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Mensaje del 21 de Octubre de 1998

Creo que una vez Yo te dije que si un violinista quiere dar concierto y que ese concierto le salga muy bien tiene que antes de salir al escenario tensar bien las cuerdas, muy bien tensas para que el concierto salga bien, seguramente si uno le pregunta a las cuerdas si les gusta estar tan ajustadas así dirían que no, que les duele, pero Yo no conozco otra forma para que el concierto salga muy bien, ¿qué preferimos: cuerdas flojas y conciertos mediocres o cuerdas bien tensas y conciertos excelentes?. Ya sé lo que estás pensando, estás pensando que quiero sacar del dolor provecho, no, esa no es ni ha sido nunca Mi intención, como decís vos: en la vida nos va de una manera y siempre o casi siempre las cosas que pasan, pasan y Yo las observo como pasan y no puedo meterme porque ustedes son libres para hacer, decidir, ya sé que están muy condicionados por otras cosas pero la mente humana no entiende tanto.

 

Mensaje del 21 de Octubre de 1998

Habla Artemio

Está Jesús entre nosotros, su Madre, hay tanta gente acá dentro que no se dan una idea, desde que empezó el tema se llenó, hay quien se asoma de la puerta, todo el pasillo lleno, todo lleno, acá dentro todo lleno, Ángeles por todo lados, todo lleno está, todo repleto está, no cabe nadie más ya.

Hoy es 21 de Octubre de 1998, día que conmemoramos siempre a San Benito Abad, Patrono de todo lo que sea en contra de las cosas malas y estamos a pocos minutos de conmemorar mensualmente el día de Santa Rita de Casia. Repito, está todo lleno, todo lleno de gente que ni conozco yo pero hay Santos, muchos Santos, a algunos se les ve la cabeza nada más, otros hacen…, se ponen en punta de pie para mirar, está todo lleno, todo lleno.

Señor Jesús, estás aquí presente, estamos contentos de que estés con nosotros, lo mismo que tu Madre, la Madre Teresa y todas estas caras que uno ve, hay Santos, habría que detenerse partecita por partecita para ver todos los Santos que hay, Señor esta es una gracia que no sé si nosotros la merecemos o no pero, es sencillamente grandioso Señor, es sencillamente grandioso Señor todo esto que tenemos entre nosotros y la Virgen María tiene varias formas, no solamente como la que siempre viene sino que está la Rosa Mística que brilla que parece un sol, está Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás, está también la Virgen como Nuestra Señora del Valle de Catamarca, está Nuestra Señora de la Dulce Espera, pero la Rosa Mística brilla de una forma que no se lo imagina, Patrona de la salud. Por eso, toda esta alegría que nos envuelve por todo esta gente que nos visita, Ángeles por todos lados, ¡hay que cosa!.

Bueno, Señor Jesús, hemos tenido otro largo día y no es que uno quiera ser ni pedigüeño ni nada Señor, pero no brilla tanto el sol Señor como tal vez uno quisiera, uno piensa Señor si uno está con vos todos los días, si venis acá y como si tuvieras todo organizado, todo organizado…, yo no te digo que no tengamos cruces Señor porque siempre vamos a tener que tener cruces porque por el hecho de vivir en la Tierra tenemos cruces Señor, ¿vos entendés Señor lo que quiero decirte yo?, pero yo te pedía que sean un poco más livianas Señor, un poco más livianas. Por ahí uno no se da cuenta que están pesadas Señor por la costumbre de llevarla pesada, pero uno hace un momentito de razonamiento, un momentito de funcionar el corazón o quedarse un momento a solas Señor y entonces uno siente que el peso es enorme Señor, cuando uno no la siente pesada es porque está pensando en otra cosa o estando con la boca abierta Señor pero sino qué pasado todo Señor, no me estoy quejando, nada que ver. Por otra parte Señor, hoy cuando estuvo esa persona, y yo hablé en lenguas, el Espíritu Santo me hizo hablar en lenguas, de pasada me hiciste una observación Señor, no es que yo no la merezca pero lo hice como un poquito en broma tal vez pero en algunas cosas Señor vos ni siquiera aceptas una broma, tuve que aclararle incluso a la persona que estaba presente que vos no dejas pasar una ¿eh?, la flauta, no me golpeaste ni me retaste pero yo me di cuenta qué me quisiste decir.

