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Mensaje del 06 de Octubre de 1998

A veces me pongo a pensar por qué ha sido resistido el concepto de Misericordia en tantos ambientes religiosos teniendo en cuenta que en toda la Sagrada Escritura la Misericordia es palabra corriente, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, sobre todo en el Nuevo Testamento, ¿por qué entonces esa actitud un poco, no sé si de desconfianza o qué sobre Mi Misericordia?, ¿tal vez algunos tengan miedo que Yo perdone demasiado?, si tienen miedo está bien que lo tengan porque no perdono demasiado, lo perdono todo, ¿y qué es todo?, todo.


Mensaje del 06 de Octubre de 1998

Habla Artemio:

Bueno, vamos a hacer la invocación porque siempre el motivo fundamental de la reunión es esperar la llegada del Señor para esperar qué Mensaje nos va a decir, nos va a dar, nos va a traer, a mi me lo ha dicho pero a todos ustedes también en el sentido de que somos Celosos Custodios de todo lo que está diciendo ¿no?, entonces esto no es ninguna joda, bueno Señor.

Nosotros te alabamos Señor por todo lo que nos das diariamente como había dicho hace un rato, el poder respirar Señor, el poder ver, el poder sentir la vida en nuestro interior, todas esas cosas que a veces le pasamos por alto y enumeramos lo que no tenemos, es fundamental en nosotros Señor, pero más allá de todo eso de que podemos ver, oler, tocar, sentir, comer, andar, vivir, más que todo eso Señor lo importante de todo es que vos sos nuestro Padre Señor, entonces y ya que hablábamos de niños recién, cuando una criatura quiere salir afuera en la noche y tiene miedo le pide a su papá que lo acompañe la noche representa la oscuridad, el miedo, el peligro, pero la criaturita cuando se toma de la mano del padre sale con total tranquilidad afuera porque su papá le lleva de la mano, eso es confianza, qué otra cosa para un niño puede ser tan importante como ser llevado de la mano de su papá y en el caso nuestro, no por todo lo que enumeramos recién sino porque tenemos un Padre que nos da la mano para poder enfrentar todos los problemas del día, los problemas de la vida, con la seguridad de que si estamos tomados de la mano de Él nada nos puede pasar, absolutamente nada, puede que un día, dos, tres a lo mejor desconfiemos un poco de la grandeza del Señor en cuanto a la fuerza que nos puede dar pero a medida que van pasando los días si uno se familiariza con tomarse de la mano de Él entonces todo es diferente, por supuesto que somos humanos y podemos tener muchas cosas pero se vive muy distinto cuando uno sabe que el Señor está a nuestro lado y mucho mejor aún si nosotros en un momento dado abrimos nuestro corazón y le decimos: Jesús mirá este es mi corazón, lindo o feo, sucio o limpio, santo o pecador, no importa, aquí está Señor, este es mi corazón, yo lo abro de par en par y quiero que vos vengas a vivir en él y entonces se cumplirá aquello que dice el Evangelio: “y Yo entraré y cenaré con él”; es decir, cuando uno tiene ese acto de grandeza de decirle: Señor, vení a vivir en mi corazón, Él empezará a compartir nuestras penas, nuestras alegrías, todas nuestras cosas.

Ahora, es hermoso cuando uno se despierta a la mañana y por supuesto tiene toda la resaca de la noche y está todavía con un poco de sueño pero de repente uno dice: claro, todos están durmiendo todavía o no pero, en última instancia uno está siempre solo, cada uno vive su propia vida aunque uno tenga al lado a un persona cada uno vive su propia vida y en lo más profundo del alma decirse: qué hermoso que es Señor que estés dentro de mí, qué maravilloso que es, puede haber una alegría tan grande como saber Señor que vos me amás, que estás dentro de mí, que estás dispuesto a darme todo lo que yo necesito para ser feliz porque Señor vos querés que yo sea feliz, me llamaste a eso, a que esté sano, a que sea feliz.

