Mensaje del 06 de Enero de 1999

Hoy les propongo una cosa, hoy es día de reyes, la verdadera Navidad para ustedes y sin embargo nadie lo recuerda y tal vez todo se reduce a un simple regalo a un niño, pero Yo les propongo que esta noche no regalen ustedes a los niños porque eso ya lo hacen todos, a ustedes les voy a pedir que pidan a la Misericordia de Mi Hijo, que haga pasar los reyes por las casas de las personas más viejas en años.

Mensaje del 06 de Enero de 1999

Habla Artemio:

Señor Jesús, ya estás aquí con nosotros junto con toda tu corte celestial, te agradecemos Señor que seas tan generoso con nosotros.

Señor, si bien es cierto que se sobreentiende todo lo que vos haces, tengo que elevar un cántico de alabanza Señor y agradecimiento por todo lo que nos estás demostrando Señor todos los días. Uno observa Señor que de una forma, de la otra, por un camino, por el otro o por el otro, vos te las ingenias como para que todo salga de acuerdo a tu plan Señor, y hay días Señor o será que nosotros lo vemos así, en que es tanta la abundancia de tu gracia Señor, que directamente uno queda como..., aturdido Señor, esa es la palabra, uno no sabe que es lo que pasa Señor, por supuesto que sabemos que vos lo haces todo, pero parecería que hay días que derrochas tu gracia Señor, de una forma increíble Señor. Uno cuenta algún ejemplo para que los hermanos se enteren de algo pero si uno tuviera que contar cada una de las cosas que vos vas haciendo a lo largo del día, sencillamente sería de nunca acabar todo lo que vos haces Señor, en todos lados Señor, por todas las noticias que llegan por la gente que viene, por todas las cosas que pasan Señor. No es que, porque uno esté aturdido de tanto, no reconozca toda tu grandeza Señor, pero uno se pregunta cómo tanto Señor, cómo tanto Señor, yo no he visto tantos lugares, ni tantos Santuarios Señor, pero todo lo que veo acá es, no sé si decir cien veces o mil veces más de lo que se ve en otros lugares Señor.

Por eso yo, decir te agradezco Señor, me parece quedar tan corto, no sé Señor que hacer Señor, no sé qué decirte Señor, es tan grande todo lo que hacés diariamente Señor que si uno se pusiera a contar todos los pequeños detalles de cómo la gente se va convirtiendo, te va amando y viene como curiosamente y se va amándote Señor, es como, no una exageración, pero Señor yo no lo he visto en ningún lado, nunca Señor; y todo esto es un regalo también para nosotros Señor, es un regalo para nosotros, porque uno mira estas paredes y uno se pregunta: ¿qué es esto?, esto resplandece Señor, esto resplandece Señor, y uno lo toma con total naturalidad, eso es lo importante; pero no sé hasta que punto Señor, uno tendría que caer muchas veces de rodillas, incluso delante de la gente y decirte: gracias Señor, porque parecería que la gente se acostumbra a los milagros y se van muy contentos pero, y la alabanza al Señor que lo produjo al milagro ¿dónde está?.

Por eso Señor, hacé que uno haga lo que corresponde que haga, si ante esos milagros que se ven diariamente, así de un instante para otro, cómo tenemos que responder, por uno sí, pero para que la gente tome conciencia que el Señor ha obrado, que vos has obrado un prodigio con ellos, ya sé que te van a agradecer Señor, pero me parece poco Señor lo que hacemos por vos, me parece poco Señor, porque la gente lo mira a uno a ver como reacciona, lo toma todo naturalmente. ¿Qué habría que hacer Señor para que la gente supiese más de vos Señor?, ¿qué?, ¿qué Señor?. Y cada día Señor vas cerrando más los círculos, cada día vas injertando a más personas en esta estructura, porque cada día nombrás a más personas Hijos de la Luz, y vos dijiste que los Hijos de la Luz serán los protagonistas del Tercer Milenio.

