Mensaje del 18 de Septiembre de 1998

Bienaventurados porque son todos como niños y al serlo se hacen totalmente disponibles para el Señor, bienaventurados por todo lo que hoy me han dado, me han ofrecido, me han regalado, bienaventurados.


Mensaje del 18 de Septiembre de 1998

Dice Jesús:

Ya saben que hoy es el día de San José de Cupertino, el Santo considerado hacedor de milagros, las velas o cirios que arden en el candelabro, una es para Nuestra Señora, Mi Mamá, otra es para la Madre Teresa y otra es para San Martín de Porres y la que está aquí sobre la mesita, una es para San Artemio y la otra para San José de Cupertino o el Santo del día.

No se olviden que Yo les dije que tuvieran en cuenta todos los Santos del día de la fecha y que había que fomentar esa devoción, aunque según los candelarios a veces no coinciden los nombres, no importa, vale el que ustedes leen.

Bueno, hoy Mis queridos me van a acompañar en un largo recorrido, un largo recorrido con el corazón y con la mente.

Primero van a pensar en ustedes y en todas las generaciones hacia atrás hasta el año uno de Mi venida al mundo y me presentan todo lo malo y lo bueno de todas esas generaciones y ustedes son también responsables de presentarme todas las generaciones de dos mil años de todos los miembros del grupo de oración, de este y de los otros grupos que funcionan junto con este. Mi Sangre Preciosísima se derrama sobre todas esas generaciones de vuestras familias y los del grupo de oración, Yo pago las deudas de todos. Les repito Mis queridos, de ustedes y todos los miembros del grupo de oración, dos mil años de Cristianismo, Yo pago las deudas de todas esas generaciones. Ustedes lo que hacen es presentármelas, no se angustien por querer abarcar todos los nombres, ya sabemos quienes son y otros no saben pero no importa, Yo sé, es decir a partir de este momento cientos de miles y miles de personas entran a los Reinos de los Cielos porque ustedes me han prestado vuestra disponibilidad, me han dado vuestra disponibilidad para que Yo hiciera eso, ustedes me están ayudando a redimir, ¿entendieron Mis queridos?, ustedes me están ayudando a redimir.

Hubo limpieza general en todas vuestras generaciones anteriores, porque piensen que a su vez se fueron ramificando, bueno solamente eso lo puedo abarcar Yo, ustedes no, pero ustedes me han pedido esto y Yo les digo: he pagado todas las deudas, todos entrarán en el Reino, todos dije. Ahora, piensen en muchas generaciones adelante de ustedes, muchas y preséntemelas para que Yo Santifique el camino de todos ellos.

Seguimos con esta oración que tiene dimensión universal, ahora preséntenme todos los hombres viejos de edad y de mente que hay en el mundo para que Yo los bendiga, ahora preséntenme todos los niños que hay en el seno de sus madres de los cinco continentes y Yo los bendigo, ahora preséntenme todos los niños desde cero día hasta los doce años, de todo el mundo y Yo los bendigo, todos los jóvenes de doce en adelante, jóvenes, adultos hasta llegar a viejos y Yo imparto la bendición sobre todos. El Espíritu Santo, es decir el amor entre el Padre y Yo, está descendiendo ahora sobre los cinco continentes porque ustedes están disponibles para presentarme a todos. El mundo arde en llamas, esas llamas son el Espíritu Santo que lo está sanando todo.

Ahora, podríamos decir todos pero es bueno señalizar todos los hombres y mujeres que están privados de libertad, todos, no solamente los que están en las cárceles sino también aquellos que están privados de libertad por su ignorancia, por su esposo o esposa, por sus hijos, por los demás que no los quieren, por todos, Yo los incluyo a todos, no solamente los que están entre rejas, preséntenmelos, todos los privados de libertad, en este momento Yo los estoy bendiciendo a todos.

Ahora están sintiendo dentro de vuestro ser el corazón marchar más rápido y todo vuestro ser está como en ebullición, Mis queridos me están ayudando en la obra redentora, ¿no son acaso ustedes Hijos de la Luz?, ¿qué dice San Pablo en la Epístola a los Tesalonisenses sobre los Hijos de la Luz?, pues bien, ustedes lo son y Mi Madre les ha dicho que ustedes son los protagonistas del Tercer Milenio, en esto reside el protagonismo, me están ayudando a la redención de la humanidad.

