Mensaje del 16 de Julio de 1999
¿Saben una cosa?, vuestros encuentros semanales cuatro veces, el estar así en reuniones, escuchando, pidiendo y estando con vuestra presencia, hace que todo aquello que pidieron al comienzo tenga Yo que escucharlo especialmente, porque quien me dedica tanto tiempo a Mi para esperar Mi llegada y escuchar lo que les voy a decir, hace que conmueva Mi ser y diga que sí a todo lo que ustedes piden.