Mensaje del 11 de Abril de 2001

Toda esta sangre que ves traducida con la palabra amor, dijiste más de doscientas veces sangre hoy, entonces dijiste más de doscientas veces: vida, vida y eso es lo que vine a hacer al mundo, traer la vida y no crean que lo lamento, no crean que alguna vez a pesar de que tuve Mis deslices en cuanto a reprocharle a Mi Padre el sufrimiento pero nunca dejé de pensar que estaba cumpliendo con lo que debía cumplir. Mensaje del 11 de Abril de 2001

Habla Artemio:


Hoy es 11 de Abril del 2001.

Creo necesario Señor describir lo que estoy viendo, cualquiera diría que esta escena tendría que ser del Viernes Santo pero seguramente será de todos los días Señor cuando hacemos mal las cosas nosotros.

Que pequeño Señor que sos vos sentado ahí en el suelo, tu cabeza tendrá cientos de pinchazos, el cabello está todo lleno de saliva, se ve el cuero cabelludo, en partes blanco, Señor me da temor moverme porque parecería que te hago más daño, tenés toda la cara llena de sangre Señor, sangre seca y sobre la sangre seca otra que va saliendo debajo de los parpados, de la nariz, de la boca. Tu cuerpo está todo lleno de moretones, se ven muy bien Señor las patadas que te dieron en el estómago, las piernas todas mallugadas, todas, das realmente lástima Señor, toda la zona del bajo vientre Señor está todo lleno de sangre, mirá si se iban a privar de patearte por ese lugar, aunque veo que tus testículos están pinchados Señor. Todo está lleno de sangre, el hombro de este lado Señor se ve todo el hueso.

No sé que decir Señor, pensar que todo esto lo estás sufriendo por todos los hombres y los seguirá sufriendo por todos los hombres, sea quien sea, toda esta sangre que está saliendo Señor, aunque de algunas partes te sale más pero da como la impresión de que la sangre estuviera detenida y los moretones estuvieran a punto de estallar, nadie te pinta así Señor, nadie Señor, todos te ocultan. A pesar de no ser tan grande tenés la contextura de un hombre que trabajó mucho, trabajó con su cuerpo.

Señor, yo no soy digno de que vos estés sentado y apoyado sobre mi pierna, yo no soy digno Señor, te ofrezco mi mano Señor para que reclines tu cabeza, que triste Señor es todo lo que veo. Un cosa es imaginarte Señor, toda la piel del rostro te tira por la sangre seca, si ni se ve la piel de tu rostro, esos pinchazos que tenés en la cabeza Señor uno solo de ellos podría matarte, cómo podremos Señor después de verte en este estado poder seguir haciendo mal las cosas, no me lo explico Señor.

Yo ni por casualidad te pido que dejes la marca en mi pierna, no, no podría yo tener el privilegio de la Verónica pero sí puedo tocar tu cabello Señor, es como el cabello de cualquier hombre Señor, lleno de suciedad, de tierra, lleno de saliva.

Señor es tan grande tu Misericordia que alcanza incluso para perdonar todos lo que te hicieron esto. Me imagino Señor cuando tu Madre te acunaba pensaba que algún día iba a ocurrir esto.

Que nariz perfecta tenés Señor, a pesar de los machucones y de la sangre que se ve ese perfil tan perfecto que tenés, la barba está más chica porque está toda llena de sangre y saliva. Señor, en verdad te digo que no analizo ni proceso ni nada lo que estoy viendo y lo que está pasando porque sino me moriría Señor.

Esa mano Señor, este brazo tan varonil, tan lleno de vellos, toda con costras llena de sangre, tu mano flácida ahí. Señor, aquellos que te hacen el clavo en la muñeca buscan razones humanas, las muñecas las tenés lastimadas pero por la soga que te pusieron, la herida tuya está en la mano Señor no en la muñeca, pero siempre buscan razones, te ataron de las muñecas, estabas colgado y te clavaron en la palma, aunque yo ahora veo la otra parte, tu mano Señor, no veo la otra, debe estar por allá atrás. Podría pasarme todo un día describiendo tu mano Señor, son trigueñas, lo mismo que tu brazo y tu cuerpo, pero delicadas, cuidadas Señor a pesar de todo, los nudillos se ven más oscuros, propio del que trabajó mucho. Tus uñas Señor, son inconfundibles tus uñas.

No sé Señor, ¿querés decir algo?.

Dice Jesús:

Por supuesto que quiero decir algo, tal vez te impresione un poco verme en este estado pero cada vez que en el mundo se cometen injusticias, o un niño muere por falta de atención o de hambre, o estalla una bomba sobre la ciudad Yo estoy en este mismo estado que me ves ahora, vuelvo a revivir todo lo de la Pasión y aunque cuando vengo me ves acicalado pero los moretones están igual, toda esta sangre que tengo en la cara y en todo el cuerpo cuando me llevaron al sepulcro me limpiaron bastante pero me quedaron los cabellos como almidonados por la saliva, ese día me limpiaron, ahora cuando venían a ponerme los aceites Yo ya no estaba, pero ese día sí me limpiaron, todo lo que pudieron me limpiaron.