Ahora nos vamos a acordar de todos los seres que hay sobre la Tierra, que están marginados de la cultura, de la riqueza, de todos los medios que necesita un ser humano para ser persona, preséntenmelo a todos. El Espíritu Santo desciende sobre todos, miren en vuestra mente como el Espíritu Santo desciende sobre todo, porque ustedes Hijos de la Luz me están ayudando en la redención de los hombres. Ahora, todos aquellos que son considerados malos por los demás queda por Mi cuenta saber si son malos de veras, ustedes preséntenmelos, el Espíritu Santo desciende sobre ellos y los abraza a todos con su fuego. Ahora, todos los hombres que tienen poder sobre la Tierra pero vamos a hacer distinciones, primero el poder religioso, preséntenmelos, todos y Yo digo que el Espíritu Santo descienda sobre todo y los colme de todas las bendiciones; ahora todos los que tienen el poder económico, todos, a partir de este momento Mi Espíritu Santo desciende sobre todos estos hombres y ablanda los corazones de ellos, todos aquellos que tienen el poder de resolver sobre lo que deben los países pobres preséntenmelos, para que el Espíritu Santo en este año Jubilar que se avecina ablande sus corazones y perdone las deudas.

Preséntenmelo todas las veces que quieran a esos hombres para que el Espíritu Santo ablande sus corazones y la faz de la tierra cambiaría, no nos preocupa pero en este momento el espíritu de las tinieblas con todos sus hermanos está tan enojado, están tan enojados, tan enojados y le pedimos a Nuestra Madre que envíe sobre ellos el fuego del amor que sale de su Corazón para que todos queden ciegos.

Todos los otros poderes que hay sobre la Tierra, el poder político, el poder social, el poder cultural, que esto lo abarca todo, preséntenmelos Mis queridos, Yo estoy haciendo descender sobre ellos todo el Espíritu Santo, todo, la Tierra arde, la Tierra arde, ¿saben por qué?, porque ustedes están disponibles para ayudarme en la redención de los hombres. Ustedes en este momento casi no sienten vuestro cuerpo, sienten que pensar para sentirlo porque el Espíritu Santo se ha apoderado tanto de ustedes que les parece que son inmensos o pequeños, no tienen noción de vuestras dimensiones.

Preséntenme ahora todas las madres del mundo, todas las madres, sobre ellas está descendiendo el Espíritu Santo a raudales, ahora todos los padres del mundo, sobre ellos está descendiendo el Espíritu Santo, cuando digo padre o madre me refiero a todos los seres que han tenido influencia sobre los demás como padres o madres, biológicos, psicológicos o culturales, todos. Ahora preséntenme, preséntenme todas las almas del Purgatorio están ansiosas por salir de allí y están esperando que ustedes llenen vuestras manos con ellas y me las presenten para que Yo abra la puerta de los Cielos, es tanta la alegría, es tanta la felicidad que ellas han logrado por ustedes que si los vieran están apretujándose a vuestro alrededor, besándolos, tocándolos, acariciándolos. Preséntenme ahora el futuro inmediato, es decir dentro de un rato o dentro de muchos años, de todos los países del mundo y a ustedes les corresponde moralmente por vuestro pueblo, por vuestra provincia, por vuestra nación, después moralmente les corresponde toda América y después les corresponde el resto del mundo, preséntenme todo ese futuro que ustedes no ven pero Yo sí, preséntenmelo, preséntenme todo, porque aquellas palabras de Mi Madre en el Mensaje de Fátima especialmente tiene que hacerse realidad.

En este momento solamente tengo una pena, aquellos que se niegan a que ustedes los presenten, pero ustedes insistan igual, todos, todos, ahora recorran toda la Tierra, pasen por el Oriente, todo el Oriente, lleguen hasta el medio día, es decir Europa, los países y luego América, ¿saben ustedes todas las necesidades de los hombres, de los gobiernos, de los padres, de las madres, de los niños, de los jóvenes, de los grandes, de los chicos?, ¿saben todas las necesidades?, pues bien, Yo las sé, ustedes preséntenmelas, preséntenme todo, preséntenme todo.

