Virgen María, qué sería de nosotros sin tu maternidad, Virgen Santa, qué sería de nosotros si no nos hubieras dado a Jesús pero vos fuiste la que se ofreció al Padre como una esclava para que en tu vientre creciera el Niño.

Yo te amo Madre Santa, te amo por todo lo que pensaste en mí y por todo lo que pensás, yo te amo Jesús por todo, te amo en tu niñez, te amo en tu adolescencia, te amo en tu adultez, te amo en el huerto de Getsemaní, te amo cuando te están torturando Señor, cuando te llevan por la barba, cuando te tiran del pelo, cuando te golpean, te patean Señor. Esta noche como todas las noches quiero yo ser testigo de todos los golpes que te dieron, de todos los escupitajos que arrojaron sobre tu cuerpo, te veo Señor todo escarnecido, todo golpeado, todo lleno de moretones Señor y todo eso ¿por quién?, por mí y por cada uno de ustedes y por cada uno de los hombres que vivió, vive o vivirá.

Entonces, Señor ante tanto amor qué podré responderte yo, tendré que llevar una vida que sea distinta, que sea calcada en tu forma de ser, de pensar, de vivir, en todo, tendré que ir por el mundo cobijándome bajo tu manto Madre Santa y el manto de tu Hijo y siempre cubriéndome con la Preciosísima Sangre que sale de su Corazón y envuelto en la llama de amor del Corazón Inmaculado tuyo Madre Santa, ¿por qué?, porque te amamos Jesús, María, te amamos y lo repetimos Señor, Madre Santa.

Por ahí alguien dijo: cuando uno repite tantas veces que te quiere te da a entender que no te quiere, no pasa lo mismo en esto Señora, Jesús, nosotros te lo repetimos porque queremos recordarte siempre que te agradecemos por todo lo que hiciste por nosotros, te alabamos y te glorificamos.

Manda sobre nosotros Señor tu Espíritu Santo, manda el don de tu Espíritu Santo, manda sobre nosotros para que ese Espíritu Santo haga aparecer en nosotros carismas o dones para poder beneficiar a los hermanos que tengo cerca o lejos, manda Señor, manda Señor tu Espíritu Santo.

Ven Espíritu Santo, ven, ven, ven a llenar nuestra alma, ven Espíritu Santo, ven a llenarnos con el fuego de tu amor, ven Espíritu Santo llena nuestra alma, llena nuestro cuerpo, llena todo lo que nosotros somos y todo lo que nosotros tenemos porque queremos estar, permanecer y vivir con vos para siempre.

Ya está Jesús con nosotros, hace un rato largo, como Jesús de la Misericordia.

Señor, el día primero me quede pensando seriamente y largamente todo lo que
dijiste y me dio un poco de temor hacer conocer eso que dijiste vos porque evidentemente que a muchos no les va a gustar pero lo voy a transcribir y si vos lo dijiste lo tendré que hacer conocer, no queda otra, siempre uno tiene un poco de temor Señor, siempre.

Dice Jesús:

Si Yo soy el camino, la verdad y la vida y si alguien cree en Mí o dice creer y no cumple con aquellas cosas fundamentales que forman parte de la doctrina, entonces algo está fallando, por eso las palabras Mías del día primero, no importa que se la tomen con vos, Yo les aclaro allí que vos no hacés nada más que repetir lo que Yo te digo, entonces que se la tomen conmigo no con vos.