Señor Jesús, tené compasión de mí, que no sé agradecerte como debiera todo lo que haces, tené Señor compasión de mí, tené Señor compasión. Habla Señor que te escuchamos, siempre Señor en este quinto año que ya iniciamos; a veces me pongo a pensar: ¿has repetido alguna frase?, pero dijiste repitiendo esto, sin embargo, nunca repetiste los temas y ya entramos en el quinto año, nunca repetiste nada, siempre fueron temas nuevos, diferentes. Cualquiera que tome los Mensajes y los lea tiene que darse cuenta Señor, que vos estás dictando todo un sistema de vida distinto, diferente, mejor, maravilloso y que no te repetís Señor ni tu Madre tampoco. Uno lee los Mensajes de tu Madre en otros lugares y ve que en todos dice lo mismo, acá todos los días que vienen, uno se queda maravillado por que siempre tienen a flor de labios un tema diferente. Yo me lo he preguntado tantas veces Señor realmente, solamente siendo obra tuya puede pasar esto, solamente.

Dice la Virgen Maria:

Los diseños de las medallas que se recibieron de Buenos Aires, me gustan todos, pero habrá que elegir un modelo, tendrán que mirarlos entre varios, pero el Espíritu Santo será el que en ultima instancia dirá, éste, porque Mis queridos, ustedes pasan pero estas medallas acuñadas quedarán en la historia y ustedes algún día serán nada más que un recuerdo pero las medallas permanecerán. Es decir, manejan todo con una naturalidad que pasma, mientras que están marcando con hilos en la historia de la humanidad.

Hoy les propongo una cosa, hoy es día de reyes, la verdadera Navidad para ustedes y sin embargo nadie lo recuerda y tal vez todo se reduce a un simple regalo a un niño, pero Yo les propongo que esta noche no regalen ustedes a los niños porque eso ya lo hacen todos, a ustedes les voy a pedir que pidan a la Misericordia de Mi Hijo, que haga pasar los reyes por las casas de las personas más viejas en años, es decir, vamos a invertir las cosas, en vez de regalos a los niños, le vamos a hacer regalos a los ancianos y entonces les digo, pídanle después cuando hable Mi Hijo con todo el caudal de su Misericordia llene de regalos a todas las personas que ya han cumplido muchos años, pero nosotros vamos a ser más originales, no vamos a comprar ni juguetes, ni objetos, le van a pedir al Señor, a Mi Hijo, que con su Misericordia le regale a las personas que ya tienen años, a algunas que le dé paz, a otras felicidad, a otras paciencia, a otras una disminución en sus dolores, a otras que la visite un nieto que hace muchos años no venía, a otras que les regale el mirar el pasado de su vida de una manera diferente y que vea todo el dolor que padecieron como algo hermoso para ofrecerlo al Señor, es decir, esta noche cambiamos todo, rompemos todos los esquemas. Veamos que dice Mi Hijo.

Dice Jesús:

Me parece hermoso que hoy hagamos las cosas de otra manera, pues bien, que sobre todos los hombres de la Tierra que ya han cumplido unos cuantos años y con más razón los que tienen muchos años, que de repente sientan en su alma toda la Luz, toda la alegría, que de repente vean a su alrededor a sus familiares muertos hace muchos años, que de repente les parezca que aquellos que se olvidaron de ellos se acuerdan y aquellos otros que estaban peleados se amigan, rompamos todas las estructuras Mis queridos, rompamos todo y hagamos todo al revés de lo que hace el mundo.

Por eso, para todos los hombres que Mi Misericordia llegue a todos, no importa la raza, la religión, el sexo, o lo que sea, nada importa, todos son hermanos e hijos de un mismo Padre, y esta noche quiero derrochar Misericordia sobre todos, piensen Mis queridos, piensen, no será en camellos, ni en burros, ni en caballos, ni en nada, será en las alas de Mi Misericordia que entrarán en los geriátricos y los viejos despertarán con luces en todos lados, Mi Misericordia les entregará a todos lo que hace años vienen buscando y no encuentran, entrará en todos los geriátricos, entrará en los Hospitales, en los Sanatorios, y en los Hospitales y en los Sanatorios de repente Mi Misericordia cerrará las heridas de los operados, calmará los dolores de los que sufren, abrirá los ojos de los que no ven, hará que aquellos que no pueden hablar, hablen y todos aquellos que han vivido pensando en la muerte de alguien con un cargo de conciencia porque no pudieron decirle algún secreto que tenían y se murieron antes, entonces que esta noche aparezcan esos familiares y puedan decirle el secreto que guardaron durante años.

