Mensaje del 30 de Junio de 1999 (2º)

Has visto otra vez, que en los momentos más tremendos o los más sublimes se está siempre solo o muy pocos y no quieras modificarlo a eso porque es bíblico. Pensá en el mundo hoy: ¿cuántos se han enterado que era el día de Mi Preciosísima Sangre?, que derramé para pagar todas las deudas de los hombres y que seguiré derramando para pagar, para seguir pagando.

 

Mensaje del 30 de Junio de 1999

Habla Artemio:

Habla Señor que tu siervo escucha, que nos decís esta noche Señor…

Dice Jesús:

“Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien me sigue a Mi no anda en tinieblas”.

Hoy que he derramado la sangre sobre ustedes, fijate que poco que hay, ¿te has dado cuenta que en los momentos más importantes siempre hay pocos o nadie?, acordate en el huerto de los Olivos, todos dormían mientras Yo sudaba sangre, ¿dónde estaban todos Mis discípulos y los que me amaban y aquellos que comieron el pan? que hoy leíste en el Evangelio de Juan, ¿dónde estaban cuando Yo cargaba con la cruz?, ¿dónde estaban?.

Has visto otra vez, que en los momentos más tremendos o los más sublimes se está siempre solo o muy pocos y no quieras modificarlo a eso porque es bíblico. Pensá en el mundo hoy: ¿cuántos se han enterado que era el día de Mi Preciosísima Sangre?, que derramé para pagar todas las deudas de los hombres y que seguiré derramando para pagar, para seguir pagando.

Que esto no te entristezca, que te de más fuerzas, cuando te hablo a vos le hablo a todos los hombres, que te de más fuerzas, porque Mis queridos, el día en que cierren los ojos y los abran delante de Mí, también van a estar solos, nadie va poder acompañarlos, nadie va poder acompañarlos.

Yo les dije en el huerto, en el camino del calvario y cuando estaba en la cruz solamente María, Mi Madre y Juan, ¿y los otros?, ¿no habían sido también Mis discípulos?, ¿no le había dicho a Pedro que sobre él construiría la Iglesia?, ¿dónde estaban todos?.

Vuelvo a repetir, que esto no entristezca a nadie.

Habla Artemio:

Señor Jesús, que nos hayas llenado con tu sangre, por fuera y por dentro Señor, hace que nos sintamos muy bien Señor, es como si hubiéramos conectado nuestro sistema circulatorio con el tuyo.

Dice Nuestra Señora:

Si los hombres supieran que al cubrirse y protegerse con la sangre de Mi Hijo, estarían a salvo de todo…, seguramente le darían más importancia. Pero les diré una cosa, esta noche, por obra de ustedes, Mi Hijo hará descender su sangre sobre todos los que ustedes piensen en este momento de silencio que vamos a tener…

Me gusta porque te has acordado de todos los hombres de los cinco continentes, vuelvo a repetir lo que dije otras veces, los días de oración el meridiano de la historia pasa por este lugar, pasa por este lugar.

Habla Artemio:

Emiliano Tardiff, Padre Emiliano, cuánto te necesitamos padre que nos ayudes, que nos des todo lo que nos hace falta en cuanto a la jerarquía de la Iglesia y a los pastores, cuánto sobre todo Padre Emiliano porque vos sufriste las mismas cosas.

Dice el padre Emiliano Tardiff:

Todo está muy bien, pero no se hagan ilusiones de que les recibirán por la puerta grande por todas estas cosas; ahora yo les pregunto: ¿qué puede importar la opinión de uno o de otro cuando ustedes acaban de vivir lo que vivieron?, que el Mismísimo Hijo de Dios conectara su sangre a las venas y arterias de ustedes, para que por fuera y por dentro fueran purificados, ¿ustedes creen que hay muchos que el mismo Jesús en persona les ha dado esto?, entonces ¿puede preocupar alguna otra cosa?, ya nada, ya nada.

