Mensaje del 30 de Noviembre de 2001

Ustedes hoy no pusieron intenciones para el Rosario de la Liberación, por lo menos vos no las pusiste, y con Mi Madre aprovechamos todo este Rosario de la Liberación, porque venía de ustedes, para sacar almas del purgatorio.

Mensaje del 30 de Noviembre de 2001

Habla Artemio:

El Señor quiere mostrar sus maravillas y no sabemos si va a hablar o no.

No hay paredes, ninguna pared, viene caminando así como sobre nubes Jesús, con el hábito largo, casi le toca el suelo pero se le ven los pies. A su lado está la Virgen María, vestida como Nuestra Señora de los Dolores, Inmaculada Esposa del Espíritu Santo y Reina de la Justicia. A su lado está Santa Teresita, muy bonita, muy jovencita, hay Ángeles por todos lados. Es la imagen de un Jesús triunfante, viene caminando, se arremolinan los Ángeles a los costados, arriba, abajo, por todos lados. Hay muchos Santos, los siguen muchas personas, familiares de ustedes que ya he visto otras veces. Se ha abierto allí todo y hay una escalera enorme hacia abajo, donde están todas las almas en la oscuridad, a algunas se las ve un poquito, pero los escalones están todos vacíos.

Me da la impresión de que estuvieran celebrando algo, porque de repente se llenó todo de rosas, que no cayeron del suelo sino que brotaron desde abajo. Yo veo el piso todo fracturado porque los mosaicos se rompieron y aparecieron creciendo con rapidez unos pimpollos y unas rosas abiertas que nunca vi de ese tamaño, tienen como quince o más centímetros de diámetro y son de todos colores.

Nosotros estamos todos de este lado, observando la escena, desde donde está P. ya no hay escalera, estamos todos de este lado y hay mucha gente del grupo de Oración que también está.

Yo no sé que puede festejarse hoy, pero es un festejo y ahora sí que sopla el viento frío, pero las rosas se mueven apenas, como una brisa. ¡Se siente un aroma a rosas que hasta pican la nariz!. ¡Es tan bello todo lo que veo, tan precioso!.

Jesús está alegre, sonríe, pero no se ríe, la Madre se ríe, San Martín de Porres también y hasta está un poco sonriente San José.

Dice Jesús:

Ustedes hoy no pusieron intenciones para el Rosario de la Liberación, por lo menos vos no las pusiste, y con Mi Madre aprovechamos todo este Rosario de la Liberación, porque venía de ustedes, para sacar almas del Purgatorio.

Habla Artemio:

Jesús está allí, alto, a un metro del suelo, el tallo de las rosas alcanza un metro, un metro y medio, pero no son plantas, cada rosa tiene un solo tallo, el piso se ve todo fracturado porque las rosas, al salir, rompieron las baldosas y ahora los Ángeles empiezan a bajar las escaleras.

Está el Arcángel Miguel, Gabriel, Rafael, y les dicen a las almas que se acerquen, entonces un grupo grande de almas, de personas, dentro de las cuales estoy viendo a un pariente mío que no sé si sale o no, parecería como si los Ángeles les hacen una señal y empiezan a subir almas.

Hay jóvenes, pero hay muchas personas de edad, el Señor me muestra a las personas, pero yo no me acuerdo de los apellidos que tienen, hay gente que vino aquí y que ahora salen, salen así, detrás de los Santos hay como un camino de luz que se dirige hasta allá, hacia el Este, por donde van subiendo las almas. Cuándo pasan saludan con las manos, ¡están tan felices, tan felices!.

Dice Jesús:

¿Se han dado cuenta de cuanto puede hacer un Rosario de la Liberación?, ¿se han dado cuenta?, pero un Rosario dicho como ustedes lo dijeron. Ese frío que ustedes sienten, o el calor que sienten otros, es una manifestación de todo esto porque nosotros estamos aquí, y vos ya veías antes, bastante, desde el comienzo.

Habla Artemio:

¡Siguen saliendo almas!. ¡Siguen saliendo almas!. Es como si los Ángeles dijeran: pueden pasar.

Dice Jesús:

Vos antes nombraste la sanación intergeneracional, pues bien, para todos los presentes y todos los que no están presentes también, les digo que paso sanando desde siete generaciones atrás hasta siete generaciones hacia adelante, lo que es siempre. Todos aquellos que ya están muertos y que son familiares de ustedes, en este momento parten para el Cielo, para ver al Padre eternamente. Siete generaciones quiere decir siempre, entonces ustedes y todos los del grupo de oración son sanados de todas las enfermedades que heredaron, físicas, psíquicas y también espirituales, toda la herencia espiritual. Porque en vuestros antepasados hay muchas cosas que no son buenas, pero Yo hoy paso sanándolas. Vos estas viendo todo, pero los demás sienten esa brisa fresca, que se nota que no es natural porque no hay ninguna puerta abierta por donde corra el viento, ese viento fresco, una brisa fresca, otros tendrán calor.