Yo te pediría Señor, porque mi voz es la voz de cada uno de los presentes y de todo el grupo de oración, entonces yo te pediría Señor que nos des también alguna alegría de vez en cuando, que nos des también un momento de paz de vez en cuando, que no tengamos que mendigarlo tanto Señor un momento de paz, de estar bien porque fijate Señor una cosa, que si uno está muy bien te alaba mejor Señor, yo no quiero ni por casualidad querer darte normas a vos ni ideas, no, pero vos decís que te pidamos entonces yo te pido y te pido en nombre de todos, tampoco te pido días llenos de satisfacciones y cosas, Señor pero que duro que es todo Señor y si uno se asoma a la vida de los otros peor todavía, más duro, como queriendo decir: ¿de qué te quejas?, mirá la cruz que tiene el otro, y yo no quiero comparar Señor pero hay muchos que la pasan un poco mejor que uno ¿eh?, ya sé que vos me vas a decir Jesús que si ellos la pasan bien aquí pues bien ya del otro lado no tendrán que pasarla bien, no, no, no, esos cuentitos no, yo te aseguro una cosa, si yo tengo una salud óptima, estoy muy bien, puedo hablar sin toser y mi garganta no se cierra como se cierra todos los días y la estoy cuidando como si cuidara un cristal Señor creo que haría mejor las cosas ¿no?, ya sé que vos no, vos si somos libres también tenemos libertad para pedirte Señor ¿eh?, que dale con caramelo de propóleo, que dale con esto para que, que la garganta esté de diez Señor siempre para que..., pero no sé Señor, yo digo nomás pero si vos nos das salud, alegría, nos das optimismo, nos das esperanza, ¿no te parece que la palabra que uno dice es mucho más hermosa y además convence más al que la escucha?.

Yo te digo nomás, yo te digo Señor, no es una queja, no, incluso Señor vos ves que uno invierte un montón de cosas, lo mínimo e indispensable para vos Señor pero vos ves como se hacen los ciegos y los sordos para dejarte una monedita Señor y vos ves que hay gente que tiene para dejarte algo y no te deja nada Señor, yo no te pido más que para pagar las cuentas ¿eh?, nada más. Ves que ni doy tu imagen de Jesús de la Misericordia porque me quedan pocas y después ¿con qué las compro?, ¿velas?, casi ya no tengo más Señor, no te pido la abundancia Señor pero te pido no estar tan ajustado Señor ¿mmm?, además no me vas a negar una cosa Señor todo el mundo lleva ese Rosario en el cuello con un amor y te dicen: duermo toda la noche agarrado al Rosario como la tabla de salvación de mi vida, entonces quiere decir Señor que es necesario dar un Rosario o dar otra cosa y hace ya dos meses y medio que no doy Rosarios Señor porque no tengo con qué comprarlos ¿mmm?. No es una queja Señor, no, pero cuántas personas se han ido con las ganas de tener un Rosario y no se puede dar; vos dirás: sí porque…, nooo, vos hoy nos mostraste en el Evangelio Jesús que tus palabras son bien fuertes: blanco blanco, negro negro, las cosas se hacen así y así y así y así y así y así ¿no es cierto?, pues bien yo también te digo: así, así, así, así ¿mmm?, no es queja Señor, es querer cumplir mejor con lo tuyo, nada más, nada más.

Disculpame Señor si soy así pero yo soy así Señor, que va ser, vos sabes que yo me tomo todo muy a pecho Señor, esta mañana esa señora que dijo: quiero que me de un poco de surte porque me va tan mal en la vida, dice: ese señor quinelero que vino, dice se estaba fundiendo no hacía más un peso, vino acá y ahora dice, le va pero tan bien, tan bien que está enloquecido y entonces yo me pregunto: ella tenía razón, cómo, uno que está levantando juegos y otro que pide nada más un poquito menos de dolor en la rodilla o un peso para comer Señor, o un marido que no sea tan déspota, ¿qué pasa Señor?, no entiendo como manejás las cosas, yo quisiera que me mostraras para que yo entienda como manejás vos las cosas, si vos no me dejas pasar una porque yo veo que no me dejas pasar uno Señor si no me lo decís, está muy bien, yo te acepto y con mucho gusto pero, seamos honestos Señor, pongamos las reglas del juego claras Señor ¿eh?. No hagas que uno tenga que decir: los malos triunfan y los buenos pasan de b…, ¡no Señor!, así no, si vos mismo lo decís en el Evangelio: “que el espíritu de las tinieblas es más sagaz que el Espíritu de la Luz”, pero uno te pide el Espíritu de la Luz, te lo pide a cada rato Señor, ¿y?, ¿y en qué quedamos?.

