Mensaje del 18 de Marzo de 1999

¿Vas a dudar de Mi fuerza?, ¿podrías pensar que no te amo lo suficiente?, ¿podrías creer que siendo Mi Hijo, que te amé desde el fondo mismo de la historia y te llamé en el vientre de tu madre por tu nombre y te señalé con Mi dedo, crees que podría abandonarte?, nunca, si a veces ves a alguien a la deriva, no creas que Yo le abandoné, el que está a la deriva me abandonó a Mí y quiso hacer su propio camino creyéndose omnipotente.

Mensaje del 18 de Marzo de 1999

Habla Artemio:


Desde la mitad del relato, cuando habla sobre la montaña de Horeb, en ese momento apareció Jesús aquí como Jesús de la Misericordia, lo notarán porque el calor que hace es inaguantable, valga la expresión, de todos los rayos que salen de su Corazón y de los ojos, no alcanzan, es como si uno mirara esas luces de la soldadura que no se pueden mirar.

Dice Jesús:

Es cierto que lo fundamental está en ir más allá, todos los dolores, los problemas y todas las cosas que realmente molestan en nuestra vida, son justamente por no ir más allá... (se escucha el ladrido de perros)..., eso se refiere que el más allá es mirar todas las cosas desde el punto de vista en que lo mira el Señor, también en ir más allá ocurre que el siniestro se pone muy nervioso, por eso quiere distraernos con los ladridos de los animales, pero no lo van a lograr. Toda la gracia que ha descendido sobre ustedes es enorme, es por eso que el espíritu de las tinieblas está muy nervioso y quiere distraerlos, también esta es una pequeña prueba, manténganse firmes en la atención de la palabra, en esto tienen la evidencia mas concreta de que cuando el hombre en su etapa de conversión, avanza y avanza y avanza, evidentemente el espíritu de las tinieblas pierde su eficacia. Con esto tienen un ejemplo muy práctico, ya que antes dijeron que las cosas del Señor hay que vivenciarlas, hay que tener experiencia de ellas, así es la vida Mis queridos, así ocurre también en la vida, ¿quieren una prueba más evidente de la vivencia que acaban de tener?.

En ese más allá, acuérdense siempre que: “Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien anda conmigo no anda en tinieblas”, tengan la seguridad de que Yo conduzco vuestros pasos, aclaro vuestros pensamientos, los hago discernir en los problemas esenciales y les doy todo lo que necesitan para poder resolver sobre vuestros problemas fundamentales, sitúense en el más allá, en la montaña de Horeb y todo será resuelto adecuadamente. Que no haya en ustedes ningún temor, de ninguna naturaleza, porque hay una cosa que me ofende por sobre todas las cosas y es que me tengan desconfianza, que vuestra confianza no sea total para conmigo.

No se afanen por mañana, a cada día le basta su propio afán, el mañana Yo lo resuelvo y como digo siempre: cada día cuando aparece el sol y aunque haya nubes, le digo a las cosas: ”háganse otra vez”, entonces ningún tipo de temores, siempre piensen: delante de mí, detrás de mí, a mi izquierda, a mi derecha, pero sobre todo en mi corazón, habita mi Señor, entonces nada nos puede preocupar, nada, absolutamente nada y si logras tomar conciencia total de lo que acabo de decirte, en este mismo momento todos tus problemas quedan resueltos, todas tus enfermedades quedan sanadas. Yo estoy delante, detrás, a la izquierda y a la derecha, pero sobre todo en tu corazón.

¿Vas a dudar de Mi fuerza?, ¿podrías pensar que no te amo lo suficiente?, ¿podrías creer que siendo Mi Hijo, que te amé desde el fondo mismo de la historia y te llamé en el vientre de tu madre por tu nombre y te señalé con Mi dedo, crees que podría abandonarte?, nunca, si a veces ves a alguien a la deriva, no creas que Yo le abandoné, el que está a la deriva me abandonó a Mí y quiso hacer su propio camino creyéndose omnipotente, por eso que quien me tiene a Mí en su corazón avance con la seguridad, avance con toda la esperanza, avance con toda la fuerza, esos son los hombres que Yo quiero, que avancen con toda la fuerza que les da Mi seguridad, que les da Mi esperanza y sobre todo que les da Mi amor.