Además, el Señor en este momento, ha cubierto de sangre el piso y todas las cosas, todo está cubierto con sangre. Cuando mañana vengan las personas y se sienten no digas tantas palabras, porque no hace falta, están pisando un lugar Sagrado y aunque ellos no lo sepan también la sangre del Hijo llegará a todos. La sangre de Jesús es tan generosa, tan tremendamente generosa, que es cuestión de que pase nada más que por el pensamiento, la pequeñísima idea de tenerla y ya la tienen.

Ahora, porque Jesús me dice que lo haga, les diré algo a los que están presentes: sigan siempre por este camino que el Señor ha señalado esta noche, siempre y no tengan miedo de nada, eso sí sepan con claridad y no se llamen a engaño, que Jesús cuando Él en persona derrama su sangre sobre los seres que quiere también le pide muchas cosas. ¿Qué cosas puede pedirle el Hijo de Dios a ustedes?, ¿qué puede pedirles?, que se amen y que ese amor se note desde lejos, desde muy lejos, que en las pruebas y los sacrificios y en las luchas y en los dolores, no haya un gesto duro en vuestros rostros, sino una sonrisa complaciente, diciendo por dentro: Señor, te tengo a vos en mi corazón, te tengo a vos en mi corazón y en consecuencia lo tengo todo.

El Señor les pedirá muchas cosas, pero nunca los va a violentar cuando se las pida y nada que ustedes no puedan darle. Sepan que el Señor los ama y los ama profundamente, que con la sangre que ha derramado esta noche sobre ustedes todos son como ángeles, con la misma blancura que ellos, por fuera y por dentro, todos son como ángeles.

Les repito y mañana, más aún, desde este momento sepan que el Señor Jesús les ha regalado que solamente con vuestra presencia en cualquier lugar, ese lugar será bendecido y todo lo que miren y toquen, a partir de este momento será bendecido aunque ustedes ni se acuerden de esto. El Señor les ha tendido una celada de amor, los ha bañado con su sangre, pero a su vez los ha hecho como soldados de su amor, para que pisen en el lugar que pisen, vayan donde vayan y hagan lo que hagan… todo bendecirán y no hay nada más grande que bendecir en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

El que el Señor los haya untado con su sangre y haya conectado sus venas a vuestro propio sistema circulatorio, a partir de este momento consideren que ya ustedes no son igual que antes, le pertenecen al Señor, pero no en una forma violenta o compulsiva, no, sino suave y simple, solamente como lo puede dictar el amor.

¿Han tomado conciencia de lo que les he dicho?, nada harán a partir de este momento, lo que miren, lo que toquen, lo que pisen que no será bendecido. No crean que es un privilegio tan extraordinario, más privilegio es estar delante del Hijo de Dios, respirar el mismo aire que Él respira y que respiran todos los Santos que hay acá dentro y Nuestra Madre, la Virgen. ¿No se sienten como si flotaran en el aire?, ¿no creen que están como dentro de una nube que hasta les cuesta trabajo volver a la Tierra?, ¿qué otra cosa podría pasarles delante del Hijo de Dios?.

Me emociona ver cuánto se dice de mi aquí en esta casa y cuánto se me tiene en cuenta, aunque estemos ya en este otro mundo, siempre los seres nos acercamos especialmente a donde nos quieren mucho. Hay muchos lugares en donde me quieren, pero es muy distinto donde se trata a alguien diariamente, ustedes no me trataron mucho… (se dio vuelta la cinta) …, todo esto tiene mucho más valor y estaré siempre aquí aunque esté en otros lados también.

Mis queridos, esta es una noche de gloria en vuestras vidas, entiéndanlo así, desde hoy en más ya ustedes no son como antes, porque el Señor los ha bañado con su sangre Redentora y ha conectado a vuestro sistema circulatorio su propia sangre, ¿quieren un regalo más maravilloso que ese?, ¿quieren un regalo más maravilloso?.

Los amo, los amo, los amo, así como vuestra Madre, la Virgen y Jesús.

Amén.

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