Mensaje del 08 de Marzo de 2000

Sirva este Mensaje para hacer un llamado, lo suficientemente claro como para que el hombre use realmente la libertad que el Señor le dio y si el hombre cree que su libertad está deteriorada o está condicionada por algo, pues bien, pida luces al Espíritu Santo para que le aclare y le diga por dónde deben ir las cosas.

Mensaje del 08 de Marzo de 2000

Dice Jesús:

Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien me sigue a Mí no anda en tinieblas.

Por qué tienen temor de pensar como pensaron, por qué se sienten con cargos por haber dicho lo que dijeron, busquen pasajes en el Evangelio y podrán ver en montones de oportunidades que Yo reacciono igual que ustedes.

No hay que confundir porque cuando uno razona quiere muchas veces ser lo mejor y lo mejor tantísimas veces es enemigo de lo bueno, porque lo bueno se
alcanza con cierta facilidad, lo mejor no con tanta facilidad.

Yo escuchaba atentamente lo que se leyó al comienzo, por supuesto que no voy a decir nada en este momento pero prometo hacerlo. Ustedes deben comprender que los Mensajes si Yo soy casi siempre el portavoz inicial, giran alrededor de Mi Madre, entonces no debe perder ese tono o esa forma.

En montones de oportunidades les dije que tenían que ser creativos, que tenían que buscar formas y soluciones para que el hombre pudiera vivir mejor y no solamente por eso sino para salir de montones de estructuras que no le sirven ya al hombre y tal vez no le sirvieron nunca. Si la mente humana es libre, pues bien, tiene derechos a investigar y me parece lógico que lo hagan, ¿o me van a decir que cada uno de ustedes no tiene ganas de saber qué hice Yo durante veinte años?, si me dicen que no tienen ganas me están mintiendo, todos tienen ganas de saber, pero ocurre Mis queridos que siempre estuvieron tan atemorizados con los maestros de la ley que si alguno piensa algo fuera de de lo que está contenido en los cánones de siempre ya le parece que incluso está afuera de la Iglesia.

¿Acaso Teresa de Jesús en el lecho de muerte no pregunta a su confesor si estaba dentro de la Iglesia por haber hecho y dicho todo lo que hizo y todo lo que dijo?.

Sirva este Mensaje para hacer un llamado, lo suficientemente claro como para que el hombre use realmente la libertad que el Señor le dio y si el hombre cree que su libertad está deteriorada o está condicionada por algo, pues bien, pida luces al Espíritu Santo para que le aclare y le diga por dónde deben ir las cosas.

Autocensurarse es algo terrible, porque es una mutilación, y por supuesto, censurar por censurar también es una mutilación.

Mis queridos entiendan lo que quiero decir, el alcance de Mis palabras.

El que tiene oídos para oír que oiga y el que tiene ojos para ver que vea.

Dice Nuestra Señora:

A lo largo de la historia Yo siempre estuve acostumbrada a que en un primer momento y durante bastante tiempo las palabras que decían no eran gratas a muchos. En tantísimas oportunidades han deformado Mis palabras y me han hecho decir cosas que Yo no dije, siempre sirviendo a intereses concretos, es cuestión de ponerse a pensar un poco nada más y leer toda la historia de las Revelaciones para darse una idea concreta de que cuántas veces me hicieron decir lo que muchos hombres interesados quisieran que dijese, al exponer lo que Yo decía o al traducirlas, es decir, de alguna forma se la ingeniaron siempre como para que Yo no les estropeara el negocio.

Ahora bien, después de dos mil años Mis queridos, creo que más que nunca hay una necesidad de decir todo lo que se debe decir, si hay algo que el hombre nunca debe tener es miedo a la libertad, nunca. Todos temen, temen y temen cuando dicen algo que es genuino porque en ese temor está la posibilidad de que caiga sobre ese ser toda la furia de aquellos que piensan diferente, digo furia sin exagerar, pero los tiempos pasan, ya tienen la adultez suficiente como para trasmitir con exactitud los Mensajes que se reciben y no tener ningún temor de las consecuencias, porque en primera y última instancia las consecuencias es palabra de hombres y ya saben muy bien que los hombres hoy dicen una cosa, mañana otra, pasado otra y si le damos tiempo y vida seguirán diciendo otras.

Ya lo dije una vez o lo di a entender por lo menos, en el hombre hay mala levadura y entonces cuidarse Mis queridos, cuidarse, no sea cosa que estemos pisando con la fuerza de nuestro cuerpo una planta que nace o una flor que se abre, es decir, el germen de la vida, por supuesto que esto trae muchos dolores, pero Mi Hijo les dijo claramente: quién no está conmigo está en contra de Mí, quién no amontona desparrama y cuando se hablan de las cosas que pasan en el mundo Mi Hijo les ha dicho comparando las aves del campo y a las fieras: el hijo del hombre no tiene dónde reclinar su cabeza.

Es cierto que me preocupa el hambre de pan, cuánto me preocupa, pero más me preocupa el hambre de amor, que es lo que mantiene al mundo sin poder evolucionar, porque si hay hambre de amor hay una actitud muy concreta, quien tiene hambre de amor tiene también hambre de justicia.

Alguien te dijo por teléfono el otro día: no nombres esa palabra justicia porque me da miedo, ahí pudiste deducir con claridad hasta qué punto a muchos le espanta hoy la palabra justicia.

Dice San Martín de Porres:

No miren solamente mi vida, no miren solamente mi vida cuando ya tenía un nombre y Martín valía algo para los demás, yo les pido que miren toda mi vida para que vean que la mayor parte fue un apilar de penas sobre penas, dolores sobre dolores, injusticias sobre injusticias, será todo eso que habrá servido para que después me elevaran a los altares, pero, no se encuentra en mi vida muchas cosas que no sea sufrimiento.

Porque mientras se toma conciencia de todo lo que a uno le rodea y se pone a disposición o en disponibilidad para está después el otro aspecto, cuando uno llegó a tener una relación tan estrecha con el Señor también se tiene un estado de pena interna, porque uno quiere hacerse partícipe del sufrimiento de Jesús por todos los hombres diseminados a lo largo y ancho del planeta, entonces primero penas y dolor, segundo penas y dolor, tercero penas y dolor y si seguimos enumerando, penas y dolor. Y tal vez todo esto sea una forma en que se debe manifestar el amor de veras

Siempre aquello que vale mucho nos hace mantener los ojos de lágrimas mojadas, sea de alegría o sea de pena, parecería que no hay vueltas ¿eh?, pero elevado todo a nivel de la fe, todo se torna diferente, todo se torna diferente, el sufrimiento tiene la justificación, las penas que uno alberga en su memoria están contribuyendo a completar lo que le falta a la Pasión de Cristo.

Por eso, vivan, entréguense siempre en manos del Señor y dejen que las cosas pasen, ya llegará el tiempo en que todas las lágrimas derramadas de dolor se vuelvan como un almíbar muy dulce.

Amén.