Cuando hace unos años hablábamos del qué, del cómo y del para qué, ahora entienden bien el para qué, aquí no hay disimulos ni dobles mensajes ni nada por el estilo, aquí hay la redención del hombre que deja caer sobre sí el Espíritu Santo para su redención, ahora ya ni sienten vuestro cuerpo porque vuestro cuerpo es tan inmenso como toda la Tierra y tan pequeño como un átomo y sienten como una flojera en vuestro cuerpo, porque el Espíritu Santo está tomando cada una de vuestras células de vuestro ser y está multiplicando esos mensajes de cada una de las células de vuestro ser para la redención de todos los hombres. Ustedes se preguntarán: ¿por qué no hago esto un día cuando hay muchos?, y Yo les digo: a Mi no me interesan las cantidades, me interesan los corazones disponibles. Un corazón disponible en este momento puede lograr una conversión en Indonesia, en algún pueblito de España o entre los esquimales, eso Mis queridos es el Cuerpo Místico de Cristo, Mi Cuerpo Místico, todos los hombres, de eso es lo que hay que tomar conciencia, de que aquél que está en la Indonesia o entre los esquimales o en un pueblito de España o de Brasil, es tu hermano, porque me lo decís en el Padre Nuestro, ¿cómo me vas a decir Padre si no mirás a ese hombre como tu hermano?.

Los he sometido hasta este momento a un ejercicio terrible para vuestra mente, abarcar tanta inmensidad, ¿se sienten cansados por eso?, al contrario, se sienten más descansados. Ustedes están organizándose a nivel pueblo, provincia, nación para que rijan los gobernantes, los destinos de la nación para usar una expresión de ustedes, pues bien, preséntenme a cada uno de ellos, a todos, desde el más maldito y corrupto hasta el más santo, Yo envío sobre todos el Espíritu Santo, eso Mis queridos es la Misericordia, eso Mis queridos es el amor, fruto de la Misericordia, de caer sobre todos sin preguntar qué color tenés, qué ideas tenés, o hacia dónde vas, qué religión profesás, eso Mis queridos es el Cuerpo Místico de Cristo, ¿por qué no lo quieren entender tantos?, la mayoría, ¿por qué no lo quieren entender?, que este sea un llamado así como quien se desangra para que llegue a todos los hombres, especialmente... (se dio vuelta la cinta)... .

Entre paréntesis (no fue torpeza tuya, fue el siniestro que está tan molesto que hasta hace hacer las cosas mal, ¿qué les preocupa a ustedes?, nada). Esto Mi querido es el Cuerpo Místico de Cristo, cuando Yo digo que ansío un solo rebaño y un solo pastor, es evidente que no será fácil eso por la tremenda libertad del hombre a veces y casi siempre mal usada pero ¿díganme ustedes, si en este día de San José de Cupertino, ustedes aquí adentro siendo muy poquitos, no han convertido todo en un solo rebaño y un solo pastor?. En la práctica no será tan fácil pero en el corazón del hombre disponible siempre es posible todo y Yo miro las intenciones también además de las acciones y ahora para terminar Mis queridos piensen un momento en aquello que crean que están más necesitados, Yo envío sobre todo todas Mis bendiciones y ruego al Espíritu Santo que tome posesión de todo.

Bienaventurados los disponibles, porque ellos me ayudan a extender Mi Reino, bienaventurados los nobles de corazón porque en ellos no tiene límites la bondad, bienaventurados los simples y los que en apariencia no tienen poder porque son realmente los que tienen el poder, bienaventurados ustedes, antes también, pero ahora en forma directa, bienaventurados ustedes porque en este día de San José de Cupertino me han permitido el milagro de la redención de los hombres, les doy permiso para sentirse orgullosos, pero llegarán a la cuenta que estarán orgullosos de Mí y no de ustedes pero les doy permiso para que se sientan importantes delante de ustedes mismos, les hace falta, bienaventurados porque escuchan Mis palabras y las practican. Bienaventurados porque son todos como niños y al serlo se hacen totalmente disponibles para el Señor, bienaventurados por todo lo que hoy me han dado, me han ofrecido, me han regalado, bienaventurados.

Cuando lleguen a vuestros hogares toquen o no a vuestros familiares, no importa, pero llevarán tanta Luz y tanto calor y tantos beneficios que solamente Yo puedo medirlo.

Cuánto los amo, no se imaginan cuánto los amo, nunca se lo imaginan cuánto los amo.

Amén.

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