Vuelvo a repetirte: ¿no creés que si uno estuviera con un montón de esperanza en su corazón hasta vos oís mejor las oraciones que uno te dice?, y eso que tengo fama de estar siempre de buen humor y de nunca cansarme, esa una gracia que me das Señor está bien, pero vos sabes que por dentro me duermo parado Señor, vos lo sabes. No es reproche Señor, por favor, solamente viene a cuento de que hoy a través del Espíritu Santo me hiciste una observación pequeñita pero me bastó a mí para darme cuenta de que no me dejas pasar una, ni siquiera así al costado, nada, nada, entonces yo tampoco te dejo pasar a vos Señor perdoname ¿mmm?, si vos me exigís a mí el cien por cien, bueno pongamos las reglas claras del juego Señor, también vos dame el cien por cien a mí si me exigís el cien por cien, sino voy en llantas Señor.

Señor Jesús, este no es un diálogo quejoso ni mucho menos, es poner las cuentas en claro, es hacer lo que hacía el Profeta Habacuq, claro él Señor te puso banca, yo no te pongo banca Señor, yo te digo nomás ¿mmm?. Si miramos toda la parte de la historia de los Macabeos Señor, toda esa parte en que los hebreos tenían que conseguir la liberación se ponen muy fuertes y peleadores Señor y te piden a vos mucha fuerza para destruir a los enemigos, ya sé que eso es el Antiguo Testamento pero está en la Biblia también, quiere decir que no hay que tirarlo ¿no?, bueno.

Señor, vos sabes como funciono yo, si a mi las cosas me van muy bien yo funciono el mil por cien, si las cosas no me van tan bien, me cuesta mucho Señor, me gasta mucho Señor y fijate que vos tenés la costumbre Señor de hacer eso, porque yo empecé en el año ’80 me acuerdo, con una responsabilidad muy grande de enseñarle a tanta gente porque cuatro años fueron dos mil setecientos y vos sabías que esas palabras que escuchaban esas personas las iban a escuchar una sola vez, vos me pediste el doble que le pediste a los otros ¿te acordas Señor?, todos tenían una sola materia, yo tenía dos, porque con una bastaba y sobraba, es decir sobraba y dos me pediste a mí Señor y en ese momento Señor yo tenía, sabes en donde un juicio que me estaban haciendo dos…, hijos tuyos también; es decir, yo tenía que estar óptimo y pensar que tenía que dar todo lo mejor de mi a esa gente porque hacía mas de doscientos kilómetros algunos para escuchar, ¿te acordas Señor que era desde la siete de la tarde hasta la una de la mañana sin parar?, y era al día siguiente desde la siete y media de la mañana hasta la una y media de la tarde sin parar ¿te acordas Señor? y tenía que estar óptimo, no podía dejar de estar óptimo Señor porque una sola vez esa gente escuchaba esas cosas y era gente grande que necesitaba además de aprender a enseñar tenía que tener una palabra de consuelo para sus vidas estropeadas y sus vidas hecha pelota, Señor y tenía sobre mis espaldas un juicio, una espada de Damocles que pendía sobre mi cabeza y me estaba rozando continuamente porque en los momentos de euforia yo sentía que las espadas se me clavaban en la cabeza ¿eh?.

Señor, en aquél tiempo tenía menos años, pero te pido por favor Señor, no me des ese trabajo forzado así porque me gasta mucho Señor, me gasta mucho Señor ese trabajo así y no duró un mes o dos, duró cinco años Señor eso, cinco años Señor ¿eh?, yo diría: te perdono, te perdono, pero no del todo, porque yo tenía derecho y toda esa gente también tenía derecho a escuchar lo mejor, yo no sé si le di lo mejor Señor porque tenía la espada de Damocles colgando sobre mi cabeza, ¿por errores míos?, no Señor, vos sabes que no.

