• CAPILLA ABIERTA TODOS LOS DÍAS

Mensaje del 25 de Septiembre de 1997

Ahora bien, estoy en esta casa diariamente, de aquí no me muevo más, estaré en montones de lugares pero de aquí no me muevo más y yo desde mi lugar voy a ser como una secretaria.

Mensaje del 25 de Septiembre de 1997

Dice Jesús:


… cuando ocurren cosas como las de esta mañana, parecería que Yo me muestro más generoso en conceder gracias porque los Cielos y la Tierra se alegran cuando se le roba un alma al siniestro, se ha pedido por todos, será complacido, por vuestras intenciones personales, será concedido, incluso aquellas cosas que no pidieron y que ustedes necesitan serán concedidas.

Los amo mucho, cuando termine la reunión, cada uno va a ser la señal de la cruz en la frente de su hermano, porque Yo mismo la haré, es decir les daré la bendición.

Ahora dejo que diga su Mensaje, aunque breve la Madre Teresa.

Dice la Madre Teresa:

Estoy de maravillas en esta casa, esta mañana yo hacía barra en la lucha con satanás y les confieso que nunca había visto nada igual.

Ahora bien, estoy en esta casa diariamente, de aquí no me muevo más, estaré en montones de lugares pero de aquí no me muevo más y yo desde mi lugar voy a ser como una secretaria, me alcanza el tiempo para todo, para estar en muchísimos lugares a la vez, pero de aquí no me muevo más y no creas que te voy a estar vigilando como era mi costumbre vigilar mucho, no, no me hace falta, en todo caso tendrías que vos vigilarme a mi.

¡Me gusta la fuerza que hay acá!, ¡me gusta el coraje que hay acá!, ¡me gusta el ser porfiado como sos vos!, ¡me gusta toda la gente que viene a las reuniones porque van a crecer un montón! y van a dejar satisfecha la pregunta que hiciste al comienzo.

De todo lo que pasa aquí durante el día, todo me gusta, todo, absolutamente todo, pero es una pena que todavía no tengan estampas mías para repartir pero es importante ya el reparto de velas azules, del color de mi traje, pero yo me voy a encargar que prontito tengan estampas mías para repartir, ¿será porque soy hermosa para que me vean por ahí?, nooo, no, no, nada de eso, será porque el Señor me usa como una especie de ejemplo universal para el Tercer Milenio, porque para el Señor soy el arrojo, soy el no tener miedo a nada ni a nadie, es decir, represento una forma de Santidad totalmente diferente a otras Santidades. Ya sé que se te cruzó por la mente que Teresa de Jesús era medio parecida a mí, no, no, no, el mil doscientos no es el mil novecientos y Teresa de Jesús tenía un genio bastante fuerte, difícil, y no podía soplársele debajo de la nariz. Pero ella es de una manera y yo soy de otra, y muchas de mis actitudes pueden parecer hasta mala educación, ya lo sé, porque yo he pasado muchas puertas sin abrirlas, me he metido en lugares que no debía y recién después se me ocurría pedir disculpas, si es que la pedía.

Es decir, si yo pensara en mi ni remotamente pensaría en Santidad, pero parece ser que lo mío es una forma nueva de Santidad, donde el coraje, la fuerza, el ser porfiada, enérgica y a veces hasta cruel por amor al Señor, parecería que representa una nueva forma de Santidad, es que son maneras diferentes de luchar. No digo y no tengo nada en contra de los místicos, pero un místico no haría mucho en los lugares de la muerte en la India, sepan diferenciar las diversas clases de Santidades.

El Señor quiere usarme como un ejemplo para el Tercer Milenio, donde parecería que el arrojo, el coraje y hasta la arrogancia en algunos casos con los poderosos, parecería que son virtudes en plenitud y hasta hoy descubrieron en la Epístola lo de que es posible enojarse sin por eso pecar. ¡Y vaya si me enojé yo!, las veces que habré hecho cambiar los decorados de las casas donde me llevaban a inaugurarlas y había un lujo que a mi me daba asco, y sin ningún empacho tiraba todo al suelo y decía: cambien todo esto porque no condice con lo que aquí pasa. Hasta parecería que en mí la mala educación es una virtud, parecería.

Entonces, mi presencia acá con ustedes significa un montón de fuerzas, un montón de lucha, un montón de coraje, un montón de amor, pero tal vez un amor un poco áspero, como dijo María en uno de los primeros Menajes: “que sus palabras iban a ser ásperas”; y no crean que estoy acá para hacer favoritismos con la India, vaya que ustedes en América tienen un montón de porquerías que arrepentirse, ¡vaya si acá hay injusticias, vaya si aquí hay pobres y hambrientos!, ¡vaya si aquí no hay un montón de cosas que cambiar!, empezando por los poderosos, los que tienen la manija y también por muchos Ministros de la palabra que no están a la altura ni de la suela de los zapatos de un verdadero Ministro de la palabra.

Y no se hagan los sordos ¿eh?, no se hagan los sordos, pongan las barbitas en remojo porque el Tercer Milenio los va a sorprender y se van a quedar al margen de la historia y los que quedan al margen de la historia al Señor no les gusta ni medio.

Cuando hablo parece que estoy amenazando, es que estoy de este lado pero no puedo cambiar mi forma de ser, en el mundo en que viví montones de veces he usado amenazas pero no para mí sino para mis hambrientos de pan y de amor, por eso uno se vuelve un poco áspero, porque parecería que no hay tanto tiempo, no, porque se termine el mundo, sino porque ante alguien que se muere de hambre o padece injusticias o no ha tenido una gota de amor en su vida, ¡yo no quiero perder un momento de tiempo para reparar por lo menos algo!, o ¿por qué creés que me vine a esta casa?, porque a vos te pasó siempre igual.

Bueno, no quiero amargarles la noche, tómenlo..., lo que yo digo en forma enérgica y cortante, tómenlo como algo suave y simple, nada más que dicho con energía, porque me encanta contagiar energía. ¿Se acuerdan cuando dije que nunca pensé en mis defectos ni en mis pecados?, porque no tenía tiempo, porque ese tiempo en que podía pensar en mis pecados y defectos lo tenía que usar, lo tenía que usar para combatir en el mundo todo lo que he combatido.

No crean que por usar palabras fuertes y ásperas no les voy a dar a cada uno un abrazo, ¡si estoy acá es porque los quiero, sino no estaría!, y si estoy acá voy a hacer mi parte.

Amén.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

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