Mensaje del 16 de Febrero de 2000

Esta noche quiero decir alguna palabra para que todos aquellos corazones que están tristes, sufriendo una pena muy grande o no tan grande pero sufriéndola, que abran ese corazón para que Mi Sangre pueda lavar todo lo que no está bien.
Mensaje del 16 de febrero de 2000

Habla Artemio:


Hoy es 16 de Febrero del 00.

Dice Jesús:


Todos los que estén tristes, agobiados y su carga sea muy pesada vengan a Mí que Yo los aliviaré, todo pueden pedírmelo y si lo hacen con fe creyendo realmente Yo se lo daré, vengan a Mí todos los que están agobiados y cansados que Yo los aliviaré.

Les he escuchado conversar esta noche sobre los últimos acontecimientos, ¿acaso no les dije Yo que en esta oportunidad, en esta ocasión todo iba a ser diferente en lo que se refiere a Revelaciones, aceptación, rechazos, seguimiento, análisis y todas las cosas que giran alrededor de esto?, iban a tener un cariz diferente que en las otras ocasiones, además algo les va a sorprender, las Revelaciones no encenderán grandes polémicas, por una razón muy simple, los hombres de buena voluntad caerán rendidos ante la evidencia de Mi palabra, de Mi Madre y de los Santos que continúan lo que digo Yo, lo que dice Mi Madre.

Es posible que haya unas cuántas mentes trasnochadas que quieran tirar lodo sobre todo esto pero incluso hasta esas mentes trasnochadas lo harán sin convencimiento de tirar lodo, por supuesto que Yo les dije que quedarán muchos en la vereda del frente, pero en el fondo hasta tendrán ganas de pasarse a la otra vereda, pero el siniestro con sus artimañas los mantendrá allí, todo a su tiempo, todo.

Esta noche quiero decir alguna palabra para que todos aquellos corazones que están tristes, sufriendo una pena muy grande o no tan grande pero sufriéndola, que abran ese corazón para que Mi Sangre pueda lavar todo lo que no está bien.

Yo los amo con toda Mis fuerzas, con todo Mi Corazón pero también es necesario que ustedes solucionen vuestros problemas personales, pero no olviden que si Mi sangre está lavando todo será muy diferente el resultado final al que quieren arribar. No les voy a decir que mientras sufren es porque Yo los estoy apretando contra Mi Corazón, no Mis queridos, Yo cuando los aprieto contra Mi Corazón es para darles Mi amor, si hay sufrimiento en ustedes es como ya les dije tantas veces: la vida, los hombres, las relaciones entre los hombres, la convivencia con los demás hacen que sobre ustedes pesen tantas cosas difíciles y les produzcan tantas lágrimas.

Mis queridos, Yo si los aprieto contra Mi Corazón no es porque estoy justificando el dolor, eso nunca podría hacerlo, si los aprieto contra Mi Corazón es para alentarlos a seguir y asegurarles que Mi amor los sacará siempre a flote, no será hoy, será mañana, será pasado pero perseveren en Mi amor, así como Yo persevero en amarlos a ustedes.

Cuántas veces ustedes ni remotamente se dan cuenta cómo Yo estoy secando vuestras lágrimas y les estoy acompañando en vuestro dolor, ¿qué otra cosa puede hacer un padre con sus hijos?.

Todo esto es fruto del amor, nunca piensen, jamás, que cualquier dolor puede aparecer porque Yo se los mando como prueba, prueba ¿de qué Mis queridos?, Yo quiero que ustedes sean felices, esa es Mi voluntad, no lo olviden, quiero que sean felices.

Habla Artemio:

Dice la Virgen, gran parte del manto de la Virgen está sobre C.

Dice la Virgen:


Mi manto no es pequeño como parece, tiene tan grandes dimensiones como para cubrir a todos los hombres de todos los continentes y dichosos aquellos que pueden estar debajo de Mi manto porque hasta los dolores más amargos se tornan dulces, es la extraña forma que tiene Mi Hijo y Yo de que lo terrible se vuelva miel.

Al decirles esto pienso que no es fácil encontrar algo más dulce que la miel y también algo tan santo como ella, cuántas veces recogí del campo panales para que Mi Hijo pudiera saborear la miel silvestre, tanto le gustaba a Mi Hijo la miel, tanto, que cuando ustedes pongan en vuestra boca un poquito de ella, piensen: esta dulzura también la percibió el Hijo de Dios, ya desde cuando estaba en los brazos de su Madre, pero parecería que son cosas demasiado simples para referirse a ella en una Revelación, pero Yo quiero que vean detrás de las palabras que estoy diciendo todo un mundo de cosas maravillosas.

No quiero decir con esto que den rienda suelta a vuestra imaginación, sino que le pidan al Espíritu Santo qué es lo que Yo quise decirles.

Yo estoy muy feliz de estar acá, lo mismo que Mi Hijo y todos estos Santos, entonces ahora primero Mi Hijo, después Yo, pasaremos por cada uno de ustedes y haremos la señal de la cruz en vuestra frente, no como cruz sino como bendición.

Ahora preparen vuestro corazón, vuestra mente, preparen vuestro corazón y vuestra mente, Yo quiero entrar, lo mismo que Mi Hijo en ustedes para llevarles esa miel de la que hablé recién, abran vuestro corazón, ábranlo.