Mensaje del 11 de Enero de 2000

Ahora, sin ser dramático ni mucho menos no es posible pasar la vida pisoteando la sangre que derraman los demás, mi prójimo, porque el caminar sobre la sangre es muy resbaloso y no se tiene nada de estabilidad para llegar adonde uno se propone. Mensaje del 11 de Enero de 2000

Habla Artemio:

Hoy es 11 de Enero del 2000.

Dice Jesús:

Es una pena que no se haya grabado todo lo que se habló porque lo mismo lo diría Yo.

Todo aquellos que dicen que “Yo soy el camino, la verdad y la vida y quien me sigue a Mi no anda en tinieblas”, montones de ellos son los que justamente no les permite que Yo les muestre cuál es Mi camino, Yo les pregunto pero no a ustedes porque se supone que si están hablando de esto están entendiendo, pero Yo les pregunto a los hombres y mujeres de todos los continentes: cuántas veces se han preguntado y se han respondido: ¿quién es mi prójimo?. Es evidente que la mayoría no le conviene responder.

Ahora, sin ser dramático ni mucho menos no es posible pasar la vida pisoteando la sangre que derraman los demás, mi prójimo, porque el caminar sobre la sangre es muy resbaloso y no se tiene nada de estabilidad para llegar adonde uno se propone, ¿quién es mi prójimo?, esta misma pregunta se la hago a los jefes de estado, esta pregunta se las hago a los presidentes y directivos de las multinacionales, por supuesto que se la hago a todos los políticos de todos los continentes: ¿quién es mi prójimo?, pero sobre todo se la hago esta pregunta a todos aquellos que dicen estar conmigo. Yo diría que se las hago especialmente a los que dicen estar conmigo, nadie se considere que está totalmente conmigo o con migo sin analizar seriamente su vida, su obra, su actitud cotidiana.

Lo peor es que la mayor parte de la humanidad sufre dolores de parto y aquellos que tienen todo, que son muy pocos y dominan todo, ni por casualidad se preguntan todo esto. Yo les propongo Mis queridos, ¿no les parece que ya llegó la hora de empezar a preguntarse sobre todos aquellos que están viviendo bajo vuestra responsabilidad?, pueden ser millones y millones o veinte o cinco, o uno, no importa la cantidad, convendría que se lo preguntaran: estamos en la era de la Misericordia y a todos les ofrezco todo el amor posible para aquellos que no están en el camino puedan estarlo, aquellos que creen que están en el camino realmente descubran cuál es Mi camino y aquellos que ni por casualidad suponen que los demás deben caminar su camino, pues bien, a todos les ofrezco Mi Misericordia, tienen tiempo, mucho tiempo para rectificar el rumbo pero el problema va por otro lado, ¿se puede uno ir a descansar en la noche sabiendo que quien tiene bajo su responsabilidad está padeciendo una injusticia?, Yo pregunto, y por otra parte, no esperen mañana en poner las cosas en orden, no olviden que la muerte puede llegar como ladrón en la noche sin hacerse anunciar, quien dice tengo tiempo para cambiar dice mal, quien dice: debo cambiar ya aunque sea en mi corazón dice bien.

Los tiempos son muy valiosos, porque cinco minutos en la vida de un hombre pueden representar nada pero en otros pueden representar la muerte y Yo a todos les propongo que piensen: ¿pueden resistir ustedes la mirada de un hombre que muere masticando una injusticia?, Yo pregunto: ¿se puede mirar, se puede observar, se puede tener en cuenta la mirada de un hombre que... (se dio vuelta la cinta) ..., pagar su vida en medio de la injusticias.