Es decir, no es otro el propósito de decirle a los hombres de las cuatro puntos cardinales que ya están maduros los tiempos para que la justicia del Señor prevalezca sobre la Tierra, a pesar de todas las cosas que puedan pasar, sin embargo en todos los corazones debe haber un fuerte deseo de que prevalezca la justicia del Señor, no puede ser que tantos hombres vivan padeciendo todo lo que padecen, Mi Corazón se vuelve muy triste y acongojado por todas las iniquidades que hay sobre la Tierra y que el hombre padece por culpa de otros hombres, entonces queda solamente una actitud digna, volverse hacia atrás y retomar el camino que alguna vez emprendieron en favor de todo esto o bien empezarlo, no porque Yo esté obligando a nada, sino por una razón muy elemental, si alguien está sufriendo yo tengo que ser partícipe de ese dolor, si alguien tiene hambre yo tendré que tener hambre con él, si alguien sufre tendré que hacer también de mí alguien sufriente para poder entenderlo, comprenderlo, todo eso es posible con un amor muy profundo por el hermano y eso se declama mucho pero en la práctica no se ve, esto ya lo dije tantísimas veces, lo estoy repitiendo ahora pero si repito las cosas es porque los hombres no quieren hacer caso de los llamados a una vida digna.

Cada uno pregúntese en lo profundo de su noche: ¿cómo fue mi día?, ¿fue un día en que realmente estuve de la mano del Señor amando a mis semejantes, a mis amigos y enemigos, amándolos a todos y dándoles lo mejor de mí mismo en lo que hago, en mi trabajo, en mis cosas o soy solamente que un tibio que no se decide a cumplir con la palabra que cree que es verdadera?.

Llámense a reflexión de todas estas cosas, no crean que hay toda una eternidad por delante, es decir, que vuestra vida sea demasiado larga como para decir: hay tiempo para hacer esto, no, lo dije muchas veces, los que sufren no tienen tiempo, quieren terminar de sufrir, quien tiene hambre necesita llenar su estómago, quien está enfermo necesita curarse, quien no tiene techo lo necesita, quien no tiene un piso en su casa también lo necesita, quién está preso necesita que lo visiten pero sobre todo que piensen que no son superiores porque están libres porque no saben las vueltas de la vida como son y aunque no les ocurriera lo mismo lo deben entender con claridad hasta qué punto deben verme a Mí en ese preso al que van a visitar, a los niños infradotados que quieren y atienden, a los solitarios, a los que acompañan en sus momentos, duros o difíciles, a todos aquellos que les parece que van por mal camino pero no se acercan para decirles una palabra de afecto o mostrarles una vida diferente.

Mi alma estará triste hasta la muerte porque el hombre no quiere entender que no me puede amar a Mí si no ama a su hermano, esto es más que conocido, si dice amarme a Mí y no a su hermano no ama a nadie.

Tengan en cuenta todas estas palabras y sean trasmisores de ellas, vayan donde vayan y con prudencia y corrección introduzcan al tema y hablen de Mi amor, hablen de que los amo, hablen de cuánto los he querido a través de los tiempos y los seguiré queriendo, háblenles del amor para siempre, hablen de que hay toda una eternidad que les espera de gozo o de sufrimiento según lo que hagan sobre la Tierra.

Mis queridos, tengan en cuenta todos estos principios Mis queridos, tengan en cuenta todas las cosas que les digo y piensen que si ustedes tienen tiempo otros no lo tienen tanto, sobre todo aquellos que están esperando que su hermano le tienda su mano para poder salir a flote de sus problemas, de sus angustias, de sus dolores, de sus privaciones, de su hambre, de su enfermedad, de sus dolores.

Así como Yo los amo a ustedes ámense ustedes entre sí y amen a los demás, que vuestra presencia, vayan donde vayan, sea un signo evidente de quién es vuestro Maestro, vayan donde vayan, hagan lo que hagan, vivan como vivan
pero que se vea que todo está orientado hacia el amor con mayúscula.

Mis queridos, los amo mucho, los amo de todo corazón, los amo con toda la
profundidad que un Dios que se hizo hombre puede amarles y confíen también plenamente en el amor de Mi Madre que les ofrece a diario la llama de su Inmaculado Corazón para que envuelto en ella solucionen todos vuestros problemas y alcancen todos vuestros proyectos y metas.

Los amo, los amo, los amo, no se olviden de eso y cuando esta noche vayan a dormir y en vuestros oídos esté bien clara la expresión: los amo, los amo, los amo, pero no hoy, desde hace una eternidad, por toda una eternidad, los amo, los amo, los amo.

Amén.