Es extraño que sabiendo que tenía sobre Mi cabeza una corona de espinas tan terrible Mi cara no esté sucia en ningún lado, tendría que tener más sangre Mi cara, ¿o esas espinas eran de adorno?, estas espinas que vos no ves pero ves el pinchazo, no eran de adorno, eran espinas de veras, entonces por qué no pintan Mi rostro si quiera con un poco más de sangre.

Nada les faltó por hacerme como podés ver, todo me lo hicieron, todo, es que estaba escrito que el Hijo del hombre tenía que padecer todo esto y seguir padeciéndolo durante milenios, aquél sacrificio que no se consumó en Isaac por Abraham y otros más y eso que el Padre, Mi Padre podía haberlo hecho, pero sí, conmigo lo hizo.

Cuánto tendrán que pensar los hombres de cuánto los amó y los ama Mi Padre para mandarme a padecer todo esto para cada uno de los hombres, sin ningún tipo de distinciones, para todos, pero te aclaro, no tengo tanto dolor. Vos a veces pensás una cosa y la pensás bien, por ejemplo ayer y antes de ayer, decías: ¿por qué no siento dolor?, porque cuando el dolor sobrepasó ciertos límites o bien el ser humano se desmaya o bien pasa a ser un poco inconsciente, por eso en el Evangelio de San Juan por ahí parecería que no fue tanto Mi sufrimiento.

Habla Artemio:

Claro que sí Señor, claro que sí, te entiendo.

Dice Jesús:

Me entendés que te digo, el sufrimiento cuando es ofrecido, cuando el sufrimiento tiene un sentido, cuando el sufrimiento es por algo y por alguien ya no es tanto sufrimiento, Yo no sé por qué los hombres le escapan al sufrimiento y es el gran purificador.

¿Qué creés?, que Yo estoy aquí apoyando la cabeza en tu muslo y vos me tenés la mano, los cabellos sucios, ¿por qué todo este privilegio?, no es tal Mi querido, vos no tenías heridas así como las Mías pero mirando hacia atrás Yo veo un montón de heridas. Vos decís a veces que pasás contando las cicatrices que tenés, contás algunas nada más, el resto ya las has olvidado pero Yo sí las cuento.

¿Con esto quiero decir que sos el único que sufrió mucho, viviste hocicando la tierra como te dije en el año 96?, no, muchos hay que sufren pero no me preguntes por qué te elegí a vos, ya te dije muchas cosas pero recién lo entenderás de este lado, antes no, aunque todos los días te consideres el más indigno de todos los hombres para recibirme, no hagas ese pensamiento, no es adecuado.

Te estoy acalambrando la pierna ¿eh?, no, no pienses en eso, quién más que Yo puedo entender al hombre y además habiendo padecido todo lo que padecí y si a veces durante el día no te parece que todo esto es imposible porque te ves común y vulgar como todo el mundo, más vale Mi querido, si no te vieras vulgar y común Yo no estaría acá. Vos me ves todo ensangrentado pero viste que no te duele cuando te sale sangre a vos, incluso ayer cuando escupías y escupías tanta sangre hasta sentías como un placer, claro, estaba Yo que te miraba, si, ya sé, en un momento me pedías que resumiera un poco el trabajo de que te querías sacar esa raíz tan hundida y viste que Yo no te escuché, no, tenia que ser todo así como fue. ¿Te parece extraño que en la Semana Santa hayas derramado tanta sangre?, ¿te lo imaginabas, y sin que te doliera lo más mínimo nada?, ni si quiera ahora te arden las heridas que tenés, es un desastre la boca.

¿No te parece sugestivo perder toda esa sangre?, vos dijiste una copa por lo menos, sí, todo eso lo venís sufriendo desde hace mucho tiempo, si te digo cinco años me quedo corto pero tenías que sufrir y justo Yo esperé la Semana Santa para que vos derramas toda esa sangre, nunca vi tanta sangre decía la doctora, ¿por qué tanta sangre?.

Me gustó mucho todo lo que hiciste anoche de cubrir a todas las personas amigas y enemigas con Mi Sangre, no te olvidaste de nadie. Mi querido quien sufre mucho entiende el sufrimiento, ya sé que hay muchos que sufren y sufrieron más que vos pero Yo mido el sufrimiento de las personas de acuerdo a su capacidad de soportarlo y a su capacidad de darlo, de ofrecerlo, de entregarlo, aunque en esa entrega haya también improperios porque duele.