Entonces, estas palabras mías sirven también para todos los del grupo de oración, para este, para lo otro, fijate Señor o uno, u otro, u otro u otro, todos los del grupo de oración están golpeados por los cuatro costados, golpeados y golpeados y golpeados, Señor yo te preguntaría: ¿nos querés sacar buenos de esa forma?, no sé, ese será tu método, pero a mí no me convence mucho ¿eh?. Caramba, si vos llegabas a una ciudad Señor y decías: “¿dónde están los enfermos que quiero sanarlos?, traigan a todos los enfermos”, quiere decir que vos querías que uno estuviera bien ¿verdad?, para poder dar lo mejor de uno mismo, entonces por qué M. tiene que estar sufriendo eso que está sufriendo ¿eh? y por qué tanto de los presentes están sufriendo lo que están sufriendo y otros que no están presentes están sufriendo lo que están sufriendo ¿mmm?. Señor, uno es fuerte pero no hagas que uno tenga que pensar que los malos triunfan o la pasan mejor de uno que te está sirviendo todos los días.

Por eso, en un momento pude leer algo de Habacuq, este fin de semana, por eso me animé a decirte todo lo que te dije ahora, salvando la distancia Señor él era un Profeta, yo soy un pobre diablo pero también tengo derecho a reclamarte, vos decís que nombraste Celoso Custodio, pues bien al Celoso Custodio dale salud para aguantarse ser Celoso Custodio, dale la salud suficiente Señor, si quiera ir a dormir y no ahogarse porque la garganta no da más Señor ¿eh?, pará la mano ¿mmm?, o vos no ves que me ahogo yo cuando voy a acostarme porque la úvula se hinchó tanto que ya no cabe en la garganta, tengo que ponerme de costado porque boca arriba me ahogo.

Nosotros te amamos Señor por eso hacemos todo esto y vos sabes muy bien cuánto que te amamos y no un día, dos o tres, esto está durando mucho tiempo ya y nadie quiere un jardín de rosas pero algunas florcitas de amapolas siquiera ¿eh?, esto está durando mucho tiempo Señor y vos ves que somos incondicionales con vos Señor ¿eh?; vos dirás Señor: hoy que están todos presentes me estás haciendo esta queja, no, surgió, el Espíritu esta tarde me prendió la lamparita para que esta noche dijera esto pero no pensaba decirlo, después me salió así, pero yo pienso que las cuentas claras conservan la amistad. Te amamos Señor, convencete de eso, te amamos mucho Señor y todos vamos dejando de una forma u otra todos los pedacitos de nuestra vida a lo largo del camino, sin pedirte nada más que lo necesario para seguir dándote más ¿eh?.

Señor vos sabías que lo peor que me podías hacer era sacarme eso que me llevaron los ladrones, lo peor que me podías hacer después de la muerte y me lo sacaste Señor, ¿qué me querés decir con eso Señor?, aclarame Señor yo no entiendo por qué tuvieron que llevarse eso que yo tanto amaba y amé, con esas cosas Señor yo hice mucha obra en las Escuelas, durante años, décadas Señor, ¿o qué creés, que lo hacía para mí todo eso?, ¿acaso yo les cobraba las cosas que hacía a ellos? ¿eh?, pensá Señor cuantos días del padre tuvieron esos audiovisuales tan hermosos allá en el salón de la Cooperativa Unión ¿eh? porque mis máquinas eran de muy buen calidad y podían hacer muy buenos trabajos, cuando en Posse todavía casi ni conocían las máquinas fotográficas, entonces Señor ¿qué me querés decir con esto que me sacaron?, todo me llevaron Señor, no me dejaron nada, ni las lentes sueltas por ahí, nada, a mi me duele Señor y vos decime lo que quieras yo no te voy a entender porque a mi me duele y si me duele, me duele y si te lo digo es porque te amo Señor sino no te diría nada. Y de los presentes o de los que no están presentes del grupo de oración cuántos hay que también tienen muchas cosas para decirte, para pedirte, incluso para reprocharte.

Señor, nosotros aceptamos las cosas pero no nos hagas caer en el cansancio de los buenos, porque nuestra mente Señor tiene una resistencia, una capacidad para resistir el dolor, pasada esa cantidad uno se aliena y tiene que ir a habitar un neuropsiquiátrico Señor y ahí se hecha a perder todo Señor por el solo hecho de que ya la palabra de uno no es más confiable ¿mmm?.

Dice Jesús:

He escuchado con atención todo lo que has dicho y todos los que me rodean acá dentro, los que han venido conmigo a acompañarme esta noche me están mirando como si hicieran causa común, todos han hecho causa común con vos y parecería que Yo soy el malo de la película.

Creo que una vez Yo te dije que si un violinista quiere dar concierto y que ese concierto le salga muy bien tiene que antes de salir al escenario tensar bien las cuerdas, muy bien tensas para que el concierto salga bien, seguramente si uno le pregunta a las cuerdas si les gusta estar tan ajustadas así dirían que no, que les duele, pero Yo no conozco otra forma para que el concierto salga muy bien, ¿qué preferimos: cuerdas flojas y conciertos mediocres o cuerdas bien tensas y conciertos excelentes?. Ya sé lo que estás pensando, estás pensando que quiero sacar del dolor provecho, no, esa no es ni ha sido nunca Mi intención, como decís vos: en la vida nos va de una manera y siempre o casi siempre las cosas que pasan, pasan y Yo las observo como pasan y no puedo meterme porque ustedes son libres para hacer, decidir, ya sé que están muy condicionados por otras cosas pero la mente humana no entiende tanto.

Habla Artemio:

Esta tarde cuando en el Sanatorio mirabas a esa niñita, cuyas piernitas parecerían escarbadientes y la madre dijo que ni hablaba, ni caminaba ni se movía, pero algo entendía, vos, se cruzó por tu mente y además cuando la madre dijo: a lo mejor esta que acaba de nacer está igual porque viene por herencia, es un problema del metabolismo, yo me pregunté por dentro: Señor, ¿vos no sabés acaso que en esta casa se hace sanación intergeneracional para evitar esos problemas?, ¿por qué no la mandaste a esa chica, si ella me aprecia mucho porque fue alumna mía?, ¿por qué no la mandaste para cortar la herencia para que no naciera otra hija así estropeada?.

Dice Jesús:

Eso es lo que vos estás pensando, la verdad que muchas cosas no alcanzo a entenderlas, en el sentido de que vos sabes muy bien que la gente de un día para otro no toma conciencia de qué puede hacer o no puede hacer, ¿no has visto acaso que la mayoría quiere resolver los problemas prescindiendo totalmente de Mi?, sino totalmente un poco o casi del todo y Yo pasaría a ser aquél que se le da un Padre Nuestro en canje de un dolor menos de tobillo.

Mi querido, si Yo te he elegido Celoso Custodio de los Mensajes pues bien, entendé que muchos tendrán que aprender tantas cosas, es decir evangelizarse para que todo eso se vaya terminando. Si todos aquellos que tienen diabetes supieran que con la sanación intergeneracional cortarían la diabetes para todas las generaciones, no creo que no vendrían a decir: quiero la sanación del Señor, pero no lo saben y además el médico les dice: que tienen que aguantarlo en silencio porque eso es incurable.

Es decir, Mi querido, la mayor parte de las cosas están por hacerse todavía, en su largo camino de humanización del hombre está apenas en sus comienzos y si vos padecés y padecés mucho lo haces porque te adelantaste a los tiempos, Yo te elegí para que dijeras muchas cosas y al adelantarte a los tiempos tenés que sufrir incomprensiones, persecuciones, burlas y todo tipo de chanzas, si Yo te dijera Mi querido, si te diera a elegir cambiar todo por una vida tranquila y apacible, llena de ratos lindos, sin ningún problema de ninguna clase, por todo lo que tenés entre manos ¿vos lo cambiarías?, no me respondas, respondelo en tu corazón. Quien se adelanta a su tiempo tiene que pagar siempre las consecuencias siempre, siempre, siempre, quien tiene más sensibilidad que otro sentirá pisoteada su sensibilidad por los que tienen menos, aquellos que aman verdaderamente e intensamente y no se conforman con una vida así de costumbres nada más, sin pedir realmente un amor verdadero ¿son entendidos por los demás?, no.

Los hombres se conforman con cualquier cosa con tal de no tener problemas, aquél que quiere vivir una vida auténtica, digna, responder realmente a los llamados del amor, de la sinceridad, de la humildad y de lo que sea, no la pasa tan bien, pero de eso Yo no tengo la culpa, tampoco la tienen los que lo pasan, es que la sociedad está todavía organizada de una forma, está organizada de una forma que las cosas van así porque nadie enseñó ni mostró cosas diferentes ¿o para qué creés que Yo estoy dando Mensajes si todo estuviera bien?.

Yo comprendo eso que dijiste del cansancio de los buenos, sí, claro pero, ¿haz encontrado muchos buenos cansados o a pesar de todo siguen en lo que tienen entre manos a pesar de todo?. El alma, te lo dije una vez, que empieza a comprender por donde van todas las cosas es como un tanque de combustible que cuando se enciende fuego arde hasta terminar y así le pasa a todos aquellos que se adelantan a los demás hombres. Ya sé que cuando abrís la puerta por la mañana ese hombre simple y sencillo que pasa en bicicleta a cumplir con su trabajo es más feliz que vos, ya lo sé, pero Yo te pregunto: ¿querés cambiar de lugar?, no, no querés, porque esa felicidad vos no la querés, es más feliz que vos, es cierto, pero vos no cambiarias el lugar, como ninguno de los presentes y ninguno de aquellos que ven con su conciencia más allá quieren cambiar su lugar, porque la conciencia no les permitiría vivir, porque cuando uno vio una vez, una vez nada más, una vida diferente ya no se vuelve atrás, ¿acaso no dije varias veces ya que hay un momento en que es demasiado tarde para regresar?.

No quiero elevar tanto el tono de las palabras porque después cuando los hombres lean esto tal vez les cueste entenderlo pero a pesar de veinte siglos Mi querido ¿vos creés que hay muchos que han entendido la Parábola del Buen Samaritano que quedó hoy ahí casi por leer?, ¿en veinte siglos hay muchos que han entendido la Parábola del Buen Samaritano?, no me hagas dar la respuesta y han pasado dos mil años y no se los dijo cualquiera, se los dije Yo.

Entonces, tratar de armonizar, tratar de pactar con la vida, es decir como quien contabiliza todo y saca conclusiones, si amas intensamente a alguien ¿preferirías no amarle para no sufrir?, no, hay muchos que parecen que han nacido para una vida tranquila, sin ningún problema y sin ninguna preocupación, no es el caso de ninguno de ustedes, entonces Mis queridos reflexionar, reflexionar.

Dice la Virgen María:

Yo no hago nada más que seguir hablando de lo que hablaba Mi Hijo, ustedes siempre lo supieron que eligieron la locura de la cruz, entonces no hace falta que Yo les de las respuestas, si han elegido de que el grano de trigo no cae a la tierra y muere no nace la planta y da la espiga, si han elegido eso entonces no pregunten por qué se deteriora tanto el grano hasta que desaparece, es muy simple todo, es muy fácil de entender, Yo diría que tendrían que cambiar de actitud y ante los grandes dolores hincarse de rodillas y decir: gracias Señor porque estoy contribuyendo a la extensión de tu Reino, gracias Señor tendrían que decir porque sé amar de una forma más intensa que los otros, gracias Señor porque entendí que es mejor una cruz en el hombro que cien figuritas de colores delante de los ojos.

Todo es una cuestión de actitud delante de las cosas, entonces aceptado está todo lo que se dijo esta noche y muy bien, hay que reflexionar sobre todo como no, pero después, cuando se queden a solas vayan a lo profundo de vuestro corazón y allí encuéntrense con Mi Corazón dolorido, con el Corazón dolorido de Mi Hijo y traten de que vuestra sangre se junte a la Mía y a la de Mi Hijo, para que sigamos entre todos los que eligieron esto haciendo que los demás sean más felices y no pidiendo tanta felicidad para nosotros, pero en el fondo si se fijan bien todo eso que sienten por muy duro que sea no lo cambiarían por nada. Es que es así el hombre, un poco quejoso, pero el Señor lo entiende porque sabe muy bien de que levadura están hechos, así que no hacerse problemas, en lo profundo de la noche mezclar vuestra sangre dolorida, con Mi sangre dolorida y la sangre dolorida de Mi Hijo y van a ver que de esa mezcla va a surgir algo tan hermoso que van a mirar el mundo de otra forma, muy distinto.