Cuando Jesús está dentro de nuestro corazón viviendo ya uno no tiene nada que temer, nada, así como el niño tomado de la mano del padre no tiene miedo a la oscuridad, así uno empieza a no tener miedo a nada en la vida, a nada ni a nadie, cuando uno sabe que en el timón del barco está Jesús manejando nuestra vida puede haber tormentas, oleaje, puede haber de todo, es decir todos los problemas que a uno se le puede ocurrir, pero uno sabe que va a llegar a buen puerto, a pesar de todo va a llegar a buen puerto. Ahora, por supuesto que el Señor tiene su tiempo, que no es igual al nuestro, a veces nos cansamos de pedirle cosas y parece que está sordo pero ocurre que tal vez esas cosas no las necesitemos todavía o que tengamos que vivir alguna experiencia o estar dentro de alguna situación para después valorar mucho más cuando uno sale de eso, cualquier cosa.

Pero vuelvo a lo de antes, qué hermoso es despertarse y decir: tengo a mi Señor y mi todo dentro de mí, sigo amando a todos aquellos que tengo cerca pero con un amor diferente porque a vos Señor no se te puede amar como a los demás porque vos nunca nos dejás, nunca nos traicionás, nunca nos mentís, nunca nos vas a hacer algo que nos perjudique, ¿tengo problemas?, pues bien, aquí están mis problemas Señor, hacé con ellos lo que te parece bien y uno así lentamente se va acostumbrando a que ya uno no resuelve, hasta las cosas más simples sino que las resuelve el Señor por uno, cuando uno le dio entrada en su corazón y uno se empieza a ser fuerte, se empieza a ser invencible, se empieza a hacer grande dentro de la humildad o de lo que sea, uno empieza a ser todopoderoso, ¿en qué sentido?, en que cuando nosotros recibimos el Bautismo, cosa que hemos renovado esta noche las Promesas del Bautismo, Jesús nos convierte en sacerdotes, reyes y profetas, nada menos. El Espíritu Santo que nos infunde el Bautismo hace queseamos sacerdotes, reyes y profetas.

Entonces ante todo esto uno empieza a razonar y dice: caramba, el Señor no creó una porquería, me creó a su imagen y semejanza y me ha hecho rey, sacerdote y profeta entonces yo valgo ante sus ojos, valgo mucho, ¿para mi vecino valdré?, ah, no sé, no me importa, si valgo mejor y si no valgo bueno, ¿valdré para el otro de la otra cuadra?, y si valgo está bien pero sino tampoco me interesa, sé que valgo para Él porque Él me creó, desde el comienzo de los tiempos dice Jesús: “ya te amaba, te amaba en el seno de tu madre y te amé siempre y te sigo amando”.

Entonces, todo esto cuando lo vamos haciendo carne en nosotros todos los días nos vamos convirtiendo en seres todopoderosos, no por nosotros sino porque Dios está en nosotros, como decía San Pablo: “yo no puedo nada pero si el Señor está conmigo lo puedo absolutamente todo, todo” y Él me dará toda la fortaleza, la paciencia, me dará la alegría, me dará todo aquello que yo necesito para cumplir con mis deberes de estado, de padre, de hijo, de hermano, de lo que sea y aunque nosotros no lo veamos pero como recién cantábamos: todos los que te alaban brillan como el sol, como el sol al amanecer, así decíamos recién, entonces nosotros no lo vemos pero vayamos donde vayamos brillamos como el sol, como el sol al amanecer, ¿hay algo mejor que la salida del sol?, es la esperanza de la vida, es la esperanza de todo el sol que nace, bueno así somos nosotros, entonces de esta forma todo se transforma, todo, absolutamente, porque nosotros seremos distinto de enfrentar a las personas porque siempre habrá una sonrisa en nosotros y una actitud bondadosa con los demás y los demás sin darse cuenta irán percibiendo que somos diferentes, que no tenemos la agresión metida ahí adentro dispuesta a clavar el diente sino que somos diferentes, distintos, entonces hasta nuestros negocios cambiarán porque si yo entro a un lugar sabiendo que estoy brillando como un sol, como un sol al amanecer como dice el canto, entro con seguridad que voy a tener éxito en lo que vaya a hacer dentro de ese negocio. A veces hay muchos que con una cara agria dicen: por qué no entra gente si entra en otro lado, y uno dice: porque vos los corrés con tu cara, si uno brilla como un sol atrae, que yo sepa el sol siempre atrae, ¿vieron como todos se van y se ponen debajo del sol para que los caliente?, así nos pasa a nosotros, hagamos lo que hagamos en nuestra vida, siempre el sol atrae y así seremos nosotros también y estaremos orgullosos, no por nosotros sino que estaremos orgullosos del Señor que está en nosotros, todo será diferente, todo, brillaremos como el sol, como el sol al amanecer.