No creo que haga falta que les diga más cosas hoy, es suficiente con que vean toda esta sangre derramada por cada uno de los hombres. Serías muy feliz si Yo te dejara todo el pantalón sucio de sangre pero no, no hace falta, no hace falta, ¿llamarían a esto un milagro?, no, lo que deben llamar milagro es que siga derramando sangre por todos los hombres, no será de todo el cuerpo pero vos sabés muy bien como este hombro derecho me sale siempre sangre y lo ves de Mis manos y Mis pies y Mi costado, pero se reavivan Mis moretones, por supuesto que en la zona baja también me sale sangre, como bien dijiste la sangre es el símbolo de la vida y Yo derramo esta sangre para darle vida a ustedes y a todos los hombres.

Cuando ven alguien que derrama sangre aunque sea una pequeña gota, ofrézcanla ustedes para unirla a Mi sangre… (se dio vuelta la cinta)…, únanla a Mi sangre, sea la sangre de quien sea y cuando miren una película no importa que sea tomate triturado, la apariencia es de sangre, ofrézcanla también, Yo no voy a hacer distinciones con tomates triturados si ahí aparece como sangre real.

Ofrezcan siempre todo, ofrezcan, ofrezcan, ofrezcan, cualquier dolorcito, cualquier pavadita, cualquier cosa ofrézcanla y no se olviden lo que les dije anoche: si están capacitados de muchas devociones adelante con muchas devociones, pero Yo quiero poquitas pero que sean genuinas, reales, concretas, con todo el corazón, poquito y como dije anoche, el resto de las devociones de tantos me parece paja, paja que no sirve para nada.

Habla Artemio:

No sé que decirte Señor, no tengo palabras para decirte nada, no, no me sale nada Señor.

Dice Jesús:

No, es suficiente que me hayas prestado tu cuerpo para descansar un rato, me hayas tenido la cabeza sucia, porque aunque te parezca mentira, casi siempre, no tengo dónde reclinar Mi cabeza, en este estado o en mejor estado.

Acuérdense de aquello: los pájaros tienen sus nidos para pasar la noche, las fieras sus madrigueras y el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar su cabeza, pero Yo sé que ustedes desde siempre, desde hoy me van a dar un lugarcito para reclinar Mi cabeza, no tengo la menor duda, ya me la están dando, ya me la están dando.

Toda esta sangre que ves traducida con la palabra amor, dijiste más de doscientas veces sangre hoy, entonces dijiste más de doscientas veces: vida, vida y eso es lo que vine a hacer al mundo, traer la vida y no crean que lo lamento, no crean que alguna vez a pesar de que tuve Mis deslices en cuanto a reprocharle a Mi Padre el sufrimiento pero nunca dejé de pensar que estaba cumpliendo con lo que debía cumplir, por eso Mi Padre no habría la boca y así me pasa a Mí cuando muchas veces están sufriendo y Yo no abro la boca para decir basta, sobre todo para aquellos que se entregaron a Mí, porque si les permito ese sufrimiento que la vida o las cosas le dan es porque me están ayudando a redimir a los hombres y en primera y última instancia ¿no es la razón de vuestra vida?, de todas las maneras, de las maneras más diferentes, Yo contabilizo todo, a Mí no se me escapa una mirada afectuosa a alguien, el sufrimiento que pueden tener por alguien o el enojo que pueden tener por alguien, porque tienen derecho a enojarse pero como dice la Sagrada Palabra: no dejen que llegue la noche y los encuentre enojados.

Los amo, entiendan, esta sangre que ven es la mejor respuesta al amor que les tengo y si la vida o las circunstancias o las acciones que pueden pasarles les dan sufrimiento, pienso que desde hoy lo van a tomar desde otro ángulo y no digan: valle de lágrimas por eso, porque estamos en un valle de lágrimas, no, un valle es otra cosa, un valle es un lugar donde crece la vegetación, corren los reíos, pastan los ganados, no digan más valle de lágrimas, un valle siempre es acogedor cuando se lo mira como acogedor.

Gracias Mi querido por prestarme tu cuerpo para descansar un momento, porque aunque esté vivo y en plenitud pero también me canso a veces, son tantos los hombres, es tan grande la Tierra y tengo que estar con cada uno, ¿acaso no les dije que seré fiel hasta la consumación de los siglos?, por eso nunca duden, Mi fidelidad es la única fidelidad genuina que encontrarán sobre la Tierra, así no encontrarán, podrán insultarme, pelearme, decirme de todo pero Yo sigo esperando, sigo esperando porque para eso vine, porque quiero tenerlos conmigo eternamente junto a Mi Padre y el Espíritu Santo. Y si, toda esta sangre ha sido derramada por cada uno, por eso, por cada uno me juego hasta el último instante de su vida para que pueda venir a Mis brazos para siempre, para siempre, para siempre el amor, para siempre la dulzura de la Bienaventuranza Eterna, nadie imagina ni por casualidad lo que es ver al Padre cara a cara, pero no por un momento Mis queridos, por toda una eternidad, bien vale algún sufrimiento, bien vale.

Seguiría hablándoles toda la noche porque aquí me siento bien, tengo dónde reclinar Mi cabeza, ¿hace falta que les diga que los amo viéndome como estoy por ustedes?.

Amén, amén, amén.

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