Dice Nuestra Madre:

No quiero que piensen, no quiero que logren el reposo de esta noche o mañana o pasado con algo de amargura por lo que se habló, si ustedes están aquí, si ustedes están aquí es porque están queriendo cambiar el orden, de eso no me cabe ninguna duda, pero piensen que las palabras de Mi Hijo van dirigidas a todos los hombres de la Tierra. Todos serán culpables, tal vez alguno no se de cuenta pero no se engañen, no se engañen, en el fondo de la conciencia de cada ser humano siempre hay un poquito de luz para ver si uno es un hombre o una rata. El Señor a nadie niega un poquito de luz para discernir.

Todas estas cuestiones son muy claras, no se puede esperar mañana, si tenés a alguien a quien tenés que perdonar, si tenés a alguien en quien tenés que reparar algo, si tenés a alguien a quien amar y nunca le amaste no esperes mañana, hacelo esta noche, hacelo esta noche, aunque sea en tu corazón, ya llegará el momento en que le mires a la cara y le digas lo que debes decirle pero que ya esta noche en tu corazón esté la actitud bien clara de cuál debe ser tu camino.

Dice la Madre Teresa:

Yo para estar a tono aquí en este lugar tendría que usar palabras de alguien que ustedes conocen, a mí no me hablen de penas, porque yo penando vivo, ¿no les parece que alguien que vivió la mayor parte de su vida en la India ande diciendo estas cosas?, pero es así.

¿Cuál fue el dolor que siempre tuve clavado en mi corazón como una daga ardiendo?: las injusticias que prevalecen entre los hombres, de todo tipo, naturaleza y condición.

Nadie se crea limpito, no sea cosa que revisando encuentren mucho que lavar y mucho que poner al día, si no tienen nada que poner al día alabado sea el Señor, pero si tienen algo que poner al día no se demoren ¿eh?, si no lo hacen por ustedes háganlo por los otros, ¿o acaso todo el tema de esta noche no fue: quién es mi prójimo?.

Dice San Martín de Porres:

No quiero ser repetitivo pero ¿no creen que el color de mi piel en todos los países del mundo es mirado como algo desagradable?, por supuesto habrá muchas excepciones, no digo lo contrario, pero piénsenlo, recorran todos los países y después díganme, aunque no por eso dejo de reconocer que es muy difícil ser paquistaní en Inglaterra por ejemplo, pero en el fondo el problema no es tan grave como con todos los que tienen el color de mi piel.

Cuando les sobra algún momentito y tienen algo para ofrecer ofrézcanlo por todos aquellos que son vuestro prójimo y que tuvieron o tienen el color de mi piel y padecieron siempre los más grandes atropellos y lo peor de todo es que creen que están en el camino justo, ¿ustedes tienen una pequeña noción de cómo viven la mayoría de los pueblos africanos?, como no fueron evangelizados a su debido tiempo y cuando lo fueron no con los métodos que correspondían salvo excepciones, entonces a veces mis hermanos de color sometieron a sus hermanos de color, sea esto en África o en cualquier lugar del mundo.

Cansado estoy de ver de tantos que participan de mi naturaleza cuando logran lugares importantes o puestos o cargos o lo que sea, ni se acuerdan o si se acuerdan es para hacer peor las cosas. Revisen la historia, revísenla bien y todos los ejemplos que sean edificantes de cosas que se vivieron o vivieron los negros, contabilícenlo y van a ver que poco van a encontrar.

Es por eso que esta noche he decidido una cosa, darles a ustedes un beso en la frente a cada uno porque me caen tan bien, los quiero tanto.

Habla Artemio:

San Martín de Porres viene hacia mí, me toma con las manos la cara y me besa en la frente, con rapidez va de M., y hace otro tanto, de M. otro tanto y para que sepan el Monchi lo miró. Va de O., y hace otro tanto, de P., y otro tanto, de R., y otro tanto, de L., y otro tanto, de M., de M., y a besado a alguien más ahí adentro que no sé quien es, tres por lo menos, de N., y ahora ha venido otra vez y está delante de mí, me hace la señal de la cruz en la frente y me dice: bienaventurado por tomar tan a pecho todas estas cosas. Vuelve a su lugar.

Amén.

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