Mensaje del 03 de Noviembre de 2000

Entonces Mis queridos, estén más allá de vuestras preocupaciones personales, fúndanse en la Trinidad para que la Trinidad se funda en ustedes y los llene y los plenifique de un amor muy grande y ese amor muy grande les dará esta vida feliz, peregrinar hacia la Jerusalén Celestial feliz y la felicidad eterna, la Jerusalén Celestial.
Mensaje del 03 de Noviembre de 2000

Dice Jesús:

Yo paso sanando, Yo paso sanando, Gloria al Señor, es decir, Gloria a la Trinidad, detrás de cada palabra por simples que sean si está cargada, si está llena, es decir, si su contenido es del Señor entonces es como cuando uno habla y como las gotas de lluvia que caen sobre la Tierra y generan la vida, que no existe o se está apagando, esto forma parte también de la contemplación mística, cuando alguien piensa en la contemplación mística cree que es solamente la unión tremenda entre la persona y Yo, la Trinidad, pero no es solamente eso sino que es abarcativo para muchísimos y eso lo dice la Misericordia hacia donde se dirige, a quien plenifica, a quién completa.

En la contemplación mística el hombre, se une con Dios pero también con todos sus hermanos, muchos piensan que los místicos han sido algunos en especial y teniendo una relación muy especial con la Trinidad, pero no es nada tan especial, es una cosa muy simple y eso tan simple es la posibilidad de que el hombre con su disponibilidad esté llegando a todos, entonces, esto de hoy que ustedes hicieron ¿es un acto universal?, claro que sí, Yo he utilizado vuestra disponibilidad y la he multiplicado de la forma que lo multiplica la Providencia para todo.

Ya una vez referí esa vieja leyenda judía que decía que la humanidad se mantenía porque había treinta hombres diseminados por el mundo que hacían penitencia, cosas buenas o estaban en contacto con la divinidad y que esos treinta hombres, por esos treinta hombres la humanidad se mantenía en pie; ustedes dirán: ¿tan pocos?, los pocos o muchos lo dice la Providencia y lo dice la Misericordia, ustedes nunca traten de medir eso y esto de esa leyenda judía viene a cuento porque pasa aquí con ustedes; dirán: ¿cómo es esto de mantener la humanidad de pie?, piensen que es así, pero no busquen explicaciones porque no la van a encontrar, siéntanse felices por ello, ¿no es acaso esto poner en práctica aquello de: Yo les doy un mandamiento nuevo, que se amen unos a otros como Yo los he amado?.

Entonces Mis queridos, estén más allá de vuestras preocupaciones personales, fúndanse en la Trinidad para que la Trinidad se funda en ustedes y los llene y los plenifique de un amor muy grande y ese amor muy grande les dará esta vida feliz, peregrinar hacia la Jerusalén Celestial feliz y la felicidad eterna, la Jerusalén Celestial.

Cuando los hombres son creados a Mi imagen y semejanza, es decir son hijos de Dios y herederos de su Gloria, pues bien, lo que dije ilustra muy bien esto, eso de herederos de su Gloria.

Den gracias al Señor por todo.

Amén.