Que estas palabras lleguen a los extremos más remotos de la Tierra, no importa si hoy, mañana o pasado, no importa, llegará a los extremos más remotos de la Tierra, pero entiéndanlo como ya otras veces se lo dije, en el mismo momento en que ustedes en vuestra mente le dan vigencia a ese amor por todos los hombres como hermanos, Yo lo acepto como algo real y definitivo, aunque parezca una utopía o parezca un imposible. Esa es la confianza que quiero que tengan siempre, siempre, nunca te dejaré, jamás te dejaré porque te amo, así como te amé desde siempre y lo haré para siempre.

Dice Nuestra Madre:

Cuánto me gusta que personas que ni pertenecen al grupo de oración y ni siquiera son practicantes, ya me han visto pasear por el jardín de esta casa, alégrense todos, alégrense y saquen vuestras conclusiones, las grandes cosas las reservo, como dice el Señor para los pequeños, para aquellos que nadie los considera pero Yo sí. Esa alegría que manifiestan cuando dicen: al pasar con el coche vi debajo del reflector a la Virgen que paseaba, es tal el alborozo que hay en sus ojos, pero sobre todo en su corazón, que es realmente conmovedor y lo importante es que no lo comentan tanto, sino lo guardan como un tesoro en su conciencia, como queriendo decir: he visto a la Madre de Jesús, quiere decir que yo valgo algo, quiere decir que yo soy importante porque el Señor y la Madre me tienen en cuenta y yo que me creía tan poquito o nada.

Alegrémonos Mis queridos y todos estos prodigios cada día se van a multiplicar en cientos de prodigios, porque es voluntad del Padre que así suceda.

Dice la Madre Teresa:

Bueno, a mí no me ven, pero la verdad es que yo estoy siempre andando por los pasillos y las piezas de esta casa y ya saben cómo organizo los nombres y me ocupo de presentarle al Señor todos los enfermos que aquí vienen y a vos se te escapa algún nombre a veces, pero a mí no, por eso te aconsejo que hagas lo que haces a veces, que te pongas con la mente en blanco, lapicera en mano sobre el cuaderno y yo te digo los nombres que es necesario que anotes, porque esos cuadernos y esos lugares donde están guardado todas esas cartas al Señor, eso debe considerarse Sagrado como todo lo que está acá.

Entonces hoy digo nada mas que esto, cuaderno en mano, lapicera en mano, mente en blanco y esperar que yo te diga nombres, porque parecería y lo es, que allí está el Libro de la Vida, así lo dijo Jesús una vez.

Dice San Martín de Porres:

A pesar de que a mí se me ve fácilmente por mi color, me paso horas sentado en este estudio y miro a todos los que llegan e intercedo delante del Señor por ellos. Me encanta esperarlos, fue mi oficio pedirle al Señor por todos, pero ¿sabés?, hay algo que me gusta especialmente, sobre todo presentarle al Señor a todos aquellos que realmente viven al margen de todo, en todos los órdenes, aquellos que como vos decís bien: entraron al mundo por la puerta de atrás.

Dice San Artemio:


Por dejar hablar al Señor, a su Madre y a los Santos, olvidaste decirle a los presentes, para quien no ve, que todo está lleno de rosas, todo y que algunos han sentido pequeños golpecitos en la cabeza cuando caían, convénzanse, eran las rosas que caían y seguirán cayendo durante toda esta Cuaresma hasta la Pascua, será una forma que tendrá el Señor de decirles: lleno todo esto de gracia, todo lleno de gracia y si respiran sentirán el perfume de todas esas flores, todo esto está realmente como se decía en el relato, en el más allá.

Aquí esta noche estuvo el desierto y mas allá la montaña de Horeb, donde salió agua para calmar la sed del pueblo, así también sale Agua Viva, un Río de Agua Viva que el Señor les regala a cada uno de ustedes, abran vuestros corazones y dejen entrar el Agua Viva que emana del monte de Horeb, dejen entrar en vuestros corazones el Agua Viva.

Varias veces se habló del más allá, en este momento están todos en el más allá, entonces así en un momento de intimidad con Jesús, cuando yo deje de hablar, preséntenle a Él todo lo que es de ustedes, pero sobre todo preséntense ustedes, totalmente desnudos y díganle: Señor, aquí estoy, este soy yo, hacé de mí lo que vos quieras.

Habla Artemio:

En un hermoso gesto bíblico, Jesús va a pasar por cada uno de ustedes y va a soplar en el rostro y en la cabeza para infundirles el Espíritu Santo, prepárense a recibirlo, lo hace con M., lo hace con P., lo hace con R., lo hace con H., lo hace con J., lo hace con M., lo hace con L., lo está haciendo conmigo.

Jesús, después de bañarnos a todos con la Luz que sale de su Corazón, nos bendice tiernamente en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

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