Piensen Mis queridos, piensen, piensen como si toda la Tierra se hubiera iluminado porque hemos cambiado las cosas, la Misericordia alcanza para todo, ustedes no lo pueden ver pero es maravilloso como la Misericordia abre las puertas de las cárceles y se mete hasta en los más oscuros agujeros, hace dormir a los enfermos para poder actuar más libremente con aquellas personas de edad que están esperando algo, y por qué no, aquellos que no comieron nada dulce en estas fiestas, de repente sientan que saborean bombones en sus bocas y turrones y mazapán y de todo y como si se hartaran de comer cosas dulces, ricas, maravillosas y pensarán: como lo hacía mi abuela, como lo hacía mi madre, lo que rico que es todo esto. Y ustedes se preguntarán: ¿cuánto durará todo esto?, durará todo lo necesario para que todos puedan ser felices, que sientan la felicidad meterse dentro de su pecho y anidar allí, después si se duermen y mañana despiertan pensando en hermosos sueños, Mi Misericordia se encargará de hacerles saber que no fue un sueño, que fue una hermosa realidad y piensen más todavía, imagínense cientos de miles de rostros sonrientes de personas ya muy grandes que festejan alborozados aquello que esperaron durante años.

¿Y saben porqué hermanos todo esto, saben por qué hermanos todo esto?, porque a Mí se me ocurre regalarle a ustedes también en esta noche de Navidad esto y decirles: hacen tan bien las cosas que me doy el gusto de regalarles a ustedes la imagen de un mundo viejo, anciano y feliz, ¿les gusta el regalo que les hice esta noche mis queridos?, ustedes se merecen mucho más.

Piensen nuevamente en los cuatro puntos cardinales, piensen que en todos los lugares donde hay personas que ya han sumado muchos años, de repente son felices y piensen todo lo que tienen que ver ustedes en esa felicidad que Yo les regalo a tantos. ¿Les gustó Mi regalo hermanos, les gustó?.

Dice la Madre Teresa:

Yo me estoy moviendo de asombro en asombro y las cosas que jamás creyeron mis ojos que verían, las estoy viendo, glorifiquemos al Señor por tanta generosidad y por tanta misericordia.

Dice San Martín de Porres:

¿Quieren que les diga una cosa?, muchas veces soñé con lo que acaba de decir Jesús y hoy mis ojos pueden verlo, entonemos cánticos de alabanza al Señor, porque Él siempre tiene maravillas para regalar a cada instante, maravillas que ni por casualidad ni el hombre, ni los Santos los imaginan, glorifiquemos al Señor porque grande es su Misericordia.

Es cierto, jamás Jesús promete en vano, cuando le dijo a Faustina: “grítenle a los hombres que estamos en la era de la Misericordia”.

Dice San Artemio:

Nosotros por estar aquí, no quiere decir que sepamos qué es lo que tiene previsto el Señor para hacer, pero todo lo que acabo de oír me llena de gozo, aunque en los tiempos en que yo viví no se pensaba en regalos de reyes, pero sí la gente del mundo con años cumplidos tenía ciertos deseos, ganas o posibilidad de plenificarse con algo, y esta noche lo ha logrado, tal vez no entiendan lo que es regalo de reyes, porque es una costumbre que llegó mucho más tarde, pero todos son muy agradecidos cuando de repente en su mundo grande o pequeño, se enciende una luz.

¿Saben ustedes cuánto tienen que ver en todo esto? seguramente no se lo imaginan y no se lo imaginen tampoco, hagan así, simplemente como si todo fuera muy natural; pero mis queridos, no olviden nunca una cosa, que hasta la más simple oración dicha con todo el corazón, es escuchada por el Señor y retribuida en el mil por uno y a veces ni hace falta una oración, hace falta solamente tener la actitud de servicio, de disponibilidad, de dar.

Yo celebro todo esto y también digo: grande es la Misericordia del Señor.

Amén.

Habla Artemio:

Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu de amor. Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu de amor. Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor.