Mensaje del 17 de Febrero de 2000

Ayer les decía que todos aquellos que están cansados y agobiados que se recuesten en Mí y esa es la tarea que ustedes están realizando, directamente e indirectamente, directamente con vuestro trabajo cotidiano, indirectamente con las intenciones tan grandes, tan fuertes, que la Misericordia traspasa todo el planeta para abarcar los cinco continentes.
Mensaje del 17 de Febrero de 2000

Habla Artemio:

Hoy es 17 de Febrero del 00.

Hoy Jesús está muy, vestido con una túnica que se nota que se la puso muchas veces, está como gastada, media corta, mitad pierna y los pies los tiene lastimados y yo no compré el aceite para ponerle, el otro está rancio Señor, no te puedo poner aceite rancio.

Dice Jesús:

Cuando vos hacés las sanaciones en Mi nombre decís casi al final: hoy el Señor entra por la puerta grande de tu casa y cuando pensás esa expresión no sabés a qué te referís sobre la puerta grande, pero lo decís con inspiración del Espíritu Santo, bueno, a Mí me da la impresión y me la da bien, de que por obra de la Misericordia, la intención de hoy para que permanezca a través del tiempo es que toda Mi Misericordia está dirigida a entrar en la mayor cantidad posible de hogares por la puerta grande, aunque la puerta sea una covacha o un palacio, la puerta grande. Todavía no voy a explicar qué es esto de la puerta grande, vos seguí usándolo nomás.

Habla Artemio:

Señor te estás mostrando muy generoso en todo ¿eh?, muy generoso Señor y te lo agradecemos mucho.

Cuando digo o hablo de generosidad Señor me refiero a que la gracia sobreabunda.

Dice Jesús:

Ayer les decía que todos aquellos que están cansados y agobiados que se recuesten en Mí y esa es la tarea que ustedes están realizando, directamente e indirectamente, directamente con vuestro trabajo cotidiano, indirectamente con las intenciones tan grandes, tan fuertes, que la Misericordia traspasa todo el planeta para abarcar los cinco continentes.

Aquí se dijo mucho que un hombre de rodillas lo podía todo y ya están comprobando que eso es cierto, porque la imagen del hombre de rodillas, aunque no esté de rodillas, su espíritu esté de rodillas, es la clarísima visión de decir: mi Dios y mi Señor todo lo puede, yo soy un simple siervo que espero que Él me tenga en cuenta para usar de mí como quiera.

En infinidad de hogares hoy entraré por la puerta grande, ¿y qué pasa cuando el Hijo de Dios entra por la puerta grande?, ¿hacen falta explicaciones?, todo es muy obvio.

Habla Artemio:

Dice Nuestra Señora, la Mama Nostra.

Dice Nuestra Señora:

En esta forma de expresarnos que debe ser entendida, porque no es solamente lo que decimos sino lo que se lee entre líneas, hoy estuvimos con Mi Hijo recorriendo tantos lugares y es cierto, los hombres están muy ansiosos esperando una palabra distinta, una palabra diferente a lo que están acostumbrados a oír y entiéndanlo bien, el hombre puede soportar las esclavitudes más grandes, los dolores más atroces, las miserias más terribles pero cuando sabe que en su corazón habita el Hijo de Dios y habita la Trinidad perfecta, cuando el hombre sabe que es templo de la Santísima Trinidad, incluso tolera todas esas cosas porque sabe que son cosas que termina mientras que el amor manifestado por Mi Hijo no termina nunca. Y hay montones de seres humanos que viven en un arrojo constante dentro de la miseria y dentro de las penurias, sin importarles, porque están oyendo la palabra del Señor dentro de su corazón, ¿y saben una cosa?, en gran parte ustedes son culpables de eso, de que la palabra de Mi Hijo esté llegando a tantos lugares. No importa si lo creían o no, la cuestión es que está llegando.

Los declaro culpables, culpables de amar sin medida, los declaro culpables de ser cómplices de Mi Hijo, los declaro culpables de tomarse todos los días de Mis manos sabiendo que es lo mejor que pueden hacer, los declaro culpables de haberse vueltos locos de amor por el reinado del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, culpables, Gloria a Dios que los Ángeles, Arcángeles, Querubines, Potestades, Tronos, Dominaciones entonen cánticos de alabanzas porque con Mi dedo estoy señalando a los culpables.

Dice la Beata Faustina:

Las llamas del fuego de amor que sale del Corazón de Jesús están llegando a los
cinco continentes, cuánta es la alegría del Señor porque, y Jesús es feliz cuando ustedes son felices, Él está alegre cuando están alegres y tristes cuando están
tristes, a Él les duele si a ustedes les duele, Él disfruta cuando ustedes disfrutan.

Esto que se ve aquí, que no alcanza a verse el lugar físico en el espacio va a ser imitado y continuado por montones de seres, por montones de personas que por fin han entendido los alcances de la Misericordia del Hijo de Dios.

Los que quieren ya pueden ver los Ríos de Agua Viva que están entrando por todos lados, lo maravilloso, lo ideal sería que esa Agua Viva llegara a todos los hombres, éste es nuestro deseo pero muchos de ellos tentados por el siniestro o porque su corazón está endurecido por tantas cosas diferentes seguirán peregrinando sobre la Tierra sin encontrar el consuelo maravilloso que el Señor quiere brindarle a todos.

A Juan no lo escucharon todos, a ustedes tampoco los van a escuchar todos, además ustedes háganse olvidar para que resplandezca la Misericordia del Señor, háganse olvidar, ya sé que no es posible pero ustedes tengan la actitud de hacerse olvidar.

Habla Artemio:

La Madre Teresa hoy está descalza, la primera vez que le veo los pies descalzos.