Habla Artemio:

Me alegra ver que por fin mi abuela hizo las pases con la hija que abandonó en Italia y parten las dos para el Cielo, cuánto tiempo de odio, por favor, parten para el Cielo de la mano, madre e hija, después de tanto tiempo, y también parte Pedro, el amante que después fue esposo y el padre de la nena.

Jesús dice:

Esto se viene gestando en todos estos días, ustedes nunca pueden imaginarse lo que puede el Rosario de la Liberación. ¡El Rosario de la Liberación puede romper el piso y hacer brotar las rosas!.

Habla Artemio:

Jesús está vestido con un hábito casi blanco, muy abultado, que le llega casi hasta el suelo, pero está como suspendido en el aire, a un metro de altura junto con su Madre. También están junto a ellos todos mis familiares, los familiares de ustedes, aunque a algunos no los conozco pero me hacen señas de que son familiares de ustedes. A algunos ustedes no los conocen porque son de muchas generaciones atrás.

Dice Jesús:

Estas Gracias se están acumulando desde el día de los Bautismos, ese día fue de una fiesta muy grande en el Cielo, porque cientos de miles y miles y miles de niños, ya mocitos, pasaron a la Luz del Padre, y todos esos chicos, Ángeles, trabajaron también, para que las obras de ustedes se aplicaran como mérito para sacar a todas las almas del Purgatorio que hoy están saliendo, que todavía están sacando los Ángeles.

Se ve todo un valle en tinieblas, lleno de gente todavía, pero todo esto se los digo para ponerlos contentos porque piensen que en siete generaciones han salido tantas almas de la oscuridad, familiares de ustedes, que algunos hacía más de mil años que estaban en la oscuridad. Cómo entonces no va a haber tanta alegría.

Quería hacerles ver esto para que valoren tremendamente la oración, pero además lo que Mi Madre y Yo usamos y aprovechamos fue esa donación de ustedes a los Corazones Mío y de Mi Madre. Entonces, cuando ustedes se donan nosotros usamos vuestra generosidad y disponibilidad para todo lo que veamos necesario.

Y aunque la guerra parezca que todavía continúa un poquito, eso es todo apariencia, prácticamente no muere nadie, no muere nadie, pero todo se va a terminar, y este país que parece estar dando los últimos suspiros como un moribundo, en verdad les digo que ya está saliendo de su estado, aunque les parezca todavía que van a ocurrir cosas, ustedes no se preocupen. Si Mi Padre, hace milenios, eligió este lugar del mundo para que Yo hiciera las Apariciones junto a Mi Mamá, no podría olvidarse de todo esto. Y no teman por las inundaciones y todo eso, ¡Mi Misericordia alanza para todo y se le dará a cada uno mucho más de lo que perdió!.

¿Pero saben una cosa?, la salvación de este país la quiere el Señor, pero considérense cada uno de ustedes, los presentes y los miembros del grupo de oración que no están como los que provocaron toda esta maravilla. Esto se los digo para que vean cómo el Señor no descuida nada, tiene en cuenta todas las cosas, todo está previsto, sin quitarle la libertad a nadie, todo está previsto.

¡Nunca el Padre dejaría en tinieblas a un país en dónde esta haciendo sus Revelaciones su Hijo!, ¡nunca lo dejaría en tinieblas!. Por eso es que las cosas se van a arreglar, así de fácil como nacen hongos después de la lluvia, ¿vieron con qué facilidad, de la noche a la mañana nacen hongos?, ¡así van a cambiar las cosas!.

Más no les digo sobre el futuro, pero todo es hermoso, claro, hay que aprender a mirar las cosas, ¡hay que aprender a mirar!. ¿Vos crees por ventura, que a Mí se me escapan las bendiciones que hacés a la televisión a esos programas que son prácticamente malditos?, ¡si vos crees que se me escapan estás equivocado!, a veces te pongo a mirar televisión para que bendigas todo eso, y aunque vos ni te acuerdes de hacerlo Yo lo hago igual, porque Yo soy fiel, y eso significa que amo y amo para siempre, y nunca, nunca, voy a decir una cosa y luego no hacerla.

A pesar de los dolores que podrían tener en forma personal, festejen la salida de todas estas almas del Purgatorio. ¿Ustedes se dan cuenta de que toda esa gente de repente se va a encontrar delante del Padre?, no todos lo harán a la misma distancia, porque en la Casa de Mi Padre hay muchas mansiones, muchas moradas, pero todos están.

Habla Artemio:

Yo te digo gracias, Señor, te damos gracias Señor, por toda esta maravilla que nos has mostrado. ¡Gracias Señor, gracias Señor!, ¡eres grande en todo, Señor!. ¡Gracias, María, gracias, Señor!.

Amén.

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