Tengo que interrumpir este diálogo, más que diálogo monólogo porque ya en la puerta habrán visto ustedes, algunos, que apareció Jesús, avanza, se coloca allí y detrás viene la Virgen María, la Madre Teresa. Vamos a hacer como un desfile de modelos, Jesús está descalzo, tiene un túnica color crudo, está vestido como el Sagrado Corazón de Jesús mostrando su Corazón, su pelo está mas oscuro que de costumbre se ve que el rocío de la noche lo ha puesto más, está más enrulado, más oscuro, en el caso de la Virgen no porque tiene cubierta, así como está en el cuadro y la Madre Teresa como siempre con su savarí azul y blanco, sus franciscanas sucias y sus pies bastante sucios. Cuando uno le mira los pies a la Madre Teresa y ve las uñas que tiene, uno dice: que desprolija una mujer con esas uñas, seguramente no tenía tiempo de cortárselas, porque las uñas de la Madre Teresa son más largas, desarregladas y debajo hay hasta tierra, mucha tierra, tiene los pies sucios, acuérdense que ella dijo que no le importaba el agua, era preferible dárselo a alguien que tenía sed, que nosotros le damos demasiada importancia al baño y que ellos no podían dársela porque esa agua tenían que beberla las personas que se morían de sed. La Virgen está descalza como Jesús, se ven sus heridas que siempre siguen manando sangre, sobre el hombro derecho se nota que tiene pegada la tela en la herida que le produjo la cruz y Él de ves en cuando se la despega como si le molestara porque no se olviden que Jesús tiene una parte humana además de otra sobrenatural.

Respiremos hermanos el mismo aire que está respirando Jesús, su Madre y la Madre Teresa, no sé si ustedes percibirán pero se siente todo el aroma del perfume del campo en la noche, no es un perfume común, estamos acostumbrados a sentir, es un perfume natural, parece que tiene el olor al pasto pisado, el olor a la tierra sobre las plantas. Jesús los mira a todos, ustedes en este momento como yo están sintiendo un calor bárbaro porque la mirada del Señor es tan especial, sus ojos azules son tan, tan profundos que no se lo puede mirar mucho tiempo, con dos o tres minutos ya uno tiene que bajar la vista porque no se puede seguir mirando, qué maravilla Señor. Bueno, Señor esperamos tu palabra porque todos los días que nos reunimos tenemos montones de finalidades pero la principal Señor es escuchar tus Revelaciones que están dirigidas a todos los hombres de la Tierra, cuando se conozcan como ya se han conocido las del año ’96, que han girado por todo el mundo ya. Habla Señor que tu siervo escucha, toma mi voz Señor y decí lo que querés Señor.

Dice Jesús:

Aquí estoy en vuestra presencia, algunos pueden verme en forma total, otros un poco, otros tal vez nada pero sienten que Yo estoy aquí, sienten perfectamente que estoy aquí presente por el calor que tienen en el cuerpo, además el perfume que hay en el ambiente. Ahora, mientras Yo les voy diciendo cosas ustedes pueden pensarlas pero también pueden hacerme todos los pedidos que quieran, “Yo soy el Señor, Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien cree en Mí no se perderá, quien cree en Mí no morirá”, entonces tengan Mis queridos un acto de fe muy grande y díganme todo aquello que necesitan, díganmelo, pídanmelo, acuérdense lo que Yo le decía a Sor Faustina: “entre Mi Padre que es la Ley y el hombre, estoy Yo que soy la Misericordia”, es decir la Misericordia es el fruto del amor y una vez más les repito: díganle, decí vos a todos los hombres de todas las latitudes, del Norte y del Sur, de Oriente y Occidente que Mi Misericordia está disponible, totalmente disponible para todos que me pidan que Yo los cubra con Mi Misericordia, porque no podrán tener jamás algo tan grandioso sobre ustedes, pídanme que los cubra con Mi Misericordia, estamos en la era de la Misericordia, en consecuencia todos los hombres están llamados a salvarse.