Dice la Madre Teresa:

Seguramente querrás que te explique por qué ando descalza, pero no lo voy a hacer.

Quiero decirles cuánto participo de todo esto y cuántos sueños que Yo tuve ahora los veo realizados, es que la Trinidad perfecta se manifiesta en todos lados y el amor de mi Dios y mi Señor está llegando a tantos corazones.

No importa si no entienden, no importa si ustedes no pueden discernir lo que está haciendo el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo con los hombres, porque así es el Señor, de repente cuando encuentra hombres de buena voluntad empieza nuevamente, cada mañana, a sembrar de nuevo en todos los cereales, eriales, porque aunque no lo parezca, la mayoría de los hombres son eriales sin cultivar, pero por ahí alguien se le ocurre amar más de la cuenta y todos los Cielos se conmueven con los que aman más de la cuenta y entonces aparecen los prodigios por todos lados multiplicados, siempre es el Señor que hace todo pero cuánto necesita el Señor de los hombres, cuánto.

Dice San Martín de Porres:

En este largo día he visto al Señor, día de lo que corresponde a un tiempo para ustedes pero en este día digo, he visto al Señor como quien revisa los campos para ver dónde hay que sembrar, donde hay que proteger, donde hay que enviar lluvias, donde hay que levantar las cosechas, donde hay que almacenar en los graneros, entiendan todo esto en su real dimensión. Por supuesto que para entender un poco todo esto hay que traerlo a la dimensión humana, de esa manera puede captarse algo pero en la hora más serena de vuestra alma si le piden al Espíritu del Señor que les haga comprender, Él les hará comprender, aunque sea en una ínfima parte, porque el Señor no se olvida de vuestra humanidad, ¿no lo podés decir vos que cuando por ahí te estas cayendo en un precipicio viene el Señor y te da una cadena, una soga bien fuerte para que subas?, en realidad no estás cayendo pero pareciera que sí, entonces el Señor vuelve a encender todas las luces.

Todo esto, de lo que se habló hoy yo lo resumiría así: el Señor de tiempos inmemoriales amó al hombre con todo su ser y en distintos tiempos hizo oír su voz para que los hombres tomaran conciencia de cuánto Él les amaba, pero muchas veces esas toma de conciencias fueron opacadas por las diversas circunstancias y ahora otra vez, pero con una fuerza que nunca se conoció en la historia de la Cristiandad, ahora vuelve el Señor, vuelve el Señor en sus Apariciones y en sus Mensajes y en sus Profecías, a decirle al hombre cuánto le ama y cuánto está dispuesto a hacer para que ese amor se concrete y el hombre pueda ser feliz de alguna manera, aunque muchos hombres quieren seguir arañándose entre las espinas y tropezando entre las piedras, a pesar de que ven que hay un camino lleno de Luz que les está ofreciendo el Padre para que transiten.

Yo lo estoy viendo de esa manera. Vuelve otra vez el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo a manifestarle hasta en forma compulsiva cuán grande es su amor por el hombre, a quien creó tan libre.

¿Vieron mis queridos?, todo siempre se consume en el ámbito del amor, el Señor no tiene otro vocabulario ni habla otro idioma, su idioma… (se dio vuelta la cinta)….

Habla Artemio:

Sigue San Martín de Porres.

Dice San Martín de Porres:

Su idioma es el idioma del amor, con todo el alcance que ello tiene y lo hace
hasta en forma compulsiva para convencer a la libertad del hombre que nada hay tan maravilloso como abrir el corazón para dejar entrar todo ese torrente de amor, algo tan maravilloso como comprender la importancia definitiva y eterna de que Nuestra Madre, la Virgen, nos lleve de la mano.

Cuánto es mi deseo de que todos los hombres que aún no conocen a la Madre por fin la conozcan, es una pena que se pierdan tanto amor, es una pena que no tengan una mano para tomarse como la de la Virgen María, es una pena.

Dice el Padre Pío:

Es cierto, que pena me dan aquellos que se privan de tomarse de la mano de la Virgen, cómo es posible que no entiendan todo el amor que la Madre les tiene, cómo es posible que no entiendan todo el amor que le tiene su Hijo, cómo es posible que no entiendan que ella es Mediadora de todas las Gracias y por qué no decirlo, la solución de todos los problemas, humanos, divinos, temporales, eternos.

Cuánto daría yo para que los hombres que todavía no han descubierto a la Mama Nostra, por fin lo hagan, no podrá haber un solo rebaño y un solo pastor sin descubrir a la Mama Nostra, no podrá.

Benditos sean Mis queridos por estar tan metidos dentro de este proyecto del Señor, vuestra vida sigue siempre como todos los días pero el Señor tuvo, tiene y tendrá grandes planes, grandes planes y lo mejor es que ustedes no tomen conciencia de esos planes, sí, déjense llevar nada más, el Señor hace todo, por supuesto que hace todo, déjense llevar, déjense llevar, y si se dejan llevar tomados de la Mama Nostra, de su mano, entonces, entonces sí que la felicidad es completa.

Amén.

Habla Artemio:

Ahora nos unimos al cántico de los Ángeles y de los Santos y de todos diciendo: Gloria, Gloria aleluya, Gloria, Gloria aleluya, Gloria, Gloria aleluya, en el nombre del Señor. Gloria, Gloria aleluya, Gloria, Gloria aleluya, Gloria, Gloria aleluya, en el nombre del Señor.

Dios esta aquí, venid adoradores, adoremos. Dios esta aquí, venid adoradores, adoremos.

Todos al retirarse dan su bendición en esta cita que ya va llevando los cinco años, en esta cita que siempre es diferente, que siempre tiene un amor renovado y en nuestro corazón siempre el deseo ferviente de que llegue el momento en que el Señor está con nosotros y todo este mundo tan maravilloso.