Dice la Madre Teresa:

Si yo tuviera que sacar conclusiones de todo lo que se habló, diría que mi vida fue un fracaso total, porque a veces he pasado mucho tiempo sin bañarme ni higienizarme, entonces mi vida es un fracaso porque no olía bien para los demás, es un fracaso mi vida.

Entonces, no conocí ninguna de las grandes cosas del mundo moderno, conocí siempre el olor de la muerte, el sonido de la muerte, conocí siempre la ansiedad de saber qué comeremos mañana y muchas veces por más que confiaba en la Providencia no he podido pegar los ojos porque no sabía si tenía pan para el día siguiente, entonces yo también tendría que elevar mis quejas hacia los cuatro puntos cardinales, porque mi vida sería un fracaso total mirado a la luz de las grandes cosas del mundo moderno.

Pero mis queridos, yo no cambiaría mi vida por nada, absolutamente por nada, porque estoy muy contenta y feliz de haberme ido deteriorando y perdiendo pedacito a pedacito mi vida por mis hermanos. Podrán decir que completé en mi cuerpo lo que le faltaba a la pasión de Jesús, podrán decir cincuenta cosas, pero también tienen que decir que las pasé y las pasé mal y sufrí mucho y tantas veces dije: ¡Señor, basta, no doy más!, y después volví a tomar las cosas con más entusiasmo y está bien que lo digan: ¡no doy más Señor, tirame un soga porque me estoy hundiendo debajo del agua!, está bien, díganlo y grítenle al Señor, grítenle, que el Señor le encanta cuando oye gritos de alguien que por sus hermanos se está perdiendo, a Él le encanta eso porque el Señor dijo: “que no había mandamiento más grande que amarlo a Él y amar al prójimo”. Entonces, griten fuerte: ¡no doy más Señor, ya no doy más, ya no aguanto más!, griten fuerte y el Señor en vez de ponerse triste se va a alegrar, porque detrás de ese: ¡no doy más!, está un amor muy profundo por el hermano y por todo, o por una causa noble, o por un amor muy grande o por la falta de amor, entonces si es una cuestión de actitud todo cambia, todo cambia.

Pero griten fuerte, griten fuerte, grítenle al Señor todo, que Él se va a poner contento que se lo griten porque sabe que detrás de ese grito desgarrador hay algo muy valioso, sumamente valioso, que en el última instancia no es nada más que el grito que le dijo Él a su Padre: “Padre, ¿por qué me has abandonado?”, cuando le dijo en la cruz eso o cuando en el huerto de los Olivos le dijo: “¡Padre, no quiero morir muerte de cruz!”, que es la traducción de: “aparta de Mi este cáliz, si es posible, no quiero morir muerte de cruz”. Era el Hijo de Dios que sabía perfectamente que con esa cruz redimiría a todos los hombres y sin embargo el Padre ni mu, ni un palabra ¿mmm? y en la cruz sabiendo que estaba redimiendo a toda la especie humana por los siglos y milenios y le dijo: “¡Padre!, ¿por qué me has abandonado?”, y el Padre no le respondió, pero Jesús sabía que al derramar esa sangre sería motivo de recordación por los milenios y milenios como lo están recordando ustedes esta noche.

Aquél que vive una vida muy pancha y feliz pasa a la posteridad sin pena ni gloria y su vida después de la muerte será tan simple, que parecería no haber valido la pena haberla vivido, entonces, reflexionen sobre todo esto.

Esta noche se dijeron muchas cosas terribles, muchas cosas terribles y repásenlas si quieren, porque van a ver que les va a ocurrir como aquellos que de repente encuentran en el fondo de su casa un tesoro escondido, que no cambiarían por nada ni por nadie.

Todos se han puesto a cantar, todos, yo voy a intentar hacerlo: aleluya, aleluya, aleluya, gloria, gloria, aleluya, aleluya. Gloria, gloria, aleluya, gloria, gloria, aleluya, gloria, gloria, aleluya, aleluya. Gloria, gloria, aleluya, gloria, gloria, aleluya, gloria, gloria, aleluya, gloria aleluya.

Amén.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

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