A veces me pongo a pensar por qué ha sido resistido el concepto de Misericordia en tantos ambientes religiosos teniendo en cuenta que en toda la Sagrada Escritura la Misericordia es palabra corriente, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, sobre todo en el Nuevo Testamento, ¿por qué entonces esa actitud un poco, no sé si de desconfianza o qué sobre Mi Misericordia?, ¿tal vez algunos tengan miedo que Yo perdone demasiado?, si tienen miedo está bien que lo tengan porque no perdono demasiado, lo perdono todo, ¿y qué es todo?, todo.

Aquellos que administran la ley en forma rigurosa y descarnada, les causa pánico oír hablar de Mi Misericordia y se les eriza la piel porque quisieran, quisieran estar sobre los demás acusando, señalando con el dedo y tal vez diciéndoles palabras hirientes. Nada tan contrario a Mi posición, si alguno cree que tiene facultad para juzgar al hermano ese no es Mi discípulo, ni es cristiano, el Padre les juzgará, nada tiene facultad para juzgar a nadie, en consecuencia Mis queridos ¿por qué tanta dureza para con los hermanos?, ¿por qué Mis queridos?, ¿por qué?, quién está libre de cometer cualquier cosa, quién está libre de equivocarse, de hacer mal las cosas pero con una actitud humilde y sincera uno puede decir: me equivoqué, hice mal, ayudame Señor porque quiero hacerlo bien y si volvés a hacerlo mal volveme a pedir, ¿cuántas veces, una, dos?, noo, cien veces, mil veces, un millón de veces y siempre Yo estaré disponible para que vos empieces de nuevo, así es el alcance de Mi Misericordia, así de grande y de amplia es.

Los hombres conocen muy poco de Mi Misericordia, porque los hombres conocen poco del amor, como leyeron el otro día, cualquiera está dispuesto a creer en cualquier milagro que ve pero no todos, ni siquiera una minoría están dispuestos a querer a su hermano, ese es el drama del hombre, la falta de amor.

Cuando Mis queridos se convenzan que el amor es lo único rescatable que hay sobre la Tierra y lo más grande que hay en el Cielo, ese día considérense felices porque han descubierto lo esencial, ¿qué es la Bienaventuranza?, es decir la vida que tendrán después de cerrar los ojos en la Tierra, el mirar... (se dio vuelta la cinta)..., ¿qué es la Bienaventuranza?, el mirar a Dios cara a cara, el gozar de su amor en totalidad y no por un día, dos sino por toda una eternidad. En el Evangelio de esta noche leyeron que: “si no se hacen como niños no entran en el Reino de los Cielos”, ¿y qué tiene un niño que no tienen los adultos?, un profundo amor por todo y una ternura sin límite por todo, es una pena que los niños sean los grandes olvidados, los niños y los viejos son los grandes olvidados. Todo aquél que tenga oído para oír que oiga y el que tiene ojos para ver que vea.

Dice Nuestra Señora:

Aunque ya hablé tantas veces no quiero privarme de hacerlo una vez mas porque de tanto repetir las cosas es posible que se aprendan más fácilmente.

Mi Hijo les habló de su Misericordia que es una forma de amor, que es el fruto del amor y Yo siempre les estoy diciendo: pídanme que les alcance la inmensa llama de amor que sale de Mi Corazón Inmaculado, pídanmela, porque quien lo hace sentirá que su alma, que toda su vida siente como una frescura infinita y siente delicias que nada ni nadie podrá dárselas jamás.

Sobre el escritorio anduvo estos días una foto de la llama de amor que alguien tomó en una fotografía y que muchos consideran milagroso porque a quien se le ocurre pensar que Yo estoy rodeada de un incendio, bueno, se extrañan de una fotografía y Yo los estoy abrazando diariamente con la llama de Mi amor y ninguno se extraña. Cuántos de ustedes tal vez no estarían aquí si no fuera que Mi llama, la que sale de Mi Corazón Inmaculado los ha cubierto, los ha protegido, los ha alimentado y los ha conservado, porque tienen que saberlo, les guste o no, supongo que sí, quien está delante de nuestra presencia inmediatamente pasa a ser un hijo de la Luz, quien está delante de nuestra presencia no son cualquiera sino que son Hijos de la Luz, elegidos por nuestro Señor, Mi Hijo, por el Padre, por el Espíritu Santo y por Mí para que tengan dentro del mundo en que les toca vivir y dentro de la Tierra en general un papel muy especial.

Sépanlo Mis queridos, todo aquello que ustedes toquen diariamente está bendecido por Mí, porque han estado en Mi presencia, han respirado Mi mismo aliento, el aliento de Mi Hijo entonces todo lo que ustedes toquen, hagan o realicen está bendecido por Mi Hijo y por Mí, aunque ustedes ni se den cuenta, ni lo tengan en cuenta y tal vez les parezca una exageración.

Ocurre que los hombres en general no están acostumbrados a manejarse con los conceptos que maneja Mi Hijo o manejo Yo o los Santos en general, nuestro idioma siempre es el idioma del amor, es un idioma genuino, auténtico, definitivo y jamás emplearía Yo, Mi Hijo o los Santos un término, una palabra, un concepto que no llevara dentro de su interior todo lo que es Mi Hijo, lo que soy Yo. Convénzanse de ello, no se sientan orgullosos como dice el Evangelio por esto que están viviendo, siéntanse orgullosos del Señor que habita en ustedes que es otra cosa, ¿y cuáles son las características del hombre en el cual habita el Señor?, la humildad, la simpleza, la ternura, la comprensión, el respeto, la dignidad, esas son las características y muchas más por supuesto.

Les hablaría toda la noche pero creo que por hoy es suficiente.

Dice la Madre Teresa:

Al caminar por los caminos del mundo, yo siempre anduve repitiendo muchas de las cosas que acaban de oír pero hermanos míos, no creo que muchos me hayan hecho caso, como ya les dije una vez: muchas veces he sido una figura decorativa que llamaba la atención de cientos de personas, cientos de miles de personas, una figura decorativa donde tal vez a la fiesta que me invitaban o al lugar que me decían que fuera llevaría muchas personas y todos parecían rendir un culto muy grande a esa mujer pequeña que llevaba a cabo una obra grande, que la mayoría no conocía lo que era.

Bueno, para todos aquellos que tenían de mí un concepto tan extraño, o tan simple o tan banal, los invito a que lean cosas que yo dije, cosas que de mí han escrito y sobre todo pídanle al Espíritu Santo que les ilumine sobre todo aquello que ustedes quieren saber sobre mí.

Yo no me pongo como modelo de nadie, solamente traté de ser una fiel testigo de la palabra del Señor, mi Dios y mi todo, mi Dios y mi todo, y ustedes han visto cuánto revuelo armó mi muerte no hace tanto tiempo, ¿y ustedes han visto, ahora, cuántos se acuerdan todavía de mí?, por supuesto, no quiero ser injusta, sé que muchos sí pero, todos aquellos que dijeron tantas cosas, bellos discursos y hermosas palabras ni siquiera volvieron a repetir nada, ¿qué les indica eso hermanos?, ¿qué les indica eso hermanos?, el Cristianismo vivido verdaderamente incomoda a aquél que no se entrega con todo el amor que corresponde y para poder hacerlo hermanos tienen un solo camino: la humildad, la comprensión, el respeto por el otro y un tremendo amor por el hermano. Eso no quita mis queridos que a pesar de que en vuestro corazón puede existir todo esto, tengan en cuenta también que como decía San Agustín: hay muchas partes en nuestro ser, en nuestro cuerpo, que no son totalmente cristianos y eso les pasa a todos y me pasó a mí también, así que a no alarmarse demasiado cuando descubren en ustedes cosas que a lo mejor ni remotamente creían que la tenían. Lo primero que tienen que asumir es que son humanos.

Y sin querer contradecir lo que dijiste al comienzo, es cierto, mis uñas están sucias, no están arregladas, jamás nadie tocó mis uñas para arreglarlas, yo las arreglaba cuando consideraba que ya me molestaba su largo, pero esto me da pie para decirles: en qué poco se fijan los seres humanos, yo creo tener unos ojos muy profundos, llenos de amor, llenos de comprensión y de ternura y ustedes se fijan en mis uñas sucias. No lo digo por vos, lo digo por todas las personas.

Amén.

Habla Artemio:

Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré...

Se corta la grabación............................................................

 

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